Tras una guerra centenaria entre humanos y orcos, ambos se ven forzados a unirse para defenderse de los sombríos, una malvada raza descendiente de los elfos que pugna por conquistar toda Frienia. Los dos herederos de los reinos, el príncipe humano Syriel y la princesa orco Lirieth, se prometen para sellar la alianza y, parecen iniciar un romance de sincero amor. Los sombríos emprenden una expedición para captar dragones y así tomar ventaja. La alianza hace lo propio para evitarlo o conseguir también dragones para igualar las fuerzas. Syriel y Lirieth comandan esta misión, en la que se expondrán a grandes peligros y aventuras. Syriel también se enfrentará a la sospecha de una traición de su prometida, que parece haber pactado con los invasores varios años atrás. Tanto los sombríos como la alianza consiguen dominar un grupo de dragones. La guerra ya es inevitable: los sombríos iniciarán la invasión a los reinos de orcos y humanos. Unos dos mil años antes, un mago llamado Mazorik pone en marcha un hechizo de magia negra: con los siete corazones de cada una de las razas de dragón, crea las siete joyas de luz, que absorben las esencias de los seres que las poseen durante siete años. Para ello, toma un discípulo de cada una de las especies civilizadas que pueblan Frienia: elfos, humanos, orcos, sombríos, enanos, medianos y gigantes, a los que engaña con la falsa promesa de acabar con todas las guerras. Una vez impregnadas con las inmanencias de cada raza, las engarza en los siete objetos de la Armadura Dragón, con la que obtendrá un poder ilimitado y la total sumisión de todos los pueblos. Pero uno de sus discípulos descubre su verdadera intención y consigue desbaratar sus planes. Los dos hilos argumentales se entrelazan, concluyendo en un desenlace de sorprendente final. Booktrailer: https://youtu.be/ftE2kSEMZzA Conoce al autor: https://www.facebook.com/jovig.ltr Ilustración: Sarima (http://envuelorasante.com/) Correctora: Antonia Cuenca Maquetación: Carolina Varela
Aprovechando que este libro estaba gratuito en Amazon me lo pillé porque es fantasía y pintaba bien. Como no es muy largo me he decidido a leerlo. A ver, el libro está bien escrito pero la historia me ha parecido un fanfic o un retelling de El señor de los anillos. Que conste que esto no es algo malo porque me gustan tanto los libros como las películas. Tiene descripciones las justas para entrar en materia, tanto de este mundo de fantasía como de los personajes. Lo que sí he notado es un exceso de adjetivos antes de los nombres como para hacer más énfasis a lo que hace referencia. Este libro es primera parte de saga y, aunque no me ha disgustado, no creo que siga con estos libros. Ha estado entretenido sin más. Eso sí, me lo he leído en dos ratos.
Είναι ένα βιβλίο φαντασίας με τις καθιερωμένες πλέον φυλές των ανθρώπων, των ορκ, των ξωτικών κ.α.
Θετικά -Αρκετά ενδιαφέρουσες οι εγκιβωτισμένες αφηγήσεις με τα πετράδια (μου άρεσαν περισσότερο κι από την κύρια αφήγηση)
Αρνητικά -Δεν εμβαθύνει στους χαρακτήρες των ηρώων του με αποτέλεσμα να μην ταυτίζεσαι με κανέναν (δε δημιουργεί στον αναγνώστη ούτε συναίσθημα αντιπάθειας για τον «κακό» ούτε συμπάθειας για τον «καλό») -Κρατά μια απόσταση από τα τεκταινόμενα και φαίνεται να γράφει ίσα για να τελειώσει το βιβλίο του -Αφηγείται την ιστορία από τις δύο αντιμαχόμενες πλευρές επαναλαμβάνοντας τις ίδιες κινήσεις
Adictiva novela de fantasía. Engancha desde el principio y mantiene tu atención hasta el fina, por cierto bastante bueno. En la estructura del libro se entrelazan dos hilos argumentales de cierta complejidad pero el autor los combina de forma que ni te pierdes, ni te aburres. Los capítulos de las piedras de colores son geniales. Muy recomendable.
Buf, menudo refrito de orcos, elfos, humanos y otras criaturas vistas y revistas, con un montón de faltas de sintaxis y puntuación, y unos diálogos que costaba creerse. Alguien me habló de esta novela "para evadirme", y para pasar un rato distraído vale, pero no esperen ni buen estilo, ni alta literatura, ni un argumento novedoso. El final parece escrito deprisa y corriendo, una pena, porque igual podía haber hecho repuntar la novela. No es que el autor no sepa escribir, que sí sabe del tema y tiene ideas, pero el resultado es un pelín chapucero y le falta una buena revisión profesional.
Mala fantasía, refritos y mezclas sin control, y aburrido. Dinero tirado. No he terminado de leerlo, es que cansa. Si os gusta la fantasía evitadlo y no os dejará un mal sabor de boca.
