Pedro y el Capitán, que ha conmocionado al mundo por su crudeza y realismo, es una denuncia contra la tortura (una de las peores ignominias que practican los mecanismos del poder) y una defensa esperanzadora de la dignidad y de los derechos humanos. Pedro es un preso político. Durante su encierro es acosado y torturado física y psicológicamente por el capitán. Enfrentados por causas contrarias en una batalla desigual, la víctima y el verdugo habrán de confirmar que hay valores eternos que ninguna fuerza represiva puede borrar. ENGLISH DESCRIPTION The torture practiced by totalitarian regimes in Latin America becomes the fighting ring in which the two characters in Pedro y el capitán square off. This hard-hitting story by Benedetti has been staged several times.
Mario Benedetti (full name: Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia) was a Uruguayan journalist, novelist, and poet. Despite publishing more than 80 books and being published in twenty languages he was not well known in the English-speaking world. He is considered one of Latin America's most important 20th-century writers.
Benedetti was a member of the 'Generation of 45', a Uruguayan intellectual and literary movement and also wrote in the famous weekly Uruguayan newspaper Marcha from 1945 until it was forcibly closed by the military government in 1973, and was its literary director from 1954. From 1973 to 1985 he lived in exile, and returned to Uruguay in March 1983 following the restoration of democracy.
Pedro, usted está muerto y yo también. De distintas maneras, claro. La mía es una muerte por trampa, por emboscada. Caí en la emboscada y ya no hay posible retroceso. Estoy entrampado. Si yo le dijera que no puedo abandonar esto, usted me diría que es natural, porque sería abandonar el confort, los dos autos, etcétera. Y no es así. Todo eso lo dejaría sin remordimientos. Si no lo dejo es porque tengo miedo. Pueden hacer conmigo lo mismo que hacen, que hacemos con usted.Y usted seguramente me diría: "Bueno, ya ves, puede aguantarse". Usted sí puede aguantarlo, porque tiene en qué creer, tiene a qué asirse. Yo no. Pero dentro de mi imposibilidad de rescatarme, me queda una solución intermedia. Ya sé que Inés y los chicos pueden llegar un día a odiarme, si se enteran con lujo de detalles de lo que hice, de lo que hago. Pero si todo esto lo hago, además, sin conseguir nada, como ha sido en su caso hasta ahora, no tengo justificación posible. Si usted muere sin nombrar un sólo dato, para mi es la derrota total. Si en cambio dice algo, habrá también algo que me justifique, Ya mi crueldad no será gratuita, puesto que cumple su objetivo. Es sólo eso lo que le pido, lo que le suplico. Ya no cuatro nombres y apellidos, sino tan sólo uno. Y puede elegir: Gabriel o Rosario o Magdalena o Fermín. Uno solito, el que menos represente para usted; aquel al que usted le tenga menos afecto; incluso el que sea menos importante. No sé si me entiende: aquí no le estoy pidiendo una información para salvar al régimen sino un dato para salvarme yo, o mejor dicho para salvar un poco de mí. Le estoy pidiendo la mediocre justificación de la eficacia, para no quedar ante Inés y los chicos como un sádico inútil, si no por lo menos como un sabueso eficaz, como un profesional redituable. De lo contrario, lo pierdo todo. (El Capitán da unos pasos hacia Pedro y cae de rodillas hacia él.) Pedro, nos queda muy poco tiempo, muy poco tiempo. A usted y a mí. Pero usted se va y yo me quedo. Pedro, éste es un ruego de un hombre deshecho. Usted no es inhumano. Usted es un hombre sensible. Usted es capaz de querer a la gente, de sufrir por la gente, de morir por la gente. Pedro, se lo ruego: diga un nombre y un apellido, nada más que un nombre y un apellido. A esto se ha reducido toda mi exigencia. Igual el triunfo será suyo.
