Un cuerpo vivo que se cambia por un cadáver. Una piscina. Un flash. El pantano. Y los mellizos, que comparten un secreto del que no parece fácil escapar. Como un murmullo bajo la tierra centenaria, la indiferencia adolescente se puede ver truncada por la calma del agua; apenas un instante dentro de aquella noche que suda veneno. Familia, recuerdos, pasado. Hormigas. Las raíces escondidas que siempre están presentes y tan activas: apretando el músculo de la sentencia. Como el pulso a dos manos que obliga a soluciones suicidas. Como el cordón umbilical que une y separa, que ata y aprieta. Hasta la muerte. Hasta la culpa. Dos veranos son suficientes para que la parcela del valle se convierta en el escenario de una perfecta tortura emocional.
Marcelo Luján nos sumerge con oficio en un relato de una fuerza y crudeza arrolladoras, y nos brinda una novela memorable, alentada por un sobrio lirismo y sostenida sobre un formidable pulso narrativo.
A principios de 2001, Marcelo Luján se radicó en Madrid, donde trabajó como periodista y coordinador de talleres literarios. Ha publicado Flores para Irene (2004), En algún cielo (2007), El desvío (2007), La mala espera (2009), Arder en el invierno (2010), Moravia (2012), Pequeños pies ingleses (2013) y Subsuelo (2015), además de una docena de cuentos en antologías de varios países. Parte de su obra ha sido seleccionada en campañas de fomento a la lectura, traducida a otras lenguas, y distinguida con los premios Santa Cruz de Tenerife, Ciudad de Alcalá de Narrativa, Kutxa Ciudad de San Sebastián de Cuento en Castellano y Ciudad de Getafe de Novela Negra. Entre otros galardones obtuvo la Segunda Mención en el Premio Clarín de Novela 2005.
La maldad es un cordón umbilical. Una colonia de hormigas que serpentea por rendijas secretas de cosas y personas. Una masa que fermenta y envenena cada página de esta perturbadora e inquietante historia en la que Marcelo Luján —escritor argentino, pero afincado en España— desarrolla, a modo de impactante thriller psicológico, una excepcional galería de personajes socavados por la tragedia. Luján se desmarca aquí de tramas innovadoras, inesperados golpes de efecto o un estilo ampuloso y recargado para dejar al desnudo el auténtico meollo narrativo, a saber, la iniquidad humana en todas sus escalofriantes facetas. Y el efecto, os lo aseguro, es absolutamente demoledor.
Tak jsem byl zase v letadle a četl knihu. A snad poprvý jsem si přál, aby letadlo spadlo a mé, o skály rozdrcené tělo, snědl medvěd, vykálel mě a pak mě sežrali brouci. Tak špatná je knížka Podhoubí.
Hororová, jak láká anotace, kniha rozhodně není. Tedy příběhem, stylem hororová je. Nic tak otravného jsem v životě nečetl a to už jsem pár knih viděl. KRISTE PANE JEŽÍŠI NA NEBI! Luján si podle mě udělal velkou statistiku nejhorších postupů v literatuře a pak je slepil dohromady, aby tím na dálku zabíjel náhodné čtenáře - já sám jsem třeba nebyl daleko od toho, abych si nepodřezal žíly.
Příběh je o tom, že se děcka vymelou v autě, a pak nějaký děcko vydírá jiný děcko, že řekne pravdu o bouračce, no a do toho matka těch děcek vzpomíná na to, jak ji zašpuntoval nudlárnu milenec před třiceti lety. Což o to, z toho se dá něco vykotlit, ale! ALE TEN STYL!!! Po sedmdesáti stranách jsem byl na hranici vyčerpání a knihu hodil do koše. Valím na nety, že to jdu zničit a vidím ty hodnocení a ceny, říkám si, Pali, neděláš chybu?, tak jsem tu svini vytáhl a dočetl. Připadám si, jako bych se vrátil z Vietnamský války s nejhorším průjmem všech dob.
Zatímco normální kniha funguje takto:
Eva a Fabian sedí v kuchyni a pijí limonádu. Eva potom odchází do pokoje.
