La primera parte de este libro fue escrita entre 1993 y 1997, fecha de su publicación. Durante ese tiempo, Sergio Marchi siguió tenazmente a Charly García, la estrella más importante del rock argentino. El papel de testigo acordado con el artista se vio alterado en muchas ocasiones pues el autor debió cumplir diversas funciones como confidente, plomo, baterista, manager circunstancial y otras menudencias.
De ese viaje surgió No digas nada, libro que narra toda la historia de Charly García, y que en esta nueva edición, a diez años de la original, suma todo lo acontecido desde su aparición hasta 2007. Esta actualización que ahora presentamos contiene, además del libro original, una nueva introducción, textos adicionales y siete capítulos más en los que se pueden leer historias como la de la zambullida de nueve pisos en Mendoza, la presentación en Cosquín con Mercedes Sosa, su encuentro con Marilyn Manson, su pelea con Andrés Calamaro, la reunión de Sui Generis, la verdad de su relación con Carlos Menem y muchas
Tiene cosas super buenas, y momentos en donde no sabes si el protagonista principal es el artista o el escritor. Igual es respetuoso, aún cuando está contando una época complicada de Charly García, un artista excepcional, quien ha hecho de su vida una biografía memorable.
Nadie puede amarse tanto a sí mismo y quizá por eso Charly temía a los espejos. Él funciona como uno.
En sus acciones vemos nuestro espíritu rebelde, esas ganas de mandar todo a la mierda un lunes (o un martes o un miércoles o...) que ahogamos, esas frases que no decimos porque no nos vayan a mirar mal. Lo necesitamos. Lo aceptamos pese -y no gracias- a todo porque dejarlo de lado sería censurarnos a nosotr@s mism@s.
Con más de 10 años de amistad (mal llamadas investigación) Sergio Marchi hace un perfil de lujo donde, en contados momentos, podemos conocer al Carlos tras el rockstar.
Bailemos más su música y dejemos de preguntarle lo mismo, miren que Charly ya dejó las drogas, pero no recuerda dónde.
Marchi siguió a Charly García durante algunos años y, como resultado, salió este libro que tuvo una edición expandida en el 2001. Yo leí la versión del '97. Digamos, la clásica.
A mi me divirtió muchísimo. La verdad es que no esperaba que el autor me deslumbrara con una prosa excelsa. Más bien quería algo que fuera rápido y vertiginoso, a lo gonzo. Porque, justamente, se retrataba una etapa de Charly que era, en serio, sexo, drogas y rock 'n roll. Y falta de sueño y paranoia.
Es cierto que Marchi parece protegerlo un poco a Charly. Más allá de la protección real que es visitarlo cuando suena el teléfono con una emergencia. Es obvio que vio cosas que no se cuentan. Detalles escabrosos, indiscreciones... Que a los lectores nos encantaría conocer y que pueden convertir a dos personas en enemigos íntimos.
Aun así, hay material de sobra para entretenerse. Lo lindo es que hablan un montón de personajes de su alrededor y del rock nacional: Calamaro (cuando todavía eran amigos), Fito, Sabina, Zoca, Joe Blaney, Gieco, Migue y más.
Los años del libro, digamos que van del '94 al '97, si mal no recuerdo. Aun así, hay capítulos que echan luz sobre la familia de Charly, Sui Generis, Serú Girán, la vida en New York, etc.
Leer a Charly y Joe Blaney contando de la grabación de Clics Modernos me volvió loco. Es verdad que el tipo estaba en otro nivel y tenía mucha guita. Alquilaron un loft al lado de Electry Lady por dos mangos. Charly se gastó todo en teclados. Inventó un montón de cosas. En los noventa, creo, inventó el bedroom pop con esa idea del "demo que se regraba".
Además de lo lindo, las paranoias de Charly, su amor con Zoca, su idea sobre la paternidad, las adicciones, las drogas, sus delirios en el escenario y una necesidad egomaníaca de controlar todo y a la vez nada que fracasa, fracasa y fracasa.
Y hay muchas anécdotas. Una que se puede encontrar por internet sobre Jaco Pastorius, una con el cantante de Aerosmith, una con Fito y Catamarca, una en Gessell y el "drogas sin sol", una con Sabina, una de mosh.
"...Yo canto para esa gente Porque también soy uno de ellos Ellos escriben las cosas Y yo les pongo melodía y verso Si cuando gritan vienen los otros Y entonces callan Si sólo puedo ser más honesto que mi guitarra
Y yo canto para usted El que atrasa los relojes El que ya jamás podrá cambiar Y no se dio cuenta nunca Que su casa se derrumba."
