El Eternauta: Segunda parte a color

El Eternauta #2

by Héctor Germán Oesterheld, Francisco Solano López, Luis Parmiggiani

REGRESA EL CLÁSICO ARGENTINO DE LA CIENCIA FICCIÓN.
De vuelta en 1959, Juan Salvo , el eternauta, ha olvidado la nevada mortal que arrasará el futuro. Sin embargo, Germán no puede dejar de pensar en todo lo que el viajero del tiempo le ha contado, e intenta por todos los medios hacerle recordar. Pero el destino les tiene preparado un nuevo viaje que los transportará al Buenos Aires de mucho después de la terrible nevada. En esta segunda parte del clásico argentino de la ciencia fi cción, El eternauta , H. G. Oesterheld y F. Solano López vuelven a sumergirnos en un ambiente postapocalíptico donde priman la lucha por la supervivencia y la dignidad.

Genres: Comics, Science Fiction, Graphic Novels, Fiction, Bande Dessinée, Comic Book, Collections

208 pages, Paperback

First published January 1, 1976

About the author

Héctor Germán Oesterheld Puyol fue un guionista de historietas y escritor de relatos breves argentino de ciencia ficción y novelas

Seudónimos: H. Sturgiss, C. de la Vega, Francisco G. Vázquez, Germán Sturgiss, Héctor Sánchez Puyol, Joe Trigger, Patrick Hanson.

Nació en el año 1919 en Buenos Aires. Hijo de Ferdinand Kurt. Estudió y se graduó en la carrera de geología. Fanático de H. Melville y Joseph Conrad. A partir de 1950 cuando comienza a escribir guiones de historietas y relatos de aventuras.
Publicó en las revistas "Misterix", "Hora Cero", "Frontera", entre otras. Sus personajes más conocidos son Sargento Kirk, Bull Rocket, Ernie Pike, Sherlock Time y Mort Cinder. Pero es sin dudas El Eternauta la creación que le ha dado un lugar entre los maestros de la historieta, y le permitió superar ampliamente el género. Apareció por primera vez en 1957, en la revista "Hora Cero Semanal" con dibujos de Solano López. Más tarde modifica algunos detalles del guión y la publica en "Gente" con dibujos de Alberto Breccia, pero por problemas con la editorial, Oesterheld es obligado a terminar la historia en tres entregas, transformándola en un resumen de la historia original de "El eternauta". En la década del setenta aparece la segunda parte en la revista "Skorpio", otra vez de la pluma de Solano López. A principios de la década del setenta se incorporó a la organización Montoneros. El 27 de abril de 1977 fue secuestrado en La Plata. Estuvo detenido en Campo de Mayo y en una cárcel clandestina de La Tablada. Se cree que fue asesinado en Mercedes.
Sus cuatro hijas también están desaparecidas.Oesterheld desapareció en 1977, durante la última Dictadura Militar. Los sobrevivió su viuda, Elsa Sánchez de Oesterheld.

Reviews

[Verba Non Res · Rating 2 out of 5]

La primera vez que la leí, todavía cebado con la historia original, esta me pareció una pobre continuación. No entendía lo que hoy me resulta obvio: que la historia, más que una segunda parte de El Eternauta, es una alegoría sobre la lucha armada y la clandestinidad. Tal vez fue un proceso inconsciente para Oesterheld, o quizás escribió la historia que quería escribir, pero en la clave de su obra más famosa, para escapar a la censura.

Esta “segunda parte” arranca, superficialmente, donde se quedó El Eternauta. El Oesterheld-personaje, a partir de aquí Germán, trata de recordarle a Juan Salvo la historia de la nevada y los extraterrestres. La cronología está claramente perturbada, porque, además de recordar esa historia, que presuntamente el Eternauta le acaba de contar hace unos minutos, Germán dice haberla publicado. No sabe qué año es, tiene unas alucinaciones en las que por algún motivo ve a Susana Giménez y a Monzón y se desmaya. Cuando se recupera, lo invitan a quedarse y jugar al truco con ellos. Germán acepta. Mientras están jugando, se apagan todas las luces, y los tres amigos de Salvo desaparecen, y de hecho todo excepto la casa desaparece y en su lugar hay una especie de desierto. El Eternauta recuerda todo lo que pasó, y concluye que acaban de entrar por una brecha del espacio-tiempo a una Buenos Aires postapocalíptica –ya que la ciudad, aparentemente, habría quedado destruida por la bomba atómica de la primera parte. Por supuesto, nada de esto tiene el más mínimo sentido, sino que es una excusa para meternos en una historia de cavernícolas postnucleares, con algunos guiños a los mythos de El Eternauta.

