¿Cómo una lengua que nació en unas aldeas perdidas del norte de España ha llegado a convertirse en la segunda del mundo, con más de 500 millones de hablantes en los cinco continentes?
El siglo VIII fue una época compleja y oscura para la península ibérica. Sin embargo, en unos poblados perdidos al norte de la vieja Hispania se gestaba la que llegaría a ser, con el tiempo, la lengua española, con cientos de millones de hablantes distribuidos en los cinco continentes. Cómo fue posible tal prodigio? ¿Quién escribió las primeras palabras en castellano? ¿Cómo era la lengua en la Castilla de las tres religiones? ¿Dónde se imprimió el primer libro en España? ¿Cómo se difundió el español entre los pueblos de América, África o Filipinas? ¿Por qué se habló español en Italia o en los Países Bajos? Este libro nos cuenta la historia del español como si de una gran aventura se tratara; la aventura de la lengua y la aventura de sus hablantes, que la llevaron de las aldeas a los palacios, de los caminos a los conventos y de las posadas a los documentos oficiales. La lengua española viajará a América con los soldados, los clérigos, los funcionarios, los artesanos, hasta convertirse en lengua general. Con el tiempo las colonias desaparecerían, pero la lengua permanecería tras las independencias americanas y seguiría creciendo en recursos y hablantes como idioma de una rica comunidad internacional. El Instituto Cervantes es la institución pública creada por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y de las lenguas cooficiales, y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana. Está presente en 90 ciudades de 43 países en los cinco continentes.Francisco Moreno Fernández, autor del texto, es catedrático de Lengua Española de la Universidad de Alcalá. Ha sido director académico del Instituto Cervantes y en la actualidad es director ejecutivo del Observatorio de la lengua española y las culturas hispánicas en los Estados Unidos, centro del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard.
Un interesante librito, ni académico ni lo que se dice hoy divulgativo (que generalmente significa idiotizado o sobresimplificado). Traza un panorama de la lengua castellana desde varios puntos de vista, recorriendo al mismo tiempo el eje cronológico, con suficientes anécdotas para quitarle la aridez a un ensayo de esta clase, pero sin exagerar. Al final de cada capitulito se detallan las etimologías e historias curiosas asociadas a dos palabras relevantes, y las biografías condensadas de dos personajes reales o ficticios que ilustran lo anterior. El mecanismo es sencillo pero engancha. No sustituye a una verdadera Historia de la Lengua (así en mayúsculas y con el peso de un par de miles de páginas) pero es una introducción adecuada.
Fascinante. La manera en la que Moreno Fernández transmite su pasión por el español es notoria y contagiosa. Es sumamente interesante conocer la historia de la lengua con la que millones de personas nos comunicamos a diario, así como el bagaje que cargamos cuándo lo hacemos: porqué decimos ciertas palabras, quiénes influyeron en nuestra concepción del español o dónde surgieron distintas maneras de pronunciar y conjugar. Por otro lado, me agradó que no es un elitista del lenguaje. El autor otorga la misma importancia al léxico del pueblo que al de la academia, al de América que al de España y le da su digno lugar a las mujeres en la historia del castellano. Además de ser un relato, el libro es una celebración de la diversidad. ¡Muy disfrutable y ameno!
Está escrito por un verdadero amante de la lengua, conocedor muy académico e interesado en el estudio del lenguaje.
Va narrando cómo surgió el idioma y cómo se fué conformando, ligada su historia por supuesto a la historia de España. Luego aborda el hecho de que el español fué difundido en prácticamente en todo en mundo y las aportaciones de cada pais a su engrandecimiento.
Su narración al final de cada capítulo, de la historia de dos personajes significativos en el desarrollo del lenguaje en la época que está desarrollando y de dos palabras significativas de esa época también, hacen del libro muy ameno.
No creo que pueda tomarse como referencia académica, no importa en realidad, pero como referencia a tomar para los que nos gusta la historia de los idiomas, es muy "utilizable".
