Cuando Isidro es enviado a la casa de campo de su abuela en el Chaco tras perder a sus papás, nunca imaginó que el naranjo que crecía junto a la ventana lo transportaría a un monte mágico y misterioso donde los personajes más asombrosos y los villanos más aterradores lo acompañarán en la aventura más importante de toda su vida: volver a casa con el corazón restaurado.
Juan Solá es escritor y guionista. Nació en la ciudad de La Paz, Entre Ríos, el 24 de enero de 1989. A corta edad se radicó en Resistencia, Chaco, donde cursó sus estudios y publicó su primer libro, Cuentos para compartir, a los diez años. Tras haber obtenido numerosos premios y reconocimientos en certámenes literarios a nivel nacional, se trasladó a Buenos Aires para continuar su formación y dedicarse de lleno al mundo de las letras como editor y con la publicación de sus libros Naranjo en flúo y Microalmas.
2.5⭐ "Si no existiera la oscuridad, tal vez tendríamos un mundo pacífico, pero solo porque no podríamos escoger otra cosa. Es importante tener la posibilidad de elegir."
Un niño triste que tiene una aventura reveladora. Una micronovela surrealista como solo los sueños son. Aniñada, con el regusto de las leyendas argentinas y una linda perspectiva. Exagerada en las enseñanzas y los personajes.
Una versión argentina, algo absurda y no lograda de Alicia en el País de las Maravillas y Coraline, tal vez. No veo razones para recomendarlo; incluso la prosa preciosa del autor no se luce como en Microalmas.
Naranjo en flúo se merece más que cinco estrellas. No esperaba menos de Juan Solá, ya que es uno de mis autores favoritos desde que tuve el primer contacto con uno de sus textos vía redes sociales. A partir de ahí, todo fue un viaje de ida. Este libro me sorprendió caminando por el centro de mi ciudad en la vidriera de una librería nueva. Me volví loca cuando lo ví porque acá no se consiguen sus libros, a no ser La Chaco y Ñeri en librerías grandes y el resto en ferias del libro o cuando él visita nos visita. Apenas lo focalicé quise comprármelo y terminé haciéndolo en ese mismo momento (me sentí bendecida porque justo tenía plata para hacerlo). A pesar de ser un libro, a mi parecer, disinto a otros del autor, tiene un dejo de su escritura que se podría reconocer en cualquier lado. Esas piezas que te ponen en frente y pensás "sí, le pertenece a él totalmente". La manera cruda y sin vueltas de plantear lo que sucede te quita el aliento en cada libro y este no es la excepción. Pero Juan tiene la capacidad de devolvértelo antes de darle un fin a la historia. Naranjo en flúo es un libro repleto de magia e imaginación. Tanto que me volví una niña leyéndolo. Me sentí inmersa en una historia corta, con dibujos; mientras me convertía en una yo de un metro, sentada en el sillón con un cancán de mariposas y dos colitas leyendo mis primeros textos. Cuánta falta hace leer cosas así cuando uno va creciendo. Recomiendo a todos que lean este libro en algún momento de su vida, y les deseo que encuentren a tan buenos consejeros como Pyragué o Yastay. Me sentí tan libre mientras transcurría la lectura, me di el tiempo de interpretar cada párrafo y formar la increíble escena que las descripciones de Juan nos ofrecen para deleitarme con ella y con los poderes de la imaginación que tan importante es cuando somos niños y con el tiempo se nos va escapando un poco. El capítulo ocho es mi favorito. Como dije, las descripciones son de otro mundo y esta parte le hace justicia totalmente. Me quedo con cada imagen que se formó en mi cerebro tras leer las palabras allí escritas. Por último, y no sin antes volver a recomendar que lean con detenimiento éste libro, me gustaría dejar unas de las frases que más bonitas me parecieron del libro. -"Los seres que amamos no se mueren, pichón. Sólo terminan de recorrer su camino, y van a esperarnos a la salida del monte. Cuando vos atravieses el Tahñí de la vida vas a poder encontrarte con ellos. Aunque te duela mucho, es tu destino. Es necesario que durante ese camino llegues a comprender que la grandeza de tus papás no tiene que ver con el lugar que ocuparon cuando vivían en tu mundo, sino con el gran vacío que dejaron cuando se fueron." -"El espíritu de un ser se engrandece cuando puede elegir la luz. Si no existiera la oscuridad, tal vez tendríamos un mundo más pacífico, pero sólo porque no podríamos escoger otra cosa. Es importante tener la posibilidad de elegir." -"Lo correcto es ponerse en el lugar del que está sufriendo aunque eso pueda significar el sufrimiento propio. Y es correcto porque elegiste hacerlo. Si el mal no existiera, Isidro, no podríamos elegir hacer lo correcto, simplemente seguiríamos el mandato impuesto. Esto no hace más grande a nuestro espíritu." Les deseo un viaje lleno de sabiduría y aventuras como el que le tocó transitar a Isidro y que hagan grande a su espíritu. <3
Me encantó. Como me habían dicho, es un relato enfocado a un público juvenil. Pero no es para niños, ya que tiene escenas de violencia en la que pelean animales.
Isidro vivía en Buenos Aires y tras perder a sus dos padres, lo mandan a Chaco con su abuela materna. Mientras se va acostumbrando a la vida en el campo, descubre lo que en el monte hay criaturas mágicas y otras terroríficas, que lo ayudarán a transitar este momento.
Hermosa narración de Juan Sóla, amé encontrarme con estas criaturas en el monte chaqueño.
《La niña se recostó junto a Isidro y le tomó la mano temblorosa. Él volteó a verla. Por un instante, sus ojos se cruzaron. Había estrellas en la mirada de la muchacha》.