Hay cavernícolas postnucleares buenos, que descienden de los hombres-robot, y tienen nombres como Fideo, Cascote y Don Matías, y cavernícolas malos, los “zarpos”, que son medio animalescos y caníbales, y tienen subyugados a los cavernícolas buenos. En realidad, los zarpos no son más que la fuerza de choque de un ello solitario y unos manos que se quedaron en la Tierra después de la invasión. También hay animales mutantes. Aunque al principio se recupera también la temática de la supervivencia robinsoniana en una casa del conurbano, pronto El Eternauta y Germán, ya convertido totalmente en un sidekick deplorable, se meten en el conflicto, del lado de los cavernícolas, y terminan ganando.

En esta versión, Juan Salvo ya no es el protagonista cándido de El Eternauta, sino que asume plenamente su identidad de superhéroe. Ah, porque, de paso, él también ganó superpoderes gracias a la explosión nuclear, y puede hacer cosas como ver el futuro, entender cómo funcionan las máquinas y tener una fuerza sobrehumana. So long para el héroe en grupo que Oesterheld había pregonado en la primera parte. Acá, todos los demás personajes son secundarios al lado de la causa que representa el Eternauta. Al final de la historia, de hecho Juan decide sacrificar a buena parte de sus amigos, e incluso a Elena y Martita (que, ¿qué hacían defendiendo el promontorio, parfavaaar?) para ganar la última batalla y salvar al pueblo de los cavernícolas honestos. Este héroe cheguevaresco, implacable, que siempre tiene claro qué hay que hacer y cómo, no es el Juan Salvo que conocemos, sino el ideal del guerrillero setentista.

Es significativo que Oesterheld decidiera, en esta especie de secuela, ponerse a sí mismo como personaje. Es también el signo de la época; el deseo de protagonizar y de hacer la historia, en lugar de limitarse a pensar y a escribir; aunque al mismo tiempo refleja una cierta inseguridad, porque su personaje jamás llega a las alturas heroicas de Juan Salvo. El final es una manera de procesar las pérdidas que conllevaría la vida militante. Germán, que había encontrado por fin una especie de familia, ve morir a sus cavernícolas más caros, sacrificados en aras de la causa. Su corazón le dice que tendría que haberlos salvado a ellos, pero el Eternauta, voz de la razón revolucionaria, le hace ver que ese era el precio a pagar por la victoria.

[Carolina · Rating 4 out of 5]

En esta segunda parte, Juan Salvo, el Eternauta, ya no solo como un sobreviviente, sino un luchador consciente, logra romper la barrera del tiempo y el espacio en un futuro distópico, dominado por las fuerzas alienígenas de los "Ellos" y los "Manos" que esclavizan y destruyen a la humanidad. Pero el foco ya no es la supervivencia de un grupo de amigos, sino la resistencia organizada y política contra la opresión. Si el primer tomo nos dejaba el mensaje del héroe colectivo, este nos deja el mensaje que solo la conciencia política puede liberar a los pueblos.

En esta entrega los personajes que más me han interesado son los "Manos". En medio de esta lucha de fuerzas, ellos son solo una parte del sistema de dominación alienígena: no son libres, y la forma en que sufren y son sometidos en esta batalla espacio-temporal me resultó profundamente dura. Algo que me conmovió de ellos, es su canción de vida y muerte, esa especie de cántico fúnebre ritual que entonan al morir. Es una despedida que no solo expresa dolor, sino también cierta trascendencia espiritual, resignación existencial y, sobre todo, libertad. Es un acto de ternura en medio del horror, una declaración poética que desafía a los poderes que intentan deshumanizar.