Buscaré otros libros del autor pues éste es muy disfrutable.
Un estupendo recorrido por la historia del español, para todos aquellos interesados en la evolución de la lengua. He de confesar que, con todo y que el autor escribe de manera amena, introduciendo personajes fundamentales en el desarrollo del español así como anécdotas sobre ciertas palabras, me costó prácticamente cuatro meses terminar la lectura. Y no es que sea malo ni mucho menos sino que, como es natural a un libro que documenta la historia de un idioma, hay partes que son densas y que es necesario leer con detenimiento.
En lo personal, en los últimos años mi interés por la historia de mi idioma ha continuado creciendo y no deja de asombrarme su complejidad y riqueza, como la del resto de las lenguas del mundo. Sin embargo, siento que pocas veces los hispanoparlantes nos hemos puesto a pensar en la valiosa herramienta que es la lengua y la importancia de conocer su pasado y su evolución y sus cambios. Incluso, considero que ninguneamos al español, con respecto a otros idiomas, como el inglés o el francés, y que a veces preferimos aprender otros sin reconocer las grandes aportaciones del nuestro tanto a la cultura como a la literatura. Pienso que en el caso particular de México, tenemos una relación un tanto bipolar con el idioma: seguimos persiguiéndolo como algo que nos dejaron "los españoles" después de una brutal conquista y por ello, mostramos cierta ambiguedad al respecto. Sin embargo, la realidad es que nuestro idioma ha evolucionado, se ha ampliado y cuenta con características propias que hoy por hoy, hacen que se encuentra entre las lenguas más habladas en el mundo y permita la comunicación entre varios países y millones de hablantes tanto
En el texto, Moreno reconoce la complejidad del español y su evolución constante, empezando en la península ibérica, con los pueblos invasores y los que triunfaron para al final mezclarse con los idiomas locales; la influencia árabe y judía, y su posterior explosión al llegar a las Américas. Me ha gustado mucho que el autor reconozca todas las demás regiones y países que fueron influidas por la lengua y en donde el español, si bien ya no idioma oficial, ha dejado su huella - en el norte de África, en las Filipinas, y en las comunidades judías sefaradíes. Para un hispanohablante en América, quizá sea difícil recordar de la presencia del idioma en esos lugares e incluso de poblaciones que lo preservan aunque con cada vez menos hablantes; sin embargo, esto sirve de muestra del poder y la importancia que tuvo nuestro idioma.
Y es justo esto -los cambios, el alcance, la evolución, la adopción de formas y palabras- que hacen del español (y de todos las lenguas del mundo), algo maravilloso, porque está vivo y se adapta a las necesidades del hablante.
Apropiado para conocer la historia del español dentro de un marco histórico, social y cultural. Algunos términos relacionados con la lingüística pero el texto sigue siendo comprensible. Como apasionado de los idiomas y su evolución, recomiendo la lectura.
En diversas ocasiones, conocidos de otras nacionalidades y de otras lenguas, en tono entre lo divertido y la comprensión, me pregutan "¿porqué en español tienen una palabra para todo?". Probablamente no para todo, pero una gran cantidad de cosas, es cierto. Èsta publicación no precisamente trata de responder esa pegunta, pero al paso de los capìtulos así lo va logrando.
Desde una perspectiva histórica sobre los enfretamientos históricos, la cosolidación de los reinos españoles sin que aún se llamaran de esa forma y por su puesto, los reinos vecinos, la extensión por América, las rutas de comercio, las crisis económicas, las conductas sociales y en éstos ùltimos tres siglos, la revolución tecnològica; Éste volúmen nos cuenta como su personaje principal, la lengua del Español, nace, comienza a crecer estirandose para un lado y para el otro, perdiendo y ganando palabras en esos jaloneos, frases y expresiones, sonidos y una que otra expresión escrita, hasta que llega el punto de una madurez temprana donde comienza a formalizarse, a enseñarse y extenderse mediante ese formalismo por Europa, por Asia, por Amèrica.