Desde un principio vemos un corto pero intenso y sobretodo, importante incidente, sobre el cual girara todas las situaciones que se vivirán en el libro. Y a partir de aquí nos situamos en el presente, mas concretamente en el día de la llegada a la ciudad de Belquecia (capital de la ciudad humana) donde Syriel, príncipe heredero al trono espera a la que es su prometida y futura reina Lirieth, heredera del reino de Tederion. A pesar de ser una unión acordada (por no decir forzada) para conseguir la unión de los dos reinos y poder conseguir la tan ansiada paz entre humanos y orcos, además de confrontar así conjuntamente a los sombríos, que anhelan someter a todas las razas de Frienia; el amor entre ambos es instantáneo, tal cual lo digo. Syriel nada mas verla se enamora de ella, y viceversa. Yo me quede a cuadros, en menos de tres paginas ya eran la pareja "perfecta". Y tan rápidamente como surge el amor, también lo hace la amenaza y las noticias de una inminente guerra iniciada como no, por los sombríos, que empiezan a hacer sus movimientos para prepararse a conciencia en su tan ansiado objetivo,...destruirlo todo y a todos. Así que nuestros protagonistas junto a algunos familiares y camaradas, juntamente con los ejercitos de ambos reinos van en busca de aquellos que pueden ayudarlos en la guerra. Con lo que iniciaran un viaje, que los llevara a encontrar a otras razas y sobretodo extraños aliados e incluso inesperados enemigos. En el camino encontraran, arpías, serpientes enormes, gigantes, dragones...estos últimos son los que mas me gustaron. Por desgracia ni Syriel ni Lirieth fueron personajes que me gustaran demasiado, o que lograran que me encariñara con ellos, en realidad ninguno lo logro, y eso me frustro durante toda la historia.
Por otra parte una de las principales cosas que me han sorprendido, es la sencillez con la que esta escrito, y no por eso deja de ser entretenido. Otro de los puntos que en parte me ha gustado y en parte no, es que se nota el esmero del autor no solamente para crear la historia, sino también para procurar alejarse de las típicas escenas de sangre, brutalidad, sexo...que es mas que corriente en esta clase de historias, y lo a adaptado de tal forma que sea "apto para todos los públicos". Y eso como he dicho en parte me ha gustado y en parte no, y es que me encontré en mas de una ocación (por no decir continuamente) pensando que todo era demasiado correcto, casto, sin apenas emoción. Otra de las cosas que me han chocado es que a partir que conocemos a uno de los personajes, mas concretamente a "El mago blanco", se van intercalando en el libro capítulos de sus "anotaciones" que francamente me estorbaban mas que otra cosa. En ellas nos cuenta sobre el pasado, y algunos detalles que a mi personalmente no me aportaron gran cosa, creo que el libro podría haber estado igual sin ellas. Pero quizás lo que mas me a desconcertado, es el final. Y es que estoy en las mismas en parte me gusta y en parte no, e incluso pensé si tendría una continuación.
Es un libro que me ha desconcertado en muchos sentidos. Pero aún así, considero que es un libro que se lee fácilmente, y esta muy bien escrito.
La invasión de los sombríos es una entretenida novela de fantasía épica, con dos tramas muy bien entrelazadas y un mundo bien trazado en el que es fácil meterse de lleno. He disfrutado mucho de las aventuras del príncipe humano Syriel, y su prometida, la princesa orco Lirieth, así como de las intrigas, las alianzas y la detallada descripción de los usos y costumbres de cada una de las razas, así como de los diferentes reinos que visitan en su viaje. Me ha gustado, aunque hay cosas que no me han convencido del todo, como por ejemplo, la corrección. Pienso que es difícil adecuar el lenguaje y la forma de expresarse de los personajes en este tipo de historias, ya que quedarse corto implica hacerlo demasiado coloquial y poco creíble, y pasarse puede hacer que el estilo quede recargado. En general, creo que hay un equilibrio bastante logrado durante toda la novela, aunque me he encontrado con frases con construcciones un tanto farragosas e incluso con errores de concordancia que entorpecían un tanto el ritmo. Por otra parte, hay caracteres que resultan un poco exagerados, como el bueno-buenísimo de Syriel, y la mala-malísima princesa sombría, con su risa maquiavélica que, personalmente, se me hacía un poco caricaturesca y restaba verosimilitud al personaje. Supongo que en cualquier caso, eso es un poco cuestión de gustos, y para otros lectores, esos extremos pueden ser perfectamente válidos. De la misma manera, hay otro aspecto que, como lectora habitual de romántica, he echado en falta, y es sentir el romance en la pareja protagonista. Y me refiero a sentirlo de verdad, a experimentarlo. Asumo que el romance no es, ni mucho menos, el eje de la historia, pero yo soy lectora de romántica y cuando alguien está enamorado en una novela, sea o no romántica, quiero verlo, no que se limiten a decírmelo. No he visto ninguna química entre ellos, por mucho que se dedicaran tiernas miradas y dulces besos. Su relación me ha parecido fría, sobre todo para tratarse como quien dice de un flechazo. Probablemente se le ha restado importancia a este tema porque la novela está enfocada más bien a un público juvenil (o al menos a un público que incluye lectores jóvenes) pero, aun así, a mí me ha faltado sentirlo un poco más. Sin embargo, la variedad de personajes, de diferentes razas y con diferentes historias, produce una novela rica y llena de imaginación, deliciosa para cualquier amante de la fantasía. La historia de las piedras me ha gustado especialmente, y la forma de insertarla en la trama principal, alternándola de modo que era imposible dejar de leer, me ha enganchado por completo. Una novela a tener en cuenta por aquellos a quienes les guste la fantasía y la aventura, no cabe duda.