Mimnio…
Athesa…
Eioioio…

[Danesda · Rating 4 out of 5]

Espectacular
video reseña completa en:
https://www.instagram.com/p/CuHmA4cJZH-/

[Emilio Arias H. · Rating 4 out of 5]

Esta segunda parte de El Eternauta es toda una declaración de principios por parte de Oesterheld. La personalidad de Juan Salvo cambia radicalmente y se convierte en un frío y decidido líder militar del Pueblo de las Cuevas. Así, para que esta gente se libere del sometimiento de los "Ellos", no dudará hasta en arriesgar las vidas de su improvisada tropa con el fin de cumplir el propósito.
Hay una subtrama sobre la soledad del personaje de Germán que no me parece muy acertada. Este personaje se contradice, porque, más al principio de la historia, dice que nunca tuvo familia pero sí muchos amigos, pero luego dice varias veces que siempre estuvo solo hasta que conoció a Salvo y su familia y la gente de las cuevas. Además, el gran afecto que siente hacia ellos es muy repentino. Estas cosas las siento poco trabajadas.
También hay otras inconsistencias en el guion (calculo que generadas por la complicada realización del mismo desde la clandestinidad) que son más detalles que algo importante. Por ejemplo, Germán nombra a Artemio y dice que es el padre de Cascote, pero después lo nombra como padre de Fideo. También dice que Artemio lo toma bajo su protección como hizo su hijo en su momento. Esto no es cierto, porque quienes lo tomaron bajo su protección fueron Resorte y Cosme. Pero bueno, son meras complicaciones con los nombres de los personajes.
De todas formas, el ritmo narrativo es muy sólido y fluye sin problemas, y cuenta con una acción constante como en la primera parte de El Eternauta.

Lo mejor: el enfrentamiento con los cinco cañoneros.
Lo peor: la inconsistente subtrama.
Lo incómodo: la frialdad de Juan Salvo.

[Tonio · Rating 4 out of 5]

una historia desgarradora en donde la metarrealidad y la ciencia ficcion se cruzan

[Juan Manuel · Rating 4 out of 5]

No tan atrapante como el primer tomo, pero sí mucho más profundo: de alguna manera refleja la clandestinidad, la lucha por la supervivencia y la resistencia que era lo que tenía lugar en los años setenta. No deja de emocionar pensar en Oesterheld desaparecido mientras uno va transitando las viñetas de este comic.

[Pinkerton · Rating 3 out of 5]

E si riprende lì da dove eravamo arrivati, con l’alter ego dell’autore che cerca disperatamente di portare alla luce i ricordi dell’Eternauta. Il ripetersi della minaccia aliena, seppur con una tecnologia decisamente più rudimentale, in questo mondo modificato dalle radiazioni risulta meno palpabile. Il vero motivo di interesse risiede invece nel cambiamento che sembra aver dotato il personaggio che dà il titolo all’intera saga di nuovi eccezionali poteri (fa un po’ di tutto), rendendolo autentico trascinatore della storia ancor più che nel primo capitolo. Scoprirne il motivo: è un mutante! (come gli X-Men!) ha però affievolito il suo fascino… Avvicinandoci al finale assistiamo ad un susseguirsi di numerose, rocambolesche, battaglie che non sono riuscito a percepire vivamente, dato che a conti fatti con i personaggi introdotti in questo secondo volume non sono mai riuscito a legare. Bello invece ancora una volta il finale aperto, dà ad intendere che “l’avventura” non finisce qui e lo fa con una nota malinconica; inoltre è una parte estremamente significativa per l’illustratore. Concludendo direi che è un buon volume ma ha perso ‘l’effetto novità’ del primo, soprattutto perché ne ricalca molto le orme e, con i cambiamenti apportati, l’efficacia risulta ridotta.

[- ̗̀ auriga ̖́- · Rating 4 out of 5]

"Decidiste bien Juan...solo que...solo que duele tanto!"
•••
"No mas llanto en los ojos. Ahora es el llanto por dentro. Y así será mientras viva"
•••
Al lado de la primera parte, está continuación es bastante floja en su historia. Sin embargo, cuando nos corremos de la narrativa y vemos el contexto en el que fue escrita es imposible no conmoverse. Oesterheld eterno, tus ganas de luchar se reflejan en tu obra.

[Rockito · Rating 3 out of 5]

Inferior a la obra original (Lo cual es completamente entendible, siendo el Eternauta original una obra monumental), pero no por eso malo. Es más accesible, el ritmo narrativo es más veloz y deja menos cosas a la interpretación del autor, dejando a su vez notar el cambio en los estilos de vida de Oesterheld y Lopez.

[Laura L. Van Dam · Rating 3 out of 5]

Lo leí hace más de 25 años y recuerdo que la segunda y tercera parte no me gustaron tanto como la primera. Préstamo de José María.