Lujánova kniha funguje takto:
Eva a Fabian nesedí v kuchyni. Ne, počkat! Sedí v kuchyni. I Fabian, i Eva. Pokud by někdo vešel do kuchyně, viděl by je, jak pijí limonádu. Do kuchyně ovšem nikdo nevejde. Eva a Fabian sedí v kuchyni a dívají se na limonádu. Kdyby se podívali doleva, viděli by matku, jak seká trávník. Ale do leva se nepodívají. Eva pije limonádu a napadne ji odejít do pokoje. Fabian to ještě netuší. Netuší, že se za chvíli Eva zvedne a odejde do pokoje a Fabian zůstane sám.
ZABIJTE MĚ!!!! A aby toho nebylo dost, do těchto mouder Luján zasazuje dialogy jiných osob, které se odehrávají na jiném místě, aniž by za závorkami jmenoval postavy. No tak to už jsem pak měl v hlavě guláš s pěti knedlíkama. Já jsem tak naštvanej, že ani nemůžu bejt vtipnej.
Hacía tiempo que no leía algo tan bueno y que me dejase tan boquiabierta como Subsuelo. No solo la historia, que tiene miga a pesar de poder resumirse en pocas frases. Sobre todo el estilo del autor, la poética que insufla a cada una de sus frases, el uso del lenguaje, la estructura del texto. Es sencillamente brutal. No me extrañaría nada si se alzase con el Premio Hammett 2016. Ahí lo dejo.
3'5⭐ "Subsuelo" es una novela escrita en 2015 y ganadora de diversos premios a novela negra y es que negra, lo es, y bastante.
"Subsuelo" es la historia de un hecho acontecido en un último viernes de agosto. "Subsuelo" es la historia de unos mellizos, varias familias, una muerte... "Subsuelo" son secretos, mentiras... "Subsuelo" son madres que sufren y que harían cualquier cosa por sus hijos... "Subsuelo" son hormigas que se suicidan en una piscina... "Subsuelo" son sentimientos oscuros y turbios.
Novela escrita con un estilo muy característico y particular en el que el autor juega con los tiempos, la perspectiva y los personajes. Ese estilo me atrajo mucho en un principio, por diferente y original. Sin embargo, según avanzaba en la lectura llegó a resultarme repetitivo y confuso por partes.
¿Me gustó? Sí. ¿Me esperaba más de esta obra? También. Y es que hay ciertos aspectos de la historia que para mí se han quedado en el aire o yo por lo menos no he llegado a comprender. Y lo dicho, lo innovador de la prosa en un principio, se me hizo un poco cuesta arriba según avanzaba en la lectura.
¿La recomendaría? Si, por original,inquietante y oscura.Me ha parecido una novela negra diferente y entretenida.
Siempre hay un momento que influencia todo lo demás. Una decisión en una décima s segundo que puede cambiar toda tu vida. En subsuelo tanto lo ocurrido como lo que va a suceder se basa en esas decisiones inmediatas que parecen ridículas pero que se vuelven transcendentales. Todo empieza en una casa de campo con tres adolescentes en una piscina una noche de verano que acaba con una imprudencia. Y esa es la puerta abierta al mundo de dos hermanos mellizos y su madre, un viaje atrás y adelante en el tiempo para bucear en el alma de una familia normal donde si rascas un poco en la superficie encuentras Maldad, así con mayúsculas. Y es cuando da más miedo, en lo cotidiano. Y las hormigas, hormigas por todas partes como una metáfora gigante.
Es una novela negra negrísima, un ciclo de calamidades y maldad. Hay hilos arguméntales que pienso no quedan muy claros y eso es lo que menos me gusta, la historia del pasado por lo menos yo no la he entendido nada bien, lo mismo que el tema de las hormigas, está metáfora tampoco la pillo mucho. Por lo demás, una historia de no-crimen y tortura psicológica que acaba en desastre. Un personaje completamente malo y los demás turbios y en el filo de la navaja.
