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De sobremesa
De sobremesa, escrito en forma de diario intimo, mas que una novela, es un libro que hay que leer como el testimonio atormentado pero impecable de aquel fin de siglo angustioso, como alli lo calificara justamente su autor. En sus paginas, de mucho interes para calar en la vision del mundo de Silva, estan las conflictivas reacciones, y las contradicciones esperables, de un protagonista sufridor de los innumeros problemas de todo artisticos, morales, religiosos y aun politicos que aquel tiempo de crisis planteaba al espiritu del hombre finisecular americano. Jose Fernandez es un figurin, que luego de vivir por anos en Europa, regresa a su pais. Durante una tertulia de sobremesa acepta leer para sus amigos para leer el diario donde relata su estancia en el viejo continente. Alli describe como, tras una vida dedicada a la sensualidad y el placer, termina obsesionandose con Helena, una adolescente a quien ve de paso en un hotel suizo, y convierte en la personificacion idealizada de sus deseos mas puros. Luego de una larga busqueda, descubre que Helena ha muerto, cayendo en una extrana enfermedad nerviosa y tras recuperarse retorna desencantado a su pais. Silva puso en Fernandez rasgos de su personalidad y abundante autobiografia, al tiempo que hace de sus deseos suenos del protagonista. Fernandez, mas que un retrato del autor es su mejor delirio. Rico, hermoso, poeta, vive rodeado de refinamientos y lujos pero es victima de un suplicio de querer, tener y saberlo todo. En plena juventud, Fernandez ha agotado los caminos que conducirian a la felicidad. Una de las metaforas mas interesantes de la novela la descubre el lector al saber como el pasado de Fernandez podia ser un presente de Silva. La busqueda de la belleza y de las formas es un camino mas en la obtencion del poder.
230 pages, Paperback
First published January 1, 1925
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About the author
José Asunción Silva
69 books17 followersJosé Asunción Silva fue un poeta colombiano. Parte de su importancia para la literatura estriba, esencialmente, en haber sido uno de los más importantes precursores del modernismo, y, según otro sector de la crítica, uno de los más importantes escritores de la primera generación de modernistas.
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Community Reviews
Displaying 1 - 30 of 45 reviews
July 9, 2017
Me hice hace poco la propuesta de retomar las lecturas de mi línea de investigación del postgrado, y la que me gustaría seguir en estudios posteriores, esto es, esa literatura de transicion entre los siglos XIX y XX que se ha tendido a dividir artificialmente como Modernismo si es escrita en América Latina o Generación del 98 si lo es en España, y para ello quise empezar con un eterno pendiente, el colombiano José Asunción Silva, de quien he leído sus soberbias poesías pero del que conocía solo fragmentos de sus textos en prosa.
Quisiera hacer una reseña que le hiciera justicia a esta novela doblemente póstuma (por haber sido publicada tras la muerte de SIlva y por tratarse de una reescritura de un texto original perdido en un naufragio) pero quizás amerite incluso una investigación académica más profunda. Es mucho lo que puede decirse de De sobremesa, ya sea desde una perspectiva formal (el carácter fragmentario de su prosa o las construcciones sintácticas de evidente musicalidad), ideológica (Silva compendia en pocas páginas el espíritu finisecular que dio pie al Modernismo hispánico: eclecticismo, cosmopolitismo, influjo híbrido de predominancia francesa, simbolismo, decadentismo y casi toda la caterva de -ismos de las que se sirven los autores latinoamericanos de las dos ultimas decadas del XIX) o argumental (tenemos una novela "sobre nada": un grupo de amigos se sienta a escuchar leer a José Fernández, poeta retirado del oficio literario, su diario intimo de años atras para explicar el nombre de su casa, Villa Helena, y el porqué no ha vuelto a escribir un solo verso).
De sobremesa es practicamente un documento de época, casi pudiera funcionar como un manual del Modernismo, porque realmente conjuga todos los elementos propios de un movimiento literario tan elusivo como este (más que un movimiento, una actitud, como diría Juan Ramón Jiménez). Y por sobre todo ello, nos encontramos con una novela que cuenta con una lógica interna que tiene vida propia; no es un texto hecho para ajustarse al molde del Modernismo sino que él mismo lo configura, le da forma y vida, así como en Venezuela lo hizo Manuel Díaz Rodríguez con sus dos portentosas novelas, Ídolos rotos y Sangre patricia, en las que Miguel de Unamuno supo apreciar un nuevo espíritu literario, que si bien le parecia que pecaba de afrancesado y afectado también supo apreciar sus valores.
Mucho se ha estudiado al Modernismo a partir de la lírica, y dentro de esta, partiendo de Rubén Darío, pero siento que a la prosa modernista se la ha desatendido, y a los autores precursores del movimiento también, precisamente por ese afán de identificar al movimiento con el nicaragüense. La novela modernista merece mucha mayor atención de la que se le presta. Considero que ha envejecido bien, incluso mejor que la poesía, que puede chocar al lector actual por su amaneramiento.
En definitiva, una lectura maravillosa, que si no llega a las cinco estrellas es porque a ratos tanto esteticismo agobia y la anécdota, que de por si es poca, se estanca. Un estancamiento hermoso, pero estancamiento a fin de cuentas.
Quisiera hacer una reseña que le hiciera justicia a esta novela doblemente póstuma (por haber sido publicada tras la muerte de SIlva y por tratarse de una reescritura de un texto original perdido en un naufragio) pero quizás amerite incluso una investigación académica más profunda. Es mucho lo que puede decirse de De sobremesa, ya sea desde una perspectiva formal (el carácter fragmentario de su prosa o las construcciones sintácticas de evidente musicalidad), ideológica (Silva compendia en pocas páginas el espíritu finisecular que dio pie al Modernismo hispánico: eclecticismo, cosmopolitismo, influjo híbrido de predominancia francesa, simbolismo, decadentismo y casi toda la caterva de -ismos de las que se sirven los autores latinoamericanos de las dos ultimas decadas del XIX) o argumental (tenemos una novela "sobre nada": un grupo de amigos se sienta a escuchar leer a José Fernández, poeta retirado del oficio literario, su diario intimo de años atras para explicar el nombre de su casa, Villa Helena, y el porqué no ha vuelto a escribir un solo verso).