[agustín · Rating 3 out of 5]

pero que mierda es esto hermano, perdió TOTALMENTE la esencia del eternauta, empezando que acá el autor (dios lo tenga en la gloria) se dio con un saque de merca cuando lo hizo, es lo más flashero que leí.
me podía creer que todos los sucedidos del eternauta 1 pasaba, pero todo lo de acá no, lo siento.

[Emejota (Juli) · Rating 2 out of 5]

Me quedo con la primer parte.

[Lilirose · Rating 3 out of 5]

Con questa saga Oesterheld torna a scrivere dell' eternauta, riprendendo la storia esattamente dal punto in cui si era conclusa quasi vent'anni prima.
Sebbene temi e personaggi siano più o meno gli stessi, il tono del fumetto è piuttosto diverso: se l'opera originale era tutta giocata su atmosfere angoscianti e su una sensazione di smarrimento e alienazione, qui si torna ad una classica lotta per la sopravivenza contro il nemico comune. Lo stesso Juan Galvez non è più un uomo come tanti invischiato in qualcosa di più grande di lui, ma una specie di superuomo pronto a tutto.
Il motivo di questi cambiamenti è il peggioramento della situazione politica: nel '57 l'autore poteva forse prevedere i cambiamenti che si profilavano all'orizzonte, ma nel '76 i cambiamenti sono già avvenuti: l'Argentina è alle soglie della durissima dittatura militare di cui cadrà vittima Oesterheld stesso, e tutte le illusioni sono cadute. Non si parla più di eroismo collettivo e di ingegnosità, ma di lotta senza quartiere, di scelte difficili, di sacrificio di pochi per la salvezza di molti.
Questo seguito mantiene alcune buone qualità dell'originale (disegni e scrittura sono sempre di alto livello), ma è molto meno evocativo.

[Abril · Rating 5 out of 5]

Gran compra, con lectura, impulsiva. El formato libro hizo que disfrutara la lectura mil veces mas q cuando leí la primera parte de forma horizontal (yo? Mañosa)
Hace unos años invitaron a uno de los yernos de Oesterheld a dar una charla en la facu, en ese momento no había leído El Eternauta pero dijo cosas de esta segunda parte (que igual no encontré en la lectura) que me dieron ganas de leer los dos libros, pero especialmente este.
tkm Oesterheld, a mi me gusto que cambiaras tu concepción de héroe.

[Natalia · Rating 5 out of 5]

El libro desde inicio a fin es intrigante, consigue sorprender en cada momento.
La creatividad con la que fue hecho y la excelencia de los dibujos es maravillosa, haciéndonos pensar el DON que tenía tanto el creador como el dibujante hace décadas.
La primera parte es mi favorita, la segunda muchos años después escrita, es diferente pero cierra de otra forma la historia.
Para quienes no lo hayan leído aun; interesante leerlo luego de la pandemia. Yo lo leí antes, pero lo imposible deja de parecer tan imposible.

[LaGranVacaCosmica · Rating 3 out of 5]

Este comic es muchas cosas pero no se siente como "El eternauta", es como si a otro comic ajeno le hubieran puesto los personajes de la obra maestra de Oesterheld. Los temas, el mundo, los personajes, el tratamiento de los temas, el ritmo, etc. No esta a la altura de su predecesora en nada. Es entretenido, pero se queda corto en todo a pesar de no ser una mala obra, cumple con lo mínimo, pero la secuela de uno de los mejores comic de mi buena patria, merecía una mejor secuela.

[keira · Rating 4 out of 5]

In the second volume of "The Eternaut", the narrative undergoes a transcendental turning point. The mere domestic resistance to an inexplicable phenomenon gives way to a warlike confrontation. However, this war is characterized by its ambiguity, lacking a formal declaration and the visible presence of enemy soldiers. In its place, a deadly machinery bursts in: shells, hands, robots. Automatons programmed to obey, devoid of their own will. Enemies who inflict death, but who are also victims of a system that transcends them.

This volume, with greater emphasis than the previous one, embodies the concept of structural violence. There are no clearly defined antagonists as "bad guys" in the traditional sense. What is presented are oppressive systems that subjugate the beings within them. In this context, humanity is not only the object of attack, but is also forced to participate in the dynamics of invasion. The world that unfolds in these pages is one of colonization, subjugation and stratified imposition. The main enemy remains hidden, manifesting itself through subordinates, automatons and victims turned into instruments of war.

