La idea inglesa del paseo puede confundirse con la idea inglesa del ensayo; sus correspondencias, tanto de temperamento como formales, permiten caracterizaciones intercambiables: libres hasta la desobligación, receptivos y abiertos aunque con un acento siempre personal, con una afición por los caminos laterales que se resuelve ya sea en digresión, ya en franca vagancia, ambas prácticas hacen del trayecto un fin en sí mismo.
Nació en la ciudad de México el 6 de enero de 1971. Poeta y traductor. Cursó la licenciatura en filosofía en la UNAM. Fundador y jefe de redacción de la revista Paréntesis. Actualmente se desempeña como jefe de redacción de Pauta. Desde 2005 es director editorial de Tumbona Ediciones. Colaborador de Confabulario, Fahrenheit, Fractal, La Jornada Semanal, La Tempestad, Letras Libres, entre otras. Becario del IIF (UNAM), 1993; del INBA, Jóvenes Escritores, 1994; del FONCA, Jóvenes Creadores, 1996, 1999 y 2002; obtuvo el apoyo para difusión de obra: “Artes por todas partes”, de la Secretaría de Cultura del GDF, 2002. Miembro del SNCA, en el 2005-2008, y de 2010 a la fecha. Primer lugar en la Primera Bienal Metropolitana de Poesía 1994 convocada por la UAM-X. Medalla Gabino Barreda 1996. Primer lugar del Certamen de Poesía Manuel Acuña 1996. Premio Norman Sverdlin por la mejor tesis en Filosofía en 1997. Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 1998. Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2006 por Las aventuras de Max y su ojo submarino.
(Ficha de diccionario de Catálogo biobibliográfico de escritores de México de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA.)
¿Qué es salir a dar un paseo? ¿Qué tiene de especial salir a caminar? Nada y sin embargo, todo. Es una de esas actividades privilegiadas, de ésas que, como el bailar o el tocar un instrumento, sólo se hacen correctamente si son un fin en sí mismas. Pasear no es llegar a algún lugar ni alcanzar una meta, es una oportunidad para escaparnos de la mentalidad utilitaria, neurótica y mecánica de la modernidad. La afición de dar un paseo, propia de hombres sensibles e interesantes, es tratada en los ensayos de este libro de una forma espiritual. Libre de prisas y relojes, el viandante se deja llevar por sus impulsos y el camino en sí. Ya sea en ciudad o en campo, la caminata por placer tiene la facultad de conectarnos con lo más profundo de nosotros y llevarnos a un trance capaz de hacer surgir y conectar ideas y sobre todo, traernos al momento presente, el único que realmente existe.