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Maximiliano íntimo: El emperador Maximiliano y su corte Memorias de un secretario
José Luis Blasio, secretario de Maximiliano, conoció los entresijos del Imperio y la vida privada del archiduque austriaco, a quien quiso entrañablemente. Años después, movido por la indignación que le causó la discusión sobre las traiciones de Leonardo Márquez y de Miguel López decidió escribir el libro para referir los hechos que a él le constaron.
Patricia Galeana edita esta interesante investigación.
Patricia Galeana edita esta interesante investigación.
314 pages, Paperback
Published November 13, 2013
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Community Reviews
Displaying 1 - 2 of 2 reviews
July 31, 2019
Un testimonio valiosísimo es el que presenta esta obra de José Luis Blasio, quien tuvo el privilegio, a sus escasos veinte años, de que la fortuna lo pusiera en el ojo del huracán de la Historia como secretario particular de Maximiliano de Habsburgo. Blasio retrata las celebraciones, el lujo, vestuario, etiqueta y anécdotas de los personajes de la Corte evitando con agilidad caer en el chismorreo, implicando los momentos menos "imperiales", sugiriendo con elegancia los vicios y la intimidad tanto de los supuestos aristócratas mexicanos como del mismo Emperador.
El autor nunca traiciona la confianza que depositaron en su persona. Sin embargo, este libro no es un relato deshonesto que busca redimir a toda costa la figura del Emperador, misión de los pseudo-historiadores mexicanos de la actualidad. Blasio cuenta su versión personal, carente de intereses políticos, sentimental pero no cegada por la nostalgia. Lo escribió con el beneficio de la retrospectiva de más de treinta años.
La lección entre líneas es que el poder real en la Intervención era ejercido por el brazo militar francés, por medio del Mariscal Bazaine, más que en el mismo Emperador, quien se limitaba a garabatear su firma en documentos oficiales, recorrer el país repartiendo dinero y majestuosidad (banquetes para la supuesta alcurnia local que valían muchísimo más de lo que regalaba) y mirar con deseo a las niñas-bien mexicanas. Blasio tenía una pluma colorida pero sobria que logra su cometido sin empalagar, que conmueve, que verdaderamente pinta con la prosa.
Ciertamente Maximiliano provenía de una familia cargada de legado y destino, pero con todo y eso, México le quedó grande.
El autor nunca traiciona la confianza que depositaron en su persona. Sin embargo, este libro no es un relato deshonesto que busca redimir a toda costa la figura del Emperador, misión de los pseudo-historiadores mexicanos de la actualidad. Blasio cuenta su versión personal, carente de intereses políticos, sentimental pero no cegada por la nostalgia. Lo escribió con el beneficio de la retrospectiva de más de treinta años.
La lección entre líneas es que el poder real en la Intervención era ejercido por el brazo militar francés, por medio del Mariscal Bazaine, más que en el mismo Emperador, quien se limitaba a garabatear su firma en documentos oficiales, recorrer el país repartiendo dinero y majestuosidad (banquetes para la supuesta alcurnia local que valían muchísimo más de lo que regalaba) y mirar con deseo a las niñas-bien mexicanas. Blasio tenía una pluma colorida pero sobria que logra su cometido sin empalagar, que conmueve, que verdaderamente pinta con la prosa.
Ciertamente Maximiliano provenía de una familia cargada de legado y destino, pero con todo y eso, México le quedó grande.
March 15, 2017
Una aproximación más real a Maximiliano.
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