Si el canal Disney hubiera cogido y machacado "Juego de tronos" a su imagen y semejanza, el resultado podría haber sido algo parecido a esto. Una mezcla sin substancia, sin objetivo y una destrucción deliberada de todo lo que nos gusta a quienes amamos la fantasía. A evitar.
A los que se dejaron la infancia entre mundos de fantasía, diversos seres y criaturas de cuento y devorando la serie de dibujos animados de dragones y mazmorras. A todos ellos, que ya crecidos, siguen viviendo en verdes prados de hierba alta, en cascadas ocultas de cristalina agua, en castillos que esconden terribles secretos entre sus antiguos sillares o en mares lejanos donde se hallan increíbles tesoros. Para toda una generación de “neverlanders” que ya se ponen corbata o calzan zapatos de tacón pero que aún guardan una daga élfica atada al cinto bajo la chaqueta.
– NO GUSTARÁ:
A todos aquellos a los que les gusta tener los pies en la tierra (no en la Media) y que se alejan de cualquier personaje que no se puedan encontrar en una estación de tren de una polucionada gran ciudad. Así como a los puristas y exquisitos del género que piensan que después de J.R.R. Tolkien no hay nada más que escribir.
– LA FRASE:
“Jamás pensé ver alma tan pura y bondadosa en un ser de raza orca ni profesar tanto amor entre un orco y un humano. Grande y oscuro es el secreto que guardas en tu interior y harías bien en no escondérselo más a tu amado, aunque es muy peligroso también el juramento que te ata a silenciarlo”.
– RESEÑA:
Un escritor español se ha calzado las botas de montar dragones y se ha embarcado en una alada fantasía plagada de criaturas que intrigan, luchan, mueren y aman en un mundo que les pertenece a todos y del que algunos quieren apropiarse para su uso y disfrute personal. Jordi Villalobos ha afilado su verbo y su acero (¿valyrio?) y cual montaraz embozado en su máquina Underwood nos golpea en las sienes con su obra. ¡Despierten! suenan trompetas de guerra. En Frienia todo es posible… Presten atención a Jordi, tiene una gran historia que contarnos.
Hablando de fantasía, espada, brujería y mundos plagados de criaturas mitológicas, no tenemos más remedio de acudir al jefazo de todo este asunto. Si bien Tolkien no inventó a la mayoría de seres que habitan en su fantástico mundo y ni siquiera originó las complejas historias que allí se cuentan (El Silmarillón, el Hobbit, El Señor de los anillos y el resto de la obra “menor” relacionada con la Tierra Media), lo que sí hizo es apropiarse por derecho (y, seguramente, para siempre) del relato y de su leyenda imaginativa.
Los orígenes de su mundo y de sus referencias se pierden en el albor de los tiempos. Tolkien bebió (y mucho) de mitos y leyendas. Buceó en el folclore y en los cuentos de hadas del norte de Europa y, como experto lingüista, aprendió (y aprehendió) de relatos y cuentos nórdicos perdidos. También incluyó en su obra la historia de la invasión germánica del siglo V de Gran Bretaña por los anglos, los sajones y los jutos. Añadió características de los pueblos vikingos junto con la inspiración que le produjo el poema Beowulf que cuenta la historia del héroe escandinavo que ayuda a Hrothgar, rey de los daneses, en su lucha contra el monstruo Grendel. La mitología nórdica fue una inagotable fuente de inspiración para Tolkien también, y una de sus obras más representativas son Los Edda, una colección de relatos escrita en 1220 por Snorri Sturluson, juez islandés que recogió todas esas historias tradicionales para enseñar lo que era buena poesía a su pueblo. Tampoco olvidemos las referencias en su obra al Macbeth de Shakespeare ni al ciclo artúrico, con Galdalf a la cabeza cual Merlín (¿el encantador?). Ni tampoco a la mitología griega, principalmente a Ulises como antecedente de Eärendil, el marinero, padre de Elrond y un medio elfo que viajó durante años por los mares.
Y de todo lo anterior lo que más se asemeja a la inmortal obra de Tolkien es El Cantar de los Nibelungos, un poema épico germano del siglo XIII que cuenta la historia de Sigfrido y su búsqueda del tesoro de los nibelungos (enanos que vivían bajo tierra). El tesoro está custodiado por un dragón y contiene un anillo de oro que está maldito. La historia de Sigfrido la narró Richard Wagner en su ópera El anillo del nibelungo. Aquí el enano Alberich roba el anillo de poder, oculto en el fondo del río Rhin (Ring en inglés significa anillo – ¿casualidad?) Esto nos suena bastante a la historia de Gollum.
Decíamos al comienzo de la reseña que Tolkien, aunque no inventó el mundo de La Tierra Media, lo que sí hizo es fijarlo para la posteridad, los caracteres de las distintas razas, las interrelaciones entre ellas y, sobre todo, la temática final de la obra. El poder como arma de opresión y desgaste mental de su portador, la ecología, la desmesurada industrialización, el amor que franquea el tiempo y las condiciones sociales, la devastación de la guerra, la camaradería y la vida sencilla en el medio rural, las cruentas luchas intestinas entre las propias filas y, principalmente, la lucha del individuo anónimo contra el mundo entero. El camino del héroe más complicado y espinoso siempre aparece en su obra. Y si Tolkien fijó la letra, Peter Jackson nos clavó en la retina el dibujo, color y matices de los personajes y paisajes con su trilogía cinematográfica de El Señor de los anillos (y, la menos lograda, aunque interesante, El Hobbit). Con ambas obras en el imaginario colectivo ahora a ver quién se atreve a escenificar un mundo del que casi todo se ha dicho y que conocen tan bien los amantes del género fantástico (además en estos momentos el triple salto mortal es más complicado. Todo gracias a George R.R. Martin con su Juego de Tronos, que aunque tenga un tono más “folletinesco” no deja de ampliar el legado de Tolkien, sin elfos esta vez, pero con enano, hombres que ansían más el poder que el mismísimo Sauron y dragones que harían sudar al mismísimo Smaug).
