البيت الكبير" رواية مستوحاة من حدث تاريخي: إضراب عمال مزارع الموز على الساحل الأطلسي الكولومبي، عام 1928 ، وهو إضراب أخمده الجيش بالرصاص.
البيت الكبير ليست مجرد رواية جميلة فقط بل تجريبًا فيه قدر كبير من المخاطرة ودعوة إلى التفكير مليًا في الثروة غير المنتظرة، الثروة التعسفية والمضنية في الإبداع الشعري. وهذا أيضًا ما جعل هذه الرواية مساهمة جديدة، مساهمه عظيمة، في أهم حركة أدبية في العالم الراهن: رواية أمريكا اللاتينية.
Escritor y periodista costeño, cuentista y novelista, Álvaro Cepeda Samudio hizo los estudios secundarios en el Colegio Americano de Barranquilla, y en 1949 viajó a Estados Unidos a estudiar periodismo en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En 1951 regresó a Barranquilla, y trabajó como corresponsal de The Sporting News. En 1955 se casó con Teresita Manotas. Como periodista y gran apasionado de los deportes, cubrió eventos deportivos para el periódico El Nacional; en 1951 tuvo una columna en la página editorial de El Heraldo, titulada "La brújula de la cultura"; y fue director del Diario del Caribe. Participó, como guionista y actor, en el cortometraje La langosta azul, al igual que en otras películas cortas y en un noticiero de cine, y organizó el Cine Club de Barranquilla.
Cepeda Samudio perteneció al Grupo de Barranquilla, tertulia de intelectuales de la que formaban parte Gabriel García Márquez, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas, Ramón Vinyes y José Félix Fuenmayor, entre otros; publicó varios cuentos en la revista del grupo, llamada Crónica. Su novela "La casa grande", su obra narrativa más importante, fue el último libro publicado por Ediciones Mito.
Acerca de "La casa grande", García Márquez dijo: "Es una novela basada en la matanza de los peones bananeros en huelga, realmente efectuada por un comando del ejército en 1928, La casa grande no exhibe muertos, y el único soldado que recuerda haber matado a alguien "no tiene el uniforme empapado de sangre sino de mierda [... ]". Esta manera de escribir la historia, por arbitraria que pueda parecer a los historiadores, es una espléndida lección de transmutación poética. Sin escamotear la realidad [...] nos ha entregado su esencia mítica, lo que quedó para siempre más allá de la moral y la justicia y la memoria efímera de los hombres". Sobre su cuento más conocido, "Todos estábamos a la espera" (Barranquilla, 1954), el crítico Eduardo Pachón Padilla dijo: "Posee recursos tomados de la imaginación, estilo pulcro, nítido y mesurado. Todos los asuntos son examinados por un único aspecto: el individuo sumergido en el vórtice de la multitud. En su afán renovador, Cepeda incorporó a la narrativa, técnicas periodísticas norteamericanas.
Büyük Ev’i geçen yıl bu zamanlar okumuştum. Roman, 1928’de Kolombiya’da gerçekleşen ve tarihe ‘muz katliamı’ olarak geçen dramın farklı sesler tarafından (anlatıcı, askerler, bir resmi belge, büyük evde yaşayan ailenin bireyleri) yapılmış bir tablosu, bir Guernica’sı.
Söz konusu sesler birbirine karışmaz, birbirini yankılamaz ama bütünler (Alvaro Samudio bir Faulkner çevirmenidir).
Küresel sermaye taşeronu faşist iktidarlar gerçeği yok saymakta, çarpıtmakta ya da unutturmakta çok mahirdir. Neyse ki becerileri az sayıdaki büyük sanatçının dehasına yaklaşamaz. Tarih kitaplarının, anıların, gazetelerin, belgesellerin çoğu zaman başaramadığı ortak hafıza doğurma ve yaşatma işlevini şiirler, romanlar, resimler, türküler büyüleyici bir şekilde başarır. Aynı zamanda bir gazeteci ve film yapımcısı olan Alvaro Samudio bunu gayet iyi biliyordu. Romanı tercih etti.
