Como líder del grupo de mercenarios espaciales Horizonte Rojo, se dedica a disparar a gente de planeta en planeta por dinero. Bebe demasiado. Su vida social es un desastre y tiende a acabar en la cama con quien menos le conviene. Como, por ejemplo, con miembros de su tripulación.
Después de que una de sus misiones se le complique y deba enfrentarse a uno de sus compañeros, lo que parecía un encargo fácil acaba convirtiéndose en un infierno. Al fin y al cabo, Kerr no sabe qué es peor, si una lluvia de disparos de los bien entrenados soldados de la Torr’Arrian o las heridas emocionales, esas que los nanomédicos no curan tan fácilmente.
Horizonte Rojo es la nueva saga de Rocío Vega, una space opera que mezcla acción futurista con escenas eróticas realistas y atrevidas. Un encargo fácil es la primera entrega de una adictiva serie de novelas cortas en la que la dura mercenaria Kerr se enfrentará a comandos alienígenas, conspiraciones corporativas y a sus propios demonios.
Nací una noche de eclipse lunar, lo que sin duda significa algo. El qué, aún no lo sé. Cuando era pequeña quería ser médico, camarera, diseñadora de videojuegos y actriz. A mi madre le echaron las cartas y le dijeron que iba para escritora. Acertaron. Ya podían haberle dicho que iba a salir millonaria. En los diez años que llevo escribiendo he terminado cuatro novelas, varios relatos y algunas novelettes. También he trabajado como escritora fantasma y copywriter. Gané dos veces el Concurso de Relato Histórico de la Universidad de Cantabria y el primer premio del Concurso de Relatos Gabino Teira.
Escribo fantasía y ciencia ficción, en ocasiones con un toque de erótica. Me leo hasta las guías de teléfono. En mis ratos libres juego a rol y arrojo dinero a Valve para comprar videojuegos que nunca tendré tiempo de probar.
Las apenas sesenta páginas de Horizonte Rojo dibujan un futuro que rezuma Mass Effect por todas partes: escudos cinéticos, dispositivos holográficos personales y grupos mercenarios con colores corporativos, pero la obra tiene entidad propia. No es, ni de lejos, una suerte de fanfic.
La tecnología y las especies del universo se presentan a pinceladas, sin forzar su explicación tirando del manido "Como ya sabes, Mike..." y a través de ellas presenta rasgos de la sociedad del siglo XXIII.
Los mercenarios no son héroes bienhechores y su moralidad no se justifica o elogia en ningún momento, se trata de profesionales que disparan por dinero, y además de un grupo bastante disfuncional, auténticos antihéroes con actitudes auto-destructivas y cuajados de defectos. No es difícil creerse a unos personajes así, que siguen adelante porque es lo único que saben hacer, no por altruismo o en busca de salvar una galaxia que nunca se lo agradecerá.
La narrativa es directa, agradable y fluida, las páginas no duran un suspiro, y el tono encaja a la perfección con un futuro duro y sucio, a pesar del metal reluciente y los hologramas brillantes. El par de encuentros sexuales están bien construidos, con honestidad y una crudeza apropiada a los personajes y a su contexto, tienen sentido en la narrativa y dicen algo de los personajes. Es un elemento difícil de gestionar en la literatura,donde siempre abundan las horteras metáforas líricas fuera de tono.
En el apartado negativo, algunas situaciones se solventan con excesiva rapidez, algunas conversaciones habrían agradecido unos párrafos extra, se percibe cierta premura en las escenas. Del mismo modo algún dialogo me sonó ligeramente forzado, aunque es posible que eso entre dentro de cuestiones muy personales.
En conclusión, los personajes quedan bien presentados, aportando luces y sombras sobre ellos y el mundo que les rodea. La acción es trepidante y cinematográfica, y te deja con ganas de ver si en futuras entregas el desarrollo narrativo sigue a la altura de este prometedor inicio.
Un comienzo lleno de acción y que te sumerge en el universo de Kerr. AVISO: contiene escenas eróticas explícitas, que nadie lo empiece sin saber lo que hay.