Tolkien, desde sus contemporáneos hasta hoy en día, sigue generando inquietudes en la mentes de muchos escritores que no han tenido reparo alguno en acudir a su mito inmortal y casi bíblico para seguir por los caminos que su imaginación les ha ido dictando. Escritores como Patrick Rothfuss, Steven Erikson, Andrzej Sapkowski, Tracy Hickman y Margaret Weis, C.S. Lewis, Brandon Sanderson, Robert Jordan, Robin Hobb, R.A Salvatore, Laura Gallego y Christopher Paolini… y, entre todos ellos, también se ha atrevido a entrar en este fantástico mundo el español Jordi Villalobos, con una obra atrevida, directa y muy cinematográfica.
En La invasión de los Sombríos (Sombríos vs Caminantes blancos, ¿quién ganaría?) Linderiun Tesarien Racem, tenemos a nuestro alcance, una vez más y con sabor patrio, una vuelta al mundo de fantasía que a tantos nos ha cautivado desde nuestra niñez. Y esto, siempre es una grata noticia. Lo primero (que suele ser el final en otras obras) es empezar por los amores aparentemente imposibles del príncipe humano Syriel y su prometida, la princesa orco Lirieth que nos recuerda una vez más a la prosa tolkeniana de la historia de Lúthien, una elfa inmortal y el humano Beren o la más conocida, de Arwen y Aragorn.
Jordi Villalobos, nos arroja sin paracaídas en un mundo repleto de intrigas, venganzas y pactos secretos que llevarán a sus protagonistas al límite. Nos plantea un juego de conveniencias y acuerdos entre razas que rompe la idea preconcebida de lo que siempre nos ha representado la literatura fantástica sobre la raza orca. Además la insignificancia de la mujer en dicha raza tradicionalmente inmunda, aquí cobra un protagonismo que desarmará las disposiciones del ávido lector.
El autor emplea la técnica de la doble línea narrativa para llevarnos de un punto a otro y acabar convergiendo en un escenario final planificado y profusamente explicado. Al contrario de otros compañeros de género, Jordi Villalobos planifica su novela desde el plano más entusiasta de la acción, en lugar de con una descripción más pormenorizada de la tierra, personajes y costumbres de Frienia. Esto descargará de peso a los menos aficionados al género fantástico, pero podría dejar con ganas de mayor profundidad a los más exigentes. Es la diferencia entre la novela juvenil y la que emprende el salto a mayores y complejas tramas, capas, trasfondos, reflexiones, alcances, etc. Pensamos que La invasión de los Sombríos se puede quedar en tierra de nadie y, por lo tanto, ser apta para todo tipo de lectores. Algunos echarán en falta complejidad, violencia y casquería, mientras que para otros les será suficiente. Cuestión de gustos.
¡Ah! y Frienia tiene mapa y todo. No busquéis La Comarca arriba a la izquierda, ni Mordor abajo a la derecha. Soltad lastre, resetead el disco duro y enfrentaos a los Sombríos, a los secretos secretísimos, a los amores imposibles y a la bella historia de unas piedras singulares que son el pilar fundamental de las intrigas que atormentan el presente y por las que luchan los protagonistas… Por cierto, los tambores resuenan en lontanza, parece que la continuación de esta novela estará en breve en las manos de aquellos incautos que como nosotros siempre hemos querido vagar libres por tierras extrañas.
A los que se dejaron la infancia entre mundos de fantasía, diversos seres y criaturas de cuento y devorando la serie de dibujos animados de dragones y mazmorras. A todos ellos, que ya crecidos, siguen viviendo en verdes prados de hierba alta, en cascadas ocultas de cristalina agua, en castillos que esconden terribles secretos entre sus antiguos sillares o en mares lejanos donde se hallan increíbles tesoros. Para toda una generación de “neverlanders” que ya se ponen corbata o calzan zapatos de tacón pero que aún guardan una daga élfica atada al cinto bajo la chaqueta.
– NO GUSTARÁ:
A todos aquellos a los que les gusta tener los pies en la tierra (no en la Media) y que se alejan de cualquier personaje que no se puedan encontrar en una estación de tren de una polucionada gran ciudad. Así como a los puristas y exquisitos del género que piensan que después de J.R.R. Tolkien no hay nada más que escribir.
– LA FRASE:
“Jamás pensé ver alma tan pura y bondadosa en un ser de raza orca ni profesar tanto amor entre un orco y un humano. Grande y oscuro es el secreto que guardas en tu interior y harías bien en no escondérselo más a tu amado, aunque es muy peligroso también el juramento que te ata a silenciarlo”.