La historia atrapa, se masca la tragedia, te mantiene en vilo, pero la forma en la que está escrita la novela es lo que más me ha atrapado. Va saltando de personajes de un párrafo a otro sin previo aviso, dosifica de manera magistral y te deja con la miel en los labios. El narrador te va avisando sobre los personajes y te adelanta situaciones: el personaje X piensa esto pero no lo dice o todavía X no lo sabe pero dentro de dos horas lo sabrá.. lo he disfrutado y sufrido y he jugado a adivinar el final..
Desasosegante como pocas cosas que he leído. Me costó un poco entrar por la forma de narrar del escritor, pero luego ya me enganché a pesar del malestar. Recomendable cien por cien.
Un libro con un estilo propio, escrito de una forma excepcional, con unos personajes dibujados con maestría y una trama que no te deja soltar el libro hasta que lo acabas. Creo que es de lo mejor que he leído en los últimos tiempos. Me quito el sombrero ante Marcelo.
Le he puesto un 2, pero la verdad es que llevo varias horas pensando qué calificación darle y sigo sin estar segura. La historia es brutal, pero la narración me ha fallado... demasiadas vueltas, demasiado retorcido todo. Creía que iba a tardar nada en leerlo pero la narración me cansaba tanto... a eso súmale que estoy con los exámenes finales y ya tenemos la explicación de por qué he tardado tanto en leer un libro tan corto. Y que se me haya hecho cuesta arriba. En favor del autor, creo que es muy arriesgado escribir lo que ha escrito. Precisamente por no estar acostumbrada a esta dureza se me hace tan complicado calificarlo. El final me dejó un poco fría, eso sí. En definitiva, una novela difícil de olvidar, cuanto menos.
Lees las primeras páginas de Subsuelo y sabes que se masca la tragedia y te pones a esperarla. Contienes el aliento, todo el tiempo, en tensión. Y llega, y esperas más, no sabes cuando pero sabes que llegará. Te descubres en un estado de expectativa continuo, sensaciones que te asaltan, te aterran y hasta te asquean. Una novela imprevisible, que avanza y retrocede, para remarcarte la angustia que sentiste o debes sentir. La forma de escribir de Marcelo Luján es la esencia de todo. Sin duda es Mi descubrimiento de este año 2018!! Presiento que es un libro que se me quedará grabado por siempre. De esos, inolvidables!
La vida cambia en un segundo y pequeñas decisiones intrascendentes desencadenan una serie de acontecimientos fatales. Hasta ahí bien, pero si además somos testigos del mal, desnudo, sin justificaciones ni disfraces, la reflexión se torna más dura.
De esas novelas que te van dejando un regusto muy amargo según las vas leyendo.
Un día cualquiera, en verano, un matrimonio amigo se junta para cenar. Sus hijos adolescentes hacen las suyas cerca de la pileta. Lo único que lo diferencia de un día efectivamente cualquiera es que algo malo va a pasar.
Subsuelo no es una novela simple, desde ningún punto de vista. Lo único que uno podría considerar como más sencillo, teniendo en cuenta que podría resumirla en pocas líneas, es el eje central de la historia. Estaríamos en lo cierto si dijéramos eso. Pero Luján no se queda en esa premisa inicial; constantemente está complejizándola, y a medida que avanzan las páginas de esta peculiar novela el lector se va olvidando de esa aparente sencillez. Subsuelo se convierte en una historia retorcida, llena de matices para analizar, absorbente y perturbadora.
Lo cierto es que para conseguir esto, el autor recurre a determinados aspectos que, por un lado, mantienen al lector un tanto alejado de la historia y, por el otro, lo meten de lleno en ella. Es contradictorio, pero eso es lo que logra Luján con su interesantísimo estilo narrativo. Si en algún momento uno siente que no está entendiendo nada de lo que va ocurriendo, con el correr de la historia las cosas van poniéndose en su lugar y ahí es cuando la novela va tomando color. En un principio debo admitir que la forma de narrar del autor me confundía bastante. No entendía bien qué situación estaba planteando ni a qué quería llegar con los sucesos que narraba. No fue hasta llegar al el final del capítulo inicial (the kill) que empecé a entender mucho más a qué se refería el autor, y ahí fue cuando la novela comenzó a tornarse completamente adictiva.