Los detalles están dentro de las pàginas del libro que como una excelente publicación acadèmica, tiene un compendio de referencias de primer nivel, sobre todo porque tiene un capìtulo expresamente escrito para poder acceder a ellas. Ya que la primer parte, està escrita para que cualquier pueda disfrutarla más que estudiarla.
Un detalle muy divertido, es que al final de cada capìtulo se presentan dos palabras y dos personajes. Las palabras se explican siempre buscando la referencia más antigua que se conoce. Pero no deja de lado otras creencias que resultan bastante còmicas. Los personajes sobra decier que estàn muy bien elegidos.
Como buen libro de divulgación, lo termino habiendo aprendido màs de lo que en sus pàginas se comenta. De mi lengua materna y su hermosa variante mexicana, no tengo màs que sentirme muy feliz de poder hablarla y escribirla, culta y de barrio, pero sobre todo, de hacer mi pensamiento en ella.
De las otras lenguas, tambièn me siento alegre de poder entender los procesos por los que todos los idiomas van pasando y que los cambios màs importantes, si bien pueden suceder con la imposición y el exterminio, realmente suceden en la cabeza de los que las van hablando. Ahì es donde se generan las nuevas formas y los nuevos caminos de la expresión humana.
Hablando del español en América: siempre convivió en armonía con las lenguas indígenas, no sé qué pudo pasar para que estén a punto de desaparecer ¿¿??
Hablando de la influencia de anglicismos en el español: eL inglÉs nOs coOme SoCorrO loS bebÉs DiCen áIPad
Además, se ve que, en una historia del español que abarca desde sus orígenes hasta nuestros días, la convivencia con el gallego, el catalán o el euskera no mereció mención alguna por su parte. Vaya usted a saber por qué.
Y sí que cuenta la maravillosa historia del castellano. La lengua más bonita que jamás he oído ☺️ me encantó aunque me hubiese gustado que el autor contara un poco sobre cómo el castellano evolucionó del latín. Ese relato también forma parte de su historia y no entiendo por que no la incluyó.
Este libro, organizado en tres partes de forma cronológica, nos cuenta la historia del español como si de una gran aventura se tratara. Cada capítulo consta de tres secciones: la narración histórica, la historia de dos personas o personajes de dicha época y la historia de dos palabras ligadas a cada período. Estos dos últimos apartados han sido mis favoritos. He disfrutado enormemente de la lectura, pues me ha resultado muy interesante y fácil de seguir. Me ha servido para recordar cositas que estudié en la carrera y para aprender nuevas. Hay datos tan curiosos como, por ejemplo, que el término que nos denomina como naturales de España es de origen occitano (no es extraño que los gentilicios los creen los pueblos vecinos), que la palabra «castellano» no empezó a usarse con consistencia hasta la época alfonsí y que el primer testimonio de la lengua vasca y uno de los primeros y más significativos del romance peninsular aparecieron exactamente en el mismo documento, en «Las glosas emilianenses» (están en el monasterio de San Millán de la Cogolla —tengo pendiente visitarlo—).
De verdad, todo lo relacionado con la lengua me parece fascinante y nunca me canso de leer sobre este tema.
Es una gozada cuando un autor logra transmitir la pasión que siente por la materia sobre la que escribe. Y eso mismo hace Francisco Moreno Fernández, incluso si quienes nos acercamos a este libro se supone que ya estemos predispuestos a encontrar el tema interesante. Los capítulos son amenos pero llenos de información, y se rematan con un par de secciones muy divertidas: "En dos palabras", donde explica la etimología y otros detalles curiosos de un par de vocablos ligados al periodo del que habla, y "Personajes, personas y personillas", dedicados a sujetos a veces históricos, a veces ficticios, observando bastante paridad entre hombres y mujeres. Hasta donde yo alcanzo (que tampoco es mucho, la verdad), el autor aborda de forma diplomática las implicaciones ideológicas de la historia de la lengua española, y me parece correcto no meterse en berenjenales innecesarios. Tan solo he de decir que en un par de ocasiones pega algún resbalón, como cuando dice que "La llegada de africanos a América estuvo relacionada con la necesidad de mano de obra para los trabajos y explotaciones de las colonias en todo el nuevo continente". O cuando explica que La Malinche "era inteligente y hermosa, tanto que, por una disputa entre grupos rivales, fue entregada a un cacique de Yucatán". Como si la esclavitud de los africanos se justificara debido a que alguien tenía que hacer el trabajo, y la de Malinche fuese culpa suya (ah, no haber sido tan guapa, nena). Hombre, señor Moreno, estoy segura de que todo un doctor en Lingüística Hispánica puede arreglárselas para articular bonita y escuetamente razones más certeras que esas. Yo aludiría al profundo hijoputismo de algunos humanos, porque me puede la vena barriobajera, pero usté seguro que pue hacelo mucho mejó.
