Cuatro amigas con un tatuaje en común desaparecen sin dejar rastro. Una mujer es asesinada a golpes por su pareja. Una prostituta se suicida en extrañas circunstancias.
Hay algunos crímenes invisibles. Crímenes que apenas dejan tras de sí un titular de prensa y una investigación policial rutinaria que pronto se convierte en estadística y archivo.
Annika Kaunda, policía especialista en temas de género, descubre lagunas en la investigación de estos casos sin relación. Ante la indiferencia de sus superiores y las prisas por dar carpetazo al asunto decide seguir en secreto las pocas pistas disponibles. Si sus sospechas fueran ciertas, las apariencias podrían ocultar una trama tan terrible como cercana.
Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) es autora de la saga "Más que cuerpos", también conocida como saga del trébol, revisión del género policíaco con la que aporta una mirada crítica de la sociedad actual.
Tras el éxito alcanzado con "Más que cuerpos", lanza en 2014 la segunda entrega de su serie de novelas policíacas protagonizadas por la agente Annika Kaunda, "Desde la eternidad", con la capital de Extremadura y su pasado romano convertidos en protagonistas de una trama intensa y sorprendente.
En 2015 publica "Náufragos", relato vibrante finalista en prestigiosos certámenes como el Premio Literario Felipe Trigo o "La Trama/Aragón Negro" organizado por Ediciones B.
En 2016 vuelve con la saga del trébol en "Vino y pólvora", con una trepidante trama a caballo entre las bodegas extremeñas y la mafia italiana y en la que también conocemos el pasado más oscuro de Annika.
En el mismo año conocemos otras dos entregas de la serie, "Pensión Salamanca" y "Destino Gijón" si bien mucho más breves y con un giro sorprendente, con la autora como aliada de la protagonista de la serie.
En 2017 publica "Expediente Medellín", novela corta de la misma serie que las dos anteriores y que ha sido galardonada con el Premio Cubelles Noir 2018 de mejor novela en castellano.
Después de haber leído Progenie, donde encontré una novela que me gustó en su fondo pero no tanto en su forma, dije que iba a dar una nueva oportunidad a su autora. Así que decidí leer Más que cuerpos, su primera novela. Y me encontré con un libro que vuelve a tener una buena historia detrás pero al que le falta bastante para ser redondo. Muchos temas, puede que demasiados, son los que aparecen en la historia, unos con más y otros con menos profundidad, tocados casi tangencialmente. Vuelven a aparecer los temas sociales, xenofobia, trata de blancas, violencia de género, homofobia... Y aquí es donde me vuelve a chirriar la historia, cuando la autora no permite al lector que saque sus conclusiones, sino que se las da hechas, esto está bien, y esto está mal. En cualquier caso la trama es buena y consigue la atención del lector, que al fin y a la postre es de lo que se trata y este es un punto a su favor que no se puede discutir. Supongo que yo iba con la idea un poco preconcebida y en este caso la lectura de Más que cuerpos sólo sirvió para reafirmarme en mi idea de que a la autora le falta pulir un poco la historia, pontificar menos, a mí no me resulta tan necesario conocer su opinión sobre todos y cada uno de los temas, no estoy leyendo un ensayo, estoy leyendo una novela policiaca...
Aún así he visto en Ebiblio que Especie, su última novela, estaba disponible y lo he reservado, así que si nada se tuerce volveré a leer otro libro de esta autora porque aunque no me termina de convencer tiene algo distinto que me hace volver a sus libros.
Es el primer libro de la autora y, la verdad, es bastante bueno, no son los libros de Camino Vargas, pero está bastante bien. Aquí la protagonista es Anikka Kaunda, una policía que trabaja en Mérida y tiene un jefe que no la ayuda mucho. La historia está bastante bien, porque trata temas actuales como la trata de mujeres y la venta de productos farmacéuticos ilegales por internet. Los diálogos a veces los he visto un poco simples y los capítulos muy largos, pero, sin duda, la escritora mejora con cada obra y su madurez avanza también con los de sus personajes, seguiré con la serie, sin duda.
