Peluche, aparte de ser guionista de cómic y bear, es tan previsor que ha decidido tener la crisis de los 50 cinco años antes, para irse haciendo a la idea, más que nada. Y así, entre quejas y pelos, y para acabarlo de arreglar, descubre el mundo hipster con sus exposiciones de vanguardia, sus barras libres de cerveza y su intrincado código, siempre unido a las últimas tendencias. Un relato plagado de modeleo, fiesteo, copeo, postureo y muchos otros “eos” entre chulazos de barba cuidada, gafas de pasta, camisas de leñador y tatuajes de diseño, que transcurre en escenarios tan dispares como Barcelona, Madrid, Murcia, Totana o un área de servicio de Zaragoza.
Manual imprescindible para todos aquellos que os sentís atraídos por el mundo hipster. Fue necesario un exhaustivo trabajo de campo para su elaboración Ahí lo dejo!
Tiene momentos muy graciosos y, además de la crítica al postureo hipster, también tiene un retrato de personajes bastante fino. Todo aderezado con escenas subidas de tono marca de la casa.
Es una historia heterotópica con personajes heterogéneos en sorprenderte armonía. El protagonista es adorable en su sarcasmo. Y los otros personajes son clichés baratos. Escenas de sexo gratuita, que hubiera gustado que fuera más sexy y menos explícitas, aunque que se agradecen. Y me gusta la crítica al hipsterismo, por un momento, parecen interesantes.