C'è stato un periodo, verso la fine del mio percorso universitario, in cui ho seriamente preso in considerazione l'idea di non fermarmi alla triennale e di scegliere spagnolo come prima lingua al posto dell'inglese. Il motivo? Mi ero innamorata della lingua grazie a un esame sulla sua storia che Moreno Fernández definisce, giustamente, meravigliosa. La storia di tutte le lingue lo è, ma quella dello spagnolo, ai miei occhi lo è di più rispetto a molte altre. Questo libricino, quindi, è la sintesi di un mio sogno: una storia della lingua spagnola alla portata di tutti, sia per il modo in cui è scritta sia per il prezzo e l'esistenza di un'edizione tascabile. L'unico difetto è che si tratta, appunto, di un libricino, ovvero di un volume breve (troppo) che può ripercorrere solo in modo sintetico la lunga storia del castigliano/spagnolo di cui difficilmente mi stancherei di leggere. In diciotto brevi capitoli, Moreno Fernández ci prende per mano e ci guida alla scoperta della lingua spagnola, dalle origini ai giorni nostri, esplorando lo spagnolo di Spagna e quello parlato in altre aree del mondo, le Americhe in primis. Le parti più interessanti sono sicuramente i primi capitoli, in cui si ricostruisce la nascita del castigliano e delle prime influenze linguistiche, seguite dai capitoli che si concentrano sulle diverse varietà di castigliano parlato dall'altro lato dell'oceano, motivo per cui ora più che mai sento il bisogno di un libro simile sulla storia del catalano (altra mia lingua del cuore) e di un volume a un prezzo accessibile sul rioplatense e sull'eredità che l'arabo ha lasciato allo spagnolo. Linguisti e case editrici, non deludetemi.
Nunca creí que un libro sobre la historia de la lengua castellana sería tan interesante. Y es que fue una experiencia muy única, siendo un lector poco dado a la no-ficción histórica. Sin embargo, La maravillosa historia del español es un descubrimiento enorme, y sobre todo una lectura a través de la cual aprendí demasiado. Es un Historia de la lengua 101, materia que estoy cursando actualmente en mi carrera. Moreno Fernández es un muy buen docente. Todo lo explica demasiado claro, con muchos ejemplos y aplicaciones dinámicas, siendo puntual en términos lingüísticos o literarios sin caer en la incomprensión, y un hilo conductor que permite la creación de una imagen completa e informada de la lengua española, su importancia, hitos y evolución a través de los siglos. Claramente, ayuda bastante estar cursando una materia en la que el docente basa sus explicaciones en este libro. Yo expuse el capítulo 6 :)
Hace 3,000 años habían 4 familias lingüísticas: celta, itálica, germánica y eslava. El parentesco entre éstas se debe a un ancestro común denominada indoeuropeo. Hay algunas lenguas de Europa que no se conoce el origen como: finés, húngaro, estonio, lenguas laponas y euskera.