Faced with this diffuse threat, the group of survivors led by Juan Salvo, Favalli and Franco consolidates its organization. They abandon the relative safety of their refuge to join a rudimentary form of resistance. The first contacts with other human groups mark a crucial distinction with respect to the first volume: a strategy, a plan and a will to counterattack emerge. Despite the scarcity of resources, an incipient struggle is forged. Nevertheless, Oesterheld avoids any hint of facile triumphalism. The story constantly exhibits limitations, losses and betrayals. Even among humans themselves, trust is revealed to be precarious, warning of the fallibility of organization as a guarantee of righteousness, suggesting that sometimes it may simply be a new form of control.

At this point in the narrative, John Salvo undergoes a significant transformation. He is no longer merely the man seeking to protect his family. His motivation bifurcates between personal affection and the collective need for resistance. The search for his wife and daughter is blurred in the maelstrom of events, and priorities are redefined under the relentless logic of war. This metamorphosis is painful, evidencing in every gesture and decision a gradual loss of his original identity. The figure of Salvo darkens, becoming more determined but also more distant, marking the beginning of his profile as the Eternauta, a destiny of eternal traveler, survivor and seeker without a final port.

Unlike the first volume, this volume makes explicit the power structure of the enemy. The "Manos/Hands?" (sensitive, fearful and coerced beings) stand as a sharp metaphor of collaborationism and forced obedience. The reading of this section is inevitably linked to the historical context of its creation: Argentina in the mid-twentieth century, marked by dictatorships, persecutions and a repressive apparatus that operated through individuals who were also victims. The Empire that commands the invasion remains in the shadows, but its influence is omnipresent. This conception of a remote, almost abstract power imposing its will through intermediaries resonates with a critique of imperialism and economic and cultural oppression, elevating "The Eternaut" to a double reading: a science fiction adventure and an underlying political manifesto.

Solano López's graphic work intensifies in this second volume. The faces of the characters become tense, the spaces darken and the action scenes acquire an accentuated dramatism. The Buenos Aires of the first volume, recognizable, calm and domestic, metamorphoses into a chaotic scenario, plagued by ruins, bodies and invading machinery. The vignettes convey a palpable sense of anguish and urgency. The snow is a distant memory, but the danger becomes more visible and brutal. The drawing avoids any embellishment, opting for a crude documentation of a world in disintegration.

The second volume narrates the fracture of personal ties, the sense of belonging and moral certainties. However, it also stands as a space where humanity persists with tenacity. The sacrifice of the Manos/Hands?, the loss of beloved characters and the ethical decisions before the possibility of salvation itself build a complex conception of the good, devoid of idealization and always committed to the difficult reality. Juan Salvo continues his quest, but his objective transcends mere family reunification, entering into a deeper search: that of a way of existence in a world where resistance does not guarantee justice and where the enemy is a threat.

[Ghost Booklover · Rating 3 out of 5]

La segunda parte empieza en el mismo momento en el que quedamos en el tomo anterior. Oesterheld se incluyó en su propia novela, es el personaje a quien Juan Salvo le contó la historia de la invasión extraterrestre, y que ahora formará parte de este grupo de sobrevivientes.
Después de los sucesos del primer tomo donde Juan toma una de las naves de los Ellos y viaja por las dimensiones, llega a 1959, tres años antes de que la nevada suceda. Pero después de contarle toda la historia a German, Juan pierde la memoria. Germán no sólo recuerda todo, sino que también descubrimos que en el libro también publicó la novela con todo lo que éste le relató.
Claramente empezamos a tener un problema de cronología, porque por un lado Juan le acaba de terminar de contar la historia, pero por el otro, Germán ya tuvo tiempo de publicar el libro, por o que todo empieza a ser muy confuso.

Germán acepta quedarse con Juan y sus amigos, que vuelven a estar juntos, Favalli y Lucas. Pero, al igual que al principio del tomo uno, a mitad del juego de truco las luces se apagan. La diferencia es que acá los compañeros de Juan desaparecen, quedándose solo con Martita, Elena y Oesterheld.
En este momento Salvo recuerda todo lo que le contó a Germán y, cuando mira por la ventana de su casa descubre que la ciudad fue arrasada por lo que el cree fue una bomba atómica, y ahora se encuentran solos en el medio del desierto.