Reconozco que ésa era la preocupación que tenía cuando estaba vivo: hasta dónde podría aguantar. Porque cuando uno está vivo, quiere seguir viviendo, y eso es siempre una tentación peligrosa. En cambio, la tentación se acaba cuando uno sabe que está muerto.
Esta obra es un drama teatral. Se desarrolla en una sala de interrogatorios donde la víctima y su verdugo mantienen tensos e impactantes diálogos. A través de éstos se expone el juego psicológico que un torturador puede ejercer sobre el torturado y viceversa. Es un escrito duro que, a la vez, aporta cierta sensibilidad ofreciéndonos la posibilidad de "sentir" lo que experimentan los personajes a través del modo en que está narrado. Sin duda, es un libro que va atrapando al lector ofreciéndole motivos para seguir leyendo.
√ #27 Reading Challenge: Libro que se termina en un día.
Pedro y el Capitán es una obra de teatro en cuatro actos. Sobre un torturado y su verdugo. Muy fácil de leer, algo cruda y realista. Para nada un libro complejo.
Con diálogos que atrapan al lector y le hacen la lectura de lo más entretenida.
Aunque no es su mejor obra, leer a Benedetti me es siempre exquisito.
كان بينيديتي المحكوم بالإعدام و الذي استطاع الهرب مرتين حيث قضى في المنفى ما يزيد عن 12 سنة من حياته يفكر في كتابة رواية تدور حول سجين سياسي. و انتهى به الأمر لكتابة مسرحية قصيرة من أربعة فصول و بشخصيتين لا أكثر ( بيدرو و النقيب ). بيدرو ليس أكثر من رجل بسيط يعيش حياة مثالية بزوجة جميلة و طفل ذكي - قد لا تكون الحياة المثالية للبسطاء أكثر من زوجة و طفل - يقبض عليه و لا يطلب منه أكثر من نميمة أو اثنتين و يبدأ الفصل الأول بعد أن يتعرض بيدرو للتعذيب و يؤتى به بعصابة سوداء لغرفة التحقيق التي ينتظره النقيب فيها دون أي عجلة. يبدو النقيب واثقاً و في مزاج جيد للسخرية و المساعدة على حد قوله حيث يؤكد لبيدرو أنهم جميعاً يتحدثون في النهاية. الفارق هو متى يدلون باعترافاتهم و كما يبدو على بيدرو جسدياً فهو لا يستطيع الصمود طويلاً. لا بد أن يتذكر أن هناك الكثير من الأوراق التي يستطيع النقيب و جماعته اللعب بها. هناك التعذيب بطريقة المناطق الحساسة أيضاً - و في هذه إشارة لدان ميتريون رجل المخابرات الذي جاء لأمريكا اللاتينية لتعليم طرق التعذيب الحديثة و قد لقي مصرعه في بلد بينيدتي - و هناك أيضاً الزوجة و الطفل. لا بد من التعقل قليلاً. الصمود على طريقة غاندي أسلوب قديم و على بيدرو أن يتذكر أنهم ليسوا انجليز بدورهم. ينتهي الفصل الأول بكملة قصيرة من بيدرو لا ) . و ستنتهي بقية الفصول بنفس النهاية. في الفصل الثاني يرمى بيدرو في غرفة التحقيق بعد جولة عنيفة من التعذيب و يدور حوار بينه و بين النقيب و سنغوص في نفسية الأخير و كيف تحول من شرطي جيد إلى هذه الدور البشع و سيجد بيدرو الفرصة لكي يتبادل الأدوار حين يحقق بكل عبث مع النقيب و ينتهي الأمر بموت بيدرو و هو يردد لا.
المسرحية جميلة جداً و فكرتها عظيمة و في الفصل الأخير يعود بينيديتي الشاعر و مؤلف الأغاني حين يتذكر بيدرو زوجته و سعادتهما التي مضت كما يشهد أيضاً سقوط النقيب حيث يعد قتل السجين دون انتزاع أي معلومة مفيدة فشلاً ذريعاً - هكذا كانت مدرسة دان ميتريون -.
