Elvira Sastre es una poeta de su tiempo que ha encontrado una voz con la que poder comunicarse con los otros. Y es precisamente en la existencia del otro, en la posibilidad de conmover, donde se encuentra el sentido verdadero de su poesía. En los poemas inéditos de esta antología puede apreciarse algo con nitidez: la poesía de Elvira Sastre está creciendo, está asumiendo que nace para perdurar
Elvira Sastre nace en Segovia el verano de 1992 y ya desde muy pequeña, gracias a la influencia de su padre, muestra su amor por la lectura. A los doce años escribe su primer poema y tres años más tarde abre un blog, "Relocos y Recuerdos", que a día de hoy mantiene activo. Poco tiempo después, gana el premio de poesía "Emiliano Barral" con el relato corto Saudade.
Unos años más tarde, se instala en Madrid para cursar el grado universitario de Estudios Ingleses, sin saber que ese cambio lanzaría su carrera poética al cielo de la capital. En Madrid, Elvira continúa escribiendo y comienza a participar en eventos poéticos acompañada de cantautores consagrados como Adriana Moragues, Diego Ojeda y Dani Hare e importantes poetas como Carlos Salem y Escandar Algeet. Del mismo modo, Elvira ha llegado a compartir escenario con artistas nacionales de la talla de Joaquín Sabina, Benjamín Prado, Jorge Drexler, Rubén Pozo y Leonor Watling.
Poco a poco, Elvira Sastre se va haciendo un nombre en el circuito cultural madrileño y es entonces cuando la editorial Lapsus Calami se interesa por su obra: juntos publican Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo, en diciembre del 2013, con prólogo del afamado Benjamín Prado. Es el propio Benjamín quien apuesta por ella y por su poesía, y de ese modo le abre el camino al mundo de la poesía contemporánea española. Unos meses después, en mayo de 2014, la importante editorial Valparaíso Ediciones, con sede en España y en América Latina, le propone publicar su segundo poemario: Baluarte, que ya va por la tercera edición, con el que aún se mantiene en los primeros puestos de los libros de poesía más vendidos del país. Entre medias, la poeta edita con la también ilustradora Adriana Moragues un proyecto artístico-literario llamado Tú la Acuarela / Yo la Lírica que casa la poesía de Elvira con las acuarelas de Adriana y del que venden más de mil copias.
La carrera poética de Elvira Sastre, la poesía visceral y directa que presenta así como su cercanía con el lector permiten a la poeta participar en festivales y eventos literarios de importancia tales como el Festival Eñe, la Feria del Libro de Madrid y de Soria, el Festival de Narradores Orales de Segovia, el Festival Inverso y demás jornadas culturales.
Actualmente, Elvira Sastre compagina su carrera poética con los estudios de Traducción Literaria en la Universidad Complutense de Madrid.
Me gustó mucho, pero para mí "Baluarte" sigue siendo el mejor libro de la autora. Igualmente, este tiene unos poemas bellísimos, que me dejaron maravillada, incluso está el de "escribo y escribo" que es uno de mis favoritos.
¡Qué maravilla leer (por vez primera) a Elvira Sastre! No soy una lectora asidua de poesía pero los poemas que componen Ya nadie baila me han parecido una auténtica delicia.
”(…) que tus fotos son una caricia del pasado pero en mi mañana ya no te miro, que he aprendido que recordarte no es más que un beso en mi herida para que no me sienta tan sola como yo cuando me la hiciste, que aquí hace tiempo que ya es primavera aunque haya días de tormentas torrenciales pero mírame: he aprendido a bailar quién lo diría, amor, con esta vida que llevo tan llena de tropiezos (…)”
Tiene algunos momentos super bonitos, pero hay un par de sabinazos que no tengo idea donde acomodar. Igual creo que escribe super lindo, y espero su primera novela.
Sastre reune en este poemarios varias de sus poesías de sus dos libros anteriores: "Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo" y "Baluarte", además de algunos poemas inéditos exclusivos para este volumen. Este motivo era el principal por el cual había intentado evitar leerlo, pero repasar algunos de los poemas seleccionados y, sobre todo, asomarme a los nuevos, me ayudó a decidirme.
Me encanta Elvira Sastre - en especial Baluarte - nunca lo niego, así que no tengo más que agradecimientos de nuevo en esta poesía. Aunque reconozco que a mí me gusta leerlo todo de ella, este libro puede ser una buena iniciación para los que no la conocen, ya que contiene una potente panorámica de su lírica que les lleve a descubrir su esencia. Por hablar de los poemas exclusivos al final de este volumen, se recrean en el deseo de retorno, en realzar el amor, en distinguir lo exclusivo dentro de lo que parece banal - léanse Una Cien Veces y entenderán de lo que hablo -.
Vuelve a ser magnífico tener una excusa para caer en Elvira.
Definitivamente esta autora no es para mí. He leído tres libros suyos y no me ha gustado ninguno. Me da la sensación que con que leas uno de sus textos ya los has leído todos porque son tres cuartos de lo mismo. Además de no considerar que eso sea poesía (dónde está la métrica? Los recursos literarios?)
Amo este poemario y me declaro fan de Elvira Sastre. Este es otro libro que he releído tal vez unas tres veces y me sigue encantando igual o más que la primera vez.
En este libro que es muy corto y de fácil lectura, podemos encontrar poemas sobre amor y pertenencia, pero también sobre la autoestima y libertad. Lo grandioso de los poemas, es que puedes leer un mismo poema y según tu estado de ánimo lo apreciarás de diferente forma. Un libro que recomiendo totalmente.
La mayoría de poemas no han vibrado conmigo, quizás por no estar acostumbrado a leer este tipo de poesía. Sin embargo, he encontrado algunas joyas que sí me han gustado, perdidas por las páginas de esta antología. «Días sin ti» —de la misma autora—resonó mucho más conmigo.
Había oído hablar tanto y tan bien de la autora que esperaba que me encantase y, sin embargo, me ha dejado un poco indiferente. Tal vez deba probar con otro poemario suyo.
Me alegra saber que no todo lo contemporáneo esta perdido. Esta chica es un claro ejemplo de que aún hay personas tan sublimes y con un don tan maravilloso de expresarse tan bien con las palabras, de ser libres y salir del academismo absurdo en el que encerramos las palabras, una revolución completa de las letras sin perder el sentido artístico y la constante preocupación por demostrar una realidad que está mal pero que la poesía pareciera la única capaz de salvar y ayudarnos a sobrevivir en ella. Es increíble como está joven parece que ha vivido cien años y lo que aún falta por vivir, lo que aún falta por escribir y lo que aún falta por leer.