Los capítulos son como pipas, no puedes parar solo con uno.
Echo en falta descripciones más detalladas de los aliens.
El pasado 19 de febrero Rocío Vega publicó gratuitamente en Lektu el primer libro de su saga Horizonte Rojo y apunto estuve de perdermelo antes de la hora límite, si llegaste tarde, ¡QUE TE JOD(para Juan, que esta es una reseña seria).
Dato gracioso: No me importa leer una obra con tintes eróticos si es buena (esta lo es), cuando lo descargué de Lektu, empecé a leerlo sin informarme antes, de modo que no sabía que la novela trataba temas eróticos, así que os podéis reír imaginándome como Flanders a partir del segundo capítulo.
Cuando empiezas a leer te encuentras de frente con el grupo de mercenarios que son los protagonistas, un tópico más que sobreexplotado, pero como en la mayoría de las buenas obras de ficción, esta se sostiene por el desarrollo de personajes.
La obra trata de cómo Kerr, líder de la banda de mercenarios Horizonte Rojo acepta un contrato que se desmadra, y entonces cada miembro de la tripulación debe cumplir su papel para que esto salga adelante, en el caso de Kerr el de ser un líder.
Una líder alcohólica, con una apetito sexual casi insaciable y con compañeros que probablemente liderarían mejor que ella...
Más que la misión, el tema recurrente del libro es el viaje interpersonal de Kerr y cómo intenta arreglar las cosas pero cagándolas cada vez más. Se acuesta con quién no debe *SPOILERS* no solo con Bahuer, sino más adelante, con dos personajes que no conoce de nada y en estado absoluto de embriaguez.
La obra tiene algunos momentos que actuan como un retrato de la realidad con respecto a temas polémicos muy presentes, imaginados cómo se abordarían en el setting de esta obra, el s.XXIII. *MÁS SPOILERS* Kirsten siendo repudiada por mantener relaciones con extraterrestres siendo Kerr bisexual, teniendo los bisexuales que enfrentarse a detractores en el s.XXI, o que sea musulmana en el s.XXIII cuando la sociedad del s.XXI ya es mayoritariamente atea o agnóstica en según qué países.
El libro es corto, fácil de leer, no requiere una gran compresión lectora y las descripciones están bien realizadas, sobre todo el sexo que está descrito con todo lujo de detalle.
Dadle una oportunidad, que si os mola la space opera os molará este,y si no es así, QUE TE FOLL- le apartan del ordenador
¡¡Me ha gustado bastante!! Horizonte Rojo es una historia que se está publicando en varias entregas y eso hace que su organización diste de lo que nos podemos encontrar en una novela y por eso me ha gustado mucho que esté tan bien estructurada. Tiene tanto partes de acción como partes más eróticas y partes más de "reflexión" de la protagonista y nada sobra, todo está muy bien encajado.
De verdad, Rocío se merece muchos aplausos porque a pesar de que la erótica no es lo mío, me han gustado bastante las escenas de esta entrega y los personajes me han parecido una pasada por lo realistas que son y se nota que están muy bien construidos, ¡y eso que solo se han dado pinceladas de ellos!
No me quiero alargar más pero es que hay tanto que se puede decir... Parece que haya leído una historia mucho más larga pero no, sin duda me ha dejado con ganas de más
Lo cierto es que me ha gustado mucho esta lectura. Tiene mucha acción, esta dirigida a un público adulto, algo que agradezco mucho tras varias lecturas YA, el ritmo narrativo es muy bueno y además Rocío Vega sabe hacer muy buen uso del lenguaje. Todos estos factores hacen que uno termine leyéndose esta novela corta en poco más de una hora, lo que demuestra que engancha y mucho.
Por ponerle algún pero, quizás le falte algo de profundidad a la historia, pero es algo normal teniendo en cuenta que tiene menos de 100 páginas.