De sobremesa es practicamente un documento de época, casi pudiera funcionar como un manual del Modernismo, porque realmente conjuga todos los elementos propios de un movimiento literario tan elusivo como este (más que un movimiento, una actitud, como diría Juan Ramón Jiménez). Y por sobre todo ello, nos encontramos con una novela que cuenta con una lógica interna que tiene vida propia; no es un texto hecho para ajustarse al molde del Modernismo sino que él mismo lo configura, le da forma y vida, así como en Venezuela lo hizo Manuel Díaz Rodríguez con sus dos portentosas novelas, Ídolos rotos y Sangre patricia, en las que Miguel de Unamuno supo apreciar un nuevo espíritu literario, que si bien le parecia que pecaba de afrancesado y afectado también supo apreciar sus valores.
Mucho se ha estudiado al Modernismo a partir de la lírica, y dentro de esta, partiendo de Rubén Darío, pero siento que a la prosa modernista se la ha desatendido, y a los autores precursores del movimiento también, precisamente por ese afán de identificar al movimiento con el nicaragüense. La novela modernista merece mucha mayor atención de la que se le presta. Considero que ha envejecido bien, incluso mejor que la poesía, que puede chocar al lector actual por su amaneramiento.
En definitiva, una lectura maravillosa, que si no llega a las cinco estrellas es porque a ratos tanto esteticismo agobia y la anécdota, que de por si es poca, se estanca. Un estancamiento hermoso, pero estancamiento a fin de cuentas.
January 16, 2018
EL GOURMET ATORMENTADO
El Modernismo es la expresión de una época, expresión de una época de grandes cambios, a la que en absoluto es ajena De Sobremesa, auténtico manifiesto literario del momento y una de las cotas narrativas más altas del movimiento. El Modernismo, una forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, de la disolución del siglo XIX, que encuentra su manifestación principal en el Arte como vehículo que denuncia el hastío en el que ha caído el ser humano, el automatismo, el aborrecimiento, la cultura de las grandes ciudades, el aplastamiento del asfalto. Pues bien, la novela de Silva reune todos esos elementos, se alimenta de ellos y crea un fresco enorme de magnitudes asombrosas: el refugio del hombre se encuentra en el Arte.
José Fernández, gemelo literario de José Asunción Silva en la novela, arrastra la melancolía, emprende una enfermiza búsqueda de una mujer retratada en un cuadro, reflexiona sobre política, ciencia, sobre la función del artista, sobre las formas de creación, inmerso en la vorágine que catapultará al individuo alienado a los primeros años del siglo XX. Porque José Fernández aglutina todos los tópicos del genio modernista, todos los males que carcomen el espíritu del hombre, males que condujeron al propio Silva al suicidio, al suicidio por hastío.
El “hastío”, palabra clave para Baudelaire. El hastío del ser moderno harto de estímulos, el tedio de la vida que tan bien se refleja en Casal y en Silva. Junto a otro elemento que ya anuncia Baudelaire y que es la fascinación por el morbo, por lo macabro, por la carroña, por el decadentismo. Muerte, sufrimiento, regodeo en la muerte, en la agonía. La mujer del cuadro es una muerta, un alma en pena tras la que vaga, famélico, el protagonista. Un túmulo, una tumba, un cementerio y un cuadro de Dante Gabriel Rossetti, ese es el marco en De Sobremesa.
Significativo, con semejantes directrices morales, es ya el inicio de la novela: la descripción de un interior y un licor en el que flotan partículas de oro, el refinamiento como una forma de entender la vida, de conducirse. El modernista, como ya preconizó Oscar Wilde, hace de su vida una completa obra de Arte. Los interiores, tan importantes para la narrativa modernista, esas habitaciones repletas de jarrones, biombos, chinerías, retorcidos relieves, japonerías… tal y como encontramos en Casal, en Gutiérrez Nájera, con ese gusto por la descripción puntillosa, detallista, que también aparece en Gabriele D´Annuzio y en su El Placer, exacerbación de todo ese espíritu. Si en el artista romántico el estado de la naturaleza es la extensión del ánimo del autor, el clima, las montañas, los ríos salvajes, una radiografía de su turbulencia, en el escritor modernista serán los espacios interiores recargados, exquisitos, el espejo de las angustias. Unas angustias sutiles del estado de ánimo alienado que busca un escapada hacia el Arte. Así lo sugieren los simbolistas, enamorados del efecto tembloroso de la luz entre los visillos, del temblor de las estrellas, de un día nublado, de lo gris, donde el matiz es mucho más importante que el color. Es la fugacidad de lo intangible.
Sí, un licor con partículas de oro flota en la primera copa que aparece en la novela. Es el colmo de lo excéntrico, del refinamiento. Continuas son las referencias a los buenos licores, a los cigarros, incluso a las drogas o a la morfina, formas de embotar con clase el espíritu dolido, formas de convertirse en hedonistas, en dandys. El dandismo, esa forma de volverse en un hombre artificial al estilo de Baudelaire, ya reivindicado por el propio Wilde, y soportado fundamentalmente en la gran novela que influye en Silva, A Contrapelo, de Huysmans, texto fundacional del decadentismo. Frente a la naturaleza hay que oponer lo artificial, una aristocracia del espíritu, el gusto por el lujo, por lo artificial. El decadentismo tiene gusto por el fin, por la agonía. Es el triunfo de esa palabra clave, del hastío, del hartazgo después de haberlo probado todo. Al final de la estéril exploración de los paraísos artificiales del alcohol y de las drogas se encuentra la necesidad de huir.