Imagino que nos sucedió a muchos, pero no descubrí a Susana Martín Gijón hasta la publicación de “Progenie”, primer libro de la serie de la Inspectora Camino Vargas. Si ese libro ya me enganchó, “Especie”, su continuación, hizo que la autora se convirtiese en una de mis imprescindibles dentro del género policiaco en español. La combinación de investigación policial con temas de denuncia social es siempre interesante y me recuerda a una de mis autoras favoritas, Donna Leon. Así que hasta que llegue enero con la publicación de “Planeta”, la tercera entrega de la serie de la Inspectora Vargas, y para que la espera se haga más corta, he decidido empezar a leer/escuchar sus primeras novelas.
“Más que cuerpos” supuso el debut de la autora y es la primera entrega de la serie protagonizada por Annika Kaunda, policía especialista en violencia de género en la ciudad de Mérida, que deberá hacer frente a un crimen que parece no ser tan sencillo de resolver como a su jefe le gustaría. Al tiempo, y ante la negativa de su superior, Annika pedirá ayuda a Bruno, un periodista freelance, para investigar un posible caso de trata de blancas.
Es de agradecer que el personaje principal no sea el típico policía varón que arrastra algún tipo de trauma. Eso, añadido al hecho de que la acción se desarrolla en una ciudad pequeña, hace que la protagonista tenga que enfrentarse no solo a los problemas derivados de la propia investigación. Además, la nueva situación personal que afronta al final de la historia, hace que su situación personal vaya a dar mucho de sí en siguientes entregas.
La historia toca demasiados temas (trata de mujeres, prostitución, violencia de género, tráfico de medicamentos…) que hacen que la investigación policial como tal quede un poco en segundo plano. Los capítulos cortos y los cambios de perspectiva entre personajes hacen que la historia tenga un ritmo ágil y, aunque en un principio pueda parecer que nada tiene relación, a medida que avanza la historia las diferentes tramas se van entrecruzando hasta llega a un final en el que todo encaja.
Lectura sencilla y entretenida, con un trasfondo social que te hace reflexionar y una protagonista de la que me quedo con ganas de saber cómo continua su historia.
Para ser honestos, la. cuarta estrella se la he puesto porque soy generoso y porque creo que es el primer libro que publicó o de los primeros en todo caso.
No me ha gustado la "moralina" constante, aunque no dejo de reconocer que estoy de acuerdo con las cosas que dice, pero hay muchos momentos en los que me ha parecido muy "pesado".
La trama no es mala, pero después de haber leído su última trilogía, es pobretona ...
Seguiré con la Trilogía porque quiero saber cómo evoluciona el personaje.
Novela policíaca, un poco atípica, en lo referente a la ambientación y a la protagonista. La trama tiene lugar en Mérida, capital de Extremadura; y, en menor parte, en sus principales ciudades, Cáceres y Badajoz. Con ello ya he tenido la primera sorpresa, al estar fuera de los lugares habituales que se centran en las grandes capitales. A lo largo de la novela se desarrollan dos tramas paralelas, ambas relacionadas con Annika. Por una parte, una investigación de trata de blancas en los prostíbulos de la zona; y por otra, el asesinato de una mujer víctima de la violencia de género. Como protagonista tenemos a Annika, una joven policía de origen africano, especializada en la violencia de género, que se crió en centros de acogida y que ha sufrido las lacras de ser una mujer negra en un ambiente machista y algo xenófobo. Es evidente que es el personaje más desarrollado, algo introvertida y poco dada a establecer relaciones duraderas, tanto en lo personal como en lo profesional. Además, debe lidiar con un jefe al que solo le interesa ponerse las medallas y que corta por lo sano cualquier iniciativa de sus subordinados. A Annika le acompaña Bruno, un periodista de investigación freelance. No tiene un papel tan destacado como la policía, pero si podemos decir que es más co-protagonista que secundario. Toca multitud de temas, algunos en profundidad, otros de refilón; todos ellos relacionados con la investigación o con las vidas de Annika y Bruno: violencia de género, trata de blancas, xenofobia, chanchullos empresariales, homofobia... incluso la necesidad de preservar la memoria histórica. A pesar de parecer una mezcla difícil de compaginar, la autora hace que todo parezca fluir de forma natural, entrelazando los personajes y las subtramas de forma muy coherente. Lo que me ha sorprendido ha sido saber que era su primera novela. No lo parece en absoluto. Voy a seguir con la serie de Annika!!
