Georges Didi-Huberman, a philosopher and art historian based in Paris, teaches at the École des Hautes Études en Sciences Sociales. Recipient of the 2015 Adorno Prize, he is the author of more than fifty books on the history and theory of images, including Invention of Hysteria: Charcot and the Photographic Iconography of the Salpêtrière (MIT Press), Bark (MIT Press), Images in Spite of All: Four Photographs from Auschwitz, and The Surviving Image: Phantoms of Time and Time of Phantoms: Aby Warburg's History of Art.
É possível não gostar de alguma coisa escrita por Didi-Huberman? Comecei quase todos os capítulos sem entender onde os raciocínios iam se concretizar, mas todas as vezes me surpreendi com as amarrações argumentativas e referenciais brilhantes do autor. Percorrendo obras e narrativas de artistas minimalistas norte-americanos, Didi vai tecendo os “raios insondáveis que varrem nosso relacionamento perceptivo, sensível e teórico com a pura virtualidade contida nos ícones e índices plásticos de nossa condição.” Um cubo preto de Tony Smith (“Die”, 1962) nunca mais será visto como um cubo preto, e sim como uma imensidão de significados e significantes que vão além mesmo do nosso olhar.
Existe la idea de que cuando vemos algo estamos "ganando", pero para Didi, la visualidad está sustentada más bien en la pérdida: ver es perder, hay un rastro que se escapa a nuestra aprehensión cuando miramos. Esta pérdida (escisión, en palabras del autor) otorga a lo que vemos cierta facultad para "mirarnos" puesto que al hacerlo, al contemplar imágenes visuales, se abre una herida fundamental en nuestra constitución como sujetos.
Ante esta pérdida entramada en el proceso de la visión existen dos posturas: la tautológica y la de la creencia. La tautológica señala que "lo que vemos es lo que vemos", es decir, que no hay nada oculto o símbolico en el objeto visual. La creencia por su parte considera que lo que hay que ver en los objetos dados a la mirada está fuera de lo visible, que hay un "más allá" en el que obra el sentido de la imagen.
A partir de esto, Didi discurre en la problemática teórica del arte minimalista estadounidense, de manera específica en el "objeto más simple de ver": el cubo negro de Tony Smith. Rescatando el concepto de "aura" de Walter Benjamin, el autor comienza el proyecto de dialectizar ambas posturas, dialéctica en la que diversos conceptos y teorías van entrelazándose hasta tejer una metapsicología de la imagen y de lo visual.
"E diante da imagem - se chamarmos imagem o objeto, aqui, do ver e do olhar - todos estão como diante de uma porta aberta dentro da qual não se pode passar, não se pode entrar"
El autor acomete la hercúlea labor (sintomática para todo historiador del arte) de ajustar las cuentas con el minimalismo. Lo que puede parecer una entretenimiento fútil, a tenor de la represión total que (supuestamente) encarna la poética minimalista se convierte, gracias a la pluma de Didi-Huberman, en un baile dialéctico, vertiginoso, psico-biográfico incluso.
Walter Benjamin, Carl Einstein o Aby Warburg son reivindicados con justicia. Siempre, como no, al amparo del discurso freudo-lacaniano al que nos tiene acostumbrados el que probablemente sea el mejor historiador del arte de las últimas décadas. Tras leer este ensayo no cabe duda de que un cubo negro nos mira y nos escruta, que nos comunica con lo sagrado y con lo pulsional y que, si estamos dispuestos a la apertura, nos descubrirá un horizonte político donde se juega la propia vida de los significantes.
No obstante (de ahí mi calificación), tengo un problema con Didi-Huberman que aquí he experimentado con mayor ahínco: se extiende más de la cuenta y repite en exceso lo que el lector debe haber leído (y asimilado) previamente en Freud y Lacan. Hay algo de obra musical fallida: variaciones continuas, algo etéreas por momentos. ¿Por qué olvida Didi-Huberman el matiz hegeliano-marxista-zizekiano, materialista y pulsional, cárnico incluso, que necesitaría su estilo de escritura? No se me malinterprete: algo de esto hay implícito en su discurso, pero no en su forma.
Un beau livre qui traite de phénoménologie. L’écriture est vraiment intéressante. Sujet abordé : le voir sous toutes les perspectives. Un concept que j’ai bien aimé c’est le fait que ce qui va nous toucher dans l’art vient d’une forme d’adresse. On reconnaît l’humain dans ce qu’on regarde, on est regardé par celui qui a créé. Il y a une forme de double vision de l’œuvre qui nous regarde et que l’on regarde (bref c’est le titre du livre). Pour finir je poserai cette question : « Est-ce que les objets ne porteraient pas en eux la trace de ceux qui les ont regardé ? » et donc quand on regarde un objet on sentirait ces yeux là nous voir au travers de l’objet, il aurait donc une forme de mémoire dans l’objet.
Un libro fascinante que arranca con el análisis de un gragmento inicial del Ulises de Joyce y acaba con el comentario sobre Kafka. Entre medias, a través del análisis de la escultura monimalista americana, se examina las cuestiones de imagen, objeto de mirada, dualidad del hecho de mirar, reciprocidad de la mirada, el rol y función de la imagen, los límites de la mirada, etc, así como conceptos ligados a Waler Benjamin, el de aura, el de la doble distancia. Un libro bello, nada árido, fascinante y absorbente.