Popüler kültüre kurban gitmiş güzel, gizemli ‘haunted’ sözcüğünün Türkçede berrak bir karşılığı yok. Bazı sanat eserleri tarafından bir anlamda ele geçirilirsiniz; zihninizde, belleğinizde sürekli dönüşürler, kâh unutulur, kâh geri dönüp sizi ziyaret ederler. Büyük Ev o az sayıdaki büyülü metinden biri benim için. Bugün buraya bir yıldız daha eklemek boynumun borcu.
خانتني هذه الرواية.. توقعت منها الكثير وخاصة بعد مقدمة ماركيز النارية بصدد الرواية توقعت أني وقعت على إحدى الروايات المبدعة.. لم تكن برأيي حتى رواية عادية للأسف..
1928, 5-6 Aralık, Kolombiya. Muz işçileri ve ordu karşı karşıya gelir. Askerler ne yapacağını bilmiyordur oraya giderken, vur emrinin verileceğini bile düşünmezler, çünkü ‘grevdir’ söz konusu olan. Polisin ilgilenmesi gerekiyordur onlara göre, sadece grevin bitmesini beklemek ve sakin geçmesi için başlarında durmak yeterlidir onlara göre. Öyle olmaz, beklediklerinden daha kanlı gelişir süreç. Kimi kaynaklara göre üç bin kişi ölür, cesetler denize atılır. İşçilerini ağır şartlar altında çalıştıran United Fruit Company ve grevin bitmesi için Kolombiya hükümetini tehdit eden Amerikan hükümeti hiçbir şey olmamış gibi davranır, sadece 47 kişinin öldüğünü belirtirler. Ve bu olayın üzerine yazılan eserler olur. Biri (yazarın okumayı sona bıraktığım eseri) Marquez’den Yüzyıllık Yalnızlık’tır örneğin. Bir başkası ise Marquez’in ‘cüretkar bir teşebbüs’ olarak tanımladığı Büyük Ev. . Grevi bastırmak için görevlendirilen iki askerin diyaloglarıyla başlar Büyük Ev, sonra penceremiz değişir, bir hanenin içinden bakarız katliama. Ama karşımıza iki katliam çıkar: muz işçilerinin öldürüldüğü ve bir ailenin dağılışı. İki farklı ritim var Büyük Ev’de. Farklı anlatıcılar, bilinç akışı, bol kan ve adaletsizlik. Alvaro Cepeda Samudio’nun anlatımı çok canlı, can yakacak kadar.. . Çok etkilenerek okuduğum kitabın çevirisinde Süleyman Doğru yer alırken; kapak tasarımı Hamdi Akçay çalışması ~
La Casa Grande habla de uno de los muchos sucesos vergonzosos en la hsitoria de Colombia, en esta caso la masacre de las bananeras, leerlo es recordar varias cosas, que las cosas cambian poco con el tiempo, que vivimos en un pais profundamente injusto.
Cuenta la historia de varios agentes antes, durante y despues de la masacre, desde varios puntos de vista. La historia de la familia es bastante interesante ya que cada cambia los estilos narrativos con cada capitulo y se vuelve un juego en momentos de pensar.
He leído este libro como si me viese arrastrado por un huracán: cada página, cada narrador dentro del mismo, me ha llevado a pensar en lo que implica narrar la violencia. Y es que aquí Samudio, de forma magistral, ha logrado hacer que los lectores nos llevemos una pequeña imagen de la barbarie que implicó la Masacre de las bananeras: ese suceso trístemente recordado por muchos colombianos; a pesar de una clase política que suele minimizar lo sucedido, cuando no negarlo por completo.
En pocas páginas, Samudio permite al lector encontrarse con diversas instantáneas de dicho suceso, sin pretender en ningún momento dar cuenta plenamente de él: y es que, de forma consciente, el escritor propende por presentar un relato en el que la violencia surge de manera indéxica, inherente a la cotidianidad de una región que ha visto sus sueños defraudados por la desidia y violencia estatales. De hecho, pareciera que todo el pueblo de Guaymaral y, en especial, "La casa grande", fuesen vectores de una barbarie desmedida: desde allí, desde la violación que ha padecido la hermana por parte del Padre (con mayúscula, pues su daño ha sido tal que ha destruido desde su casa hasta la comunidad como tal), hasta la traición a los líderes sindicales de las plantaciones bananeras, el relato permite ver cómo es que el acto de dañar a otros puede escalar desde la dimensión de lo privado para apoderarse plenamente de lo público. En este sentido, lo ético termina por ser la antesala de lo político: la violencia encuentra su seno en la traición, en el desprecio por el otro que es parte de mi familia, de mi propia comunidad. La violencia crece como un espiral que desangra el tejido humano de la comunidad; incluso de aquellos que siguen vivos, que no logran escapar al legado de desgracias que antecede su nacimiento. Este es el caso, por supuesto, de los hijos de la Hermana (que, para ellos, es tan sólo "la madre", con minúscula: una presencia carente de bondad cuyos actos en pro del bienestar de sus hijos fueron desprovistos de todo afecto; o al menos así lo percibieron sus hijos en el capítulo final).