En esta obra de teatro, Benedetti intenta mostrar que un torturador tiene un lado humano, que es un hombre como cualquier otro, pero algo en su psicología le permite convertirse en esa figura abominable. Esa intención es interesante porque retrata mejor la condición humana: no todo es blanco o negro.
En algunos momentos, por el tono y la temática, me recordó a El beso de la mujer araña, de Puig, que también construye una historia a partir de una conversación entre dos personajes, casi despojada de otros recursos. Pero eso que en Puig es un gran logro, en Bendetti deja sabor a poco, sobre todo porque, al ser una obra de teatro, ese recurso es lo mínimo que debería ofrecer como punto de partida.
Al final, Pedro con su dignidad (que lo puede todo) y el capitán con su humanidad (en el fondo conmovible) son personajes forzados, a veces caricaturescos, y el resultado es una trama poco creíble.
En el prólogo, Benedetti cuenta que, en un principio, pensaba escribir esta historia como una novela. Y quizás hubiera funcionado mejor así, con más recursos, con más personajes y con una intención moralizadora más disimulada.
Diálogo entre un torturador y un torturado, inspirado en la terrible dictadura uruguaya del siglo pasado, y que en realidad bien aplica también para las demás dictaduras latinoamericanas.
Beautiful play by the Uruguayan author. Just two characters on stage: Pedro the political prisoner and 'the Captain' his torturer. Intense exploration of the psychology of despair, guilt and depravity on both sides of the game. A mental arm-wrestle that leaves both spirits broken down.
At the end, and until humanity rises to a better respect of human rights, the timeless question will always be: "how can anyone do that to another person?"
Creo que es lo único que todavía me vincula a la vida. Si antes de irme del todo, me concedieran una sola merced, pediría eso: tener tu mano durante tres, cinco, ocho minutos. Lo pasamos bien, Aurora… Capitán (Con la garganta apretada.) …alias Beatriz… Pedro … vos y yo. Vos y yo sabemos lo que significa confiar en el otro. Por eso habría querido tener tu mano: porque sería la única forma de decirte que confío en vos, sería la única forma de saber que confiás en mí… :(
Esta obra de teatro de dos personajes tiene un gran poder de denuncia social, además de un fuerte sentido revolucionario de resistencia pacífica. Después de "La muerte de un viajante" y "Casa de Muñecas" sitúo a "Pedro y el Capitán" entre las obras de teatro que más han removido en mi persona. Lectura obligada.
Esgrima dialéctico entre un torturador y su prisionero. Como explica Benedetti en el prólogo al texto publicado es “una indagación dramática en la psicología de un torturador”. Pero también en la psicología del torturado, los motivos de su resistencia y las defensas que se crea. En algún momento de la obra incluso los personajes intercambian los papeles, intelectual y dialécticamente hablando. Poco se puede añadir que no quede, siquiera mencionado, en el dicho prólogo. También en éste afirma el autor que “el drama lo pensé inicialmente como una novela”. Si así lo hubiese desarrollado quizá los vericuetos psicológicos y morales en los que se mueven los personajes, especialmente el torturador, hubieran quedado más claros. En el teatro, suponiendo que éste se escriba para ser representado, el autor depende de la expresividad, inflexiones de voz, gesticulación y declamación de los actores. Cuando se trata de ahondar en la psique puede que algunos matices difícilmente puedan ser expresados. Interrogatorios como el de Crimen y castigo de Dostoievski o el de El cero y el infinito de Koestler, en sus tortuosos laberintos psicológicos, son prácticamente irrepresentables. Al final cabe la duda si Benedetti cumple su propósito de dar “la respuesta a por qué, mediante que proceso, un ser normal puede convertirse en un torturador”. Porque un torturador, desgraciadamente para la egolatría humana, es un ser normal, muy normal y la historia ha demostrado suficientemente como sobran las razones, o éstas se inventan, para acabar torturando al otro. Al final de cada acto el torturado dice “no”, su única arma. Síntesis de su lucha, de su resistencia, de su fuerza moral, de su dignidad.