– RESEÑA:
Un escritor español se ha calzado las botas de montar dragones y se ha embarcado en una alada fantasía plagada de criaturas que intrigan, luchan, mueren y aman en un mundo que les pertenece a todos y del que algunos quieren apropiarse para su uso y disfrute personal. Jordi Villalobos ha afilado su verbo y su acero (¿valyrio?) y cual montaraz embozado en su máquina Underwood nos golpea en las sienes con su obra. ¡Despierten! suenan trompetas de guerra. En Frienia todo es posible… Presten atención a Jordi, tiene una gran historia que contarnos.
Hablando de fantasía, espada, brujería y mundos plagados de criaturas mitológicas, no tenemos más remedio de acudir al jefazo de todo este asunto. Si bien Tolkien no inventó a la mayoría de seres que habitan en su fantástico mundo y ni siquiera originó las complejas historias que allí se cuentan (El Silmarillón, el Hobbit, El Señor de los anillos y el resto de la obra “menor” relacionada con la Tierra Media), lo que sí hizo es apropiarse por derecho (y, seguramente, para siempre) del relato y de su leyenda imaginativa.
Los orígenes de su mundo y de sus referencias se pierden en el albor de los tiempos. Tolkien bebió (y mucho) de mitos y leyendas. Buceó en el folclore y en los cuentos de hadas del norte de Europa y, como experto lingüista, aprendió (y aprehendió) de relatos y cuentos nórdicos perdidos. También incluyó en su obra la historia de la invasión germánica del siglo V de Gran Bretaña por los anglos, los sajones y los jutos. Añadió características de los pueblos vikingos junto con la inspiración que le produjo el poema Beowulf que cuenta la historia del héroe escandinavo que ayuda a Hrothgar, rey de los daneses, en su lucha contra el monstruo Grendel. La mitología nórdica fue una inagotable fuente de inspiración para Tolkien también, y una de sus obras más representativas son Los Edda, una colección de relatos escrita en 1220 por Snorri Sturluson, juez islandés que recogió todas esas historias tradicionales para enseñar lo que era buena poesía a su pueblo. Tampoco olvidemos las referencias en su obra al Macbeth de Shakespeare ni al ciclo artúrico, con Galdalf a la cabeza cual Merlín (¿el encantador?). Ni tampoco a la mitología griega, principalmente a Ulises como antecedente de Eärendil, el marinero, padre de Elrond y un medio elfo que viajó durante años por los mares.
Y de todo lo anterior lo que más se asemeja a la inmortal obra de Tolkien es El Cantar de los Nibelungos, un poema épico germano del siglo XIII que cuenta la historia de Sigfrido y su búsqueda del tesoro de los nibelungos (enanos que vivían bajo tierra). El tesoro está custodiado por un dragón y contiene un anillo de oro que está maldito. La historia de Sigfrido la narró Richard Wagner en su ópera El anillo del nibelungo. Aquí el enano Alberich roba el anillo de poder, oculto en el fondo del río Rhin (Ring en inglés significa anillo – ¿casualidad?) Esto nos suena bastante a la historia de Gollum.
Decíamos al comienzo de la reseña que Tolkien, aunque no inventó el mundo de La Tierra Media, lo que sí hizo es fijarlo para la posteridad, los caracteres de las distintas razas, las interrelaciones entre ellas y, sobre todo, la temática final de la obra. El poder como arma de opresión y desgaste mental de su portador, la ecología, la desmesurada industrialización, el amor que franquea el tiempo y las condiciones sociales, la devastación de la guerra, la camaradería y la vida sencilla en el medio rural, las cruentas luchas intestinas entre las propias filas y, principalmente, la lucha del individuo anónimo contra el mundo entero. El camino del héroe más complicado y espinoso siempre aparece en su obra. Y si Tolkien fijó la letra, Peter Jackson nos clavó en la retina el dibujo, color y matices de los personajes y paisajes con su trilogía cinematográfica de El Señor de los anillos (y, la menos lograda, aunque interesante, El Hobbit). Con ambas obras en el imaginario colectivo ahora a ver quién se atreve a escenificar un mundo del que casi todo se ha dicho y que conocen tan bien los amantes del género fantástico (además en estos momentos el triple salto mortal es más complicado. Todo gracias a George R.R. Martin con su Juego de Tronos, que aunque tenga un tono más “folletinesco” no deja de ampliar el legado de Tolkien, sin elfos esta vez, pero con enano, hombres que ansían más el poder que el mismísimo Sauron y dragones que harían sudar al mismísimo Smaug).
Tolkien, desde sus contemporáneos hasta hoy en día, sigue generando inquietudes en la mentes de muchos escritores que no han tenido reparo alguno en acudir a su mito inmortal y casi bíblico para seguir por los caminos que su imaginación les ha ido dictando. Escritores como Patrick Rothfuss, Steven Erikson, Andrzej Sapkowski, Tracy Hickman y Margaret Weis, C.S. Lewis, Brandon Sanderson, Robert Jordan, Robin Hobb, R.A Salvatore, Laura Gallego y Christopher Paolini… y, entre todos ellos, también se ha atrevido a entrar en este fantástico mundo el español Jordi Villalobos, con una obra atrevida, directa y muy cinematográfica.