Aquí estamos ante una tragedia similar a las de Faulkner, que seguro Cepeda Samudio tuvo muy presentes al momento de escribir esta novela. Es más, la forma en que está narrado el capítulo de la hermana rememora el monólogo de Quentin; al igual que el capítulo del hermano sirve para terminar de comprender las esquirlas de vida que arrojan cada uno de los personajes de la novela, angustiados por la muerte que se cuece en cada uno de los rincones del pueblo, tal como viene siendo el capítulo narrado por Jason, ambos célebres personajes del "Ruido y la furia".
- Alguien tiene que tener la culpa - Alguien no: todos: la culpa es de todos.
No puedo comprender esta novela del todo, no puedo terminar de entender todas sus voces y sus matices, pero se que me ha atrapado completamente. No se si le he disfrutado, porque es una historia enraizada en la violencia y en el odio, llena de muerte y destrucción a cada paso. Es un peso, un remolino cargado de olvido y dolor, de indiferencia y de aquella violencia que se lleva en la sangre para siempre.
Álvaro Cepeda Samudio busca narrar la violencia y uno de los episodios más dolorosos en la historia de Colombia a través de voces y tiempos fragmentados, de historias que nunca terminan de tener sentido, como los muertos que nunca pueden ser contados. Y es que la violencia nos implica a todos de una forma u otra, es el odio que se lleva en la sangre en este país, en esa casa grande donde se repite la misma historia una y otra vez, a manos de las mismas personas. Entiendo por qué este libro podría no gustar, pero su atmosfera fantasmal y pesada me atrapó completamente, me sumergió en algo incomprensible, lleno de olores, de fango, y de sangre, de voces en todas partes que buscan ser escuchadas.
Creo que necesito volver a leer esta novela pronto.
Oh man.... Alvaro Cepeda did not come to play with this one. This sure puts the "fragmented" in the "fragmented novel" genre.
This book reads like an epic, sweeping novel boiled down to 126 pages—as a fan of brevity, I hugely approve!
The Spanish vocabulary is simple, but this is a hard read: think "El hombre" in "Pedro Paramo" or the Quentin chapters in "Sound and the Fury." I read the second chapter in this book three times, trying to untangle it!!
Even after finishing, there were quite a few things that I did not get, until I did some substantial Internet research trying to find a plot/character summary (incredibly... I could not find one. What gives, Internet?! I had to make do with some random Phd. essays...)
And even after my Internet research... there are still some parts of this book that I do understand. (Why did El Padre kill la Hermana's husband? What, exactly, was el Hermano's role in supporting the bananero protests? Was there an inciting incident in particular that led the children of la Hermana to pluck out the other hemana's eyes...? )
I guess I am fine with all the ambiguity?! If you are the kind of reader who would *not* be fine with all the ambiguity, then boy this book is not for you.
I would love to see a version of this book as a drama for the theater. It's so fragmented and dream-like, I just feel like it would work really well on the stage.
El estilo de Álvaro Cepeda Samudio es magistral, logró desarrollar un estilo muy personal sin verse influenciado por el éxito del estilo literario que manejaba su amigo del Alma Gabo. Recuerdo una historia de su vida personal en donde Cepeda Samudio quemó varios manuscritos vinculados a los cuáles les faltaba poco por ser publicado y lo hizo sólo porque sentía que no eran lo suficientemente buenos, ésto demuestra las exigencias que el mismo se determinaba en calidad y que en éste libro, obra máxima de su autoría, se reflejan completamente.
Es una novela que a mi parecer es tan obligatoria como Cien Años de Soledad.
