This Nebula and Locus Award winner focuses on the bittersweet ruminations of an old woman who began a social movement in her youth, and the culmination of her life as a public figure on the day before the Revolution begins. Nebula Award Winner, Locus Poll Award Winner, Hugo Award Nominee
Ursula K. Le Guin published twenty-two novels, eleven volumes of short stories, four collections of essays, twelve books for children, six volumes of poetry and four of translation, and has received many awards: Hugo, Nebula, National Book Award, PEN-Malamud, etc. Her recent publications include the novel Lavinia, an essay collection, Cheek by Jowl, and The Wild Girls. She lived in Portland, Oregon.
She was known for her treatment of gender (The Left Hand of Darkness, The Matter of Seggri), political systems (The Telling, The Dispossessed) and difference/otherness in any other form. Her interest in non-Western philosophies was reflected in works such as "Solitude" and The Telling but even more interesting are her imagined societies, often mixing traits extracted from her profound knowledge of anthropology acquired from growing up with her father, the famous anthropologist, Alfred Kroeber. The Hainish Cycle reflects the anthropologist's experience of immersing themselves in new strange cultures since most of their main characters and narrators (Le Guin favoured the first-person narration) are envoys from a humanitarian organization, the Ekumen, sent to investigate or ally themselves with the people of a different world and learn their ways.
Odo is an old female revolutionary who has suffered a stroke, and is nearing her end. She finds herself reflecting over her past, in particular the death of her husband Taviri many years ago, who died in prison at the hands of a totalitarian regime. His death sparked Odo's famed revolutionary pieces, which fired an entire movement. In fact, the world Odo is now in, and its many freedoms, are a result of her works.
Odo begins to feel a sense of embarrassment over her aged body, which seems to contradict her 'freedom of dress' policy (which often means no clothes at all). She also begins to refer to Taviri as husband, while Odonian society now refers to 'partners.
She ventures out of home and returns to see that the young people are planning another revolution. She's gratified by this.
This is now one of my favourite Le Guin stories. It's feminist, and explores the notion of civil liberties. I also felt it a brave move in terms of the protagonist being an old woman with an ailing mind. The world itself feels completely realised, and although the story is clearly ideologically driven, it also delivers in terms of a winning story.
A weak 3 stars for me, even though this short story by Ursula Le Guin won the 1975 Nebula (and the Locus Award, and was nominated for the Hugo.
This is a prequel of sorts for The Dispossessed (which I liked much better, BTW), almost two hundred years before the events in that novel. It's a day in the life of a old woman named Laia Asieo Odo, who developed a philosophy of anarchy that would inspire a revolution on the planet Urras. Her ideas would lead to a group of people leaving Urras (where evil capitalism reigns) to found an anarchist society on a barren but habitable moon of Urras, called Anarres. What happens later on Urras and Anarres is explored in The Dispossessed.
Anyway. This story. It's kind of an interesting exploration of Odo's character and ideas, but there's no particular plot to it. It just didn't move me.
Mülksüzler romanında yer alan Odoculuk'a ismini veren Odo karakteri üzerine kısacık bir öykü bu. Le Guin, kaleme aldığı önsözde kendisine özel ayrı bir hikaye yazdıran Odo'ya teşekkür ediyor :) Devrimin yaratıcısı Odo artık yaşlanmış bir kadındır. Saçlarını taramakta, üstünü değiştirmekte zorlansa da içgüdüleri ve hisleri hiçbir yere gitmeden orada, onunla durmaktadır. Kısacık ama kadın olmaya, yaşama, insanlığa dair yine çok şey söyleyen bir metin Devrimden Önceki Gün. Çok çok seviyorum seni sevgili Ursula K. Le Guin. İyi ki yaşadın ve dolu dolu yazdın ♥️🥲
Este librito de Ursula K. Le Guin lo compré durante el confinamiento del año de la pandemia, 2020. Lo compré en una librería local que servía pedidos una vez se pudieron enviar y como parte de algo que adquirir para celebrar la "no-feria" del libro. Este tipo de publicaciones ilustradas y bastante cortas con un precio por página más o menos alto, creo que funcionan bien como regalo, capricho o colección. En cualquier caso, si te gusta esta autora resulta interesante conocer un retazo de la vida de Odo que fue ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975. Odo, la líder de la revolución que dio lugar al odonianismo, sociedad anarquista imaginaria era justo lo que me apetecía leer tras Estrella Roja y Utopía. Un librito de 5 estrellas ***** que es un regalo prefecto para un amante de la gran Úrsula.
