Después de su exilio y tras once años sin ejercer el periodismo, Mónica González volvió a sentarse ante una máquina de escribir para publicar el reportaje “La mansión de Lo Curro”. Su regreso fue una declaración de principios: a la urgencia de denunciar las violaciones a los derechos humanos se sumaba la audacia de mostrar la corrupción al interior de la familia Pinochet.
Este libro es el reflejo de una voluntad incansable por encontrar la verdad en un contexto en que hacer periodismo podía significar la cárcel, cuando no la muerte. La propia Mónica González recibió múltiples amenazas y su auto explotó después de publicar una investigación sobre los bienes de Pinochet.
Como en el coro de las tragedias griegas, aquí escuchamos las voces de Gladys Marín, Sola Sierra, Raúl Pellegrin, Carmen Gloria Quintana, Isabel Allende, Patricio Aylwin, Mónica Madariaga, Gustavo Leigh y Arturo Fontaine Aldunate, entre muchas otras. Además, está la entrevista al primer agente que confesó cómo se torturaba y hacía desaparecer en Chile; el relato de la Flaca Alejandra, que pasó del MIR a la DINA, entregando a muchos compañeros; la historia del impresionante enriquecimiento de Julio Ponce Lerou, el yerno de Pinochet y controlador de Soquimich.
Recorrer las páginas de este volumen es adentrarse en una época feroz. Mónica González transmite el miedo y la violencia que se respiraba en las calles, logra develar los niveles de descomposición que alcanzaron nuestras instituciones y demuestra que el mejor periodismo no está supeditado a la actualidad. Muy por el contrario, adquiere categoría de documento histórico.
Estudió periodismo en la Universidad de Chile. Comenzó trabajando en El Siglo y formó parte del equipo de la editorial Quimantú, y tras el golpe de Estado se exilió en París. Volvió al país en 1978, realizando trabajos completamente alejados del periodismo, hasta que en 1984 ingresó a revista Cauce. Posteriormente trabajó en Análisis y fue corresponsal de diversos medios internacionales. A partir de 1990 fue subdirectora de La Nación, editora general de Cosas, y directora de la revista Siete+7 y del diario Siete. Ha publicado los libros Bomba en una calle de Palermo, Los secretos del Comando Conjunto y La conjura: los mil y un días del Golpe. Entre los principales reconocimientos a su trabajo están el Premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia (2001), el Premio Dan David de la Universidad de Tel Aviv (2006) y el Premio Homenaje a una Trayectoria (2006), entregado por la Fundación Nuevo Periodismo Internacional. En 2010 recibió el Premio UNESCO/Guillermo Cano de Libertad de Prensa por su lucha contra la dictadura en Chile. Hoy dirige el Centro de Investigación e Información Periodística (ciperchile.cl).
No es lo mismo leer historias de la dictadura que leer entrevistas y vivencias reales. Me encantaron los reportajes que mostraban (con evidencias) el delincuente que fue Pinochet y su familia y amigos. Amé cada entrevista y me sorprendí con la indolencia de algunos, como Fontaine
Divido en reportajes y entrevistas, esta compilación del trabajo de la extraordinaria periodista Mónica González; rescata su trabajo en la época de la dictadura para diversos medios alternativos de esos años nefastos: Revista Cauce, Análisis. En donde con su pluma develo los desfalco que ya el dictador Pinochet y su familia comenzaban hacer con sus bienes materiales personales en uso y abuso del estado y el poder absoluto que ostentaba, la venta de armas, la internación de drogas al país, las torturas y muchos más crímenes que hoy comienzan a ver la luz.
Entrevistas a personajes insignes de la dictadura, como Gustavo Leigh, el primer funcionario de la FACH que había de cómo se torturaba y apresaba de manera ilegítima a contrarios y contrarias a la dictadura, a "La Flaca" Alejandra entre otras y otros.
Una compilación que nos viene a mostrar nuevamente la importancia de un periodismo independiente y no servil como al que estamos tan malamente acostumbradas y acostumbrados hoy en día. La necesidad de medios independientes a los poderes económicos y políticos, y la tenacidad y valentía de una periodista que incluso prefirió pasar un día en la cárcel antes de entregar su material de trabajo (defendiendo así la libertad de información).
Es un libro que se devora a pesar de saber mucho de lo que acá se narra, pero que se hace tan imprescindible saber una y otra vez, para que nunca más volvamos a revivir el horror. Extraordinaria lectura para seguir pensando en estos 50 años del golpe cívico militar que derrocó un gobierno legítimo y en post de las mayorías.
Mónica González entrega una excelente recopilación de sus mejores reportajes y entrevistas. Sorprende y emociona la capacidad que tiene de hacer las preguntas correctas en el momento justo: del lado que fuera su fuente, siempre supo cómo llegar a esa respuesta que la mayoría (de los que leen hoy y quienes vivieron ese momento) estaba buscando. Con mucho respeto por aquellos a quienes les tocó hablar de ataques, torturas y pérdidas que sufrieron, todas ellas indescriptibles respecto al dolor. Mónica no solo fue oído y ojo en los años de dictadura y posterior retorno a la democracia, sino que también vivió el dolor, la injusticia, la opresión y la violencia de tantos otros. Y eso, se refleja en sus palabras. Gracias por tan alto aporte al periodismo.
Este es un libro importante. Más allá del valor intrínseco que pueda tener, lo importante de esta recopilación es el ejercicio de memoria, de no olvidar nunca lo que pasó con la dictadura.
El libro está compuesto de reportajes y entrevistas que la autora hizo durante la dictadura militar. Y la verdad es que cada uno deja con gusto a poco, uno quisiera saber más de cada cosa que ahí se menciona. Son muchos reportajes, se pueden leer en desorden, y funciona bien. Este libro hay que tenerlo en la casa, para que lo lean los hijos, y los nietos y todo el mundo.
Vale harto la pena leerlo, es ameno, pero también es terrible. Muy terrible.
Un compendio de crónicas que revelan la valentía, vehemencia y talento de Mónica González, que interpeló y remeció al poder omnipresente de la dictadura, a costa de poner en peligro su propia vida.