Como siempre, os dejo el enlace a mi blog por si queréis darle un vistazo a la reseña que publiqué allí:
Este inicio de Horizonte Rojo me parece perfecto para abrir boca y que la autora deje bien colocados todos los elementos como para que me quede con las ganas de saber qué va más a pasar pero sin forzar demasiado. Como historia para descansar y para evadirse, es más que recomendable porque cumple muy bien y me he divertido leyendo los tiros y las idas y venidas de Kerr con media tripulación.
Es cierto que Kerr misma no me termina de gustar. Entiendo la presentación del personaje, su falta de madurez y su impulsividad de perfil autodestructivo, pero no es la clase de personajes que terminan de gustarme porque quiero asfixiarlos lentamente. Esto tiene una parte buena, que es esa misma presentación: está conseguida, o de lo contrario Kerr habría ido más hacia la indiferencia que no suele ser buena para una protagonista de altos vuelos. En cuanto al resto de personajes, quitando al pintor sanguíneo los tengo en stand by para que terminen de gritar un poco detrás de la sombra alargada de Kerr, que entiendo que tan pocas hojas son complicadas para que tenga una idea clara de todos ellos.
Ya iba avisada en cuanto a la cantidad de sexo y lo explícito que era en esta primera miniparte, así que no voy a poder quejarme si ya sabía a lo que iba. De todas formas, quizá no es exactamente lo mío que sea una parte tan significativa del conjunto de esta introducción, aunque sí que es verdad que la manera en la que está contado por lo menos no me resulta en absoluto cargante y tampoco lo veo gratuito, en el sentido que para componer a Kerr esa visión sí que me parece necesaria. ¿Preferiría más viaje intergaláctico y menos descripción de los asuntos sexuales de la capi? Pues sí. Pero dentro de eso, no significa que haya estado mal dentro de lo que cabe.
Igualmente, me gusta mucho el universo que plantea Rocío Vega, me gusta cómo se mueven las cosas y las pocas pinceladas que hay en cuanto a temas culturales entre razas. Y probablemente eso y que sea una buena lectura para descansar, con un buen ritmo en la narración, hayan sido los elementos que me han decidido a quedarme a leer las siguientes partes.
Me ha gustado mucho. Después de todas las recomendaciones que veo diariamente en Twitter sobre esta autora, al final me he animado a empezar Horizonte Rojo y la verdad es que no me ha defraudado. A pesar de ser algo introductorio, es una historia interesante y ágil, que te deja con ganas de más. Lo personajes son complejos y algo disfuncionales (mis preferidos xD). ¡Y tiene buenas escenas de sexo! Sí esto me sorprende porque no suelen gustarme nada.
Por otra parte, no me gusta demasiado el formato. Varios volúmenes tan cortos que te los ventilas en una tarde... Me da la sensación de que me van a entorpecer la lectura. ¡Pero eso ya es cuestión de gustos!
Me acerqué a Horizonte Rojo con recelo, porque, aunque me encanta la space opera, la erótica no es lo mío en absoluto. Normalmente, huyo de ese tipo de literatura como de la peste. Pero, al final, "Un encargo fácil" ha terminado resultando una gratísima sorpresa. Es ágil, divertida, entretiene y tiene un equilibrio y una coherencia interna que, como lectora, he agradecido enormemente. A pesar de ser una novelette pulp, con las características que ello implica, no se limita a vomitar palabras sin más. Incluso las escenas eróticas, que eran lo que más me preocupaba, lograron ganarme por lo bien integradas que están en el discurso interno de la historia. Por debajo de la acción, los tacos, el sexo y la diversión palomitera pura y dura, se puede percibir un trasfondo que termina de darle solidez a todo el conjunto. Y eso es lo que más valoro siempre cuando me pongo a leer, porque escribir novela ligera no debería ser sinónimo de escribir novela vacía.