Porque ante el auge del cientificismo y del positivismo, del Orden y Progreso, tal y como reza en la bandera del Brasil, hay que oponer una actitud ante la vida en la que el Arte rechace esos elementos tan minimizadores del hombre, hay que ser deliciosamente decadente para, anclados en esa decadencia, hacerse fuertes y poder crear con libertad, poder expresarse, poder ser artistas, poetas, escritores. Todo eso viene a decir, a sintetizar la novela de Silva. Modernismo, la literatura del liberalismo.
Las urbes enloquecidas y el paralelismo entre Buenos Aires y París, ese París que es Tierra Prometida y a la vez lugar de maldición, que puede extraviar al hombre con su corrupción, con sus bulevares repletos de prostitutas, en donde el placer asalta al viajero obnubilado, pero también es en donde el Arte salta detrás de cada esquina, en exposiciones, galerías de pintura, cafés literarios: en las grandes ciudades los poetas encontraran un cosmopolitismo cultural. París representa para Silva la presencia de Baudelaire, la influencia francesa simbolista de Verlaine y Rimbaud y la decadentista y parnasiana de los Gautier, Leconte de Lisle, Mendés, Banville, Sully Preudhomme, Coppé y Herediá. Su influencia flota en cada página, en cada pasaje de la obra de Silva.
La velocidad de la vida urbana moderna crea el ser humano urbano especializado en la urbe. Se produce una intensificación de la vida de los nervios, un enorme mal que se ensaña en el José Fernández de la novela y que le costó realmente la vida a Silva. Los tiempos modernos han originado un cambio psicológico profundo: agitación, turbulencia, expresión donde el poema en prosa surge como un género nuevo. Muchas veces, la lectura de De Sobremesa es un enorme poema en prosa, delicado, desvalido, desbocado, con páginas escritas con rabia enfurecida, repletas de una única máxima: el Arte por el Arte, una búsqueda de belleza suprema y de perfección formal en donde el brillo del oro y los metales nobles resumen las aspiraciones del alma del creador.
La mujer del cuadro se convierte en un amor imposible y platónico, en una búsqueda idealizada que realiza el protagonista del libro, una obsesión. La idolatra como Dante a su Beatriz, como Petrarca a su Laura, ese amor se espiritualiza, trata de, como ya hicieron ambos italianos, colocar a la amada en el lugar de Dios, en su lugar, no a su lado. Se produce en las páginas de la novela una interpretación religiosa que roza con la blasfemia, al estilo de lo que sucede en Azul de Darío y que tanto criticó Juan Valera. Desde el vacío espiritual hay un intento de crear una nueva ideología basada en el Arte y en el amor elevado. Se usan en la novela ciertos tintes religiosos para hablar del amor y del amor sexual, incluso se busca una recuperación de los elementos mitológicos. La poesía, la literatura, la creación, es capaz de sustituir la religión perdida. Ha nacido la nueva religión en las páginas de De Sobremesa: la Religión del Arte.
Silva intenta compensar la muerte del Dios cristiano con sustitutivos del cristianismo: el misticismo, lo oculto, el espiritismo, la teosofía, el esoterismo, en una amalgama o en un sincretismo que desemboca en el Pitagorismo, cuya base será la armonía, palabra asociada a la perfección divina. El universo es armónico y cada ser un microcosmos que tiene que extraer de sí mismo la armonía. De Sobremesa es, fundamentalmente, una novela armónica, una sinfonía, una pieza para piano a cuatro manos, un torrente de sonidos, de olores, de sensaciones que excitan todos los sentidos y que, muchas veces, permanecen ocultos, están ahí solo para quién los pueda encontrar, descubrir. Esa persona, elegida, será el dandy, el bon vivant, el gourmet atormentado: el artista modernista.
Un rotundo, flotando entre partículas de oro, sumergido en destilados y aromáticos licores, diez.
El Modernismo es la expresión de una época, expresión de una época de grandes cambios, a la que en absoluto es ajena De Sobremesa, auténtico manifiesto literario del momento y una de las cotas narrativas más altas del movimiento. El Modernismo, una forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, de la disolución del siglo XIX, que encuentra su manifestación principal en el Arte como vehículo que denuncia el hastío en el que ha caído el ser humano, el automatismo, el aborrecimiento, la cultura de las grandes ciudades, el aplastamiento del asfalto. Pues bien, la novela de Silva reune todos esos elementos, se alimenta de ellos y crea un fresco enorme de magnitudes asombrosas: el refugio del hombre se encuentra en el Arte.
José Fernández, gemelo literario de José Asunción Silva en la novela, arrastra la melancolía, emprende una enfermiza búsqueda de una mujer retratada en un cuadro, reflexiona sobre política, ciencia, sobre la función del artista, sobre las formas de creación, inmerso en la vorágine que catapultará al individuo alienado a los primeros años del siglo XX. Porque José Fernández aglutina todos los tópicos del genio modernista, todos los males que carcomen el espíritu del hombre, males que condujeron al propio Silva al suicidio, al suicidio por hastío.
El “hastío”, palabra clave para Baudelaire. El hastío del ser moderno harto de estímulos, el tedio de la vida que tan bien se refleja en Casal y en Silva. Junto a otro elemento que ya anuncia Baudelaire y que es la fascinación por el morbo, por lo macabro, por la carroña, por el decadentismo. Muerte, sufrimiento, regodeo en la muerte, en la agonía. La mujer del cuadro es una muerta, un alma en pena tras la que vaga, famélico, el protagonista. Un túmulo, una tumba, un cementerio y un cuadro de Dante Gabriel Rossetti, ese es el marco en De Sobremesa.