Juan y Germán salen a investigar y pronto descubren que algo, posiblemente la radiación, afectó a los animales que sobrevivieron, los hicieron más inteligentes, rápidos, mortíferos. Los murciélagos comen lechuzas, las liebres tienen reflejos sobrenaturales y los perros parecen entenderlos.
Pero también descubren que no son los únicos sobrevivientes. Acá la trama empieza a complicarse porque aparecen unos cavernícolas, descendientes de los hombres-robot que, aunque en ciertos aspectos involucionaron, en otros están mucho más avanzados que Juan y su familia.
Esos cavernícolas son buenos y ayudan al grupo a escapar, pero no son los únicos. Hay otro grupo de cavernícolas, los Zarpos, que a mi parecer no tienen mucha inteligencia pero son muy rápidos y sometieron al grupo que acogió a Juan. Estos son muy peligrosos, tienen una gran velocidad y además son caníbales.

No me terminó de cerrar el cambio en la historia. Me hubiese gustado más que siga por la misma línea de la invasión alienígena y con los hombres-robot y la nevada.
Por otro lado, conociendo el contexto en el que se encontraba Oesterheld a la hora de escribir esta segunda entrega, puedo entender perfectamente por qué tomo esta decisión, ya que Juan Salvo no es presentado como un sobreviviente de la invasión o de una época post-nuclear, sino el líder de una resistencia que luchan para liberarse de los Ellos, los Manos y los Zarpos que los están esclavizando.

Oesterhel fue el padre de la historieta nacional de ciencia ficción en Argentina. Y no se quedó simplemente en crear una historia de extraterrestres y mutantes. Se pronunció acerca de la realidad política, la opresión y la necesidad de unirnos para liberarnos en la época de la dictadura militar. Probablemente esta fue la entrega que selló su destino y hay que valorarla muchísimo más por eso.

[Devero · Rating 5 out of 5]

Quando Oesterheld scrisse questo seguito a L'Eternauta, dal finale della storia originale sono trascorsi 17 anni, e molto è cambiato in Argentina.
Quindi questa non è una seconda parte della storia originale, bensì una metanarrazione probabilmente inconscia. Oestrheld scrisse la storia in latitanza, e molto probabilmente fu terminata poco dopo che lui fu catturato, torturato ed ucciso dal regime dittatoriale militare di Videla e soci.
Le sue figlie erano già desaparecide.

Quindi quando vediamo il salto temporale in avanti, dalla Buenos Aires civile a quel deserto futuro, non si può non pensare al salto che la vita di German ha fatto con la latitanza. I Manos non sono più rappresentati come schiavi dei Ellos, i Loro, che possono riguadagnare dignità una volta che la ghiandola del terrore entra in azione uccidendoli. I Loro sono i colonnelli lassù in alto, dove l'astronave orbita sul mondo. I Manos, qui in Terra, sono i vari ufficiali che volenterosamente rapiscono persone, le torturano e poi le scaricano in alto mare. Gli zarbos sono solo dei bruti picchiatori, la soldataglia che gode della violenza che è la loro minuscola frazione di potere. Bestie dall'aspetto umano, non uomini.

Per questo Juan Salvo (Galvez nella vecchia versione italiana) non è più un uomo, per quanto coraggioso ma non eroico, ma un vero superuomo. Perché è la sublimazione di un bisogno di lottare, non tanto ad armi pari, quanto con una speranza di poter cambiare le cose. La spedizione suicida per cercare di salvare i giovani è simbolica di questo, ed allo stesso modo è simbolico il fatto che nell'anomalia temporale del chiosco del parco di Belgrano tra gli uomini-robot ci sono anche i vecchi amici, Favalli, Franco e Mosca, tutti spazzati via dallo stesso German con una scarica di mitra.

Per questo non c'è speranza e alla fine anche gli amati dei protagonisti, Helena e Martita per Juan Salvo, ed i ragazzi per German, sono destinati a morire alla fine dell'albo. Perché è un omaggio al sacrificio dei familiari degli autori. Essi vivono solo nel ricordo e nel passato, e nel finale si capisce che German, alter ego dell'autore, sà che la sua fine è vicina. Lui e Juan se ne vanno, di spalle al lettore, verso un tempo all'apparenza migliore.

La mia ex padrona di casa quando vivevo a Cassino era una giovane donna (21 o 22 anni) quando ricevette una telefonata che l'avvisava di fuggire, e fortuna sua che in quel momento era a pochi km dal confine col Brasile. I suoi genitori non li ha più visti, e così diversi parenti. Sapeva che fine avevano fatto grazie ai militari. A lei andò bene e si rifece una vita in Italia. Oesterheld non ce la fece.

