Rebecca de Windsor, una hermosísima mujer dedicada con gran éxito al espectáculo, descubre un día ante el espejo que los años no pasan en vano y que el tiempo empieza a hacer mella en su cuerpo. Consciente de que alguien como ella, que siempre ha sabido imponerse al destino y que siempre ha querido -y conseguido- ser la primera en todo, no puede permitirse el lujo de no encontrar la vía más digna hacia un madurez superior, toma un buen día una firme determinación : emprender el camino de santidad, elevarse por encima de los demás mortales y alcanzar las cimas ahora sólo holladas por los místicos. Todo ello entraría en la más absoluta normalidad de estos tiempos de desconcierto, si no fuera porque Rebecca de Windsor, de hecho, fue durante treinta y siete años de su vida Jesús López Soler y porque nadie, ni siquiera ella, escapa a las muchas trampas de la memoria.
Eduardo Mendicutti (Sanlúcar de Barrameda, 1948) es autor de más de doce obras, todas ellas publicadas con gran éxito de crítica y público, traducidas a numerosos idiomas y merecedoras de premios como el Café Gijón y el Sésamo. A las tituladas Siete contra Georgia, Una mala noche la tiene cualquiera, Tiempos mejores y Última conversación les siguieron El palomo cojo y Los novios búlgaros, que inspiraron sendas películas homónimas dirigidas por Jaime de Armiñán y Eloy de la Iglesia. Asimismo, ha publicado el libro de relatos Fuego de marzo y las novelas Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy, El beso del cosaco, El ángel descuidado (Premio Andalucía de la Crítica 2002), California, Ganas de hablar y Mae West y yo. En Otra vida para vivirla contigo, Eduardo Mendicutti ha escrito, sin duda, su mejor historia de amor, una novela cómica y conmovedora, romántica y contemporánea: La ley del deseo de nuestros días.
Una historia desopilante que se lee como si estuvieras viendo una película de Almodóvar protagonizada por La Veneno. Rebecca de Windsor y Eduardo Mendicutti? Gay legends if you ask me
Una novela delirante, cautivadora y divertida sobre una mujer trans que quiere ser santa.
El libro está muy bien escrito, siguiendo un estilo que bien podría parecer un flujo de pensamiento continuo, pero repleto de un vocabulario y unas referencias realmente ricas.
Me he echado unas buenas risas leyendo algunos de los gags que se utilizan, y sobre todo, al estar escrito de la forma en la que está y al contar con sus puntitos emotivos mirando su vida en retrospectiva, le he acabado cogiendo cariño a Rebecca de Windsor por muy de la olla que esté.
Muy recomendada si te gustan los libros del estilo de Tengo miedo torero o El beso de la mujer araña.
The language barrier affected my total understanding of the story, but it is definately entertaining and thought-provoking. Rebecca, the transgendered "sexy" main character, is in pursuit of becoming a saint, and does so by trying to have spiritual experiences, though not through typical Christian methods. There are parallels to St. Teresa of Avila's Interior Castle, a way to come to complete understanding of your soul, though totally modernized and sexualized. Fun book to read with class.
Esta es la primera vez que leo un trabajo de este autor y me ha dejado sin palabras. Desde el primer capítulo Rebecca de Windsor te cautiva y uno no puede evitar acompañarla en su trayecto en busca de la santidad y a medida que se desarrolla la trama uno no piede evitar en reflexionar acerca de uno mismo y de su vida actual. Al final tanto el lector como Rebecca de Windsor aprende aceptarse y autoamarse.
Lo siento pero Mendicutti y yo no somos compatibles. Me ha gustado mucho la premisa de la historia y en general el personaje de Rebecca era muy divertido, sobre todo cuando rememoraba cosas y en momentos puntuales. Sin embargo, la historia en sí no la he entendido y me ha parecido súper caótica y difícil de seguir… 2/5 sintiéndolo mucho
A través de una premisa única y una narrativa cautivante, Eduardo Mendicutti, autor de la novela, desarrolla el personaje de Rebecca de Windsor, nacido como Jesús López Soler; una mujer dedicada al espectáculo que un día decide buscar la santidad y la transformación espiritual aventurándose en moradas en las abadías. Esto implica tener que disfrazarse de hombre para poder tener acceso, volviendo a confrontar a su pasada vida y renunciando a su esencia por tal de levitar para así encontrarse extasiada en los brazos del Amado.
La voz de Rebecca de Windsor es carismática, sarcástica y honesta. Al estar la novela escrita en primera persona, quienes leen tienen acceso a sus pensamientos, ideologías y construcciones. Leemos a una Rebecca asustada por los gritos de noche, resultado de la mutilación de los compañeros en la abadía como forma de penitencia, al igual que de una mujer segura de su clarividencia cuando se encuentra a los fanáticos de cuero que toma por ángeles. Es esta la transformación del personaje que transmuta de lo trivial a lo profundo, el autor logra plasmarnos a una personaje compleja con un trasfondo cargado que incluye haberse cambiado el nombre en varias ocasiones y haber tenido una relación poco saludable con su padre. Dado a la excelente exposición del personaje de forma interna y externa, las y los lectoras podrán disfrutarse del personaje de Rebecca de Windsor por sus perspectivas y acciones peculiares.