En La invasión de los Sombríos (Sombríos vs Caminantes blancos, ¿quién ganaría?) Linderiun Tesarien Racem, tenemos a nuestro alcance, una vez más y con sabor patrio, una vuelta al mundo de fantasía que a tantos nos ha cautivado desde nuestra niñez. Y esto, siempre es una grata noticia. Lo primero (que suele ser el final en otras obras) es empezar por los amores aparentemente imposibles del príncipe humano Syriel y su prometida, la princesa orco Lirieth que nos recuerda una vez más a la prosa tolkeniana de la historia de Lúthien, una elfa inmortal y el humano Beren o la más conocida, de Arwen y Aragorn.
Jordi Villalobos, nos arroja sin paracaídas en un mundo repleto de intrigas, venganzas y pactos secretos que llevarán a sus protagonistas al límite. Nos plantea un juego de conveniencias y acuerdos entre razas que rompe la idea preconcebida de lo que siempre nos ha representado la literatura fantástica sobre la raza orca. Además la insignificancia de la mujer en dicha raza tradicionalmente inmunda, aquí cobra un protagonismo que desarmará las disposiciones del ávido lector.
El autor emplea la técnica de la doble línea narrativa para llevarnos de un punto a otro y acabar convergiendo en un escenario final planificado y profusamente explicado. Al contrario de otros compañeros de género, Jordi Villalobos planifica su novela desde el plano más entusiasta de la acción, en lugar de con una descripción más pormenorizada de la tierra, personajes y costumbres de Frienia. Esto descargará de peso a los menos aficionados al género fantástico, pero podría dejar con ganas de mayor profundidad a los más exigentes. Es la diferencia entre la novela juvenil y la que emprende el salto a mayores y complejas tramas, capas, trasfondos, reflexiones, alcances, etc. Pensamos que La invasión de los Sombríos se puede quedar en tierra de nadie y, por lo tanto, ser apta para todo tipo de lectores. Algunos echarán en falta complejidad, violencia y casquería, mientras que para otros les será suficiente. Cuestión de gustos.
¡Ah! y Frienia tiene mapa y todo. No busquéis La Comarca arriba a la izquierda, ni Mordor abajo a la derecha. Soltad lastre, resetead el disco duro y enfrentaos a los Sombríos, a los secretos secretísimos, a los amores imposibles y a la bella historia de unas piedras singulares que son el pilar fundamental de las intrigas que atormentan el presente y por las que luchan los protagonistas… Por cierto, los tambores resuenan en lontanza, parece que la continuación de esta novela estará en breve en las manos de aquellos incautos que como nosotros siempre hemos querido vagar libres por tierras extrañas.
Me ha gustado bastante, es muy entretenido, está muy bien escrito, un tanto juvenil, pero a mi me encantan los libros juveniles. El final me ha parecido un poco brusco, pero en general lo he disfrutado. En cuanto salga la segunda parte, no me la pierdo.
Paupérrima historia de fantasía que no me gustaría haber leído ni siendo un niño. Falta de justificación en sucesos, eventos incoherentes y una trama simple y predecible de principio a fin, por no mencionar la más que evidente similitud al Señor de los Anillos.
Estamos ante una novela de fantasía muy buena sobre todo por la frescura del texto. A diferencia de otras historias del género, “La invasión de los sombríos” no aburre con largas descripciones de paisajes, con canciones de héroes de leyenda, ni con misticismos élficos. Es una obra que desde el prólogo te atrapa por su sencillez e intensidad.
Es una aventura épica muy potente pero apta para todos los públicos. Una novela donde los buenos son los buenos y los malos, malos, sin darle mucha importancia y sin entrar en detalle: la típica ambición de conquistar todos los reinos – y lo mismo ocurre con la trama secundaria. Lo peor es que para mi gusto la historia va decreciendo y el final es algo precipitado. La batalla final es un poco insulsa y previsible y las explicaciones de la princesa sombría un poco forzadas.
El problema que se me plantea con este género es que cargo con muchas lecturas, películas y juegos a mis espaldas y creo que conozco bastantes mundos de fantasía y en este caso en particular recuerda a “El Señor de los Anillos” con medianos pícaros, el mago blanco y las gemas de poder. Pero para mí presenta mayor similitud con Word of Warcraft: elfos, humanos, orcos, enanos, elfos oscuros… por no hablar de los hechizos y de los objetos que parecen sacados de un inventario de un juego de rol: “armadura de dragón” “daga de la justicia” “collar antimagia” Lo sé, las comparaciones son odiosas pero en el mundo de la fantasía está todo inventado (o casi todo) Además, y como suele pasar, las protagonistas femeninas tienen que ser hermosas ¿no podía ser Lirieth una “orca” grande, fuerte, fea y maloliente como el resto de sus congéneres? ¿No se habría enamorado el príncipe igualmente de ella?
Pero como ya he dicho es una gran historia, sobre todo muy entretenida y eso se ve reflejado en la nota porque vale que sean orcos y humanos, vale que haya dragones y armaduras todopoderosas pero ¿a quién no le gusta eso? Yo he disfrutado muchísimo con la lectura, he devorado las páginas y me he quedado con ganas de más al saber que la historia continúa y eso es lo verdaderamente importante: ¡Qué sea una lectura que te guste y que quieras recomendar! Y yo os invito a que leáis y disfrutéis de “La invasión de los sombríos”
Una historia de fantasía, donde tenemos varias razas, donde la convivencia entre alguna de ellas no es del todo buena. La historia comienza con el final de la batalla entre orcos y humanos pero no termina de una manera normal, termina con el compromiso de los jóvenes príncipes, para así poder tener una alianza fuerte y donde no deba morir más gente.