Significativo, con semejantes directrices morales, es ya el inicio de la novela: la descripción de un interior y un licor en el que flotan partículas de oro, el refinamiento como una forma de entender la vida, de conducirse. El modernista, como ya preconizó Oscar Wilde, hace de su vida una completa obra de Arte. Los interiores, tan importantes para la narrativa modernista, esas habitaciones repletas de jarrones, biombos, chinerías, retorcidos relieves, japonerías… tal y como encontramos en Casal, en Gutiérrez Nájera, con ese gusto por la descripción puntillosa, detallista, que también aparece en Gabriele D´Annuzio y en su El Placer, exacerbación de todo ese espíritu. Si en el artista romántico el estado de la naturaleza es la extensión del ánimo del autor, el clima, las montañas, los ríos salvajes, una radiografía de su turbulencia, en el escritor modernista serán los espacios interiores recargados, exquisitos, el espejo de las angustias. Unas angustias sutiles del estado de ánimo alienado que busca un escapada hacia el Arte. Así lo sugieren los simbolistas, enamorados del efecto tembloroso de la luz entre los visillos, del temblor de las estrellas, de un día nublado, de lo gris, donde el matiz es mucho más importante que el color. Es la fugacidad de lo intangible.
Sí, un licor con partículas de oro flota en la primera copa que aparece en la novela. Es el colmo de lo excéntrico, del refinamiento. Continuas son las referencias a los buenos licores, a los cigarros, incluso a las drogas o a la morfina, formas de embotar con clase el espíritu dolido, formas de convertirse en hedonistas, en dandys. El dandismo, esa forma de volverse en un hombre artificial al estilo de Baudelaire, ya reivindicado por el propio Wilde, y soportado fundamentalmente en la gran novela que influye en Silva, A Contrapelo, de Huysmans, texto fundacional del decadentismo. Frente a la naturaleza hay que oponer lo artificial, una aristocracia del espíritu, el gusto por el lujo, por lo artificial. El decadentismo tiene gusto por el fin, por la agonía. Es el triunfo de esa palabra clave, del hastío, del hartazgo después de haberlo probado todo. Al final de la estéril exploración de los paraísos artificiales del alcohol y de las drogas se encuentra la necesidad de huir.
Porque ante el auge del cientificismo y del positivismo, del Orden y Progreso, tal y como reza en la bandera del Brasil, hay que oponer una actitud ante la vida en la que el Arte rechace esos elementos tan minimizadores del hombre, hay que ser deliciosamente decadente para, anclados en esa decadencia, hacerse fuertes y poder crear con libertad, poder expresarse, poder ser artistas, poetas, escritores. Todo eso viene a decir, a sintetizar la novela de Silva. Modernismo, la literatura del liberalismo.
Las urbes enloquecidas y el paralelismo entre Buenos Aires y París, ese París que es Tierra Prometida y a la vez lugar de maldición, que puede extraviar al hombre con su corrupción, con sus bulevares repletos de prostitutas, en donde el placer asalta al viajero obnubilado, pero también es en donde el Arte salta detrás de cada esquina, en exposiciones, galerías de pintura, cafés literarios: en las grandes ciudades los poetas encontraran un cosmopolitismo cultural. París representa para Silva la presencia de Baudelaire, la influencia francesa simbolista de Verlaine y Rimbaud y la decadentista y parnasiana de los Gautier, Leconte de Lisle, Mendés, Banville, Sully Preudhomme, Coppé y Herediá. Su influencia flota en cada página, en cada pasaje de la obra de Silva.
La velocidad de la vida urbana moderna crea el ser humano urbano especializado en la urbe. Se produce una intensificación de la vida de los nervios, un enorme mal que se ensaña en el José Fernández de la novela y que le costó realmente la vida a Silva. Los tiempos modernos han originado un cambio psicológico profundo: agitación, turbulencia, expresión donde el poema en prosa surge como un género nuevo. Muchas veces, la lectura de De Sobremesa es un enorme poema en prosa, delicado, desvalido, desbocado, con páginas escritas con rabia enfurecida, repletas de una única máxima: el Arte por el Arte, una búsqueda de belleza suprema y de perfección formal en donde el brillo del oro y los metales nobles resumen las aspiraciones del alma del creador.
La mujer del cuadro se convierte en un amor imposible y platónico, en una búsqueda idealizada que realiza el protagonista del libro, una obsesión. La idolatra como Dante a su Beatriz, como Petrarca a su Laura, ese amor se espiritualiza, trata de, como ya hicieron ambos italianos, colocar a la amada en el lugar de Dios, en su lugar, no a su lado. Se produce en las páginas de la novela una interpretación religiosa que roza con la blasfemia, al estilo de lo que sucede en Azul de Darío y que tanto criticó Juan Valera. Desde el vacío espiritual hay un intento de crear una nueva ideología basada en el Arte y en el amor elevado. Se usan en la novela ciertos tintes religiosos para hablar del amor y del amor sexual, incluso se busca una recuperación de los elementos mitológicos. La poesía, la literatura, la creación, es capaz de sustituir la religión perdida. Ha nacido la nueva religión en las páginas de De Sobremesa: la Religión del Arte.
Silva intenta compensar la muerte del Dios cristiano con sustitutivos del cristianismo: el misticismo, lo oculto, el espiritismo, la teosofía, el esoterismo, en una amalgama o en un sincretismo que desemboca en el Pitagorismo, cuya base será la armonía, palabra asociada a la perfección divina. El universo es armónico y cada ser un microcosmos que tiene que extraer de sí mismo la armonía. De Sobremesa es, fundamentalmente, una novela armónica, una sinfonía, una pieza para piano a cuatro manos, un torrente de sonidos, de olores, de sensaciones que excitan todos los sentidos y que, muchas veces, permanecen ocultos, están ahí solo para quién los pueda encontrar, descubrir. Esa persona, elegida, será el dandy, el bon vivant, el gourmet atormentado: el artista modernista.