Per ser un llibre curt, t’exposa una crua realitat on tant es pot fer mal al cos com a l'ànima i on en aquestes situacions no acaba guanyant cap dels presents.
Un teatro lleno de espectadores. Silencio absoluto. Dos sombras se encuentran en el centro del escenario, una se mueve ligeramente mientras que la otra permanece quieta, inamovible como una existencia perenne. Después de un tiempo ambas emiten sonidos, conversan apaciblemente, un hombre está amarrado y el otro mueve las manos con flexibilidad, sin embargo, al terminar la obra los papeles se invierten, la esclavitud surge de la libertad y esta se proclama ante la muerte. El público se levanta, le hacen ovaciones a los actores durante ocho minutos, la gente se despabila y sale para continuar con su vida. A no más de treinta kilómetros de ahí encontramos un escenario parecido, las muñecas comienzan a sangrar por el riguroso amarrado, la cara se encuentra deformada en consecuencia de los puñetazos, hay otro hombre yuxtapuesto esperando a que de los labios del primero surjan palabras que tarde o temprano se convertirán en la verdad, deben torturarlo para que la escupa, para que delate a sus camaradas, esto es la guerra, es él o nosotros, matar o morir.
El fin justifica los medios, la realidad supera su propia representación, da terror pensar que mientras yo escribo esto y ustedes lo leen afuera de la burbuja está sucediendo algo similar, sean narcos, terroristas, policías los que ejecutan el acto, cada uno piensa que su acción está justificada ¿Cómo llegamos a este punto? Ningún torturador se lo pregunta, sólo vive para su fin, si se llega a cuestionar por qué lo hace tendría que aceptar el desprecio moral de la sociedad, e incluso llegaría a la conclusión de que no existe tal justificación, se daría asco a sí mismo y renegaría su propia existencia, regida por ideologías, movimientos y razonamientos externos, no puede escapar y todos los días debe vivir con esa mentira, así pasa con todos, sus acciones siempre deben estar justificadas, de lo contrario todo representaría una actuación teatral, una mentira, pero en efecto todo es una quimera, nada está absolutamente justificado, debemos vivir con eso, resignarnos a que la vida es efímera, no es un conjunto de sueños o metas que se deben cumplir, es un delirio momentáneo, un espejismo temporal, sólo en la muerte encontraremos lo que estamos buscando, la 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝.
𝑃𝑒𝑑𝑟𝑜 𝑦 𝑒𝑙 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑎́𝑛 es una novela corta cuya esencia está conformada por un monólogo que da paso a un diálogo y finalmente regresa a ser soliloquio. El fin es el principio y el principio es el fin. Creo que 𝐌𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐁𝐞𝐧𝐞𝐝𝐞𝐭𝐭𝐢 está injustamente encasillado como un escritor trágico-meloso, ya pudimos apreciar que en 𝐿𝑎 𝑡𝑟𝑒𝑔𝑢𝑎 nos sabe contar acerca de amores desolados y el paso de la vida, en 𝑄𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑑𝑒 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠 utiliza el recurso del triángulo amoroso para profundizar en la influencia que tiene la perspectiva individual sobre las otras y lo mezcla con un fatídico existencialismo para empujar a la vereda a los personajes. Esta obra es otra cosa, de la conversación entre el torturador y el torturado emanan temas como el relativismo moral, el absurdo confrontamiento entre ideologías y la existencia misma, es una novela breve pero compleja.