La familia Celta se extendía antes de Cristo por gran parte del continente europeo, pero por sobre todo en el noreste de la península ibérica y puntos diversos a lo largo de la costa atlántica. La familia itálica, que incluía dos grandes lenguas el latín y el griego, que se extendieron por el dominio Mediterráneo occidental y la segunda por el oriental. El apogeo del latín fue consecuencia del imperio romano, y el griego llegó con la extensión del imperio Bizantino. En el norte de Europa la familia germánica, su extensión hacía al sur y el oeste llegaría con el saqueo de Roma y con la entrada de estos en la península ibérica. La familia eslava tuvo su dominio en Europa nororiental y desde ahí se fue extendiendo hacía el sur hasta llegar a Bizancio en el siglo VI.
Entre el siglo IV y X las lenguas latinas populares se fragmentaron, debido también a la decaída del imperio Romano. Sin embrago, el latín procedió gracias a que éste fue el idioma de la Iglesia occidental, y se utilizaba en la escritura y en los discursos públicos más elevados. Era una lengua de estatus social alto, que se oponía al uso privado y popular de las lenguas habladas (latín vulgar).
El distanciamiento de las lenguas romances o fragmentación del latín, llevo preocupaciones al Emperador Carlomagno y su sucesor Luis el Piadoso a unos de los proyectos más representativos de la Edad Media la reforma carolingia, o también llamada renacimiento carolingio. Esta reforma busco la creación de escuelas junto a Iglesias para la enseñanza obligatoria del latín. Ellos se encargaron de promover la recuperación de manuscritos clásicos, e inició la labor de copia. Además el latín se convirtió en la lengua común para la escritura. Esta reforma buscaba corregir el latín que se había tergiversado por las manifestaciones romances, esta correcciones llevó a generar una clara distinción entre la lengua latina culta y clásica de las lenguas populares. A partir del siglo XI se consolidó el castellano como lengua religiosa y civil, y se genera la conciencia clara que se hablaba distinto al latín.
En el siglo VIII la Hispania Visigoda se hallaba en una grave crisis con flaquezas políticas, decadencia cultural y un latín muy vulgarizado y diversificado. En el año 711 la invasion militar musulmana puso fin a La Corona visigótica, primero con el desembarco en Gibraltar y, unos meses después, en la batalla de Guadalete. Con la caída del Rey Rodrigo, último rey visigodo, ante las tropas comandadas por Musa ibn Musair (Moro Muza), gobernador árabe de Tánger. En pocos meses la totalidad de la península había queda ocupada por los árabes, Muza regresó con el botín a Damasco, capital del imperio Omeya.
Ante el poder musulmán, en el norte empezaron surgir focos de resistencia cristiana, culminando en la batalla de Covadonga en el año 722. Esto dio lugar a tres hechos decisivos: 1. El primer triunfo de carácter definitivo contra las tropas musulmanas. 2. El primer acto de proceso de conquista del territorio perdido por los visigodos. 3. La formación del primer reino cristiano. Hacia mediados del siglo VIII con don Pelayo a la cabeza ya existía un reino estable en Asturias. Este reino se fue construyendo mediante el reparto de su geografía en condados y territorios independientes. En este punto surge la formación del primer señorío de Castilla, que a mediados del siglo IX se convertiría en condado, aún sin independencia, que alcanzaría de facto en 932 con Fernán González.
Esta Castilla permite la formación del castellano como variedad lingüística. Núcleo de desarrollo de este condado fue Burgos, se estima una población de 20,000 sobre alrededor de 4 millones en la península, y de 250,000 en el reino de Asturias y León. El condado de Castilla tenía dos elementos que lo afectaban, el uso del latín eclesiástico escrito por los clérigos retirados a estas tierras y la cercanía a otras variedades romances, de las cuales se destaca la austur-leonesa, utilizada en la corte del reino, seguramente conocida y manejada por los señores y condes de Castilla. Es por esta razón limitante que el castellano tuvo que formarse como lengua popular de campesinos y pastores.