Un rotundo, flotando entre partículas de oro, sumergido en destilados y aromáticos licores, diez.
November 27, 2025
[segunda vez leyéndolo]
[trigger warning lectora idealista romántica]
Me lo leí en 2023 y le puse 4 estrellas, pero llevo pensando en él MUY a menudo durante 2 años: eso era señal de que necesitaba relectura. Es curioso ver cómo algunos libros tienen efecto inmediato y otros adquieren su valor con la digestión lenta del tiempo. Este es el segundo caso y, efectivamente, ahora le pongo 5 estrellas.
Es la mejor representación literaria del artista de fin de siècle que he leído. No porque sea el mejor escrito ni con una técnica perfecta —de hecho, mi parte estrictamente filológica detecta múltiples defectos—, pero me hace sentir una pasión a la que aspiro en cada una de mis lecturas. Además, últimamente me guío bastante por la intuición. Me recuerda a una sensación que describí con Madame Bovary y que también experimento, por ejemplo, con La amortajada (autocita me la pela no voy a parafrasear). Dije que "en mi corazón tengo la idea de Libro con mayúscula a la que mi alma aspira. Obviamente, no existe un libro con minúscula que complete esa expectativa, pero igualmente busco un poco de esa sensación en cada lectura." Es totalmente subjetivo y va más allá de que De sobremesa sea buena o no, lo que importa es que personalmente he encontrado en ella una partícula de esa Emoción que no sé definir.
¡Lo chulo que es pensar que 1 de cada 2o libros me pueden hacer sentir así! Es una búsqueda del tesoro, me mantiene inquieta y con ganas de que me sorprenda alguna obra cuando no me lo espere.
Con De sobremesa tengo prosa con olor a flores y a primavera, referencias mitológicas, pedantería (bien integrada) con citas a Autoridades, exégesis y sensualidad, formato diarístico, escritor colombiano en París, búsqueda de la existencia absoluta, crisis cósmica, caricatura de un don Juan decadentista, protagonista contradictorio y amoral, leída crítica de la medicina de la época, fascismo, spleen monumental...Qué más puedo pedir, chicas, si es que yo llevo buscando estos ingredientes en otras plumas desde entonces sin darme cuenta. Es un menú degustación hecho a medida para mí.
Además, la experiencia de relectura me ha aportado nuevas perspectivas e interpretaciones, cosa que no me había pasado nunca. También es diferente leerlo con calma, acompañada (con Julia), saboreando las chapas que mete, que leerlo durante un curso de la carrera.
Si este libro tiene 0 fans, yo estaré muerta; the girls who get it, get it.
[trigger warning lectora idealista romántica]
Me lo leí en 2023 y le puse 4 estrellas, pero llevo pensando en él MUY a menudo durante 2 años: eso era señal de que necesitaba relectura. Es curioso ver cómo algunos libros tienen efecto inmediato y otros adquieren su valor con la digestión lenta del tiempo. Este es el segundo caso y, efectivamente, ahora le pongo 5 estrellas.
Es la mejor representación literaria del artista de fin de siècle que he leído. No porque sea el mejor escrito ni con una técnica perfecta —de hecho, mi parte estrictamente filológica detecta múltiples defectos—, pero me hace sentir una pasión a la que aspiro en cada una de mis lecturas. Además, últimamente me guío bastante por la intuición. Me recuerda a una sensación que describí con Madame Bovary y que también experimento, por ejemplo, con La amortajada (autocita me la pela no voy a parafrasear). Dije que "en mi corazón tengo la idea de Libro con mayúscula a la que mi alma aspira. Obviamente, no existe un libro con minúscula que complete esa expectativa, pero igualmente busco un poco de esa sensación en cada lectura." Es totalmente subjetivo y va más allá de que De sobremesa sea buena o no, lo que importa es que personalmente he encontrado en ella una partícula de esa Emoción que no sé definir.
¡Lo chulo que es pensar que 1 de cada 2o libros me pueden hacer sentir así! Es una búsqueda del tesoro, me mantiene inquieta y con ganas de que me sorprenda alguna obra cuando no me lo espere.
Con De sobremesa tengo prosa con olor a flores y a primavera, referencias mitológicas, pedantería (bien integrada) con citas a Autoridades, exégesis y sensualidad, formato diarístico, escritor colombiano en París, búsqueda de la existencia absoluta, crisis cósmica, caricatura de un don Juan decadentista, protagonista contradictorio y amoral, leída crítica de la medicina de la época, fascismo, spleen monumental...Qué más puedo pedir, chicas, si es que yo llevo buscando estos ingredientes en otras plumas desde entonces sin darme cuenta. Es un menú degustación hecho a medida para mí.
Además, la experiencia de relectura me ha aportado nuevas perspectivas e interpretaciones, cosa que no me había pasado nunca. También es diferente leerlo con calma, acompañada (con Julia), saboreando las chapas que mete, que leerlo durante un curso de la carrera.
Si este libro tiene 0 fans, yo estaré muerta; the girls who get it, get it.
¿Y qué me importan esas ideas sobre el amor, ni qué me importa nada, si lo que siento dentro de mí es el cansancio y el desprecio por todo, el mortal dejo, el spleen horrible, el tedium vitae que, como un monstruo interior cuya hambre no alcanzara a saciarse con el universo, comienza a devorarme el alma?…
[unos días] vibro con vibraciones tan profundas de placer, que me parece absorber en cada sensación toda la vida, todo lo mejor de la vida, y pienso que jamás hombre alguno ha gozado así; y en que otros, cansado de todo, despreciando, odiando todo, sintiendo por mí mismo y por la existencia un odio sin nombre, permanezco por horas enteras hebetado, estúpido, inerte, con la cabeza en las manos y llamando a la muerte.