Horizonte Rojo es una historia de publicación periódica, estructurada en números que después se recopilarán en tomos, formando una secuencia de arcos argumentales, al estilo de las novelas gráficas. Eso altera ligeramente las normas con respecto a las novelas tradicionales; aquí, el ritmo es más episódico, sujeto no sólo al desarrollo de la trama general de la historia, sino al formato breve de cada número, donde se debe jugar también con los picos de acción, las subtramas medio autoconclusivas y los cliffhangers internos. "Un encargo fácil" es, obviamente, el número introductorio, en el que se nos presenta el escenario, a los personajes y el primer problema que deben resolver (y que resuelven, aunque sus consecuencias ya se encargan de dejar preparado el terreno al siguiente número). Sin embargo, nunca olvida que su objetivo primordial es entretener y está muy bien equilibrada. El peso entre la acción, la narración un poco más intimista y las escenas de sexo, que son los tres elementos básicos de la estructura, está repartido con mucho acierto, de forma que nunca llegas a cansarte de uno u otro y el dinamismo no se resiente.
Sólo hacia el final, en los dos últimos capítulos, se tambalea un poco ese estupendo ritmo, acelerando demasiado el desenlace para dejar cerrada esta primera "aventura" de la forma más redonda posible. Recién salidos de una escena bastante intensa que incluso puede considerarse un punto de inflexión para el desarrollo de los personajes, la vuelta a la narración rápida y concisa te hace sentir que falta algo o que algo cojea. Por suerte, son apenas unas páginas, y tampoco estoy segura de hasta qué punto este problema no se debe a las exigencias del formato (que marcan una extensión bastante concreta).
No obstante, el encanto de Horizonte Rojo (o al menos de este primer número) reside especialmente en sus personajes, que forman una galería fantástica y más tridimensional de lo que cabría esperar de una obra tan ligera. Vega no se conforma con utilizar maniquíes de cartón que hagan bulto y se encarga de darles a todos un punto de personalidad que los hace muy, muy carismáticos. Incluso Nutty, el francotirador medio demente, y Rurik, el viejo amigo que ejerce de mentor y mano derecha de Kerr (los dos que menos espacio disfrutan en este número), se hacen increíblemente entrañables.
Pero el núcleo principal es Kerr, por supuesto; en cierto modo, ésta es su historia. La guerrera hija del líder de una banda de mercenarios espaciales, obsesionada con despegarse de la sombra de su padre y demostrarle al mundo (y a ella misma) que es capaz y competente. Kerr tenía el potencial para convertirse en el arquetipo de "tía dura" sin más, pero está tan llena de luces y sombras que termina a años luz de cualquier molde. Es fuerte y hábil en el campo de batalla, pero también es agresiva, egoísta, inestable y muy inmadura, llamándose a sí misma capitana y quejándose de que nadie la respeta, al mismo tiempo que su primera reacción al cabrearse no es otra que irse de borrachera para "desconectar". Es fácil pensar que, en circunstancias normales, una persona como ella no habría llegado nunca a capitanear una nave, y se crea la impresión de que Kerr está donde está porque su padre es quien es, no porque de verdad se lo haya ganado (detalle que apuntala aún más las fricciones entre ambos). A Kerr le queda un largo camino aún para llegar a ser una auténtica líder, pero lo intenta y lo desea con un toque de patetismo tan llamativo que es imposible no conectar con ella rápidamente.
Es muy curioso cómo la mujer que podría volarte la cabeza sin pestañear si le tocas las narices es también capaz de tornarse estúpidamente feliz como una cría ante un simple "bien hecho" por parte de Rurik, por ejemplo (la relación fraternal o paterno-filial de esos dos es el contrapunto perfecto a la Kerr más impulsiva y visceral). Esa aprobación que parece buscar tan desesperadamente, así como las nefastas decisiones en las que se escuda cuando no la consigue, marcan sólo la punta del iceberg de una personalidad muy turbulenta. En "Un encargo fácil", todos esos problemas y sombras de traumas pasados sólo se esbozan, pero el número entero está salpicado de pequeñas pistas aquí y allá para el lector atento. No son necesarios grandes monólogos mentales, con un simple par de comentarios en el momento justo Vega ya te explica por qué Kerr es como es, por qué bebe tantísimo, por qué se involucra en relaciones tóxicas, por qué se aferra de esa forma al sexo… Es una profundidad que no esperaba, tratada con un barniz de ligereza que te hace picar el anzuelo sin darte cuenta y te deja enganchado al personaje, con ganas de saber cómo seguirá desarrollándose su evolución.