En la Edad Media era normal hablar de romance, de román (con variantes) o del vulgar. Estas no estaban claramente diferenciadas o limitadas, dado que en esa época no habla ningún modelo de referencia o normas expresas. Esto significa que en el señorío y condado de Castilla un romance hablado (no escrito) por una población dispersa que se encontraba rodeada por otras variedades romances, como las asturianas, las leonesas y las navarro-riojanas. Por encima de estas, se encontraba un latín vulgarizado, propio de los clérigos y de unos pocos que escribían.
Algunos creen que debido a la incultura lingüística de los campesinos y ganaderos los llevo decir iniesta o enero, cuando las demás variedades de romance conservaban una consonante al comienzo de la palabra (giesta, janeiro) o a decir ijo (hijo) o noche cuando lo normal era conservar la f (filho) o la t latina (nit, noite).
La escritura del castellano tuvo que iniciarla personas con dos rasgos obligados: uno saber escribir latín y dos hablar castellano. Ambas condiciones las reunían los habitantes de los monasterios que entre 800 y 1,000 existieron en el condado de Castilla y sus áreas adyacentes. Los monjes copiaban a mano documentos antiguos o procedentes de otros monasterios con el fin de contar con los textos necesarios para la vida monacal. Al mismo tiempo los monjes solían hacer los escribanos para redactar escrituras, contratos o acuerdos entre señores y vecinos de su entorno. Así fue como Alfonso, en el siglo XII, creó un cuerpo de escribanos públicos distribuidos por las distintas jurisdicciones del reino.
La enseñanza de la escritura se practicaba principalmente desde escuelas monacales y episcopales, cuyos discípulos fueron creciendo conforme a la red de monasterios. Desde el punto de vista lingüístico,el hecho que el origen del castellano escrito saliera de los monjes, tuvo como consecuencia la incorporación de muchos latinismos (escritura, homocidio, monumento, oración, vigilia, virtud, vocación, voluntad). En la formación de red de monasterios fue decisivo el nacimiento del Camino De Santiago Compostela, esta ruta de peregrinaje trajo influencias del francés y del occitano (fraile, monje, hereje, preste, doncel, linaje, peaje, salvaje). Curiosamente, la palabra que denomina a la gente natural de España no es de origen castellano sino occitano, introducida en la península por inmigrantes franceses. Es común que los gentilicios y los nombres de las lenguas sean creados por pueblos vecinos, ya que son ellos los que tienen la necesidad de llamar a los demás (hispaniolus).
El papel fue introducido a Europa por los árabes, el documento más antiguo conservado en papel es una carta en árabe del año 806. La escritura en la Edad Media tenía dos tipos principales, el comunicativo y el organizativo. El primero son cartas, comunicaciones personales, públicas o privadas, y el segundo documentos medievales con intención de ordenadora, certificadora o administradora. Sin embargo, hay una función adicional la función estética y lúdica, la escritura literaria. Textos para ser leídos en voz alta a otros, así la primera literatura medieval es Auto de los Reyes Magos (siglo XII) la obra más antigua en castellano.
A media que el reino de Castilla fue creciendo y consolidándose como entidad política, fue adquiriendo mayor importancia su cancillería real, el lugar donde se redactaban los documentos jurídicos y de gobierno. Fernando III tomó la decisión de que la cancillería real comenzara a emitir documentos en castellano, en detrimento del latín y del leones, Fernando fue rey de Castilla y León desde 1,230. Para ese entonces Castilla era el reino cristiano de mayor pujanza demográfica y económica, y de mayor extensión geográfica. Para la producción de libros en castellano, se afrontó la tarea de fijar la ortografía, con el fin de ordenar y facilitar la escritura. Labor continuidad por su hijo Alfonso X, donde se lograron traducciones formales desde el hebreo, el árabe o el latín.