Se nota, para mal, que es una primera novela. La historia mezcla varios temas con escaso éxito(trata de blancas, SIDA, la posguerra y el exilio, la guerra de Yugoslavia, el tráfico de medicamentos...),la trama no tiene ritmo, ni acción, ni coherencia...Faltan diálogos y sobran reflexiones y resúmenes que acaban cansando y aburriendo. No ha logrado despertar mi interés en ningún momento. Totalmente prescindible.
Un préstamo que leí con muchas expectativas y, por eso, me defraudó. No hay nada como empezar un libro con una idea preconcebida por las opiniones de otros.
Lo malo: demasiados temas a tratar sin profundizar en ninguno, pero al mismo tiempo no son cosas normalizadas, sino denuncias, así que se queda muy descafeinado; demasiada investigación expuesta, a veces se convierte en un manual; demasiado repetitiva y explicativa, no deja sacar al lector sus propias conclusiones y debería usar más puntos. Los puntos en vez de conectores son elementos clave, si no, el texto se queda artificial, a veces hasta rancio, y esta novela, por temática y personajes, no lo merece.
Lo bueno (que sí, jolín, que también hay bueno): algunos personajes están muy bien construidos, empezando por su protagonista, el de Paquita entrañable y el uso de su historia me pareció muy acertado. Y a pesar de lo que comento en el párrafo anterior de las repeticiones, el exceso de investigación espuesta en la trama, etc., consigue atraparte. Los tres "misterios" están muy bien unidos, quizás por eso el final parece precipitarse.
Porque me esperaba mucho he sido tan crítica, aunque los textos tipo manual te atropellan. Es algo que me disgusta mucho, con o sin expectativas previas. Resumiendo, se nota mucho que es la obra de una novata, pero tiene potencial.
Terminado el primer libro de la serie y sólo puedo decir que me ha encantado y que, por supuesto, leeré los siguientes. Una trama que se convierte en una denuncia social de varios temas que van entrelazándose y pegándote a sus páginas, a la vez que invita a la reflexión sobre asuntos que están a la vista de todos/as y en los que apenas pensamos. Junto a Anika y Bruno recorremos Badajoz, Mérida y Montijo en un thriller ágil que me ha sorprendido gratamente. Si te gustan los thrillers, no dejes de leerlo.
Una opera prima que me sorprendió mucho, tanto por la denuncia social de todo un abanico de injusticias como por la agilidad que mantiene el suspense hasta el final. Tramas entrecruzadas que se van intercalando e interconectando en un puzzle casi perfecto. Y para rematar, un escenario casi desconocido, el occidente español representado a través de la región extremeña.
El primero de la saga. Me lo pasaron hace tiempo, y a partir de ahí me hice seguidor de Annika y Bruno. Muchas tramas interconectadas y muchos temas de fondo que hacen reflexionar a la vez que pasar un buen rato.
Trata temas necesarios y de los que no todo el mundo se atreve a hablar como la trata de mujeres y el VIH. Te deja en vilo asta el final, donde todo explota y se resuelve.