Pero la felicidad de que la guerra haya terminado no dura mucho, cuando llegan malas noticias de que tienen un nuevo enemigo a la vista, en ese momento con más motivo humanos y orcos se unirán para derrotaran a su nuevo enemigo que amenaza con invadir toda Frienia.
Una historia donde no solo conoceremos a los humanos, orcos y sombríos, sino también gigantes, enanos y elfos. Pero no solo a ellos sino a amigos alados y dragones. Una historia de fantasía donde no falta detalle alguno, mucha aventura, historias de las diferentes razas y magia. Pero sobre todo lucha, complots, amor, lealtades, traiciones y se descubrirán verdades que tal vez sean muy dolorosas.
El libro cuenta dos historias a la vez: 1. una en la actualidad donde los Orcos y los humanos hacen una alianza mediante un futuro matrimonio, para luchar contra un enemigo común, que son los sombríos. 2. cuenta como un mago maligno en el pasado convence a una persona de cada raza para participar en una unión para salvar al mundo, donde al final son traicionados. Esta historia esta contada en un diario que le da el mago blanco a Syriel Es una mezcla entre el señor de los anillos con elfos, medianos, humanos, orcos.... y el hobbit con los dragones. La idea esta bien, pero todo el rato con el parecido en el hilo de la historia me estaba tirando fuera. Leeré el otro libro, por que el final se me ha quedado un poco escaso, y quiero saber como quedan las parejas de cada una de las dos historias.
La verdad, no es lo que me esperaba. No es que no me haya gustado, pero tampoco me ha encantado. Para mí gusto, se repiten muchas veces los nombres para narrar la historia, y se me hace predecible. En si he disfrutado la historia pero me ha faltado algo, no sé si por el tipo de narrativa o por otra cosa, pero me ha faltado algo que me diera la sorpresa y me enganchara por completo.
It sure took me a long time to finish this book. The exquisite cover simply entranced me and there aren't a lot of fantasy books written in spanish so it's kind of fun to support spanish language authors. At first sight the story screams Tolkien. We have an upcoming epic interracial battle for dominance of Friennia, featuring the familiar humans, elves, dwarves, orcs, hobbits, dragons, magical hawks, etc etc...
While I found the excessive prologue to be more boring than useful, the story begins where two attractive teenage female sorcerors make a blood pact Harry Potter style for some unknown motive in a desolate forest. Little do they know that a hobbit watched it without knowing what it meant. Fast forward a few years later, the same hobbit Bellamir who is a close friend of the human kingdom's attractive prince Syriel is present when in the first chapter he is being "encouraged" to marry the princess of the orcs in order to stop the bitter human-orc war. I think the author lost a chance for humor here because the plot could have begun where Syriel contemplates suicide by throwing himself from the tower of his bedroom. Because let's be serious, who would marry an orc? Those stinky, fugly creatures that have become the stormtroopers of fantasy lore? Instead, the plot begins where he quietly ponders with his teacher, an elf mage named Baldrich.
The first meeting was however good. First comes King Gulrath, expectedly homely looking but deep down he's smart and an all-around awesome guy. Next comes a really homely looking female orc named Baldia (offering a great please don't be my fiancee! gasp from Syriel), and finally, a young and... hot(?) orc lady named Lilireth. Syriel's initial qualms of marrying an orc vanish upon first sight. They exchange a valuable magical object and at least seem to initially fake they are in love to maintain the fragile alliance.
Their mission? They must set for a perilous journey for some faraway mountains to master the wills of some dragons for the upcoming war with the sombríos that outnumber them. Now, call me crazy, but I still don't really know what a sombrío is. The appendix states they are a race of elves that traded immortality for the knowledge of the dark arts and many of them are cunning and cruel. However, we don't really know what they look like. I've seen on the net some fanart of Princess Elenir (the nemesis of this tale) and she looks like an elf-batgirl. I guess that will do.
The plot initially goes at a weird speed and I don't initially get to know (or care) about the initial cast. Everyone seems to be so powerful in magic, it just seems like their mission is so easy. And then some side stories that seemed like superman showed up to save the day sort of silly. I was giving up on the book until Syriel meets a wise elf wizard named Fariel who gives him a diary to read invlolving the magical jewels that adorn his sword and a magical necklace Lilireth gave to him. Lest to say, the flashbacks at first made me wonder if this was Sailor Moon season 1 (find the 7 rainbow crystals to make the silver crystal to save the day!). However, the story of the first pupil Esporiel literally blew me away.
Whereas I was kind of iffy about the main plot, I couldn't get enough of the stories of the 7 ill-fated pupils that were hired by a powerful magician named Mazorik a long time ago to help him create interracial peace in the continent (doesn't take much brainpower to know Mazorik is a bad guy). He each gives one of his 7 pupils from the 7 different races a crystallized dragon heart and they live in their respective home cities for 7 years to infuse each stone with the good and bad traits of their race. Some pupils have a mostly uneventful time whereas others seem to have a really bad time (poor Esporiel, Maluak and Marlen get the worst experiences). Something big happens when the pupils return with their teacher that will probably be hugely important if any sequel books are ever released.