Entre el año 711, año de la invasion y 1,492 año de la rendición de Granada, hubo territorios gobernados por musulmanes en la península ibérica. En 1,212 con la guerra de Navas Tolosa, gran parte del territorio peninsular paso a dominio de reinos cristianos. En este periodo la época de mayor influencia fue la transcurrida entre el año 756 y el año 1031, cuando el emir Abderramán I creo el emirato de Córdoba y se concluye el autónomo califato de Córdoba de Abderramán III, casi tres siglos de esplendor de la llamada al-Ándalus. Esta presencia árabe llevó a que el español adoptará varios arabismos, cerca de 4,000, teniendo encuentra derivados y topónimos (el diccionario académico incluye 1,300). Jabalí, almohada, almanaque, toronjil, alcachofas, berenjenas. En lo académico también introdujeron el concepto de "cero", el uso de la "x" como el valor incógnito, la palabra cifra y la numeración arábiga, hoy universal.
Con la caída de los árabes, el castellano empezó a permear el sur, así fue a Sevilla y a Andalucía, donde llegaron pobladores de todas las regiones de la península, generando una nueva nivelación, que generó innovaciones, préstamos y simplificaciones, permitiendo simplificar el sistema consonántico castellano y generar el uso del seseo y del yeísmo, porque la lengua podían seguir siendo castellano sin la zeta y la elle.
El reinado de Alfonso el Sabio, en el siglo XIII, además de impulsar el castellano como lengua de la cultura y de la ciencia. También impuso las bases para que La Corona de Castilla se convierte a en la economía más potente de la península. Con la creación en 1,273 del "Honrado Concejo de la Mesta de Pastores" que hasta 1,836 rigió la actividad ganadera de España y fue ja de las mayores agrupaciones gremiales de Europa. Aquí se establecieron los derechos y deberes de los ganaderos, especialmente respecto a los agricultores y terratenientes, se organizó el monopolio de un bien que generaría grandes ingresos para Castilla, la lana de oveja merina. Este auge económico proporcionó también mayor fuerza la difusión del castellano.
La lengua escrita tuvo su auge a mediados del siglo XV con la inversión de Johannes Gutenberg en 1,449 con la imprenta. Llegó a España en 1,472 a Sevilla donde se imprimió el primer libro de España y en castellano: el Sinodal de Aguilafuente. Se debe tener presente que los avances culturales de la época no tenían un impacto directo en el desarrollo de las lenguas, ya que la mayoría de la población era analfabeta y ajena a los logros culturales y tecnológicos. Se permeaban por medio de aspectos de la vida popular, la literatura popular (hablada en voz alta), en la comunicación del pensamiento religioso (a través de sermones), y la transmisión voz a voz de los saberes científicos.
En el proceso lingüístico e histórico del castellano, fue la llegada al continente americano y su consiguiente expansión. El origen del proyecto fue comercial; buscar la ruta al oriente, sin embargo después lo reyes Católicos confirieron el espíritu evangelizador, generando oportunidades a muchos españoles y se convirtió en un proyecto del Estado.
Nota: - Queso: la palabra castellana queso, como la portuguesa queijo o la gallega queixo, procede del latín CASEUS, cuyo significado se le con el molde con que se hacen los quesos. De esa misa misa voz procede el alemán Käse y el inglés cheese. Pero en otras leguas romances, se usa fromage (francés), formaggio (italiano) dado que en italiano se utilizaba FORMATICUS, es decir, ahormado, hecho con molde, con una forma. Así, el origen del queso y de fromag es el mismo, pero las lenguas adoptaron la parte sustantiva de la expresión (caseus), y otras la parte adjetiva (formaticus).
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Uno podría pensar que un libro que aborda la historia del Español, podría resultar duro de leer y justo allí encuentro uno de los aspectos positivos de este libro: ESTE LIBRO ES ENTRETENIDO pero no por ello deja de abordar el tema con rigor histórico. Se nota que el autor más allá de ser un teórico del tema es también un apasionado del Español, que sabe como narrar sin ser árido o tedioso. El mismo título de libro deja ver el gran cariño del autor por el Español (y confieso que el título me enganchó y el libro no me defraudó)
El libro está dividido en tres partes (que a su vez se subdividen en capítulos): 1) De los orígenes a las grandes navegaciones. 2) Del Imperio a las revoluciones y 3) De las independencias al siglo XXI. Me pareció un gran acierto que los capítulos son cortos y no están cargados de citas bibliográficas PERO el libro cuenta con una sección de apéndices en los que se encuentra uno llamado Comentarios Bibliográficos y otro de Referencias bibliográficas. En el primero de ellos el autor indica y comenta cuáles fueron sus fuentes principales a la hora de elaborar cada capítulo del libro; lo cual abre el abanico si uno quiere ahondar en tal o cual tema; el segundo son las típicas referencias bibliográficas en extenso.