¡Menos es más! Eso es lo que le diría a la autora si la tuviese delante. Si pretendía despistarnos con tantos temas tratados (violencia de género, trata de blancas, racismo, homofobia, estigmas sociales, memoria histórica, etc) lo ha conseguido. En varios momentos tuve que parar a pensar qué estaba investigando Annika, porque me perdía. Y el hilado entre estos temas, pues ha quedado algo flojo para mi gusto.
Dicho ésto, tampoco es que haya sufrido para acabarlo, no, se puede leer (en este caso escuchar. Después comento sobre ésto). El ritmo está bien y no aburre... sólo te despista si tienes tan poca memoria como yo.
Ahora voy al audiolibro. Yo, que recurro al audiolibro para momentos en que no puedo leer, combino el audio con la lectura del libro. A veces incluso lo leo mientras lo escucho. Pues bien, me ha puesto algo nerviosa que no coincidiese la narración del audiolibro con el texto de la novela. No sé a qué se debe, pero me ha molestado.
Novela policiaca no muy al uso. 3 misterios que terminan por enlazarse de una forma original, me ha gustado como se ha ido desentrañando la historia. Algunos personajes muy bien construidos e interesantes, otros nefastos... Al final es eso, un poco bluff. Cuando parece que hay algo interesante da un giro simplón sin ahondar mucho en nada, pasando de puntillas.
Aún así es bastante ameno, y me ha hecho querer seguir leyendo libros de la autora
Teniendo en cuenta que me encanta la novela negra, y ya había leído “Progenie” (que me convenció bastante) lo difícil era que esta novela no me gustase.
La protagonista me gusta pero no me encanta, igual que los secundarios, que no me dicen gran cosa. El caso en si no está mal, pero el final a mi me decepciona (no diré por qué pero para el que lo haya leído es evidente).
En general el libro me pareció correcto, sin demasiadas cosas malas, pero tampoco nada súper destacable. (Aunque es verdad que hubo algún giro de guión que no me esperaba).
Normalmente al ponerle nota a los libros estoy bastante segura, pero este me hace dudar bastante, así que aplicando el “in dubio pro reo” famoso voy a tirar por lo alto.
Susana Martín Gijón (licenciada en Derecho y miembro de multitud de asociaciones en pro de los derechos humanos)narra historias y también nos comparte a través de sus ojos su propia visión del mundo.
En este primer libro de la saga Más que cuerpos, cuya trama se desarrolla en Extremadura, nos presenta a Annika Kaunda, policía de origen namibio y especialista en temas de género, que se enfrentará a una red criminal de tráfico de mujeres, a un homicidio,a un caso de violencia de género… Además de esas diversas tramas, la autora nos expondrá (mediante personajes muy bien desarrollados) otros temas como estos: - Cómo un periodista en horas bajas se ve,por necesidad abocado a tener que escribir las memorias de una anciana cuya terrible historia le acaba fascinando. Reviviendo con ella su exilio a Francia y a la antigua Yugoslavia a causa de la Guerra Civil Española. Sintiendo en su corazón todo ese dolor y esa pena. - Cómo un hombre que ha contraído el sida,apremiado por la responsabilidad que siente, debe comunicar a sus compañeros de piso,amantes y familia,su nueva situación y el peligro de contagio al que les puede haber expuesto. - Cómo una familia debe afrontar un duelo, cómo son esos días terribles ante una desgracia como esa. - Cómo existen lados oscuros en la insdustria farmacéutica que no imaginamos.
Es un libro tan completo y tan bien narrado,que no puedo más que recomendároslo. Para mi ha sido más una historia de personajes magníficos antes que una novela policial.
Las tramas se desarrollan en torno a la protagonista, Annika, en un lugar como Extremadura, cosa que llama la atención porque estamos acostumbrados a que este tipo de historias tengan lugar en grandes ciudades. Una de las tramas es la trata de blancas y la otra la violencia de género. También trata de otros temas con bastante profundidad.
Los diferentes personajes saben lo que pasa, todos se callan y todos miran para otro lado mientras cerca de cada uno de ellos va sucediendo el horror.