Acabo 'La casa grande' de Álvaro Cepeda recordando mis lecturas adolescentes de Vargas Llosa y García Márquez. No me extraña cuando encuentro al autor en una foto con el escritor colombiano. Eran del mismo grupo, ambos periodistas. Parece que el Padre va a tocar con el dedo divino a su criatura en la instantánea, tomada en 1968 en el aeropuerto de Barranquilla. Pero Cepeda Samudio tuvo menos surte o no quiso tenerla. Renunció a que Balcells la representara y quizás por eso el boom no le dio de lleno. Anduvo por Estados Unidos y leyó a Faulkner y a Saroyan y se nota. No publicó mucho y lo que salió no fue del todo bien entendido. Quizás fue un precursor demasiado prematuro. Por lo que cuenta (la matanza de la Ciénaga de 1926 de huelguistas de la -de nuevo- United Fruit Company) y por cómo lo cuenta, con esa mezcla de estilos y fragmentos, entre el informe y la tragedia griega. La Navaja Suiza Editores ha rescatado felizmente a este escritor. Bienvenido sea.
Las distintas voces que confluyen en el libro parecieran ser libros distintos, ajenos entre sí. Las voces de los soldados, las voces del pueblo; las voz de la Hermana y la voz del Padre, ese hombre dueño de una hacienda llamada La Gabriela, un despótico esposo, padre y terrateniente.
Marco histórico: la masacre de las bananeras. Un crimen perpetuado por el estado colombiano en 1928 contra trabajadores en huelga.
El decreto con sus tres artículos que oficializó la muerte de los trabajadores, esa justificación burocrática con la que rompieron la huelga: había que matar al que protestaba, había que escuchar a la compañía extranjera y desatender las quejas del trabajador.
Qué joyón de novela, hermana de sangre de 'Redoble por Rancas' y 'Crónica de una muerte anunciada', esa estirpe de novelas que hurgaron en lo más profundo de los males sociales y el tópico de la violencia desmedida y vertical, que reprime cualquier tipo de sublevación y rebelión frente a esta. Una tragedia familiar que se reproduce a gran escala y somete a todo un pueblo, a una sociedad.
Hoy Colombia se desangra y esta novela de 1962 la retrata. Esa es su triste perdurabilidad.
رواية البيت الكبير تستند إلى حادثة حقيقية عاشتها مزارع الموز في كولومبيا والإضراب الذي قاموا به عام ١٩٨٤ حين كان عمر الكاتب أربع سنوات. إلا أن الرواية تميل إلى الحوارات الشعرية أكثر من السرد الحقيقي للتاريخ أو لتفاصيل الحادثة. رواية كثيفة بالموت.
Es una historia interesante y un poco compleja de entender. Samudio exhibe en esta obra, el machismo en todo su esplendor, y esa es la parte, a mi consideración, más enganchadora de la historia; así como los desenlaces sorpresivos del incesto.
Un libro con un gran valor historico y cultural para Colombia, Cepeda Samudio dijo en su momento lo que en el país siempre se ha tratado de encubrir y nos da una perspectiva de como funcionaba, y sigue funcionando, el mundo.
En un tono mítico esta novela nos señala la génesis de nuestra tragedia nacional, la violencia colombiana. Su raíz es el odio y la trasgresión. En las familias de esta historia se percibe lo incestuoso y lo brutal y una masacre es el punto más severo al que llega esta estructura. Una tradición de terratenientes desencadena una lógica comercial y económica que no se detiene ante nada. La masacre de las bananeras es contada aquí de una manera poética y espectral.
Lo fragmentario y retumbante remite a Pedro Páramo del autor mexicano Juan Rulfo.
Es un gran libro. La forma en que Samudio nos narra esta historia está cargado de misticismo, drama y suspenso. Por otro lado, su juego con las líneas de tiempo y los diálogos permiten una inmersión en la obra cargada de curiosidad y sorpresa. No obstante, me parece que es un libro difícil de leer y a veces puede volverse un poco confuso su escritura. Aunque es un libro corto, en ocasiones se vuelve tedioso.