No digas nada: Una vida de Charly García (2025) es una biografía un tanto peculiar. Ante todo, Sergio Marchi formó parte del círculo íntimo del "petacas" durante prácticamente toda su caótica etapa noventera. Así pues, su mirada atestigua eventos muy emblemáticos en la carrera solista de García, como las reuniones de Serú Girán, Sui Generis, el Unplugged, además de las grabaciones de La hija de la lágrima, Say No More, Influencia y El aguante. Desde esta perspectiva, sus apuntes logran avizorar gran parte del genio creativo y el caos emocional que García padeció durante esta etapa. Sin embargo, se ha señalado que su pluma es muy intervencionista, incluyéndose quizá demasiado en los acontecimientos y ofreciendo su punto de vista en gran parte del trabajo, por lo que no puedo considerar este libro con la seriedad que amerita el género.
No digas nada está armado de una forma muy extraña, que podría dividirse en tres partes. En primera instancia, hay información interesante y completa sobre la infancia y adolescencia de Charly García, su relación con su padre y sus inicios como músico concertista a los ocho años. Esto ayuda a comprender de dónde viene esa instrucción clásica que se nota en varias de sus composiciones. Marchi además logra condensar muy bien el inicio de Sui Generis, así como su relación popular y su importancia musical. Juzgo que estas páginas del libro son la mejor logradas, más que nada porque el autor no está involucrado de forma activa en los acontecimientos. La segunda parte es problemática: se trata, lo he dicho ya, de la etapa noventera de Charly. No me gusta nada el intervencionismo de Marchi, su pluma deja de ser objetiva y se detiene muchísimo en estos años que, los fanáticos de García comprenderán, no son tan interesantes desde una perspectiva musical. No obstante, Marchi logra exponer muy bien la situación emocional y el declive mental de García, producto de múltiples intervenciones psiquiatras y el abuso de sustancias. Bien ahí. Finalmente, la última parte versa sobre el inevitable quiebre entre las relaciones de Marchi y García. He de admitir que la escritura de Marchi logra rellenar los vacíos que rodean la vida íntima y creativa de Charly, y realiza buenas exposiciones de los peores discos en la carrera del músico. Asimismo, su increíble exposición sobre la creación de Random es, potencialmente, mi momento favorito del libro, más que nada porque aterriza muy bien lo que fue esa publicación en la vida de Charly y en la recepción de su público.
Ahora bien, mi problema central con este documento es algo muy mayúsculo, que está más allá del protagonismo del biógrafo y más allá de su muy innecesario detenimiento en la etapa Say No More de García: no hay nada, pero nada, del momento de mayor interés en la carrera de Charly García: los ochenta, su trilogía dorada, ¡dios santo! Son más de quinientas páginas y Marchi no hace mención detenida ni análisis de Clics Modernos, Yendo de la cama al living, Piano bar, Parte de la religión. Quienes son fanáticos de Charly García no me dejarán mentir cuando digo que esta es la etapa más interesante en la vida musical de García, y no realizar siquiera un acercamiento biográfico, ya no un reseña objetiva de estos discos, es prácticamente imperdonable. Marchi nos puede contar cómo tocó la batería en un concierto olvidable de finales de los noventa, pero siente innecesario escribir sobre el disco más importante del catálogo musical latinoamericano y la razón por la que uno considera a García como un ídolo. Y francamente no veo un pretexto para tal descuido, más allá de que le quedaron muy grandes esos zapatos y decidió simplemente no meterse en una empresa de alta magnitud. Si eres el "biógrafo oficial" y en tu biografía no incluyes el momento más importante en la vida de tu protagonista, ¿entonces para qué?
Este libro servirá a generaciones posteriores para recordarnos que la leyenda tiene carne y hueso, y que Charly no es, como pudiera parecer en muchas ocasiones, un ser de infinitud mitológica.
No es tanto un relato de la vida de Charly, sino una crónica de sus peores años, los que van desde principios de los 90 hasta fines de los dos mil, cuando lo internaron y Palito Ortega se lo llevó a su rancho. Marchi, que fue quizás el mejor amigo de Charly en esos años, se enfoca sobre todo en los excesos del genio y no sé si se da cuenta de que en no pocas ocasiones cae en el morbo. Es claro que Charly tenía un entorno que le decía "sí" a lo que fuera, y Marchi fue tanto amigo como entorno. A veces da verguenza todo lo que Marchi le tolera a García, y en otras también da verguenza que el autor intente ponerse él de protagonista hablando de sus rollos familiares o sus virtudes como baterista. ¿A quién le interesa la vida de Sergio Marchi? Sobre cómo Charly fue capaz de componer esas obras maestras que hizo desde los 70 hasta comienzos de los 90, casi no hay testimonios. Sí los hay, por montones, de la etapa que vino después, la "Say no more", y el enigma acá es por qué Charly, después de 1991, fue incapaz de componer un disco decente. No creo que sea casualidad que esa crisis coincida con su peor época con las drogas. ¿Se drogaba para no ver que había perdido algo de su talento? ¿O eran las drogas las que bloquearon sus capacidades? Marchi no se hace esas preguntas, y se pierde en desvaríos de psicoanálisis barato y una absurda insistencia en la figura del vampiro. Igual, como fuente de chismes y como testimonio de la caída del genio, el libro es imperdible.