He vuelto a disfrutar como una cría con la manera de escribir de Susana, y en la manera que tiene de enlazar las historias sin dejar cabos sueltos. Estoy deseando ponerme con los siguientes porque seguro que van a estar de lo más interesantes.
Siempre es un placer leer nuevas autoras que me mantengan enganchada a la historia que están narrando. Y si además añadimos una trama acontecida en mi misma comunidad autónoma hace que todo se sienta más cercano, más creíble. En su primera novela la autora nos presenta a Annika, una policía diferente, inquieta y con mucho olfato para encontrar el problema. Nos sumergimos en casos de violencia doméstica, de trata de blancas para acabar descubriendo como la violencia está íntimamente ligada en las diferentes capas de la sociedad. Todos lo saben, todos callan, todos lo permiten y ahí, en frente de tu puerta está sucediendo el horror. Sin duda, deseando sumergirme en su segundo y tercer libro.
Finalizada. Edición digital. Después de leer las tres novelas con Camino Vargas como protagonista, caí en esta saga y la diferencia es muy evidente. Sé que es injusto compararlas, pero inevitable. La historia está bien y va ganando puntos según avanza, pero a los personajes les falta fuerza. Tenemos a una policía y a un periodista que trabajan en Mérida, prostitución, trata de mujeres, malos tratos, sida…, un poco de todo. Tengo que reconocer que el desenlace es lo mejor del libro. La manera de hilar todo me pareció muy correcta. Seguiré con la saga, pero no inmediatamente. Nota 2,75/5. FIN.
La verdad es que es una novela floja de narices; se nota que son los comienzos.
La autora "trata" en un mismo libro temas tan importantes como el VIH, el tráfico de medicamentos, la violencia de género, el conflicto de Yugoslavia, la trata de blancas, la orfandad, el feminismo...y digo "trata" porque es un chiste el cómo en apenas dos pinceladas se mencionan cuestiones que, de forma independiente, bien darían para un solo libro.
Sin ir más lejos. El supuesto hilo conductor es la trata de blancas. Uno de los protagonistas, Bruno (personaje, por cierto, bastante plano y bobalicón que no me queda claro si tiene 19 o 30 años), se dedica a destapar el tema en cuestión mediante una "investigación" fruto de su iniciativa propia. Un par de visitas a dos puticlubs y una grabación y listo. Trama destapada y resuelta.
Mejor ni hablar del otro aparente hilo conductor de la historia. Y digo aparente, porque la historia en realidad va dando bandazos y es un collage de personajes y temáticas diferentes con una supuesta conexión entre ellas que de floja que es, cae por su propio peso. Pues bien, este segundo hilo conductor es, nada más y nada menos, que el tráfico de medicamentos y la maldad de las farmacéuticas. Mejor no entro a opinar, porque es un tema tan manido como cansino a veces; ni las farmacéuticas son hermanitas de la caridad, ni son el demonio con cuernos y rabo. Son negocios, como todo en esta vida, por desgracia. Bienvenidos al capitalismo. El caso es que este tema tan impactante como complejo, la autora lo introduce de buenas a primeras mediante un diálogo de Annika, la otra protagonista, y una compañera de trabajo. Como quien no quiere la cosa, en una hora se hace experta y de paso colegui de otro policía que resulta ser el gurú de los delitos de tráfico de medicamentos. No es difícil averiguar por dónde van a ir a los tiros. Por supuesto, un par de noches de vigilancia y una conversación intimidatoria entre Annika y el jefe de la trama, para resolverse todo. Rápido, sencillo y para toda la familia.
Por último, no hay que olvidarse de que el libro abre introduciendo al lector al tema de la violencia de género, algo que como ocurre con el resto de temáticas, queda diluido entre tanta historia incoherente y sin nexo.