El hilo conductor de la novela es la búsqueda de la santidad. Al comienzo de la novela, Rebecca de Windsor, aún siendo una novata, toma a Dany como ejemplo a seguir. No obstante, al final, notamos a una Rebecca madura espiritualmente, con con los pies en la tierra. Parte del recorrido del personaje es la autoaceptación que, al principio de proyecta como aceptación de parte de la iglesia, pero al final vemos que todo tenía que ver con su propia validación. Este, quizás, fue mi tema favorito del texto.
Por otro lado, el autor nos expone a la cultura literaria posmoderna ya que escribe de un personaje que pasa por un cambio personal y social, lejos de la tradición. Más allá de la cultura española y europea evidente en la novela, al igual que el de las comunidades trans y LGBTQ+, Mendicutti integra a todas estas para enriquecer el trasfondo de Rebecca en adición a las experiencias místicas que ansía y logra tener.
Con respecto al uso de la intertextualidad en el texto, la obra es una parodia la literatura mística española. De la misma manera, alude al Siglo de Oro mediante el lenguaje Bíblico y proclítico.
Sorprendido de lo bien que describe Mendicutti los sentimientos complejos de una mujer trans que ha luchado toda una vida para vivir cómoda en su cuerpo, con sus contradicciones y sus afirmaciones. Una historia divertidísima que por momentos parece ridícula pero que no es más que la base para contar la infancia y la adultez de un personaje que ha buscado siempre su felicidad y sentirse querida, que ha estado incluso dispuesta a regresar a un pasado que renuncia solo por ser aceptada por un poder superior. Una novela delirante que te traslada a momentazos de su vida y con unas reflexiones magníficas sobre la identidad, el culto al cuerpo, el deseo, el amor, la disidencia, la culpa y la rabia.
El libro más divertido del autor hasta la fecha. Los monólogos del personaje (Rebecca) están muy bien construidos, pero son largos (hay párrafos de hasta página y media).
Ese es el motivo por el que le doy 4 estrellas y no 5. Este aspecto sucede con todas las novelas de Mendicutti, se termina haciendo pesada la lectura por el exceso de monólogo y falta de acción.
No obstante, al que le guste la temática, los disfrutará.
Apuntar que la obra del autor bebe de la escuela de Terenci Moix.
Rebecca de Windsor, Rebeca de Jesús, mujer, transexual, sexy.
Una protagonista absoluta, ya en la natural decadencia del ser humano, mira atrás, a un pasado complejo, y lo hace, tras una iluminación, desde el punto de vista de los místicos más famosos de la tradición hispana, osease, entre otros, San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús. Rebeca está convencida que tras la máscara de Rebecca de Windsor, hay una verdadera, y muy sexy, santa de España.
El camino. Las siete moradas.
Cómo los siete pasos que en múltiples religiones y filosofías hay que dar para limpiar el alma, Rebecca decide visitar las siete moradas para conseguir su ansiada santidad y su gozo espiritual en los brazos del Amado. Las siete paradas serán descubiertas, con la guía de la divina providencia, entre otros tantos monasterios y abadías que pueblan la meseta española. Toda una aventura, en la qué no estará sola. La acompañará, cual sancho, Dany, un fornido espécimen que la hará poner los pies en el suelo en más de una ocasión.
A modo de Road Trip, el autor conduce a los protagonistas al encuentro de personajes variopintos, monjes, monjas libidinosas, o gays leather, y en cada encuentro, Rebeca da un repaso a su vida, a sus valores de familia, a sus relaciones personales y a sus ambiciones más secretas.
Un libro agradable de leer, divertido, con una prosa ligera que esconde temas espinosos que se cuentan sin complejos.
2.5 estrellas. En general me gustan los libros de Mendicutti, pero éste nop. Me parece una desordenada e inverosímil novelita, sí, está bien que sea una farsa, pero el planteamiento no tiene ninguna justificación real y por lo tanto la idea graciosa se agota muy rápidamente, se vuelve una especie de homenaje bizarro de don Quijote y los episodios son inconexos, como el asunto de la Rosa y el amado miliciano o la larguísima explicación de cómo Rebecca llegó convertida como mujer con su madre o la primera vez que se acostó con un hombre. Caótica, fársica pero sin estructura, me llegó a aburrir.
De los libros del club de lectura de este mes, destaca por lo chistoso: Rebecca de Windsor, una trans que se ha retirado del espéctaculo, decide hacerse santa, y junto a Dani, un pio ex-fisiculturista que funge de Sancho, emprenden un viaje espiritual por conventos españoles buscando el encuentro con el Amado. Utilizando el lenguaje de los libros de vidas de santos, el libro apunta a la relación que tenemos cada uno con nuestro cuerpo, el compañero de toda nuestra vida.
A pesar del tiempo transcurrido desde su lectura, hace 16 años, tengo un buen recuerdo del libro, sin acordarme como es natural en detalles. La referencia que tengo es que fue entretenido y original ayudado eso si por el refrescamiento de memoria gracias a la contraportada.
Qué novela tan amena y conmovedora, tan hilarante y capaz de moverte hasta lo más recóndito. Desmenuza con gran tino el ansia —y, a la vez, la condena— de amor.