Me cuesta mucho clasificar este relato. Me ha llamado mucho la atención la perspectiva tan íntima desde la que Le Guin escribe con el punto de vista de Odo, cómo trata la vejez, las dudas. Es un relato poco convencional, que no pretende tener inicio ni final, sino mostrar una día en la vida de una revolucionaria retirada. Es magnífico en ese sentido, y al mismo tiempo queda desangelado sin más contexto. Leer Los desposeídos antes del relato ayuda, pero sobre todo saber qué vas a encontrar: es una reflexión de muchas cosas, no una historia per se, y Le Guin la trata con la madurez personal y literaria a la que nos tiene acostumbrades.
En este relato, Ursula K Le guin decide no enfocarse en la ideología (el anarquismo, el cual ha sido su favorito) sino en la persona que lo crea, que lucha por él. Su persona principal, una anciana mujer que estuvo en las primeras revueltas y quien marcó una paradigma para los revolucionarios es su foco de inicio. Es en ella en quien está interesada como símbolo de cuestionarse la vejez, el olvido, la muerte y todo lo que viene después de la revolución para el ser humano.
This is a touching prequel to „The Dispossessed“, a short view unto a (the last?) day of the founder of the Odonianism. She reflects upon her life, her achievements and her losses and foremost about the inescapability of getting old. Put in LeGuin’s always precise and thoughful prose this was a very moving read for me.
This story is what provided me my working definition of what an anarchist is: "An anarchist is one who, given the choice, chooses responsibility" Though i sometimes get the exact wording that Ursula uses wrong.
Las reflexiones de una anciana, Laia Aseio Odo, fundadora del odianismo (anarquismo imaginario), que una vez llegada a la vejez y a sus 72 años, se replantea momentos de su vida, su juventud, la creación de una idea y de como lleva toda una vida esperando la revolución. Y aunque Laia no sale en Los desposeídos (una novela que transcurre varias generaciones después de este relato), todo el universo de esa novela gira en torno a ese grupo de personas que se hacen llamar odonianos y por inri, en torno a Laia y su idea.
Y hay que ser única y nadar contracorriente para construir un relato como éste en torno a una mujer de 72 años, morena de piel (negra quizás), compleja, curiosa y adelantada. Una mujer que lo ha sido todo a la hora de llevar a la práctica una idea, y que ahora aunque ya sea vieja, no por eso deja de desear y sentir como cualquier joven. Toda una vida luchando para darle vida a una idea, que es el odianismo, una mujer que lleva la revolución en la sangre. En Los desposeídos comprobaremos hasta que punto este mundo imaginado por Laida ha sido un éxito o no.
"-¿Quién soy?- masculló Laia a su público invisible, que sabía responder a sus preguntas y le respondió al unísono. Ella era la chica con las rodillas lastimadas, sentada sobre el umbral mirando en la niebla sucia y dorada de Vía de la Abundancia, bajo el sol de una tarde de verano; la nena de seis años, la chica de dieciseis, feroz, irascible, con la cabeza llena de sueños, indiferente, inalcanzable. Ella era ella misma".
Este relato ganó los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975 y el cuento se puede encontrar en Las doce moradas del viento.
Este relato corto resulta muy revelador. Laia, más conocida por ser la impulsora del odonianismo (el anarquismo taoísta), nos muestra una faceta de una mujer por fuera de su papel histórico revolucionario en esa sociedad.
Está bueno el hecho de tomar a una figura que representa ciertos ideales y llevarla al plano humano, al hecho de sacarle todo ese peso de importancia que se le da a las figuras políticas para poder verlas tal y cual son. Con sus sufrimientos, sus necesidades y sus angustias. Me gusta mucho cómo Úrsula sabe sacarte de ese lugar de confort y cuestionar sobre esas cosas.
Una lectura super amena en interesante. Para poder pensar y reflexionar un buen rato.
Conocí a Le Guin en mi adolescencia por sus crónicas de Terramar. Durante meses soñé con sus dragones, con sus laberintos ocultos, con su academia de magia donde se aprendía el nombre verdadero de las cosas. Recuerdo que mi entusiasmo ante sus universos se resentía en sus finales, que no comprendía por qué Gavilán prefería ser un granjero a su trabajo como archimago, que no compartía esa decisión de dejarse vencer incluso siendo el más fuerte. Hay cosas que leemos para entenderlas mucho más tarde. La literatura es ese oráculo cuyo sentido sólo el tiempo nos entrega.
