Leonardo, Gala, Aldo, tres personajes extraños, inasibles, alrededor de una fabulosa máquina de los sueños, de utilidad tan estéril como la misma eternidad. Una novela cuya lectura nos llega a través de pulsaciones, escenas tornasoladas, entre cortinas. José Donayre Hoefken ha devuelto el sentido literal a muchas palabras desgastadas. Novela "obscena" en la acepción de "fuera de escena", pues las cosas ocurren siempre en un mundo irreal, a veces sombrío y otras veces luminoso, pero siempre en las márgenes de la realidad.