Pero el hambre de creer no hay con qué saciarla que no sea con la creencia misma…¿Y en qué creerás, alma mía, alma melancólica y ardiente, si los hombres son ese miserable tropel que se agita, cometiendo infamias, buscando el oro, enga��ando a las mujeres, burlándose de lo grande, y si ya murieron los dioses?
¡[…] culto a lo divino, de los filósofos que destruyeron la ciencia; culto del yo, inventado por los literatos aburridos de la literatura; grotescas religiones del fin del siglo diez y nueve, asquerosas parodias, plagios de los antiguos cultos, dejad que un hijo del siglo, al agonizar éste, os envuelva en una sola carcajada de desprecio y os escupa a la cara!
June 3, 2021
La verdad que este libro me sorprendió gratamente. Lo tenía que leer para la facultad y mis compañeros que ya lo habían leído opinaban que es muy denso, pero para mí no me lo pareció. Es verdad que por momentos se ramifica y describe demasiado.
Como escritora me parece enriquecedor todo el planteo y la reflexión sobre el arte que aparece en el libro. La historia en sí es conmovedora cuando se llega al final y uno comprender cuál es el motivo de la desdicha del personaje, pero la lectura me resulto agradable en el recorrido.
Como escritora me parece enriquecedor todo el planteo y la reflexión sobre el arte que aparece en el libro. La historia en sí es conmovedora cuando se llega al final y uno comprender cuál es el motivo de la desdicha del personaje, pero la lectura me resulto agradable en el recorrido.
December 2, 2025
un gran libro en mi opinión. me hizo reflexionar. este libro tb explora a gente extraña x eso me gustó
February 6, 2024
Vengo a pedirte de soñar…
October 1, 2023
3,5/5
Me ha gustado mucho la forma de narrar, las imágenes tan vívidas que crea y que te hace meterte de lleno en los pensamientos de Fernández, pero ha habido partes de la narración que se me han hecho un poco pesadas y he sentido que no se avanzaba en la historia.
Me ha gustado mucho la forma de narrar, las imágenes tan vívidas que crea y que te hace meterte de lleno en los pensamientos de Fernández, pero ha habido partes de la narración que se me han hecho un poco pesadas y he sentido que no se avanzaba en la historia.
October 4, 2023
Igual cinco estrellas es excesivo (Goodreads por favor añade la posibilidad de 4,5:) ); pero sí que tengo claro que me ha gustado bastante. Más allá de la pedantería, la misoginia (no en vano dijo una historiadora del arte que el XIX era el siglo más misógino de la Historia) y las referencias culturales (que a veces se hacen cansinas), me ha llamado mucho la atención por dos razones. La primera de ellas es porque es, totalmente, un documento del fin de siglo (uno puede respirar ese ambiente burgués desencantado del XIX). La segunda tiene que ver más con la construcción del personaje: José Hernández es una contradicción andante y tiene tantas sombras que a uno le hacen plantearse cosas (¿cómo puede convivir en algunos casos la maldad y la sensibilidad tan naturalmente?). Apuesta por la cultura, pero a veces se comporta como un animal; quiere trascender lo material, pero a veces se sumerge en ello al máximo: en definitiva, es un hombre de extremos, algo comprensible por el miedo que siente, como sus contemporáneos, al tedium vitae (privilegios aristocráticos vaya). En todo caso, un personaje (con visos de alter ego, algo, creo, por estudiar) muy curioso y además una novela bien escrita, con sus defectos pero que me ha gustado.
October 1, 2023
2'75 ⭐. Tiene momentos muy bonitos en cuanto a su estilo de escritura, pero en ocasiones es muy pesado y se me ha hecho repetitivo.
"Ahora mi espíritu y mis labios sueñan con ella, y si en ella pienso vibra todo mi ser"
" [...] cuando suene la hora suprema en que se cierra los ojos para siempre, mi ser, misterioso compuesto de fuego y de lodo, de éxtasis y de rugidos, irá a deshacerse en las oscuridades insondable de la tumba".
"Ahora mi espíritu y mis labios sueñan con ella, y si en ella pienso vibra todo mi ser"
" [...] cuando suene la hora suprema en que se cierra los ojos para siempre, mi ser, misterioso compuesto de fuego y de lodo, de éxtasis y de rugidos, irá a deshacerse en las oscuridades insondable de la tumba".
October 1, 2023
y estoy siendo generosa
February 8, 2024
No, tú no has muerto; tú estás viva y vivirás siempre.
July 3, 2019
Libro prestado.
Mi primer encuentro con este autor y sin duda ha sido una experiencia magnifica, aunque la edición y el titulo no son muy llamativos, al abrir el libro y empezar a leerlo el autor tiene una especie de magia que envuelve al lector con la belleza de sus palabras. Este libro es dolorosamente bello, me conmovió de tal manera que no alcanzan las palabras para explicarlo.
Al principio José Fernandez me pareció un personaje detestable, pero tan pronto empezó a leer su diario cambié la percepción que tenía de él, sentí esa sensualidad que brotaba de su piel, el sufrimiento de sus pensamientos por Helena, la fuerza de un artista decante y de las mujeres que le rodean.
Simplemente maravilloso.
Mi primer encuentro con este autor y sin duda ha sido una experiencia magnifica, aunque la edición y el titulo no son muy llamativos, al abrir el libro y empezar a leerlo el autor tiene una especie de magia que envuelve al lector con la belleza de sus palabras. Este libro es dolorosamente bello, me conmovió de tal manera que no alcanzan las palabras para explicarlo.