As the orc-human allianace becomes stronger where Lilireth and Syriel show genuine feelings, we get to know Lilireth's adoptive brother Turgarok better. He's definitely awesome, I surely like the quiet characters. Elenir is all sorts of wacko-crazy but the moments where she teases Lilireth are sort of funny. The ending to the story is just... what???!!!! Huh???!!! It's definitely a good, totally unexpected cliffhanger sort of ending, but now I'm left scratching my head wondering what did I miss?
Given this first book took the author at least 6 years to make, it may take a while for a sequel to come out. Hopefully in the meantime, it could be translated to english in order to reach a larger audience. It would be great to read more about what happens for the Mazorik pupils and the ahem! bizarre ending.
Una estupenda y entretenidísima historia con varios personajes de fantasía que entrecruzan su destino sin llegar a pensar que todo es parte del plan de un malvado ser.
Un libro que se me ha hecho corto y espero tenga continuación muy pronto. El autor ha comentado en su página que ya se encuentra trabajando en ella, pero que no sabe si al final será bilogía o trilogía.
Lo primero de todo es decir que Jordi se lo ha currado, creando un mapa de Frienia, el mundo imaginario en el que transcurre la novela y al que no le falta ni un solo detalle. Además, el libro tiene al final dos apéndices: uno donde se habla de Frienia y sus razas; y otro donde, por orden alfabético, salen los nombres de todos los personajes y una breve descripción de quienes son, para no perdernos.
La historia central se basa en la guerra que se cierne entre sombríos, orcos y humanos. Los primeros tratarán de conquistar toda Frienia para hacerse con el poder mientras que los otros que se han odiado a muerte desde siempre deberán unirse para sobrevivir. Lirieth, hija del rey orco y Syriel, hijo del rey humano, se comprometerán en matrimonio para afianzar su tregua. Juntos tratarán de luchar contra Nigriel y su hija Elenir, al poder de los sombríos.
Mientras todo esto ocurre, iremos descubriendo mediante capítulos alternados lo que ocurrió en Frienia dos siglos atrás. Mazorik, un famoso mago capta a siete alumnos, uno de cada raza existente: humanos, orcos, sombríos, elfos, medianos, gigantes y enanos. Mediante un hechizo y la caza de siete dragones, uno de cada raza, dotará a unas piedras de una magia especial y encargará a cada uno de sus alumnos que cuiden de ellas durante siete años. A partir de aquí, las aventuras y la intriga están aseguradas.
No le he puesto un 5 al libro porque me he encontrado varias veces con frases que podrían haber mejorado expresándolas mejor. En cuanto a lo demás no tengo ninguna queja porque me ha parecido estupendo. Tiene amor, odio, venganza, aventuras, secretos, etc. Todo lo que un libro de fantasía debe tener para entretener y, aunque hay dos claros protagonistas, también da su espacio al resto de personajes que tienen su parte importante en la historia.
Me he quedado bastante sorprendida con las historias de Lirieth y Elenir. Nunca me habría esperado que fuera ese el secreto que ocultaban. Me ha parecido ingenioso. En cuanto al amor entre Lirieth y Syriel, me esperaba que se fuera cocinando a fuego lento, aunque lo de ellos dos ha sido todo un flechazo. Algo que tampoco me ha molestado realmente. Sí me ha gustado mucho, en cambio, la relación entre la princesa y Bellamir, amigo de Syriel que desconfió en todo momento de Lirieth por el secreto que esta ocultaba y que luego terminara evolucionando de la manera en que lo ha hecho. Lo que no me ha gustado es que la historia de Mazorik se resolviera tan rápido después de toda la historia que ha habido atrás con todos sus protagonistas secundarios.
Espero que la reseña no parezca algo caótica. Normalmente suelo esperar un par de días para pensar en la novela y lo que me ha parecido, pero hoy ha sido terminar la novela y hacer el post.
No suelo leer novela de fantasía. Al menos no del tipo de orcos, elfos, etc, estilo Tolkien, pero este libro me le he leído de un tirón. Me ha gustado mucho y espero con expectación la siguiente parte. La recomiendo sin dudarlo. El autor demuestra una gran imaginación, además de hablar en su libro de temas tan interesantes como la integración social (orcos-humanos), el amor superando las diferencias sociales (Lirieth-Syriel y Marlen-Fariel), la ambición desmedida (Elenir) así como el miedo a no saber en quién confiar (Syriel).
Un mundo de fantasía muy bien creado con una gran variedad de personajes y razas en las que se combinan dos historias en diferentes periodos de tiempo. Me ha gustado más la trama que nos narra lo que pasó en el pasado que en el presente. Gran culpa de ello la tiene que no me he creído mucho la historia de amor principal. En general, es una buena historia con un desenlace inesperado. 3.5/5
Una bellísima obra de Alta Fantasía, perfecta para los amantes de las obras Tolkianas. La caracterización de los personajes, las dos tramas principales, y un fino argumento exquisitamente enlazado, hacen de esta novela y saga, algo digno de admiración. Además, la suave prosa tan llena de descriptiva, a la par con un ritmo oculto en los acentos, hace que apenas se perciba el avance de los capítulos.
Voy por la mitad del libro, y me lo empezé ayer, es un libro muy adictivo. he de decir que me parece un libro vacío, sin fuerza, en muchos momentos me recuerda mucho al Señor de los Anillos, podría haber sido un muy buen libro, pero se a quedado a las puertas. De todos modos, es muy adictivo, con una buena trama, y me está gustando.