Kirsten y Bahuer, los últimos dos miembros de la tripulación, también se perfilan como personajes interesantes, especialmente la primera. De Bahuer cabe destacar que aunque es un gilipollas, un bravucón y un descerebrado, no lo es sólo porque sí. Vega le da un motivo, nos lo presenta como un adicto a los estimulantes que pasa puesto casi todo el día como una forma de manejar el estrés. Así, su violencia y su inestabilidad tienen sentido, son lógicas. Y, en cuanto a Kirsten, la piloto de la Athena, solamente se ha empezado a perfilar, pero ya se perciben en ella rasgos muy representativos. Es una persona muy ecléctica. Kerr hace mucho hincapié en su faceta de "chica religiosa", pero también tiene una visión muy amplia y liberal del sexo, las relaciones y las personas en general. A pesar de su simpatía y su carácter jovial, también tenemos oportunidad de ver cómo se tensa y se pone a la defensiva cuando le tocan la fibra sensible, lo que casi se siente como un augurio de los posibles conflictos a los que dará pie. Si alguien compite con Kerr en crear expectación en el lector, es Kirsten. Y eso es muy de agradecer, porque, por muy entretenida que sea una historia, si los personajes no te dicen nada, la lectura se resiente.
¿Temáticas a destacar, en una novelette de apenas ochenta páginas? Pues sí, y ése es otro de los logros de Horizonte Rojo. De la mano de Kerr se ponen sobre la mesa la frustración vital, la inseguridad, el rencor, el desprecio a uno mismo que empuja al autocastigo, esa especie de hedonismo medio desesperado como fórmula de evasión… porque sí, el sexo en esta historia es explícito y muy poco amable, pero no es burdo, se salva de caer en lo soez incluso a pesar del vocabulario descarnado y no es gratuito en absoluto. Forma parte de Kerr y nos ayuda a meternos en su cabeza y a identificar actitudes tóxicas y autodestructivas cuyas razones aún están por descubrir. No es morbo por simple morbo, y eso hace mucho más valiosas unas escenas que, de haber estado narradas con menos habilidad, podrían haber deslucido la novelette en pleno.
Por último, el estilo narrativo es muy coloquial, muy directo, algo que encaja a la perfección con Kerr, puesto que se narra desde su PoV y ella es una persona muy llana (punto especial para el recurso de incluir esas garrafales faltas ortográficas en los mensajes que escribe). Eso le da bastante crudeza al texto a veces, pero no podría haber sido de otra forma, cualquier otro registro se habría sentido antinatural. Además, ayuda a conectar tanto con la protagonista que refuerza muchísimo la coherencia interna de la narración. Sin embargo, este estilo tan conciso también tiene sus puntos flacos, y lo que más afectado se ha visto por ello ha sido la ambientación. Horizonte Rojo es una space opera y cualquier aficionado al género se sentirá como en casa cuando lo lea, porque todo resulta familiar, es muy fácil ponerse en situación y hacerse una idea de por dónde nos estamos moviendo. Pero eso no impide que se echen en falta descripciones algo más prolijas, no tan parcas, sobre todo con respecto a los lugares y los aliens, elementos ambos muy importantes para darle personalidad a este mundo. Es difícil juzgar bien este detalle habiendo leído sólo el primer número y espero que se invierta un poco más en ello en los siguientes (sin pasarse a las parrafadas eternas, que tampoco es necesario; no encajarían ni con el formato ni con el tono de la obra).
Resumiendo: un debut que merece la pena mucho más de lo que imaginé en un principio y que es muy recomendable. Esto es space opera, aquí hay naves, alienígenas, armaduras, tiros por doquier y algún que otro encontronazo sexual. Pero no sólo eso. También hay fondo y sienta la base de lo que puede llegar a ser una saga fenomenal.