Lo que más impacta de Subsuelo es, sin lugar a dudas, la forma en que está relatada. Más allá de que la trama y los personajes cumplen muy bien su rol, Marcelo Luján tiene un estilo muy interesante e ingenioso. Es como si constantemente estuviese rondando la idea principal, pero sin caer en repeticiones que podrían tornar algo aburrida y cansina la lectura. Es decir, en las primeras páginas efectivamente sabemos qué va a pasar, porque nos lo hace saber expresamente. Todo las demás páginas se encargan de contarnos todo lo que se relaciona con ese hecho; más que nada, la psicología de los personajes. Luján hace esto de manera muy original, lo que da cuenta de un autor muy inteligente, y con una gran capacidad para manejar los tiempos de la historia, y conseguir que el lector no pueda despegarse de sus páginas. El autor recurre durante todo el relato a los cambios temporales. Nos cuenta hechos pasados y también del presente, pero a su vez relata las situaciones en formato futuro: por ejemplo, “Eva hará tal cosa, Fabián estará en tal lugar”, y así. Esto hace que la narración se vuelva más intrigante, porque nos cuenta lo que estará por pasar sin que todavía haya pasado. Pero lo interesante es que esto no resulta como si nos estuvieran arruinando la historia, como si nos contaran algo así como un spoiler. Como la narración es completamente trepidante y fluida, y el autor combina los tiempos dentro de un mismo párrafo (o hasta también en las oraciones), uno no tiene ni una pausa como para replantearse determinadas cosas. Pero lo que es también muy interesante de analizar es que Luján logra transmitirnos a la perfección todo lo que va ocurriendo, a pesar de que parezca que la historia no se detiene en ningún momento. Su ritmo absorbente no impide que la novela carezca de profundidad. En la medida en que uno se mete en esta, empieza a entender cómo las piezas van encastrando sin dificultades, y ahí empieza a entender la gran capacidad que tiene el autor.
Otro de los factores mejor logrados de Subsuelo es la construcción de los personajes. Nuestros protagonistas, si se quiere, son tres adolescentes. Dos de ellos son hermanos (Eva y Fabián) y el otro (Javier) es amigo, que pareciera tener una suerte de relación amorosa con Eva. Si mencionamos que los personajes más importantes son adolescentes, esto seguro representaría que los mimos deberían tener una gran profundidad psicológica. Y Luján lo consigue de gran manera. Cada uno de ellos tiene una personalidad bien marcada y desarrollada; lo más interesante, por otra parte, es que el autor logra esto relatando apenas un hecho en particular. Un hecho muy importante, claro está, pero es solamente uno. La novela no nos plantea, por ejemplo, la transición de la adolescencia a la adultez de los personajes, en la que uno como lector podría pensar que es un buen tramo de tiempo como para que sus personalidades se desarrollen y puedan ser mostradas. El hecho al que hace referencia esta novela, con el correr de las páginas, da lugar a que se sucedan muchos otros que nos irán mostrando cómo es que estos personajes son en realidad. Más allá de la construcción de los protagonistas, uno quizás no pueda darse cuenta de la gravedad de las cuestiones que en la novela se tocan, porque en la mayor parte del tiempo está enfrascado en ella y completamente absorbido. Pero si por un momento nos abstraemos de la historia, podremos ver que se hace referencia a temas muy duros y complejos. Manipulaciones, abusos, amenazas y torturas psicológicas son algunos de ellos.
Subsuelo es una novela que se sale de los estándares de la novela negra más convencional. El autor logra meter de lleno al lector dentro de la historia, y con el correr de las páginas la lectura se va convirtiendo en una experiencia tan adictiva como perturbadora. Una historia, por otra parte, que alcanza un mayor grado de originalidad por cómo el autor maneja el factor tiempo. Subsuelo es, entonces, una novela muy interesante, por la profundidad psicológica de sus protagonistas y por cómo Luján consigue transmitirnos los hechos más importantes del relato.
