La humanidad no siempre ha vivido en ciudades; pasó mucho tiempo hasta que la urbe se convirtió en un determinado espacio de convivencia. Marta Llorente nos muestra que la ciudad no es una mera estructura que fue creciendo progresivamente desde un germen simple, sino una compleja organización que define la condición del ser civilizado, de quien se sabe a sí mismo inscrito en un espacio radicalmente diferenciado del espacio natural. Por ello, la historia que traza este libro es imprescindible para entender nuestra evolución como seres humanos.
Un texto que hace una interpretación de las huellas urbanas mediante la lectura de varios momentos escogidos de la historia de la Humanidad. Desde la prehistoria en que los hombres trazan los primeros hilos de conexión sobre el territorio entre los lugares de caza y los asentamientos primitivos hasta la lectura de la ciudad contemporánea en la voz de escritores y poetas, la autora hace un recorrido parcial, extenso y demasiado prolijo de esos artefactos complejos que son las ciudades. Su descripción que pretende ser abarcadora de un exceso de datos acaba escapándose de las manos. Para exponer su idea de la ciudad habrían bastado una quinta parte de su tamaño.
Si bien Marta Llorente empieza el libro con intrigantes piezas de información en un recorrido por la historia estructural, psicológica, antropológica y social del ente de las polys, mucho de ese ímpetu se sintió perdido en los últimos dos capítulos que se basan en devaneos perceptivos acerca de autores y libros enmarcados en el tema de la ciudad y sus estructuras dentro de la literatura, lo cual es indudablemente interesantísimo, pero que no se siente tan conectado con lo que se leyó en el mismo libro con anterioridad. En fin, "La ciudad..." es un libro un tanto heterodoxo en sus planteamientos, pero no deja de ser una lectura de la que uno solo puede aprender, sobre todo por la rica (riquísima) selección bibliográfica de la autora.