Tengo derecho a opinar desde el respeto, y es que soy fan de Charly García, ame el libro al ser un compendio de anécdotas y algo así como el detrás de bambalinas, de toda su vida, al menos hasta el 2007, que es la versión que leí yo. Independientemente de la vida de Charly, la escritura de Marchi es fácil de leer y fluida, eso hace digerible leer un libro de casi 600 páginas (la versión que he leído, al 2025, puede que sean 800, quien sabe). Pero también es cierto que si el libro se sostiene, es por lo interesante y frenético de la vida de Charly, hay escenas donde Marchi pone de su cuchara y es pesadísimo de leer, el final donde habla de los compositores famosos, ese intermedio donde habla de los dioses. Además de que el autor se empeña en reportar todos los momentos más bajos y las ocurrencias más graciosas del artista, pero, aún siendo el fan más acérrimo de Charly, son intrascendentes, una simple risita no justifica las 40 páginas narrando la anécdota de turno. Esto una o dos veces no representaría mucho, pero se repite mucho al rededor del libro, esta es la razón por la que es tan extenso. Además de que hay momentos brillantes de frases de charly, que no ha dicho en ningún otro lugar más que en la intimidad del escritor, que deberían tener más espacio para su reflexión. No es un mal libro, esta hecho para fans, y eso esta bien, solo hay demasiado relleno. Ponganlo a correr en la caminadora y será una biografía impecable.
Por ahí no es mi periodista de Rock preferido (dicen que el libro de Roger Waters tiene partes extraídas literalmente de otros libros) pero este es un muy buen acercamiento al artista gracias al cual varixs de lxs que estamos acá hoy somos músicxs . Ciertas anécdotas y frases de García contadas por boca propia le dan más valor y una marca más razonablemente real a todos los hechos que lo tuvo como protagonista. Me lo regalaron para mis 15 años; yo estaba muy fanatizado en ese momento y este tipo de acercamiento no hizo más que reafirmar su condición de genio a fuerza de práctica y trabajo. Recuerdo patente cuando leí la frase “Dicen que Argentina tiene un techo; bueno, ¡bang! Volemos el techo a la mierda”. Ahí me dije “Este es un distinto”. La cosa iba en serio. Para colmo, en ese momento estaba leyendo “El Perseguidor”, de Cortázar y era imposible no trazar paralelismos. Releído varias veces (200 carillas en una noche mi récord), este libro no tiene fin porque Charly no lo tiene. La reedición de 2013 sólo le suma una triste anécdota más.
No digas nada. Una vida de Charly García es un libro que se sumerge en la trayectoria de uno de los músicos más influyentes y polémicos de la historia del rock en Argentina. A lo largo de sus páginas, se traza un recorrido por la infancia de Charly, su explosivo debut artístico y la evolución de su carrera, tanto en grupos históricos como Sui Generis y Serú Girán, como en su etapa solista. La obra explora las complejidades de su personalidad y la manera en que sus vivencias personales, a menudo llenas de excesos y episodios de crisis, moldearon su estilo irreverente y visionario.
El libro mezcla anécdotas, testimonios de colegas y amigos, y un análisis detallado de sus discos, lo que permite comprender la magnitud de su influencia en la escena musical argentina y latinoamericana. No obstante, también se adentra en los conflictos internos de Charly, sus cambios de humor y la tensión constante entre su genio creativo y las presiones de la fama. Esta combinación de rigor biográfico y enfoque íntimo brinda una mirada completa al fenómeno artístico que representa.
Sergio Marchi, periodista e íntimo amigo de Charly durante varias décadas, escribe esta biografía que me resultó bastante morbosa y, por momentos, repetitiva. Él escribe bárbaro, pero a lo largo del relato va dejando varias autorreferencias que, aunque simpáticas, a veces estuvieron de más. Imaginaba un libro más pochoclero, que quizás lo hubiera sido si no se enfocara tanto en las internaciones, los destratos y lo difícil que era laburar con Charly. Algunos momentos mágicos están retratados (aunque el fan de Charly los conoce prácticamente de memoria).