الأحداث ضبابية والخيوط مبعثرة تتطلب قاريء مجتهد لربطها. شعرت بالحاجة الى تفسير. تتحدث عن المجزرة دون الحديث عنها مباشرة واعتقد اني بحثت عن ذلك المشهد من رواية ماركيز ولكنه لم يكن هنا. احد الفصول الافضل هو فصل الجنود الذي يكشف خلجاتهم اذا يقتربون من قتل اشخاص يشبهونهم، اهلهم. بقية الفصول تدور في بيت الاقطاعي القاسي ويبدو انه كان وراء المجزرة. ثمة امور كثيرة تجري في ذلك البيت ولا اعتقد اني التقطت كافة خيوطها.
Recomiendo mucho este libro es una lastima que no sea tan reconocido como un libro de Gabriel García Márquez porque esta historia y la manera como esta narrado es simplemente llamativa y es un trabajo bien logrado. Un capítulo que en especial recordaré toda la vida es el segundo llamado "La Hermana" ese es un capítulo que usted lee y se volverá un lector exigente con sus demás y futuras lecturas, queda advertido.
Muz işçileri, Kolombiya denince akla hemen Marquez geliyor. Samudio'yu ben tanımıyordum ancak Marquez'le aynı edebiyat çevresinden geldiğini öğrenmiş oldum. Radarıma girdi elbette. Kitabı çıkar çıkmaz alıp okudum.
Öncelikle kitabımız Kolombiya'da muz işçileri ve asker arasında yaşanan olayları konu alıyor. İşçiler greve kalkışıyor, süreç ilerledikçe asker olayın içine çekiliyor ve orantısız bir güç uygulanıyor. Ana konu bu. Bunun dışında olayların yaşandığı bölgede kitaba adını veren bir büyük ev ve bu evde yaşayan bir aile var. Bu aileye kitabın ikinci yarısında odaklanıyoruz. Özellikle baba ve kız kardeş karakterleri burada önemli yer tutuyor. Yine erkek kardeş bölümü de etkileyiciydi. Bu aile, yaşanan toplumsal olay ve kendi içinde yaşadığı çalkantılarla tepetaklak bir durumda. Etraflarında yaşanan olayda taraflar çünkü. Bu da onları çok trajik biçimde etkiliyor.
Kitap son derece tempolu bir şekilde başlıyor ve ne yazık ki aileye odaklandığında inanılmaz bir hızla temposunu yitiriyor. Tarz tamamen değişip bu defa içe dönük bir üslûba evriliyor. Bu değişimi tempoyu da bu kadar hızlı yitirmeden sağlamış olsaydı çok daha iyi bir eser olabilirdi ancak yazarın ruhsal anlatımları da ilgi çekici ve başarılı.
Me gustó mucho el capítulo de los soldados, creo que refleja claramente dos posiciones que se pueden encontrar en los grupos armados tanto legales como ilegales, permite una ubicación en el contexto de la masacre de las bananeras. Sin embargo, me parece que pierde fuerza en los capítulos de los miembros de la familia.
Es una narración diversa en la que se narra un suceso macabro de la historia colombiana, Cepeda hace esto a partir de fragmentos de diferentes personajes que se unen a través de ese momento y sus posturas frente a lo que sucede. El autor juega con los tiempos, con las formas de narrar y con los puntos de vista. Es una lectura que se puede tornar algo compleja, pero no deja de ser enriquecedora.
Una novela fragmentada que en mi opinión no debería serlo, pues creo que una historia tan cruda, depravada y violenta funciona mejor cuando se cuenta de un modo directo, no obstante, la prosa de Álvaro Cepeda es hermosa y te engancha mucho. Un libro buenísimo, para ser leído varias veces.
Álvaro Cepeda Samudio, uno de los pilares del Grupo de Barranquilla, entrega en La casa grande (1962) una obra breve pero profundamente simbólica, que marcó un hito en la literatura colombiana y latinoamericana. Este texto, que aborda la masacre de las bananeras de 1928, no solo expone una narrativa transgresora para su época, sino que también desafía los cánones de la novela tradicional al experimentar con estructuras narrativas fragmentadas y múltiples voces.
La novela destaca por su economía de lenguaje y una construcción deliberadamente críptica que exige un lector activo porque la historia no está escrita de manera lineal; en cambio, utiliza un enfoque polifónico que da voz a los diferentes actores del conflicto: desde los testigos directos hasta los implicados en el encubrimiento de los hechos. Este recurso estilístico, lejos de simplificar la lectura, amplifica la sensación de caos y desorientación que rodea a los eventos narrados, sumergiendo al lector en la fragmentación emocional de una nación herida.