Es una historia brutal. Tiene una narración casi asfixiante en la que nos muestra la maldad y el odio en el ser humano. Una historia oscura en la que vemos como se puede ser víctima y verdugo al mismo tiempo y como hay momentos en los que el instinto supera a la razón. Si buscas una novela con una bonita y cómoda historia, no es esta, pero si buscas algo que te remueva por dentro, que te haga sentir incómodo a medida que lees, este tu libro. Eso sí, la lectura no es nada fácil.
Vynikajúco napísaný príbeh, plného úchylností, zverstiev a nešťastia. Autor seká dej, odbáča, spomaľuje, zrýchľuje, do situácie “ teraz” vnorí inú udalosť z minulosti, alebo opisuje jednu udalosť z pozície rôznych postáv. Zároveň stíha informovať čitateľa, ktoré detaily sú/ nie sú dôležité. Môže sa to zdať komplikované, ale je to vynikajúco napísané. Ak neudržíš v hlave dve-tri myšlienky naraz, alebo preskakuješ text, nebude ti to dávať zmysel. Na záver všetko do seba zapadne.
En Subsuelo, Luján construye de forma meticulosa una historia cargada de tensión y de secretos en la que dos hermanos mellizos (Eva y Fabián) se tambalean en la delgada línea entre obsesión y desprecio. Aunque Luján consigue crear de forma satisfactoria el tono necesario para que una historia de este tipo funcione, la indiferencia y la mirada fría del narrador por momentos le dieron al texto un aire de informe policial o de autopsia. Y aunque esto evidentemente fue a propósito, en lo personal provocó que en ciertos momentos el texto no me transmitiera el peso de las emociones de los personajes. Otra decisión que me pareció confusa fue el guardarse información importante sobre la trama y los personajes e irla dando a cuentagotas a lo largo de la novela, aún cuando en muchos casos no era necesario más allá de para crear la sensación de constantes revelaciones.
Subsuelo es una historia sobre el rencor, sobre la familia, sobre lo deleznable y sobre el amor. En Subsuelo, tras un atentado familiar en las primeras páginas, crees que poco más se puede contar más allá del dolor, quizás tras las depresiones de todo el mundo. Pero no, sus personajes, sobre todo los jóvenes, los veintitantos, demuestran que la vida no es fácil y que en el hormiguero cada insecto tiene el derecho a joder a sus vecinos como crea conveniente. Reseña completa en http://www.albertoalez.com/2015/02/su...
He estado a punto de las 4 estrellas porque, francamente, la narración es extraña. Extraña para un lector, como yo, no habituado. Pero claro, te acabas metiendo en la historia y fundiendo con la narración y te das cuenta de que es una forma magnífica de relatar todo. Recuerdas, también, que la forma modifica el mensaje y que este libro, narrado de una manera más convencional, no sería ni tan oscuro ni tan profundo.
Formalmente una novela sobresaliente, en lo que respecta a la historia y trama a un nivel bastante inferior. Pese a eso dada su virtud formal, me parece recomendable.
Pocas veces se encuentra uno una novela en que cada palabra parezca la inevitable. Subsuelo es así. Y además cuenta una historia de escalofrío. Magistral.
La historia de esta reseña se empezó a gestar durante el pasado mes de marzo. Acababa de terminar mi última novela y estaba pensando sobre lo que versaría la siguiente. En mi caso, siempre decido primero el género, y la novela negra me parecía el más adecuado en ese momento. Supongo que, por todo lo que estaba sucediendo, me apetecía utilizar la escritura para reflejar el estado de la sociedad y poder criticar aquello que no me gusta. Sin embargo, quería huir de esa tendencia editorial tan actual por la que algunos fabrican novelas negras como si fueran lavadoras industriales: 1) escena inicial que muestra un crimen tan impactante como imposible (por ejemplo, hombre al que han arrancado las tripas, han dibujado con ellas un óleo de Monet y las han colgado de un viejo olmo en el centro de Manhattan sin que nadie vea mi oiga nada), 2) nudo repleto de arquetipos y subtrama romántica a modo de obligado complemento y 3) desenlace en el que se usan más trucos para desvelar el nombre del asesino que un mago de las Vegas para hacer desaparecer un avión.