El Capitán se considera el «𝐩𝐨𝐥𝐢𝐜í𝐚 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐨», su tarea reside en hacer que Pedro hable para averiguar todos los datos de sus cómplices: Gabriel, Rosario, Magdalena y Fermín. Se llama a sí mismo «𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼» porque no participa directamente en las torturas, sólo habla con el prisionero y lo trata de convencer, con un tono dulce, que es mejor hablar que seguir padeciendo dolor. Incluso afirma que «❞...𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐚́𝐝𝐢𝐜𝐨𝐬, 𝐬𝐢𝐧𝐨 𝐩𝐫𝐚𝐠𝐦á𝐭𝐢𝐜𝐨𝐬❞». Para el Capitán, el mundo es un lugar violento, incluso se burla de 𝐆𝐚𝐧𝐝𝐡𝐢 y su resistencia pasiva, también critica a Estados Unidos por la represión latinoamericana. Para conseguir la verdad no debe haber límites, el límite se establece en la medida en la que se hable con la verdad, violar a la esposa o tortura al hijo del prisionero pueden ser medidas necesarias para obligar al prisionero a soltar la lengua. Al final de esta parte Pedro no emite una sola palabra.
En el segundo acto Pedro llega más lastimado, para establecer un contacto más personal el Capitán le quita la venda. Es evidente que esta acción conforma el primer paso para que el Capitán se acerque cada vez más a la verdad, pero no a la que quiere sonsacarle a Pedro, si no la verdad sobre sí mismo. Entran en contacto, existencia con existencia, ser con ser, hombre con hombre, víctima con victimario. Pedro conoce más al Capitán de lo que él se conoce a sí mismo, esto representa a la verdad tratando de dialogar con la mentira. ¿De qué nos quiere convencer la mentira? ¿Qué es la mentira?
¿Quiénes son los «𝐛𝐮𝐞𝐧𝐨𝐬» y quiénes los «𝐦𝐚𝐥𝐨𝐬»? Poco a poco Pedro va quitándole capas de espejismo subsistencial al Capitán, le hace ver que aunque él se considere el policía "bueno" la realidad es que forma parte del mismo engranaje y tortura de forma indirecta a sus víctimas, esta representación de relatividad moral la podemos observar de forma análoga en la misma sociedad, desde que definimos al "bueno" y al "malo" nosotros formamos parte del engranaje general. Poniendo un ejemplo: cuando alguien que mató a otra persona es condenado a muerte, 𝐥𝐚 𝐚𝐜𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐚𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐬𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚, cuando castigamos a quienes nos castigaron nos convertimos en el monstruo a quien juzgamos con anterioridad, si nosotros castigamos entonces también debemos ser castigados, ya que una moral absoluta aplica de forma general en todos los casos, pero cuando no queremos que nos castiguen porque eso era "justicia" es cuando relativizamos a nuestro favor el orden moral, eso nos convierte en seres hipócritas y contradictorios. Por eso hay muchos conflictos cuando hablamos de moral, justicia y libertad, esas definiciones dependen de factores que están en constante cambio.
Para el Capitán la única forma de no sentirse «𝐦𝐚𝐥𝐨» o como un monstruo es justificando su accionar y eso se logra al momento de conseguir información del prisionero, por lo que si consigo información la tortura está justificada, me siento en paz, no obstante, si no se consigue información soy un sádico 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐬í, por eso 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨𝐬, ya que si no se alcanza el fin, los medios quedan injustificados y yo me convierto en un monstruo, no obstante, ¿por qué el fin que estoy tratando de alcanzar tiene que ser 𝐞𝐬𝐞 𝐟𝐢𝐧? Si todos se cuestionaran el fin, el fin ya no sería tal, por lo tanto no existirían los medios para alcanzarlo.
El problema es que 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧 𝐞𝐬 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐩𝐚𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐚 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐚, la cual se reduce en acciones que se suman en el tiempo y conforman algo mayor (de ahí que nuestra mentalidad sea lógico-aritmética-temporal). Así pues, si cuestiono el fin mi existencia no valdría la pena, ya que la veo como una suma de diversos momentos, un puto rompecabezas temporal, gracias a A surgió B y luego C, trabajé arduamente en conseguir ese puesto en el ejército, si cuestiono el fin actual todo ese esfuerzo se convierte en 𝐜𝐞𝐫𝐨. ¿Realmente es así? Yo no lo creo así, yo creo que si le doy valor a mi existencia por cada acto que realizo, más no por la suma de los actos, no me sentiría vulnerable, debo construir y deconstruir el valor continuamente para no sufrir de ansiedad, arrepentimiento y odio, la suma de los actos se traduce en un costumbrismo demencial que conforma partidos, costumbres, ideologías que a su vez generan brechas, guerras y finalmente centros de tortura.
