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Los Niños del Sol
Esta es la historia de dos hermanos, Tonatiuh y Citlalli, descendientes directos de los aztecas. Citlalli tiene ocho años y su hermano nueve. Son hijos de Metzi y Donají, una pareja de la clase trabajadora mexicana que vive en una pequeña casa con sus hijos y una singular iguana hembra, de nombre Jade, como mascota. Donají es maestra de primaria y Metzi es empleado en una fábrica.
Los niños son muy juguetones y creativos y parecen ver y vivir otra realidad desde que son muy pequeños pero, conforme los hermanos fueron creciendo, fue que sus padres se dieron cuenta de que ellos eran especiales, que tenían otros dones y que estaban siempre muy interesados en investigar las raíces de su cultura, aunque desconocen el verdadero origen de su comportamiento.
La realidad es que los hermanos heredaron de sus ancestros dos medallas sagradas e indestructibles que deben preservar ante todo y que llevan colgando de sus cuellos desde el día de su nacimiento y deberán portar a lo largo de su vida. Estos singulares medallones ancestrales de oro puro, con la imagen de Quetzalcóatl, provienen de un linaje impecable de descendientes aztecas que existieron desde la era de esplendor de este pueblo, y guardan un gran secreto heredado de generación a generación. Aquellos ennoblecidos que poseen esta joya tienen la capacidad de ver, oír y sentir más allá de los límites humanos y adquieren la obligación de recuperar el significado real de las hermosas tradiciones mexicas y de preservarlas.
Las medallas les conceden poderes de seres muy avanzados, tales como comunicarse con la mente (telepatía), viajar a otros lugares, mover objetos y la capacidad de hablar con plantas, animales, minerales y contactar con la madre tierra y el universo. Para orientarlos en su tarea, están acompañados por un par de bulliciosos e inquietos chaneques que se aparecen y les dan claves e información sobre sus ancestros y tradiciones.
Cada lección aprendida debe tener un símbolo que será llevado como ofrenda a Quetzalcóatl, en una cámara al centro de la Pirámide del Sol, en Teotihuacán, antes del ocaso o antes del amanecer.
De este modo inicia una historia colmada de sucesos extraordinarios, leyendas e historias inimaginables, travesuras y un profundo aprendizaje que nos dejará encantados con las aventuras de estos dos chiquillos, descendientes directos de Quetzalcóatl, Los Niños del sol.
Los niños son muy juguetones y creativos y parecen ver y vivir otra realidad desde que son muy pequeños pero, conforme los hermanos fueron creciendo, fue que sus padres se dieron cuenta de que ellos eran especiales, que tenían otros dones y que estaban siempre muy interesados en investigar las raíces de su cultura, aunque desconocen el verdadero origen de su comportamiento.
La realidad es que los hermanos heredaron de sus ancestros dos medallas sagradas e indestructibles que deben preservar ante todo y que llevan colgando de sus cuellos desde el día de su nacimiento y deberán portar a lo largo de su vida. Estos singulares medallones ancestrales de oro puro, con la imagen de Quetzalcóatl, provienen de un linaje impecable de descendientes aztecas que existieron desde la era de esplendor de este pueblo, y guardan un gran secreto heredado de generación a generación. Aquellos ennoblecidos que poseen esta joya tienen la capacidad de ver, oír y sentir más allá de los límites humanos y adquieren la obligación de recuperar el significado real de las hermosas tradiciones mexicas y de preservarlas.
Las medallas les conceden poderes de seres muy avanzados, tales como comunicarse con la mente (telepatía), viajar a otros lugares, mover objetos y la capacidad de hablar con plantas, animales, minerales y contactar con la madre tierra y el universo. Para orientarlos en su tarea, están acompañados por un par de bulliciosos e inquietos chaneques que se aparecen y les dan claves e información sobre sus ancestros y tradiciones.
Cada lección aprendida debe tener un símbolo que será llevado como ofrenda a Quetzalcóatl, en una cámara al centro de la Pirámide del Sol, en Teotihuacán, antes del ocaso o antes del amanecer.
De este modo inicia una historia colmada de sucesos extraordinarios, leyendas e historias inimaginables, travesuras y un profundo aprendizaje que nos dejará encantados con las aventuras de estos dos chiquillos, descendientes directos de Quetzalcóatl, Los Niños del sol.
55 pages, Kindle Edition
Published December 3, 2014
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