Por eso, una de las peculiaridades más notables de la obra es su estructura. Cepeda Samudio utiliza capítulos extremadamente cortos, algunos de apenas un párrafo, para emular el ritmo de una memoria fracturada o un testimonio interrumpido. Este diseño recuerda a los experimentos narrativos de William Faulkner, a quien admiraba, y refuerza la sensación de que la novela es más un mosaico que una narración continua.
Otra curiosidad literaria radica en su uso magistral del silencio. Hay un contraste deliberado entre los diálogos elípticos y las descripciones atmosféricas, que enfatizan la complicidad silenciosa de quienes presenciaron la violencia y prefirieron callar. La “casa grande” del título no solo alude al escenario central, sino que funciona como una metáfora de la oligarquía terrateniente y la indiferencia de las élites frente a las injusticias.
Y aunque La casa grande no alcanzó la fama internacional inmediata que tuvieron obras como Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, su influencia es innegable. Cepeda Samudio, amigo cercano de García Márquez, ayudó a sentar las bases del realismo mágico al explorar las posibilidades narrativas de la memoria colectiva y la denuncia social. La novela es un testimonio del compromiso ético del autor, al tiempo que propone nuevas formas de abordar los traumas históricos.
Además, la novela se inscribe en un momento clave del boom latinoamericano, cuando los autores de la región buscaban romper con las formas tradicionales de la novela y dar voz a los marginados. Cepeda Samudio, con su audaz experimentación formal, contribuyó a expandir los límites de la narrativa regional, demostrando que la denuncia social podía combinarse con una propuesta estética innovadora.
Pese a su importancia histórica, La casa grande sigue siendo una obra que desafía y, en ocasiones, desconcierta a los lectores contemporáneos. Su aparente falta de cohesión y el hermetismo de su lenguaje pueden ser vistos tanto como una debilidad narrativa como una decisión artística que refleja la imposibilidad de captar la totalidad del trauma social en palabras.
En un contexto actual, donde los derechos laborales y la memoria histórica siguen siendo temas de debate, La casa grande cobra una nueva dimensión. Cepeda Samudio no solo denuncia una masacre específica, sino que también expone las dinámicas universales de la opresión y el silencio, ofreciendo una lección atemporal sobre el poder de la literatura como herramienta para la reflexión y la resistencia.
Llegué a “La casa grande” luego de ver este título en varios recomendados de literatura colombiana. Entre los puntos más llamativos de la novela, que oí de las personas que amaron este libro, se encuentra que era una novela histórica que narraba los terribles hechos de la masacre de las bananeras.
Ustedes saben lo mucho que me gustan las novelas históricas, por lo que no me lo pensé dos veces para ir a comprar este libro, el cual esperaba que me enseñara un poco más de contexto sobre este terrible hecho histórico de mi país.
Sin embargo, lo que me encontré al iniciar este libro fue algo completamente distinto. Si, la novela sucede alrededor de este hecho histórico y es narrada desde diferentes perspectivas de personas que se encontraban de una u otra forma involucradas con las fuerzas armadas, el pueblo o los protestantes, pero todo se quedó allí, a la distancia.
Al terminar el libro busqué nuevamente reseñas y charlas, de hecho encontré una charla en la FILBO sobre “La Casa Grande” y quedé mucho más confundido. ¿Será que yo leí el mismo libro que estas personas leyeron? ¿Tal vez la edición que compré está incompleta? No, no lo creo. Pues compré una edición pasta dura de Editorial Panamericana que muchos catalogaban como la “recomendada”.
Entonces, ¿qué pasó? Tal vez las personas que me recomendaron el libro me crearon expectativas muy altas que, evidentemente, no se cumplieron al momento de su lectura.
De mi parte, seguiré buscando novelas que narren la historia de Colombia, pues si bien tengo un buen entendimiento de los hechos que la conforman, quiero conocer un poco más sobre los detalles.
Una oda a la experimentación. Creo que así definiría este libro. La polifonía, las técnicas narrativas y visuales y el escenario viole to que emplea Cepeda Samudio hacen de la historia una riqueza. Comprendo que muchos se pierdan leyendo esta obra, por momentos lo estuve, pero cada relectura (con años de por medio) me dejan claro que el autor era un genio.