Frecuente hablamos de género "pulp" en pasado pero yo creo que en realidad nunca ha desaparecido. Me refiero más al aspecto de literatura popular de evasión, consumo, etc. que al contexto que propició su proliferación, tanto en los EE UU en período entre guerras, como en la España de la posguerra y dictadura (véase las "novelitas de a duro"), aún que también esto último cobra sentido hoy en día si tenemos en cuenta la autoedición y algunas pequeñas editoriales (por supuesto no todas).
En mi opinión la novela de Rocío Vega puede encuadrarse en el "pulp". En primer lugar por su parecido en cuanto a contenido y estilo a las mencionadas novelas de a duro con las que me inicié en el género fantástico, y por supuesto por su descaro en proporcionar al lector puro entretenimiento y evasión.
Uno llega a casa cansado del trabajo y después de hacer las tareas y acostar a los niños ¿qué le apetece? Posiblemente no querrá visionar una película de Terrence Malick. Más bien al contrario, por ejemplo una película de superhéroes... o bien leer una space opera como "Horizonte Rojo: un encargo fácil", o por lo menos este es mi caso. Mi otra lectura en estos momentos es "Gnomon" de Nick Harkaway (que está muy bien pero ¡tela!) y me decidí por esta por la reseña del blog "Fantasía, Sci Fi y mucho más". Y la verdad es que me lo pasé muy bien (y no me dormí ;-).
A destacar el buen ritmo y a la vez la crudeza de la narración, tanto en los momentos de acción como en las escenas de sexo. Y los personajes están bien pensados, sobre todo la protagonista. Entiendo que esta novela debe valorarse con sus propios estándares y no por criterios puramente literarios. En otras palabras, esta novela cumple con creces su cometido, a saber, proporcionar evasión y entretenimiento al lector.
Sobre el contenido ya he dicho que es una space opera aunque no sé si encuadrarla también en el género erótico/porno. No es que me parezca mal; al contrario, felicitar a la autora por su atrevimiento frente a la mojigatería imperante en el fantástico, asumo por la influencia anglosajona. Lo que no tengo claro si es lo que yo busco (me tira más la ciencia ficción) y para averiguarlo he comprado la continuación.
Aquí tenéis el enlace de la reseña que he mencionado antes. Coincidimos en algunos puntos y en otros no, pero en todo caso es bastante más completa que este comentario: https://fantasiascifiymuchomas.blogsp...
Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con la cifi. Las escenas de acción son estupendas y tienen ese toque extraño que te hace pasar las páginas más rápido de lo normal. Por encima de todo, los personajes son geniales: unos adorables, otros odiosos, y toda la gama intermedia. Las escenas de sexo, al contrario de lo que demasiadas veces ocurre, ni son un interludio torpe metido con calzador ni son las escenas centrales chuscas sobre las que gira una excusa de trama débilmente hilada. No sólo no dan vergüenza ajena (mi mayor temor) sino que son entretenidas y no dejan ni un momento de hablarnos de la mentalidad de los personajes (ver tercera frase más arriba).
A lo mejor suena muy fanboy, pero yo me muero de ganas de que llegue la segunda.
Un encargo fácil se puede leer rápidamente, pues hay mucha fluidez y raramente aburre. La protagonista, Kerr, no me ha gustado nada, pero es un personaje perfectamente construido. Aparte de ella, los otros personajes son bastante secundarios, aunque están muy bien perfilados cada uno y sus interacciones con Kerr son dignas de ver. Lo bueno de esta space opera es que no es necesario tener conocimientos avanzados en ciencia. Todo está perfectamente implementado a la narración. Si tengo que buscarle un «pero» a esta novela corta sería el uso de palabras malsonantes, aunque su uso en la historia está perfectamente justificado y casa con Kerr, sin embargo, a mi no me agradan. Otro «pero» sería que queda con un final bastante abierto, no obstante, se disfruta mucho de esta primera parte.
Un buen comienzo: Rápido, impactante, directo y simple. Esta entrega de Horizonte Rojo es perfecta para empezar y una buena lectura para los ratos muertos. Cortito, te deja con ganas de más. Me encantan los personajes, son realistas y dolorosamente actuales.