Sinceramente, me lo he terminado y en ciertos puntos he sentido algo de curiosidad por saber qué iba a pasar, pero más como cuando te enganchas a un trozo de un telefilm porque tienes un rato tonto viendo la TV, y ya quieres saber cómo acaba. Hay cosas que no comprendo por qué están ahí; como el accidente mortal de Violeta y Antonio, la historia pegada con pegamento de la señora Paquita que nos cuenta su vida para que Bruno, el periodista? tontaina pueda convertirla en un best seller...y en fin, un sinfín de cosas que afortunadamente he casi olvidado ya.
Lo cierto es que menos mal que me leí los libros de la saga de la inspectora Blanco primero. Sin ser especialmente destacables, me gustaron y tienen un sentido. Si "Más que cuerpos" hubiera pasado por mis manos antes, probablemente habría sido bastante reacia a seguir leyendo nada de la autora...
Totalmente prescindible. Le doy dos estrellas porque tampoco ha sido insufrible leerselo y en ciertas partes ha llegado a entretenerme, aunque sea solo un poco.
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Me gusta mucho como escribe esta autora, este no es su mejor libro y aunque así lo he disfrutado mucho, para ser su primera obra, me parece que tiene muy bien nivel. Me encanta el tono de denuncia que tienen sus historias, no pasa de puntillas sobre las cosas y creo que sus historias tienen un componente social muy marcado.
Annika es una mujer negra de origen africano, especialista en violencia de género y que se ha criado en un centro de acogida. Es una mujer fuerte e independiente, a veces demasiado. Su personaje me ha gustado bastante y tengo ganas de ver como evoluciona.
En este libro tenemos unos cuantos temas: trata de personas para explotación sexual, SIDA, violencia de género y tráfico de medicamentos. Hay tantas historias paralelas que a ratos me ha parecido que había demasiada información, unido a que también nos cuentas cosas sobre la vida personal de la protagonista, es un poco abrumador. Al final, todo se conecta y tiene sentido, aunque hubiera preferido un final menos precipitado.
Una novela negra corta y ágil, que se lee sin darte cuenta. Si te gusta el género te la recomiendo.
Este es el primer libro de una saga de suspense, esta historia está escrita como un diario y discurre en 15 días y está ambientada en Extremadura.
Annika es nuestra protagonista y ella es policía. A raíz del asesinato de Sara, descubrirá e investigará otros casos, los cuales con la ayuda de Bruno, un periodista, irá relacionando.
Es una lectura que te mantiene en vilo toda la historia y cada persona que tiene su propia historia y está bien perfilado como por ejemplo:
Julio, Lledó, los compañeros de piso de Bruno, uno de ellos tiene un problema y veremos cómo reacciona a la gente. La entrañable doña Paquita, con sus memorias, comprobaremos, lo duro de ser mujer en tiempos pasados. Y evidentemente, muchos otros personajes que no podemos olvidar, como por ejemplo violeta, Antonio, Raúl…
Es una historia que lo toca todo, desde el tráfico de mujeres, el cual es una vergüenza que aún exista, hasta el sida, una enfermedad que sigue creando rechazo, la muerte de un ser querido, asesinatos, amor, etc.
Hasta este momento no había tenido la oportunidad de leer a la autora, pero me ha motivado a continuar con esta saga y evidentemente con sus otros libros.
He llegado a esta historia por una recomendación, a pesar de ser una autora que me había despertado curiosidad aún no había leído nada suyo. Y en este momento es cuando me pregunto, ¿cómo no la he descubierto antes?
El hecho de que me encante la novela negra a veces es un arma de doble filo cuando me enfrento a nuevas historias, porqué mi mente está muy entrenada para descubrir el fallo, aquello que no cuadra o lo que es del todo inverosímil. Es un género que está en pleno auge y por ello surgen multitud de autores y libros nuevos intentando hacerse un hueco, y a veces es difícil separar el grano de la paja.