Pasada la adolescencia, luego de ese caos tierno cuyas secuelas todavía acuno con la esperanza de sanarlas, la obra de Le Guin creció dentro de mí como otra cosa, con otro talante. Gavilán, el mago más fuerte de todos, era un pacifista, ese conocimiento me alimentó en dolores. También ese otro, más directo pero invisible entonces, de que la magia es el lenguaje. Acompañó mis noches y todavía es una de mis devociones profundas. Nombrar es hacer magia. Procuro recordarlo siempre que me siento a escribir para asumir la responsabilidad nostálgica de aquel niño que soñó con hacer volar objetos con la mente, del que soñó con acudir a la academia de Terramar.
Con el tiempo no sólo descifré esos mensajes. Con el tiempo también supe que de todas mis lecturas adolescentes la de Le Guin había sido distinta. Que en ella había una sustancia no presente en otrxs. La intuición permaneció en mí, y otras lecturas, más disponibles (mi fetiche por el libro impreso condiciona mis posibilidades) me fueron formando y Le Guin permaneció en mi memoria, imprescindible, pero apenas intuida su fuerza, apenas recorrida… Y entonces leí “Los que se marchan de Omelas”, y esa intuición, y todo lo que había sentido adolescente, y todo el amor profundo que la novelista me había despertado, adquirió un nuevo brillo. Llamarada pura. Fuego que purifica. Candela que enseña a arder con el ejemplo.
Leí “El día antes de la revolución” con ese mismo espíritu, imbuido de ese entusiasmo. Supe que era la historia de Odo, de una de las que se marchó de Omelas. Supe que era una fábula anarquista. Supe todo eso, pero supe, primero, lo que es imposible de poner en palabras, aunque lo intento: que esa prosa no era material muerto, que esa palabra era palabra mágica, que nombrar es crear, y que Le Guin, en pocas páginas, alcanza a levantarnos, a hacernos flotas —con su mente, con su voluntad— para enrostrarnos aquello que podemos ser si nos atrevemos, aquello que podemos recoger si nos atrevemos, aquello que va a costar y va a doler, porque cuesta y duele el cambio, porque cuesta y duele desprenderse de los hábitos terribles que la comodidad hay cosido a nuestra piel, porque cuesta y duele toda literatura donde se escribe con las entrañas.
Y no esas supuestas entrañas del malditismo, no esas supuestas entrañas de la literatura explícita que tan poco me interesa por estos días, no esas entrañas que no son sino vísceras secas. Las entrañas que se ofrecen a la pitonisa para que lea el futuro. Las entrañas que palpitan en el cuerpo de una liebre saludable que atraviesa corriendo una llanura. Las entrañas que regularmente nos entregan el don del alimento cultivado. Hablo de la suavidad que está en la verdadera fortaleza. Hablo de la entrega que está en toda verdadera comunidad. Hablo de la furia que es centro de toda verdadera voz. Hablo de Le Guin, y de su cuento, como hablo de la antorcha que debe servir para encender la hoguera, de la hoguera que nos reúne a su cerco para compartir las historias, para amasar y cocinar y compartir el pan. Hablo del encuentro, y de la soledad, y del relevo generacional, y de la posibilidad de aprender por fin los nombres de las flores que se agitan más allá de la carretera.
Hablo de este cuento como un testigo que recibimos para seguir corriendo. Porque la carrera es de aguante, no de tiempo, y espero estar disponible para seguir, para acompañar, para entregar cuando sea mi momento. Y envejecer así, sabiéndome, contradiciéndome, permitiéndome ser ceniza con la que alguien escriba el testimonio del fuego.
Como torpemente intento, aquí, hacerlo con Le Guin.
Este no es el primer libro que leo de Úrsula, pero sí el primero que reseño y publico la reseña. Ya antes había leído una compilación de cuentos suya y obviamente la lectura de La mano izquierda de la oscuridad, una de sus novelas más famosas, donde trata mucho la idea del género y cómo los aliens de allá afuera pueden tener concepciones completamente diferentes sobre él. Este libro es precioso por varias razones que les voy a contar en la siguiente pequeña lista:
1. Habla de la revolución. Eso como primero, porque a mí me gustan los libros que hablan de revoluciones bien (no Los juegos del hambre, que era la revolución peor planeada de la historia). LeGuin habla de una revolución que busca en anarquismo (que es una ideología que a ella le gusta), pero eso es sólo el fondo de la historia. En general me gustan las historias que hablen de revoluciones porque puedo sentir el idealismo y la esperanza en ellas y esta no es ninguna excepción.