Reseña que combina los tres primeros volúmenes de la saga Horizonte Rojo.
Siempre es agradable encontrarse sorpresas que te alegran el día. El género de la erótica nunca me ha atraído demasiado, no es lo que busco al leer una novela. Es por eso que el primer volumen de Horizonte Rojo había estado tanto tiempo en mi kindle, esperando a ser leído. ¿Ciencia ficción? Eso me mola. ¿Erótica? No tanto. Por lo que estoy para darme latigazos por haber tenido esta joyita cogiendo polvo digital. Y ahora me alegra haber descubierto a Rocío Vega como una autora a seguir los pasos si va a escribir ciencia ficción así de divertida.
Tiros y sexo, esto es Horizonte Rojo
En esta novela la trama no es enrevesada en absoluto. Ni puede ni quiere. Horizonte Rojo está escrito en formato de noveleta (20.000 palabras como máximo) y ahí no hay espacio para subtramas. Rocío Vega ha ido a contar una historia sobre Rea Kerr, líder de un grupo de mercenarios (Horizonte Rojo) que se gana la vida con negocios algo turbios y tirando de gatillo con demasiada frecuencia. Y, en sus ratos libres, ven qué pueden hacer para pillar cacho.
Un lenguaje crudo y directo
¿No lo he dicho ya? Aquí se viene a pegar tiros, cobrar por el trabajo y follar todo lo que se pueda. Con esa premisa no hay tiempo para florituras en el lenguaje ni doctores en Filología. Los insultos están a la orden del día. Los diálogos son de frases cortas y las descripciones tienen lo necesario para que el lector voraz se imagine los escenarios mientras sigue leyendo.
El camorrismo reinante en la noveleta me encanta. Como todo está escrito desde la perspectiva de Kerr queda claro que la autora se ha metido muy bien en la mente de su mercenaria. Y todo lo que describe lo hace desde el punto de vista de quién está siempre cabreada, borracha o las dos cosas al mismo tiempo. Hacía falta un personaje así entre mis lecturas. Kerr es el tipo de persona con quien no querrías juntarme, pero que te atrae lo que hace.
Escaso worldbulding
La verdad es que Rocío Vega no se ha complicado la vida. "¿A todo el mundo le gusta Mass Effect? Pues me hago un universo que se le parezca". Ha ido a por la space opera sin darle mucho al coco sobre worldbuilding, al menos en lo que ha sociedad se refiere. No obstante, ha ido al grano: motores antigravedad, escudos cinéticos y algún que otro juguete. Y alienígenas descritos con un color y un rasgo. El resto queda a la imaginación del lector. Mi escritor interno me decía que aquí faltaba algo. Pero lo cierto es que esta brevedad encaja perfectamente en este formato de noveleta, centrándose en la acción y los personajes.
Con Horizonte Rojo no necesitas marcapáginas
Esto se lee solo. Al ser un formato de novela corta, y tener un ritmo tan marcado por la personalidad de Kerr, tendrás en tus manos algo cuya páginas se pasan al pestañear. Horizonte Rojo es muy divertida y no me sorprende en absoluto que esté gustando tanto. Ni que Rocío Vega nos ofrezca más y más historias sobre Kerr y su banda de mercenarios.
La pega de la novela por fascículos
Es el único fallo que le veo a esta historia. Está dividido en tres noveletas conectadas entre sí. Y por mucho que trato de excusarlo no veo la forma de aventurarme y decirte "No hace falta que te las leas todas. Cada una va por separado". No es cierto. Hay que leer la primera, la segunda y la tercera. Si no la historia queda colgando. Las tres juntas suman algo así como cuarenta mil palabras (podría ser un NaNoWriMo) por lo que no me explico para qué dividir en tres y hacer que el lector adquiera tres libros. Esto en el formato digital es una carga (de seis a nueve euros por los tres ebook), pero como la edición en papel incluye las tres noveletas basta con que adquieras esa para que puedas disfrutar de Horizonte Rojo.
Porque... ¿recomiendo Horizonte Rojo?