Siendo parte del círculo cercano, esperaba que describiera al músico desde un lugar más íntimo y novedoso, pero da la sensación de que existe una distancia, como si él también fuera apenas un fan más.
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Charly, mi artista favorito desde la adolescencia. Jamás entendí por qué decidió seguir esa espiral descendente y autodestructiva que se llama “Say No More”. Una gran pena que tanta genialidad fuera consumida por esos demonios internos. Sobre el libro, me parece que el autor hace lo posible por tener objetividad y abstraerse de su fanatismo por el artista, para lograr un gran texto que, incluso, combina estribillos de las canciones como conectores de la historia. Y a Charly, mi devoción por su música, su genialidad e inteligencia, pero también mi compasión por los años que él decida vivir, para luego inmortalizarse.
No digas nada: Una vida de Charly García, de Sergio Marchi, es un libro que hacía varios años que tenía ganas de leer y la verdad, no me decepcionó. Este libro no es tan cronológico cómo el de Spinetta, pero creo que la estructura planteada (y más que fue actualizado hace 15 años) es ideal para conocer un poco más de unos de los grandes músicos argentinos, guste o no guste a algunos sectores. Bah, otro de los grandes ARTISTAS argentinos. Mi calificación para No digas nada es de cinco estrellas.
Luego de leer libros posteriores de Sergio, me encontre con este, su primer libro. Excelente narración de la vida de García, desde la intimidad compartida por el músico hacia el autor. Desafortunadamente fue actualizada hasta el 2007. Tranquilamente podría realizarse una nueva edición sobre la vida este genio de la música.
Amo a Charly. Y tenía las mejores referencias de Marchi como periodista de rock, lo he escuchado con admiración durante años. Sin embargo, no me enamoró la biografía, me dio la sensación de que la prosa o la forma en la que está escrita no es la más amena, muy desordenada a mi gusto. Lindo libro para conocer algo más sobre Charly pero no me encantó como biografía.
Me pareció increíble. Marchi primero es fan, luego amigo, momentáneamente mánager, pero siempre leal. Permite entrar en rincones desconocidos y observar los conocidos desde otra perspectiva que por cercana no deja de ser crítica. Él reivindica, tal como Charly, el rol de fan. De más está decir que es un libro para acompañar con cada disco y canción que se menciona. Fue una experiencia de lectura alucinante.
Propuesta bibliografía interesante, me gustó mucho cómo se dividen los capítulos ya que permiten hacer un recorrido a lo largo de la vida de Charly y su obra discográfica. A medida que se avanza en la lectura, el protagonista parece más el autor del libro y eso rompe un poco el criterio que se utiliza a lo largo del libro como trabajo de investigación.
Había leído las biografías de Spinetta y de Pappo del mismo autor y son excelentes. Esta, para mi gusto, se centra demasiado en la última etapa de Charly. Mucho Say no more y poco Bicicleta.
Por un lado, me gustó mucho cómo escribe Sergio Marchi (esto se destaca en distintas reflexiones que va a hacer a lo largo del libro sobre ciertas temáticas, que si bien no aportan a la biografía en sí, me parece que están buenas), pero me parece una lástima el hecho de que no pueda contar las cosas de manera más impersonal. Fuera de eso la verdad es que es una genial biografía, muy amena de leer, repleta de anécdotas y detalles técnicos que disfruté mucho (y muy bien explicados además). Yo veo que la carrera de Charly se puede dividir en dos grandes etapas. La primera etapa tiene que ver con el genio musical absoluto que pudimos ver en Serú Girán, Sui Generis y en los primeros discos de su carrera solista. Toda su música en esta etapa está cargada de una sutileza y sensibilidad únicas, y también, el rock. La otra etapa en la carrera de Charly es experimental. Sus discos toman un tono más sombrío. El factor común entre esas dos etapas es que todo en Charly es arte puro. Todo suena genial. Todo te rompe la cabeza cuando lo escuchás. Es un antes y un después escuchar un disco de Charly. Charly se comunica mucho mejor a través de la música más que a través de palabras. Él asocia sonidos y melodías con todo.
Gran libro de Sergio Marchi. Yo tenia la version original y ahora con esta actualizacion me hizo ver cuan importante el gran Charly Garcia es para la musica mundial.
Bien escrito, divertido de leer y lleno de anecdotas que solo un hombre cercano a Garcia pudo conocer y escribir.
Bueno, cuenta un periodo corto pero intenso. Sergio Marchi no es el mejor escritor y protege bastante en el relato a su amigo, pero alcanza para comprender un poco mas la personalidad y las inspiraciones de Charly.