2. Habla de las mujeres en la revolución. En toda la historia de nuestro planeta, es innegable el gran papel que las mujeres han tenido en todas las grandes revoluciones del mundo. Por ejemplo, de la revolución francesa salieron mujeres como Olympe de Gouges y Mary Wollotsencraft y las dos escribieron grandes textos históricos del feminismo. Son las hijas no reconocidas de esa revolución, sin embargo, pues esta les pagó muy mal: Olympe acabo en la guillotina y Mary volvió a Inglaterra, creo que exiliada de Francia (si me equivoco, diré que mi fuente es Feminismo para principiantes). En la revolución mexicana hubo soldaderas, miles de soldaderas que siguieron a sus maridos, que empuñaron fusiles, que le cocinaron a los soldados, que se volvieron coronelas y generalas. De la revolución rusa salió Alexandra Kollontai, cuyos textos aún hoy se siguen leyendo. Y así, podría seguir enumerando, pero no, porque voy a hablar del libro. La mujer que protagoniza este libro se llama Odo y es una de las ideólogas de la revolución que se gesta en su mundo. Ha escrito libros, es una gran pensadora. Probablemente, como da a entender LeGuin entre las páginas de este breve libro, es una mujer que merece admiración.
3. Partiendo del punto anterior, este libro nos recuerda que los ídolos son personas de carne y hueso y no podemos mantenerlos en el pedestal. ¿Quién es Odo, además de la ideóloga de la revolución? ¿Cuál es su vida? ¿Qué papel ocupa en todo un entramado comunitario de ese mundo que lleva tanto tiempo buscando? Es muy interesante leer el libro y encontrar con las respuestas a esas preguntas.
Además, todo está complementado con las ilustraciones preciosas que tiene la edición en español, de verdad es un libro que no se pueden perder si les interesa el tema. (Y si no, pueden darle una oportunidad porque es muy corto y muy bonito). Lo pueden encontrar aquí.
Such poetry, Ursula K. Leguin never fails to enchant me with her beautiful and poignant of words and character development. A very short but engaging companion to The Dispossesed. And even if you've not read that, this piece is an engaging and wistful day in the life of a radical, important woman coming to turns with loss, aging and moving on.
Three and a half stars. A little bit of ephemera, a day in the life of a woman who started a revolution and created a new way for her people to be. I read this long ago. Glad that I read it again.
This book picks up the story of Odo who was referred to in The Dispossessed and we see the future revolutionary prepping for, well, a revolution. I felt it was written too quickly and it left me wanting more development. Nonetheless, it was interesting as it explained more intimately the concepts behind Odoism which was such a critical concept in the larger book.
I had always wondered what happened after The Ines Who Walk Away from Omelas, and this told the story of one of them. It was just what I needed this evening.
I could really feel for the main character and the struggles she deals with.
I would definitely recommend this as it's a short read but powerful.
Now it has me wanting to read The Dispossessed. So do I wait the 10 weeks for a copy from the library or do I buy a copy?
En el pasado, una mujer cambió el mundo y ayudó a concebir una realidad basada en el anarquismo. Ahora, esta mujer comprende que el paso del tiempo, la memoria y la añoranza son amenazas reales para sí misma en el que puede ser su último saludo ante el respetable desde el escenario del mundo.
Interesante relato que nos habla del ocaso de una vida a través de sus páginas. En ellas se aglutinan sentimientos, perspectivas y una visión del mundo conciliadora con los demás, cruel con uno mismo. Aunque no es necesario haber leído las otras obras de la autora con las que conecta, creo que mi opinión y mi valoración de la obra hubiera sido más rica, así que espero leerme esas historias y cambiar mi valoración llegado el momento.
La edición de Nórdica está muy bien (tapa dura, papel grueso, buena tipografía...), aunque las ilustraciones de Ballester, jugando constantemente con la política real, me ha sacado de la ficción planteada por Ursula K. Le Guin. Ella era una autora que pensaba que el anarquismo era un sistema vital ideal; no ese basado en el terrorismo o el caos, sino el que convierte al ser humano en una comunidad pacífica y hasta utópica. Sin embargo, el relato no va tanto de eso, sino sobre la vejez, sobre dar una voz real a un personaje que ha sido excesivamente mitificado por los otros. En definitiva, el final es similar a "El irlandés": los últimos días de un personaje que ha cambiado su mundo, pero sin meterle relleno como Scorsese, así que mejor.
El día antes de la revolución es un relato breve que Le Guin publicó en la revista Galaxy Science Fiction en 1974 y con el que ganó varios premios. Como ya he dicho ha sido mi primer acercamiento a su universo y creo que ha sido una buena manera de acercarme a ella, a su mundo y a su estilo. El relato cuenta el último día antes de una revolución largamente esperada y que resulta ser, también, el último día de la inspiradora, creadora y germen del movimiento revolucionario, Odo.