Al principio José Fernandez me pareció un personaje detestable, pero tan pronto empezó a leer su diario cambié la percepción que tenía de él, sentí esa sensualidad que brotaba de su piel, el sufrimiento de sus pensamientos por Helena, la fuerza de un artista decante y de las mujeres que le rodean.
Simplemente maravilloso.
June 7, 2021
Con una pluma magistral, llena de lujos y gustos sibaritas, esta novela expone la vida de un hombre quien parece vivir en un estado latente de ausencia, que vive a través de diversidad de manifestaciones artísticas y de "buen gusto".
Maravilloso texto de un escritor y poeta que perdimos en trágicas circunstancias.
Maravilloso texto de un escritor y poeta que perdimos en trágicas circunstancias.
September 29, 2024
podría decir tantas cosas, pero sólo diré: una vez más, mi género favorito de hombres siendo los que se enamoran locamente hasta la obsesión (siempre poética, siempre mística, siempre religiosa) pero que siguen siendo unas red flags andantes
December 4, 2025
Nunca un libro había recreado tan bien la angustia existencial subyacente en que Nochevieja caiga un domingo.
«La vida. ¿Quién sabe lo que es? Las religiones no, puesto que la consideran como un paso para otras regiones; la ciencia no, porque apenas investiga las leyes que la rigen sin descubrir su causa ni su objeto. Tal vez el arte que la copia..., tal vez el amor que la crea»
«La vida. ¿Quién sabe lo que es? Las religiones no, puesto que la consideran como un paso para otras regiones; la ciencia no, porque apenas investiga las leyes que la rigen sin descubrir su causa ni su objeto. Tal vez el arte que la copia..., tal vez el amor que la crea»
June 27, 2025
Me gustó mucho, la verdad. Leeré otras cosas con relación al autor para tratar de hacer una reseña.
May 13, 2017
Lectura obligatoria de la Universidad y que debo decir disfruté por momentos, en otros me pareció super lento el libro, pero en términos generales entiendo porque es un libro importante para nuestro país y es que nos van mostrando como fue el proceso de pasar de un entorno más costumbrista a lo modernista. Gracias a José Fernández y su vida cosmopolita podemos entender un poco más como era la vida por fuera de nuestra cárcel de costumbres, encontramos como el arte y el progreso se hacen más importantes a cada momento, además de ver el desarrollo de cada ser como individuo y que no está tan manipulado por la sociedad.
January 16, 2024
Esto pudo ser un correo
October 3, 2021
Solo he tenido que leer una selección de capítulos de este libro para clase y ha sido una auténtica pesadilla. La prosa es descriptiva, pesada y aburrida. La trama se basa en excesos y sexo. Lo peor es la visión del personaje sobre las mujeres, es enfermiza y polarizada: o santas o putas. Qué horror.
January 5, 2023
Es un muy buen libro, la pluma de José Asunción Silva es sin duda una de las mejores de todos los tiempos. Es un libro poco denso y bastante bueno.
April 11, 2023
"El amor ha hecho su nido en mi alma"
Nunca se enamoró, ni supo lo que era el amor, lo tengo muy claro.
Nunca se enamoró, ni supo lo que era el amor, lo tengo muy claro.
Read
July 16, 2025antes que nada reconozco y admito que no lo leí completo. me molesta hacer cosas así, pero el libro me derrotó. batallo mucho con el estilo de los modernistas, su ritmo no me atrapa y me terminó realmente cansando y agobiando. definitivamente que había razgos interesantes, eso sí. curiosamente me pareció mucho más interesante el recurso narratiuvo en el que cuenta la historia, pues es de un amigo leyémdoles su diario a sus amistades (cosa que se volvió bastante densa con la muerte del autor). la historia del diario en si es el paso de un sujeto lleno de dinero y talento que no logra calmarse y que perseguí a una chica de 15 años de quien decidió que se había enamorado, mientras tiene relacioens tortuosas con otras mujeres y suceden extrañas escenas con otras figuras de alta clase. el protagonista es absolutamente insoportable, pero viendo el final supongo eso es adrede. por el otro lado no sé cuál fue el mensaje, si es que hubo.
en general, más una curiosidad que una lectura obligada, en mi opinión.
en general, más una curiosidad que una lectura obligada, en mi opinión.
August 15, 2017
Cuando empecé a leer este libro, pensé que sería un montón de párrafos ampulosos muy comunes en el Siglo XIX literario. Estaba convencido de que la lectura sería un tedio que terminaría solo para poder decir que leí un libro del hombre del billete de 5000 pesos colombianos. Sin embargo, una vez salté el prólogo de García Márquez y empecé este libro, cuya trama no se empieza a sospechar sino hasta el final, me enredé en un montón de reflexiones filosóficas realizadas por una gran mente. Me perdí en una medio complicada retórica que describe las dudas de un ser humano reflexivo con respecto a la vida y la realidad en general. Los lectores nihilistas disfrutarán este libro, que hoy, calando aún el efecto que tuvo en mí y la sensación que dejaron sus últimas palabras, estoy convencido fue escrito por una de las mentes más grandes que ha nacido en este país. José Asunción Silva, artista anotado para relectura y mayor exploración <3
March 17, 2023
¿Tú crees que yo me acostumbro a vivir? No. Cada día tiene para mí un sabor más extraño y me sorprende más el milagro eterno que es el Universo. La vida, ¿quién sabe lo que es? Las religiones, no, puesto que la consideran como un paso para otras regiones; la ciencia, no, porque apenas investiga las leyes que la rigen sin descubrir su causa ni su objeto. Tal vez el arte que la copia... tal vez el amor que la crea... ¿Tú crees que la mayor parte de los que se mueren han vivido? Pues no lo creas. Mira, la mayor parte de los hombres, los unos luchando a cada minuto por satisfacer sus necesidades diarias, los otros encerrados en una profesión, en una especialidad, en una creencia, como en una prisión que tuviera una sola ventana abierta siempre sobre un mismo horizonte; la mayor parte de los hombres se mueren sin haberla vivido, sin llevarse de ella más que una impresión confusa de cansancio.