5 stelle

[Pablo María Fernández · Rating 3 out of 5]

Después de fascinarme con El Eternauta original me compré éste, la única secuela escrita y dibujada por los mismos autores (ya en la 3 y en otras versiones aparecen otros escritores tras la desaparición de Osterheld). Lo compré a $9.000, unos USD7,5 en Mercado Libre.

Fue una lectura amena, pero con la expectativa tan alta me dejó sabor a poco. Reaparecen algunos personajes de la invasión como los Ellos, los Manos, los Gurbos y los hombres-robots que ya no aportan sorpresa. Del lado de la defensa pierde mucho al no tener a Favalli o a el distintivo Mosca y nada gana introduciendo a Germán Osterheld como personaje (quien saca de quicio con su constante impericia). Los personajes secundarios con los que nos encariñamos en la primera parte como Pablo o Franco son reemplazados por unos genéricos hasta en el nombre como María. Los nuevos malos -los Zarpos- no tienen encanto ni mayor particularidad. Y ese héroe colectivo que tanto se le pondera al original parece acá concentrarse en Juan Salvo, convertido en un Tom Cruise porteño que todo lo puede (agigantado además por la torpeza de Germán). La trama sufre también: enfrentamiento más pobres sin batallas psicológicas, sugestiones o la incertidumbre y el desasosiego tan disfrutables del comienzo de la historia. Por suerte aparece un personaje femenino combativo para redimir el retrato peyorativo del género que venían haciendo con Marta y Elena. Rescato la parte de las mutaciones de los animales que me resultaron muy pintorescas: los hormigueros con luz, los nidos de hornero con ventilación y humanos que ya no son humanos sino que tienen poderes sutiles -como poder manejar cualquier máquina-.

Por cosas que había leído pensé que la mención al Proceso iba a hacer más explícita pero sigue en el mundo de la metáfora y de las interpretaciones múltiples. Quizá esa última viñeta en la que llegan a 1976 sea el guiño que disgustó al poder y que le terminó costando la vida a Osterheld.

En resumen, me parece que la original es la que vale -y mucho- la pena. Tal vez esa forma de construirse semana a semana de 1957 a 1959, tres viñetas a la vez, le dio una frescura y una dinámica que ésta -pensada ya como un libro- no tiene. Y sospecho que todas las variantes que hizo Solano López con otros escritores van un poco en la línea de esta secuela y de las segundas y terceras partes de muchas obras: refritos de tramas, de personajes y de escenarios sin aportar mayor novedad.

[Alejandra Rebellon · Rating 3 out of 5]

Aunque no alcanza el nivel épico de su primera entrega, El Eternauta sigue teniendo un encanto propio. En esta continuación, el contexto se amplía hacia una trama donde, de forma sorprendentemente orgánica, se entrelazan invasiones alienígenas, viajes en el tiempo y guerras interplanetarias.

Quizás lo que menos logra convencer son las nuevas incorporaciones al elenco: personajes que, en contraste con el universo tan sólido de la historia original, se sienten algo forzados y, en ocasiones, en conflicto con la nueva personalidad del querido Eternauta.

Lo que más me ha fascinado es que se conserve intacto el aura de misterio frente a “ellos”, esas presencias que nunca llegamos a ver pero cuya existencia resulta tan abrumadora como aterradora. Una sensación muy similar a la que producen los trisolarianos en El problema de los tres cuerpos: no necesitamos verlos para temerlos. Ese es el verdadero horror cósmico —el vacío existencial de enfrentarnos a lo inimaginable, sabiendo que no hay escapatoria—.

[Fisica · Rating 2 out of 5]

Pésima secuela. La historieta se encarga de destrozar tanto al personaje de Juan Salvo como el mensaje que daba la obra anterior.
En el Eternauta II vemos como Elena y Martita pasan de ser las personas más importantes en la vida de Juan, a carne de cañón. El viajero de la Eternidad que pasó siglos buscándolas no dudó en sacrificarlas, junto con muchísimas más personas, con tal derrotar al invasor.
El mensaje del héroe colectivo y de la importancia del grupo es reemplazado por uno que nos hace entender que algunos deben ser sacrificados inevitablemente para obtener la victoria.
Otra cosa que me molesta es como se deshacen de los personajes anteriores para darle lugares a otros mucho peor trabajados y que aportan muy poco. Como el caso de Germán, que la razón de su presencia parece ser agrandar la figura de Salvo y dejar en claro que está muy por encima del resto.