Odo es una anciana que nos cuenta su último día, desde que despierta sobresaltada por una pesadilla en la que ha soñado con su pareja asesinada hace años, hasta que vuelve a su habitación tras su agotadora jornada. El estilo de Ursula K. Le Guin es muy personal y me ha recordado ligeramente a Bradbury en Crónicas Marcianas. Todo es conocido y reconocible pero está teñido de un velo extraño, como si al mundo conocido lo iluminara otro tipo de luz, una que no llegara desde el Sol. Vemos, reconocemos lo que vemos pero todo parece distinto y pensamos ¿quizás hay algo más que no veo? Es una sensación extraña pero placentera.
Prólogo a Los Desposeídos. Para comprender completamente el relato es necesario leerse antes Los Desposeídos pero aún así, en apenas 20 páginas Le Guin consigue crear una atmósfera única. Una muestra de su maestría.
Ursula K. Le Guin, que pedazo de mujeraza. Qué manejo de las palabras, las emociones, los escenarios, los recuerdos, la corporalidad, el deseo de anarquismo. En un cuento de 60 páginas hizo más que muchos con una novela de 500 páginas.
"Un cuerpo en condiciones no es un objeto, no es un instrumento, no es una posesión digna de admiración, no es más que una, tú. Solo cuando el cuerpo no es tú, sino tuyo, algo que se posee, se preocupa una por él: '¿Está en buen estado? ¿Servirá? ¿Durará?'"
"¿qué era el coraje? Nunca había conseguido explicárselo. No tener miedo, decían algunos. Tener miedo y aun así continuar, decían otros. Aunque ¿qué podía una hacer sino continuar? ¿Existe una elección verdadera alguna vez? Morir era sencillamente continuar en otra dirección. Si querías volver a casa, tenías que continuar, tenías que seguir el camino, eso era lo que quería decir cuando escribió: «El verdadero viaje es el regreso», pero nunca había sido más que una intuición, y ya, pasados los años, estaba más lejos que nunca de ser capaz de racionalizarla."
"No podía pensar en nada que hubiera poseído durante más de un puñado de años, excepto aquel cuerpo viejo y destartalado, por supuesto, eso no se lo podía quitar de encima…"
Wonderful quasi-origin story of Odo, the Confucius-esque figure that provides for the spiritual components of The Dispossessed (so, yes, same world/same tunics). By humanizing her as an aged widow with a bad back, Le Guin grounds her Gods in the humdrum of mortal banality, demystifying the illusion that time and worship can engender.
“insanın kendi bedeni bir nesne değildir, bir aksesuar değildir, göz zevki vermekle yükümlü bir süs eşyası değildir, sensindir o, yalnızca sen, kendin. ne zaman ki sen olmaktan çıkar, senin olmaya başlar, sahip olduğun bir şey olmaya başlar, sen de o zaman başlarsın işte onun için kaygılanmaya.”
La Le Guin és capaç de fer-te pensar en qualsevol tema, però aquesta reflexió sobre la vellesa i tot el que això comporta és una meravella. Probablement és un llibre que hauria de llegir tothom.
Las reflexiones de una anciana, Laia Aseio Odo, fundadora del odianismo (anarquismo imaginario), que una vez llegada a la vejez y a sus 72 años, se replantea momentos de su vida, su juventud, la creación de una idea y de como lleva toda una vida esperando la revolución. Y aunque Laia no sale en Los desposeídos (una novela que transcurre varias generaciones después de este relato), todo el universo de esa novela gira en torno a ese grupo de personas que se hacen llamar odonianos y por inri, en torno a Laia y su idea.
Y hay que ser única y nadar contracorriente para construir un relato como éste en torno a una mujer de 72 años, morena de piel (negra quizás), compleja, curiosa y adelantada. Una mujer que lo ha sido todo a la hora de llevar a la práctica una idea, y que ahora aunque ya sea vieja, no por eso deja de desear y sentir como cualquier joven. Toda una vida luchando para darle vida a una idea, que es el odianismo, una mujer que lleva la revolución en la sangre. En Los desposeídos comprobaremos hasta que punto este mundo imaginado por ella ha sido un éxito o no.
"-¿Quién soy?- masculló Laia a su público invisible, que sabía responder a sus preguntas y le respondió al unísono. Ella era la chica con las rodillas lastimadas, sentada sobre el umbral mirando en la niebla sucia y dorada de Vía de la Abundancia, bajo el sol de una tarde de verano; la nena de seis años, la chica de dieciseis, feroz, irascible, con la cabeza llena de sueños, indiferente, inalcanzable. Ella era ella misma".
Este relato ganó los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975 y el cuento se puede encontrar en Las doce moradas del viento.