Cada capítulo cuenta con dos complementos muy lindos: una sección de titulada "Personajes, personas y personillas" donde el autor nos habla de dos personas (o personajes ficticios) que de alguna se relacionan con la época histórica del capítulo en cuestión; y del mismo modo selecciona dos palabras de esa época y nos cuenta la historia de dichas palabras. Por ejemplo en el capítulo "En las tierras hispánicas" (3era parte) las personas elegidas fueron Mario Moreno "Cantinflas" y Mercedes Sosa y las palabras fueron Zócalo y Jíbaro. (Uno de los otros apéndices es un Índice de personajes y palabras). Como ven, es un libro muy bien organizado (que además cuenta varios gráficos y mapas).
Soy latinoamericana y confieso que me sentí un poco perdida al inicio del libro pues es natural que se toquen temas sobre la historia de España (y de Europa en general) pero la internet en estos casos es salvadora (aunque Wikipedia tenga sus detractores, pues a mi me resultó de gran utilidad como complemento/ayuda para la lectura de este libro).
Ojala y se animen con este libro porque deja 100% claro que la historia del Español es realmente maravillosa; y además porque la manera peculiar del autor de contar esa historia es muy amena.
Casi exactamente el libro que estaba buscando: un amplio repaso a la historia de la lengua española pero sin excesivos detalles. En cierto modo, me gusta la forma en que el libro está dividido en varias secciones, a veces transmitiendo la historia con una exploración de palabras individuales y personalidades importantes. Esto hizo que el libro fuera digerible, sin embargo, normalmente prefiero una historia más lineal.
Un libro tal como su título: MARAVILLOSO es impresionante como nuestra lengua ha pasado su historia con tantos matices, y no pudo ser escrito de tal forma, ágil de leer, reflexiva y graciosa (llena de gracia también) cómo nos la presenta Francisco Moreno. Soy orgulloso hijo de México pero ahora aún más orgulloso nieto de España!!
Un libro tan maravilloso como su título. Perfecta narrativa con un buenísimo toque humorístico que hace al texto de lo más ameno. Está contado de tal forma que casi parece un cuento. ¡Quién iba a decir que la lingüística podría ser tan divertida! Me lo he pasado bien, me he reído a ratos y, sobre todo, he aprendido mucho. Mis dieces a Francisco Moreno. Se ha ganado una nueva seguidora.
Fascinante obra, es uno de esos raros libros que saben entretejer información, historia, academia y comedia magistralmente. Muy recomendado, pues no sólo revisa la evolución de nuestra lengua sino que es una agradable lectura.
Sólo por el hecho de que se considere a los idiomas nativos y dialectos inferiores toda la obra es perfecta, y cito "se ha ido produciendo un abandono de muchos usos populares y dialectales tradicionales, en beneficio de formas más cultas y generales."
La historia del español, interesante y llena de vicisitudes. Desde las lenguas prerromanas que le sirvieron como sustrato hasta la lengua actual plagada de anglicismos, pasando por la invasión árabe, el descubrimiento de América y añadiendo personajes y origen de varias palabras. Muy curiosa.
Me encantó este libro y estoy orgullosa de haber logrado leerlo en español. Es una introducción a la historia del español y una celebración de la diversidad de esta lengua. Me gustó mucho que el autor también incluyera mujeres en las partes sobre personas que influyeron en el desarrollo del idioma.
Una introducción de carácter divulgativa pero muy bien explicada. El cierre del libro es un poco flojo pero sirve para tener una idea general de la historia de esa maravillosa lengua.