#NaranjoEnFlúo de #JuanSolá e ilustrado hermosamente por #RepoBandini (deslizando de derecha a izquierda les dejo foto de las ilustraciones)
Cada día me gusta más leer LIJ.
Este libro lo leí en junio o julio y no había subido mis impresiones por vago.
Esta historia está protagonizada por Isidro que luego del fallecimiento de sus padres en un accidente de tránsito es enviado a la casa de su abuela en el Chaco.
La abuela Dalmacia le acomoda el cuarto que era de su madre, Alicia, cuando ella vivía en el Chaco.
Desde la ventana de su habitación se veía un naranjo muy grande 《Isidro pensó que nunca había visto un árbol tan hermoso. Tenía el tronco grueso, entre verde y gris, y la copa redonda estaba cubierta de enormes flores blancas. Las frutas parecían globos, como si el árbol se hubiera vestido de fiesta para recibirlo》.
Durante la noche y en su sueño, ese naranjo lo llevará al monte chaqueño, un monte de fantasía en donde se desarrollará la historia del libro entre personajes amigos y no, entre palabras de los pueblos Qom y Guaraní y que llevará a Isidro a vivir una gran aventura.
《Nadie le explicó por qué sus papás se habían muerto y por qué ese colectivero había ido a trabajar sin dormir y qué pasaba cuando a uno se le mueren los padres a los doce años. Tampoco le dijeron por qué no pudieron despedirse, o por qué sentía que le ardía el corazón. No sabía si aquel ardor iba a durar para siempre. A lo mejor, pensó, tendría que averiguarlo solo》.
《El amor no te hace débil》.
《Los ojos de Isidro se llenaron de lágrimas cuando recordó a su mamá, pero ahora ya no se sentía solo. Supo que ella estaba allí, en el Tahñí, y que parte de su alma estaba en el río, en el monte y en las luciérnagas》.
Cuando compré este libro, no me imaginé que iba a leer una aventura infantil. Sin embargo, me pareció una hermosa historia que deja lindas enseñanzas. Creo que los adultos de vez en cuando tenemos que encontrarnos con este tipo de lecturas que nos reencuentren con nuestro niño interior. Es el segundo libro que leo de Juan Solá, y definitivamente, quiero seguir descubriendo lo que tiene para contar.
Una linda lectura para comenzar el año, muy amena. Las ilustraciones son hermosas y es un libro que se lee en una sentada y nos llena de ternura el alma. Me gustó que la temática haya sido mitos y leyendas del monte, me gusta lo autóctono de Juan Solá en sus historias. Lo recomiendo para pasar un buen rato.
2.5⭐ Nada que me matara, es tierna, es corta, es para pasar una horita leyendo algo. No va a ser trascendental en mi vida pero no me parecía que mereciera menos estrellas. Muy tranqui, no causó mucho en mi solamente.
Increíble la forma en que la pluma de Sola puede calar hondo en el alma y sacar a la luz aquellos recuerdos que ni siquiera sabíamos que teníamos. La forma en que nos hace pensar sobre la elección de la bondad sobre la maldad o viceversa... nos regala pasajes increíbles!
No sabia que era un libro infantil, pero de igual forma lo pude disfrutar. Toma de una forma muy especial la perdida de un ser querido y el duelo en la infancia. Creo que es un buen libro, pero no es mi preferencia, lo compre solo porque era de Juan Sola
Me gustaría usarlo con mis alumnos, narra una hermosa historia, donde se pueden valores entre amigos y familias. Los nombres de los personajes me complicaron un poco recordar cuál era cada uno.
Me gustó mucho, es corto pero atrapante, me recordo el sentimiento de ser niñx y dejar volar la imaginación, muy lindo! Cómo todo lo que escribe Juan Solá❤️
Es increíble como los escritos de Juan Solá te atrapan, te interpelan. Lo que crei que era un simple cuento, terminó siendo una gran enseñanza e introspectiva de la vida misma, de los lazos.
Este libro me fue para la clase de literatura,me gustó esta bueno,es entretenido pero no fue una lectura que me encantó, igual está bueno no es tan largo, y para los adolescentes,niños
Lo leímos con mi hijo de once años. Todas las noches esperaba ansioso por su capítulo diario (algunas hicimos trampas y leímos dos seguidos). Que maravilloso ser Juan Solá. Multifacético, talentoso y con una enorme capacidad para la palabra escrita. Todos sus libros skn perfectos.
Se me vinieron a la cabeza hsitorias como el Mago de Oz o Alicia en el País de las Maravillas, pero este en cambio me resultó muy difícil de terminar, a pesar de que es una novela corta para niños/jóvenes y se supone dinámica. Adoré el arte de tapa de la reediciòn de 2019.
Si bien es una novela más bien orientada a las infancias, la pluma de Juan Solá conmueve e invita a leer a todas las edades. El mismo Juan dijo que somos infancias en pausa y por eso Naranjo en flúo es una bella lectura para regalarnos.
"-Los seres que amamos no se mueren, pichón. Sólo terminan de recorrer su camino, y van a esperarnos a la salida del monte. Cuando vos atravieses el Tahñí de la vida vas a poder encontrarte con ellos. Aunque te duela mucho, es tu destino. Es necesario que durante ese camino llegues a comprender que la grandeza de tus papás no tiene que ver con el lugar que ocuparon cuando vivían en tu mundo, sino con el gran vacío que dejaron cuando se fueron".
A pesar de que fue una sorpresa (negativa) darme cuenta que era una novela “infantil”, tengo que remarcar que me hubiera encantado leerla de más pequeño y sería una gran lectura para el nivel primario. Me hizo recordar tiempos donde leía novelitas de Alfaguara calificadas por dificultad. Bonus track: las ilustraciones son hermosas y geniales.