[Alessandro · Rating 5 out of 5]

Sempre bello, anche se forse meno del primo, ma sempre una saga splendida. La lotta contro l'oppressione, contro forze impari, esemplificata al massimo. Ogni analisi critica fa notare come in questa seconda parte HGO si sia più politicizzato che nella prima, ma io, sinceramente, tutta questa politica non ce la vedo. Per me è sempre e solo una gran bella storia, impreziosita come nel primo caso dagli espressivissimi disegni di Francisco Solano-Lopez. Immancabile in ogni collezione di fumetti di qualità. Questa edizione, come quella dell'episodio originale, curata dalla 001 Edizioni, è corredata da diversi saggi che esaminano l’opera e le vite degli autori in lungo ed in largo, ed arricchiscono grandemente il piacere della lettura. Da non perdere.

[Germán González · Rating 3 out of 5]

La historia arranca donde terminó la primera parte, con Germán (Oesterheld) yendo a buscar al Juan Salvo de 1959 (que todavía no vivió la invasión). Allí encuentra también a Elena, Martita y los amigos de Juan: Favalli, Lucas y Polsky. Pero pronto todo cambia cuando la casa es transportada a una especie de desierto que luego descubriremos que es una Buenos Aires posapocalíptica.

La historia es bastante decepcionante, más que una continuación de la primera parte se siente como otra cosa totalmente diferente, con ecos de La máquina del tiempo de H.G. Wells y muchas referencias a la lucha revolucionaria en la que Oesterheld estaba complemente metido ya en esa época.

[Antonella]

Sentimientos encontrados. Al empezar a leer, me sorprendió la nueva caracterización de Juan Salvo, se convierte en una persona distinta al de la primera historieta y eso un poco me descolocó. En especial por como empieza esta segunda parte, directamente enganchando con el final de la primera, por lo que uno supondría que iría por el mismo camino. Pero con toda la cuestión del viaje en el tiempo quedé bastante desconcertada.
A medida que iba avanzando, fui aceptando sus nuevos personajes y trama, incluso llegué a disfrutarla. Pero de nuevo, toda la cuestión de los viajes en el tiempo y la máquina me dejaron más preguntas que respuestas.

[LUCAS LUCERO · Rating 3 out of 5]

En el Eternauta 2, la influencia de la militancia en montoneros en Oesterheld es bastante clara. Una vanguardia decide y realiza los sacrificios necesarios para salvar al pueblo de las cuevas. Luego de salvarlos, el pueblo avanza tanto técnicamente como espiritualmente. Me gusto menos que la primer parte, pero tiene algo de poesía, de captura del momento de desesperanza y desventaja en el que se encontraban los militantes argentinos. El Eternauta es deshumanizado por el horror.

[Manuel Koolen · Rating 3 out of 5]

No se si es un problema de la historieta como medio o del libro, pero no se toma el tiempo de nada. Me hubiera gustado una continuación de lo primero, pero en cambio solo hay una nueva historia que no tiene nada que ver y toma del anterior libro nada más que algunos personajes.
Creo que el libro tiene más valor por su proceso de creación y la época en la que salió, que por el resultado final.

[Saga · Rating 3 out of 5]

Siento que los tiempos en esta parte decayeron. Hay situaciones que se resolvieron muy rápido, conjeturas que se confirman de un momento a otro sin demasiada explicación.
Aparte, siento incómoda, casi tonta, la forma en la que abordaban las mutaciones y la radioactividad en esa época. Es fantástico, pero incómodo sabiendo lo que sé sobre esas cosas.
Parte 3, no me defraudes, ya voy.

[Valentin Reboredo]

Un bajón de trama en cuanto a la saga, pero lógico respecto al boom que había sido el primer cómic. Me gustó mucho, no coincido con que tuvo propaganda política, me parece injusta esa apreciación, la hsitoria del Eternauta siempre tuvo ese condimento politico

[Abril Carrere · Rating 3 out of 5]

3.5
Emmm que, no sé que pensar estuvo bueno y entretenido, rápido de leer. Opinó que el anterior es mejor, medio que resuelven las cosas muy fácil. Que el anterior la resolución eran complicada. Igualmente está bueno para pasar el rato.