¿Cómo cuestionar el valor de cada acto de nuestra vida sin asignarle un valor a la suma general de actos? Yo le llamo 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐚𝐫𝐢𝐭𝐦é𝐭𝐢𝐜𝐚, una solución para no enclaustrarnos en el costumbrismo, el apego hacia creencias u órdenes aparentemente inmutables. Debemos no asignarle valor a nada, saber que ante la muerte y el absurdo de la existencia cualquier argumento o acto carece de valor, saber que como soy consciente debo pensar en el acto o en el argumento en sí, debo enfrentarme todos los días al hecho de que construyo definiciones que pienso que son correctas, buenas o bellas, pero al final entender que nada de eso tiene un valor absoluto, que el valor es una medida creada por mí mismo para darle sentido a algo que carece de sentido, y darme cuenta a la vez de ello cuando se que las cosas sólo existen porque yo las defino, más allá de eso no hay nada que subsista por sí mismo, mientras los humanos podamos definir las cosas, las cosas existirán, sin embargo cuando nosotros no existamos las cosas tampoco existirán, hay algo que será, pero no tendrá sentido preguntarse sobre algo indefinido cuando somos seres que necesariamente definen ese algo.
though long revered throughout latin america, when mario benedetti passed away in 2009, the great uruguayan novelist, poet, playwright, and journalist was little known to the english speaking world. few, quite unfortunately, of his over seventy-five works are available in translation. what has been published in english, however, is simply breathtaking (his blood pact and other stories may well be the finest collection of short stories i've ever read). with a new collection of his stories (the rest is jungle and other stories) set to be published this july, perhaps the late benedetti will find favor with a newer audience.
now over thirty years old (and finally available in english), pedro and the captain is a haunting, searing exploration into the psychology of torture. as with all timeless works, the play's harrowing subject matter is sadly as relevant now as when it was first conceived. no stranger to political repression himself (he was twice forced into exile), many of benedetti's works were once banned in his native land.
as he writes in the prologue, pedro and the captain "isn't a confrontation between a monster and a saint, but rather one between two men, two flesh and blood beings who both have their points of vulnerability and resistance. for the most part the distance between the two of them is ideological, and this perhaps holds the key to their other differences- the moral, the spiritual, the sensitivity to human pain, the complex terrain that lies between courage and cowardice, the lesser or greater capacity for sacrifice, the gap between betrayal and loyalty." as all of the play's physical torture takes place offstage between scenes, the conflict evolves solely through the dialogue. while a mere reading of the script is distressing enough, seeing it staged must be utterly arresting.
pedro and the captain is a powerful work that speaks to the unspeakable. by offering a glimpse into the hearts and minds of both men (the play's only characters) and foregoing the abstract terms with which torture is usually portrayed, the subject is made unavoidably personal, and to great effect. the reader, left to face torturer and tortured alike, is able to consider this abhorrent practice free of the usual ideological posturings. yes, torture is reprehensible and illegal, but rather than offer mere moral pronouncements against it, benedetti has created a stirring work of art that is much more thoughtful than it is reactionary.
A mi mamá siempre le gustó Benedetti. Así que leerlo era también entender un poco a mi vieja y eso es algo de lo lindo que tienen los libros, que se leen según quien te lo recomienda. La verdad esta obra de teatro es una pequeña joya en la que un torturado y su verdugo terminan abriéndose uno al otro en una conversación muy humana. Léanlo, es precioso
“Usted me ofrece que viva como un muerto. Y antes que eso prefiero morir como un vivo.”