Por esta razón, empecé a leer a autores de novela negra cuyas obras rezuman el auténtico olor de la marginación, la podredumbre y la desesperación humana: Jim Thompson (con su inquietante pero atrayente sheriff psicópata), Chester Himes (y sus incomparables Ataúd Johnson y Sepulturero Jones) y el impactante Cormac McCarthy con su “No es país para viejos". Unos días más tarde, seguramente atraído por el aroma de tantas historias espeluznantes, llegó hasta mí el nombre de Subsuelo, la novela escrita por el argentino Marcelo Luján que ganó en 2016 con ella el Premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón.
Subsuelo es una novela negra sin sheriff, ni detective, ni violencia explícita, y casi podría decirse que sin crimen. Bueno, sí, hay uno, pero es más una muerte accidental que un crimen, una vida que se pierde por el candoroso error de un adolescente en una apacible noche de verano en una parcela en el valle. Esa vida, la de un chaval que muere en un desafortunado accidente de tráfico, es la que sostiene la trama de la historia por su tremendo impacto en la, hasta entonces, acomodada vida de los protagonistas: dos mellizos, su madre y el hermano del muerto.
Con ese argumento a priori tan sencillo, contado de forma magistral por un implacable narrador omnisciente, Subsuelo lanza más directos al mentón del lector que cualquiera de las novelas negras prefabricadas que he mencionado antes. Subsuelo es un hermano vestido con polo color claro, bermudas azules de lino y zapatos náuticos, que maltrata a su melliza mientras conviven formando parte de una familia de clase media que bien podría ser la nuestra. Es la madre que, por salvar a su hija de la cárcel, hará algo de lo que se arrepentirá toda la vida. Es el hermano del muerto que no se cree la verdad oficial y todavía no sabe si se enamoró para descubrirla o la descubrió gracias a un engañoso amor. Subsuelo es el sheriff de Jim Thompson y los detectives Ataúd Johnson y Sepulturero Jones jugando a la ruleta rusa con la pistola de sacrificio de ganado de Anton Chigurh en No es país para viejos.
Subsuelo son también unas "putas hormigas" negras que están por todos lados y que en verdad tienen prácticamente tomada desde tiempos inmemoriales la parcela donde todo sucede. Tanto tiempo y tan tomada, que uno llega a pensar que esos animalitos son los que han ido royendo los cimientos de esa familia hasta hacerla tambalear, asomarse al precipicio y terminar cayendo al vacío de la mentira, el incesto, el maltrato y la previsible muerte. Subsuelo es todo eso y mucho más; es el terreno que está debajo de una capa superior de tierra, aquella en la que todos deseamos vivir para seguir manteniéndonos a salvo.
Lee Subsuelo si, como yo, buscas una forma diferente de conocer el mal, de sentirlo más allá de aquellos enfoques narrativos que solo buscan atraparte en las telarañas de tu propio morbo, pero que no te harán reflexionar sobre la verdadera esencia de algo tan nuestro, tan humano, como la maldad.
Nejhorší je, když se nakladatel sekne a hodí knihu do škatulky, kam vůbec nepatří. To má pak čtenář jistá očekávání, která se logicky nenaplní a to je celkem průšvih. Zde se jede marketing na horor, ocenění to má za detektivku, ale není to ani jedno. :-D Škatulky ale stranou, zvrhlý příběh plný nechutností (incest, týrání zvířat) bych ještě přežila, kdyby to bylo koherentně napsané. Jenže autor si libuje v mísení děje, vzpomínek a postav v jediném odstavci, takže člověku, který zrovna na ničem neujíždí, se to strašně blbě dešifruje. A to ani nemluvím o pitomých poznámkách typu: "to ještě netušila, že za hodinu tomu bude jinak" nebo "kdyby se koukla doleva, uviděla by mravence, ale to ona neudělala", kterými je text prošpikovaný. Fajn, byla tam snaha udělat paralelu mezi mravenci a dvojčaty, ale to na vystavění hezké prózy nestačí. Takže když to vezmeme kolem a kolem, příběh byl celkem zajímavý s velkými zvraty, ale autorův styl to nedokázal ustát na papíře.