Nicolás Igarzábal (Buenos Aires, 1985) es licenciado en periodismo y colabora en las revistas Rolling Stone, Viva y Access. Con diez años de trayectoria trabajando en medios gráficos, publicó notas de rock en el Suplemento Sí! del diario Clarín, en Ñ, La Mano, Hecho en Buenos Aires, Rock Road Mag, Stage-D, Desde Abajo y El Acople.com, y tiene tres libros de poesía editados de forma independiente (Rutina Caracol, Mi ansiedad es un perro pekinés y 20 poemas, 20 colectivos). Su primer recital fue en Cemento.
Su mayor acierto es la recopilación de anécdotas y su detallada reconstrucción de algunos aspectos del funcionamiento del lugar (los arreglos económicos, la seguridad, los orígenes). Tiene cosas que me parecieron entre excesivas y caprichosas (un "índice onomástico") pero otras que están muy bien para los investigadores del futuro (todos los discos que se grabaron en Cemento, con su fecha de registro, formación de la banda, tapa y sello editor). Le falta, a mi gusto, una mayor definición en términos culturales sobre el legado, sobre la línea Cemento-Cromañón-actualidad. La edición de Gourmet musical es muy correcta.
Me gusta esto de la mística creada alrededor de Cemento (lugar que me hubiese encantado entrar para ver una banda). Sin embargo, por momentos el autor desvaría entre Cemento y la banda que retrata sus vivencias ahí. Es como que por momentos siento que se pierde el foco en el lugar y se hace mayor hincapié en la banda.
Al margen de esa observación, el libro también sirve como herramienta para descubrir bandas (habrán 10 bandas del libro que yo por ejemplo no tenía fichadas para nada).
la nostalgia y el amor corren por estas páginas, se siente en el pecho para cualquiera que haya pasado por esas puertas o no, sencillamente es la pasión por el rock. chaban abrió su porton para cualquiera que se animara a intentarlo a pesar de cualquier dificultad. a nivel más tecnico comparado a otras lecturas sobre rock nacional me genera paz que sea mas emocional a que solo hable sobre discográficas y empresas, siento que Nicolás Igarzárbal realmente quiere dejar registro de que fue Cemento y no sólo lucrar con la nostalgia de su nombré.
Mirada absolutamente nostálgica (y se banca) de uno de los recintos el rock más legendarios de toda latinoamerica. Hoy el panorama nacional no seria lo mismo si este lugar no hubiera existido. Gran laburo de investigación y fácil de leer. R.I.P. Chabán.
Me gustó, te da un buen pantallazo de lo que fue Cemento para aquellos que, tristemente, no fuimos contemporáneos. Me hubiese gustado que tuviese más profundidad por momentos e información de ciertas bandas. Pero igual disfruté mucho de esta lectura.