#bookquotes
Pedro es un preso político que pasa al rededor de tres meses bajo captura. Durante ese tiempo, se ve sometido a terribles torturas físicas que terminan con su cuerpo, y a otras tantas psicológicas que pretenden quebrantar su espíritu. Estas últimas son infringidas por El Capitan.
Es una historia breve. Narrada a forma de obra de teatro. A dos voces. El torturador y la víctima bailan durante cuatro capítulos intentando dominar al otro a pesar de las evidentes desventajas que podría enfrentar Pedro. La dignidad y los valores inquebrantables son los protagonistas de esta historia. Aunque demasiado corta, es buena. Perfectamente escrita. Personajes sólidos. Aunque no entra en detalles malsanos sobre las torturas, se lee entre líneas el sadismo y la crueldad.
Como dice el autor, en una obra de este tipo, por el tema, hay que quitarle lo grotesco y lo logra. Pero temo que le quitó algo más, porque no me terminó de convencer.
Υπάρχουν ορισμένες λογοτεχνικές προσωπικότητες που στην χώρα τους θεωρούνται τεράστιες, αλλά δεν χαίρουν της ίδιας αναγνωσιμότητας και εκτός έδρας. Μία τέτοια περίπτωση είναι ο Μάριο Μπενεντέτι (1920-2009), ο οποίος αποτελεί έναν από τους σημαντικότερους συγγραφείς της Ουρουγουάης ειδικότερα αλλά και της Λατινικής Αμερικής γενικότερα. Στη συγγραφική του ιστορία συναντάει κανείς πάνω από 80 έργα, από ποιήματα και δοκίμια μέχρι μυθιστορήματα και θεατρικά έργα, με μία σημαντική αναγνώριση να αποτελεί η υποψηφιότητα για Oscar της ταινίας The Truce (1997) η οποία βασίστηκε στο ομώνυμο μυθιστόρημα του Ουρουγουανού. Επιπροσθέτως μέσα από το έργο του κυρίως, ο Μάριο Μπενετέτι στρατεύτηκε στην Αριστερά πολεμώντας το δικτατορικό καθεστώς της Ουρουγουάης, το οποίο τον ανάγκασε να αυτοεξοριστεί και να ζήσει μεταξύ Αργεντινής, Περού και Ισπανίας.
Την περίοδο της δικτατορίας στην Ουρουγουάη, ο Μπενεντέτι έγραψε το θεατρικό έργο Ο Πέδρο και ο Λοχαγός (εκδόσεις Red n’ Noir, 2019) επηρεασμένος από τα βασανιστήρια στα οποία υποβάλλονταν οι αντιφρονούντες την συγκεκριμένη περίοδο. Στην πρώτη πράξη του έργου ο συλληφθέν Πέδρο μεταφέρεται μπροστά από τον Λοχαγό ο οποίος χρησιμοποιώντας την γλαφυρότατη γλώσσα του απειλεί τον Πέδρο και προσπαθεί να τον πείσει να μιλήσει και να καταδώσει τους συντρόφους του, με τον πρώτο όμως να παραμένει σιωπηλός. Πολύ σύντομα τα βασανιστήρια για τον Πέδρο θα ξεκινήσουν, λαμβάνοντας όμως χώρα εκτός σκηνής, έως ότου τον φέρουν και πάλι μπροστά στον Λοχαγό όταν και ξεκινάει για πρώτη φορά, στην δεύτερη πράξη ο μεταξύ τους διάλογος. Ο Λοχαγός συνεχίζει με απειλητικά επιχειρήματα να προσπαθεί να πείσει τον Πέδρο να μιλήσει, ενώ εκείνος πλέον αντιμετωπίζει λεκτικά τον αντίπαλό του, αντικρούοντας ό,τι ακούει, περνώντας πολλές φορές στην επίθεση.