Con esta historia no solo me he enganchado hasta el punto de leer hasta altas horas de la noche y que el libro me dure dos días literalmente, sino que además he disfrutado muchísimo con la manera de escribir de la autora. Se centra en los personajes, que son unos cuantos, y sus vidas, y parece que el suceso en sí queda en un segundo plano, sin embargo, va entrelazando todo de una manera muy sibilina y al final todo encaja de un modo excepcional.
Annika tiene la intención de abrir un caso sobre el tráfico de mujeres con fines sexuales. Para que se lo autoricen, necesita recabar las pruebas necesarias que lo corroboren y precisa de obtener aliados que la ayuden a conseguirlo.
Cuando los precedentes te señalan, eres el primero a quien mirarán una vez que la tragedia asome. Solo aquellos que crean en ti pondrán de su parte, y las evidencias dirán el resto.
Una novela con diversos frentes abiertos, que Susana va hilvanando de tal manera que no podemos hacer otra cosa que aplaudir; no es una tarea sencilla lograr algo así manteniendo todo el sentido en el conjunto.
Si planteas las cuestiones adecuadas, das de lleno con el enemigo. Y es que nada molesta más que escuchar las verdades, sobre todo aquellas que provienen de lo inesperado o lo indeseado. Nunca esperas que el plan perfecto se derrumbe como un flan.
Una lectura que se lee con intensidad, que no permite ni pestañear (a riesgo de no ver cómo las palabras saltan de entre sus páginas) y que nos sorprende con un final de aúpa.
Dentro de un pueblo alejado de la ciudad de Merida, la trama gira entorno a Annika Kaunda, una agente de policia a la que el pueblo conoce como “la policia negra”. Esta protagonista se va desenvolviendo a medida que encuentra una conexión en varios casos distintos, ya que las víctimas comparten un tatuaje en común de un trébol. Con un desarrollo en capítulos cortos, se construye una trama de critica social que enlaza bastante bien los sucesos y te deja sin duda con ganas de continuar leyendo.
Siendo muy sincera, he de decir que al principio no me convencía mucho, es como que tenia varios detalles que no me calaban del todo, pero parece que eso me incentivó más a seguir leyendo ya que prácticamente me lo termine en 24 horas. Me gusta cómo desarrolla esa critica social y los casos de violencia de genero. Da una voz que igual te hace ver la opinión de los pueblerinos según a qué aspectos.
Primero me leí la serie de Camino Vargas y me encantó. Esta novela me ha gustado también mucho. Al igual que con la de Camino Vargas, se juntan muchos personajes pero es fácil de leer y engancha. Que esta vez se sitúe en Extremadura también hace que tenga un punto distinto. Personajes que se entrelazan y están unidos entre ellos de alguna forma y sin saberlo. Temas actuales con mucha crítica social.
Una novela negra intensa, que aborda temas difíciles como el feminicidio, la prostitución, las enfermedades de transmisión sexual y otras realidades crudas de nuestra sociedad. Se nota un esfuerzo por visibilizar estas problemáticas, lo cual es necesario. Pero en ciertos momentos la narrativa puede llevar estas temáticas al límite. El final del libro fue demasiado apresurado para mi gusto, y temo que se perdió la oportunidad de tener un cierre bien logrado.
Primera de la saga de Annika Kaunda policia negra especialista en temas de genero, en Mérida. Cuando un libro no resiste el paso del tiempo, y este es del 2013 y se nota, es señal de que no es bueno. Trata mucho temas (trata mujeres, violencia género, recuerdos de la guerra, xenofobia...) con muchas explicaciones y toma de postura, lo cual hace que el libro se haga pesado y se disperse.
Me ha encantado!! No conocía a la autora y me ha sorprendido para bien. El libro se lee super fácil, los capítulos son cortos y te dejan con intriga para seguir leyendo. He devorado el libro en 5 días. Con ganas de leer otros libros de ella. Si te gusta novela policíaca con intriga, te lo recomiendo.