March 14, 2025
En un principio me aburría demasiado el estilo tan decorado de las frases y las descripciones, demasiado ampuloso y de aspiracionismo burgués que hoy carece de mucho sentido.
Fernández es un personaje con el que cuesta empatizar. Es ambicioso y egoísta hasta el tuétano. Sus reflexiones se tornan interesantes a medida que su enfermedad avanza. De una vacía voluntad de poder, de todo conocerlo, de todo poseerlo, pasando por el hambre de universalidad, para finalmente decantar en el mismo nihilismo hedonista.
Admiro los monólogos, los considero apreciables como un ejercicio de universalidad producido desde Colombia. Tal vez el mejor que he visto. Pero no deja de ser una ambición despreciable de hombre burgués que desconoce quién es el mundo, y le atribuye a la revolución un carácter, caricatura de como los poderosos conciben su propio poder, y como la sublevación no puede buscarlo sin resignificancia.
Fernández es un personaje con el que cuesta empatizar. Es ambicioso y egoísta hasta el tuétano. Sus reflexiones se tornan interesantes a medida que su enfermedad avanza. De una vacía voluntad de poder, de todo conocerlo, de todo poseerlo, pasando por el hambre de universalidad, para finalmente decantar en el mismo nihilismo hedonista.
Admiro los monólogos, los considero apreciables como un ejercicio de universalidad producido desde Colombia. Tal vez el mejor que he visto. Pero no deja de ser una ambición despreciable de hombre burgués que desconoce quién es el mundo, y le atribuye a la revolución un carácter, caricatura de como los poderosos conciben su propio poder, y como la sublevación no puede buscarlo sin resignificancia.
This entire review has been hidden because of spoilers.
October 5, 2018
Silva's "After-Dinner Conversation: The Diary of a Decadent" is a bit like reading an art house movie--like hanging out with the extras in Corman's "Bucket of Blood".
His protagonist is a tough man who searches for the poetic ideal of the feminine and the female while his life grows a bit too enmeshed with his friends who have no such focus. You notice he is a little strange when the details of his love interest are fleshed out.
This is a fascinating book and a revealing look onto the decadent period in literature; however, one can't help but be a little pissed that no one has translated his poetry, which is what he is remembered for. There are bad-slightly good translations here and there, but no collection. It is the same way with Mario De Sa Carneiro, though his prose is much more memorable. Translate the poems!
His protagonist is a tough man who searches for the poetic ideal of the feminine and the female while his life grows a bit too enmeshed with his friends who have no such focus. You notice he is a little strange when the details of his love interest are fleshed out.
This is a fascinating book and a revealing look onto the decadent period in literature; however, one can't help but be a little pissed that no one has translated his poetry, which is what he is remembered for. There are bad-slightly good translations here and there, but no collection. It is the same way with Mario De Sa Carneiro, though his prose is much more memorable. Translate the poems!
December 10, 2020
Interessante este romance do escrito Asunción Silva. O colombiano, muitíssimo influenciado pelos escritores finisseculares de moda na Europa, mostra sua visão interiorista e pessimista do homem. Escrito em formato de diário, De sobremesa narra os vícios de um dandy, Fernández, que, no meio do caos da existência burguesa frenética, apaixona-se por uma mulher que conhecera enquanto influenciado pelo ópio.
Desse ponto que esta odisseia moderna e modernista parte, mostrando uma narrativa íntima, sem muito anseio formal ou de conteúdo, quiçá mais programado para a exteriorização artística de um eu totalmente aprofundado num vazio ontológico.
Vale a pena ler, em definitiva, um dos precursores do modernismo da América Latina, influenciador de tantos outros escritores contemporâneos a ele e futuros também.
Desse ponto que esta odisseia moderna e modernista parte, mostrando uma narrativa íntima, sem muito anseio formal ou de conteúdo, quiçá mais programado para a exteriorização artística de um eu totalmente aprofundado num vazio ontológico.
Vale a pena ler, em definitiva, um dos precursores do modernismo da América Latina, influenciador de tantos outros escritores contemporâneos a ele e futuros também.
May 28, 2025
La única novela que sobrevivió al naufragió que se llevo gran parte de la obra escrita por Jose Asunción. La novela, con claras influencias del decadentismo francés, en espcial de la obra A contranatura de Huysmans, es una joya única en la literatura colombiana. Quizá peca de ser un poco europeizante pero a la vez juega con ese sentimiento tan criollo de no saber a que mundo pertencemos. Las reflexiones sobre la estética y sobre el tedio son magistrales, la belleza del lenguaje desplegado por Silva es un goce para el lector.
November 17, 2025
Jose Asuncion Silva el burgués antiburgués.
En un mundo obsesionado con la productividad, su "no hacer nada" es un acto de rebeldía. Afirma que la vida interior, la belleza y el arte son más valiosos que el trabajo útil. Un hombre que vivió una vida deliberada y ociosa, justo del tipo que cualquier persona común anhelaría haber vivido.
En un mundo obsesionado con la productividad, su "no hacer nada" es un acto de rebeldía. Afirma que la vida interior, la belleza y el arte son más valiosos que el trabajo útil. Un hombre que vivió una vida deliberada y ociosa, justo del tipo que cualquier persona común anhelaría haber vivido.
June 28, 2022
Capta muy bien los "problemas" que en realidad son nimiedades de un cínico socialité bogotano del siglo antepasado. Lo recomiendo para divertirse un rato aprendiendo de desamores y viajes, sabiendo que la manera en la que culmina no será la más satisfactoria.
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