Διαβάζοντας κανείς τον διάλογο των δύο χαρακτήρων αντιλαμβάνεται σταδιακά πως η αντιπαράθεση αυτή δεν είναι απλά η διαφορά ενός θύτη και ενός θύματος, αλλά αντιπαράθεση μεταξύ δύο αντρών που και οι δύο έχουν τα ευάλωτα σημεία τους. Η διαφορά τους είναι κυρίως ιδεολογική και αυτή διαφορά ανοίγει τον ασκό του Αιόλου ώστε η σύγκρουσή τους να μεταβεί σε θέματα ηθικής, προσωπικών εμπειριών, θάρρους και δειλίας. Πολύ σημαντικό ρόλο στην γιγάντωση του διαλόγου αυτού ως μάχη μεταξύ δύο ισχυρών προσωπικοτήτων παίζει το γεγονός πως όλα τα βασανιστήρια και οι βίαιες σκηνές που εννοούνται, λαμβάνουν χώρα εκτός σκηνής δίνοντας τη δυνατότητα στον αναγνώστη/ θεατή να αφοσιωθεί στη σύγκρουσή τους.
Κλείνοντας, Ο Πέδρο και ο Λοχαγός είναι ένα έργο ισχυρό που προσφέρει μια ματιά στον χαρακτήρα δύο τελείως αντίθετων ιδεολογικά χαρακτήρων αφήνοντας στην άκρη την έννοια του φυσικού βασανιστηρίου. Αναπόφευκτα οι διαφορές των δύο αντρών μετατρέπονται σε προσωπικές και ο δέκτης της ιστορίας βλέπει τον βασανιστή και τον βασανισμένο ως ίσους. Στην ουσία ο Μάριο Μπενεντέτι δημιούργησε ένα έργο που αποφεύγει να πέσει στην παγίδα της ηθικολογίας αλλά παραμένει βαθιά στοχαστικό, περνώντας σε απόλυτο βαθμό την σκληρότητα της εξουσίας η οποία όμως δεν είναι ανίκητη.
Qué simpleza, un sólo entorno (sin cambio alguno) y sólo dos personajes. Sin embargo, el contenido no es tan simple, es una excelente batalla persuasiva entre el torturado y su verdugo. No he visto negativa más sólida (Dicha negativa como caja fuerte de un entrañable valor). En el primer acto, la negativa fue tácita, debil e indigna; en el segundo acto se transformó fue bastante vehemente; en el tercer acto, pese a las circunstancias y técnicamente en un plano de igualdad y no así de superioridad, la negativa aún permaneció firme aunque sin tanto entusiasmo; en el último acto y, aunque agonizante, la negativa subsistió aun cuando ambos apelaron a la misericordia del otro.
También me gustó cómo Pedro aborda el tema de la tortura mecánica y por inercia, que cuando las condiciones cambian y se saca de la zona de confort a los verdugos, éstos cual gallinas degolladas corren sin dirección alguna (en este caso, sin saber qué hacer).
Escrita en forma de guion teatral "Pedro y el Capitán", es una historia breve que relata, por un lado, al torturado Pedro, que da la vida por una causa desconocida para el lector, y por otro al torturador el Capitán, quien se justifica diciendo que su trabajo no es el de hacer daño, sino que se limita a interrogar al secuestrado.
Es un libro fácil de leer, pequeño y de pocas páginas.
Me gustó que el autor deja en evidencia que aunque el Capitán busque justificar sus acciones, el acto que comete sigue siendo tan inhumano y grotesco como cualquier acción que prive de la libertad a un ser humano y atente contra su vida y dignidad.
El único "pero" que le pongo es lo cortita de la trama. El dialogo entre los dos personajes únicos nos deja una áspera ansiedad por conocer más de los miedos del capitán.
Una lectura muy cortita que te hará pensar en la evolución en la vida de cada uno de nosotros.
Usted me ofrece que viva como un muerto. Y antes que eso prefiero morir como un vivo un libro genial, corto pero duro, más sabiendo que estas cosas pasaban, incluso a mi propia familia. Claramente tocó algunas fibras y me va a llevar un rato masticarlo.