Encarecidamente. Sí. Es más, hace poco estaba pensando que este año había leído pocas novelas independientes que fueran buenas. Y de repente aparece esta. Horizonte Rojo es francamente divertida y si se leen los tres volúmenes (en cinco días la he acabado yo) deja un buen sabor de boca y ganas de más.
Hay momentos de lujuria y momentos de humor, todo ello aliñado con una buena ensalada de tiros. Por ello voy a meterla en la categoría cinco estrellas. Porque se lo merece.
De esas lecturas en donde 95 páginas se te van en tan sólo una hora. Una historia contundente, con personajes muy bien definidos por su autora. Un majestuoso juego con la ciencia ficción que te hace sacar una carcajada de burla a todos aquellos que cuestionan el si una mujer puede hacer ciencia ficción. ¿saben qué?, aquí tienen un ejemplo más que claro, Rocío Vega juega con todos los matices y los une de manera divertida, lúdica y que le hace al lector la lectura muy amena y por supuesto que con ganas de más. Quiero más de Kerr y su tripulación.
Comentamos la primera entrega de Horizonte Rojo, de Rocío Vega, a quien entrevistamos la semana pasada en el lugar donde ocurre la acción de la historia.
Horizonte Rojo es una serie literaria publicada por la editorial Café con leche que cuenta con tres entregas y pronto con una cuarta. Para celebrar la nueva entrega, este fin de semana estuvo gratis en lektu la primera entrega que hoy vamos a comentar.
Una competente presentación de personajes, cargada de acción, pero también de momentos (muy) íntimos, que despierta interés por su universo y los seres que lo habitan, y que deja con ganas de más. Seguro que acabaré pillando los siguientes.
No era el tipo de lectura que buscaba, pero admito que fue mi culpa por no buscar más sobre el libro. Aun así, no me desagradó del todo y me pareció interesante el formato de microhistorias que creo que tiene la trama general; de hecho, no descarto seguir con los demás números cuando esté más en el mood de leer algo erótico y un poco violento.
En resumen: se me ha hecho cortísimo. Esta novela corta (o relato largo) de Rocío Vega nos traslada a un futuro en el que unos mercenarios espaciales, al mando de la capitana Kerr, se ganan los preparados de cereales y los tragos de vodka, y se dejan la piel (literalmente) con trabajillos de dudosa catadura moral. Todo ello aliñado con sexytimes.
El mundo sci-fi hace aquí su aparición como mero escenario, y si tuviera que encajar la novela en un género, sería el del sexythriller de acción y aventuras.
Pues eso, se lee en un plis-plas y te deja con ganas de más.
Una buena lectura. A pesar de tener pocas páginas consigue crear una historia con personajes sólidos (y originales) y un buen argumento. Se agradece la presencia de pjs femeninos diversos, aunque no he conseguido tragar del todo a la protagonista. De todas formas me ha gustado, por eso le he dado 4 estrellas, aunque estuve dudando si ponerle 3 porque el estilo de la narración muchas veces me ha resultado un poco... ¿agresivo? No sé si es la mejor palabra, pero no sé explicarlo de otra forma. El uso de expresiones coloques y de palabrotas en boca de los personajes quedan perfectas, pero en las descripciones del narrador omnisciente me chirriaban, la verdad; igual que las escenas de sexo, que no es que sobren, pero para mí se recrea demasiado en ellas para lo corto que ha sido el conjunto de la historia. Aun así que de verdad he disfrutado de la lectura, entretenida y que me ha dejado con. ganas de más.
"Necesito más". Eso es lo único que eres capaz de pensar al llegar a la última página de esta novelette que mezcla una amalgama de cosas que la hacen perfecta: acción, tiros, mujeres badass, sexo sin tapujos, representación LGTB... Y todo eso enmarcado entre referencias a sagas como Babylon 5 o Mass Effect. Si eres como yo y necesitas recargarte las pilas cada poco tiempo con una space opera... ¡Ya estás tardando!
Me he llevado una grata sorpresa con Horizonte Rojo, porque no soy muy dada a leer este tipo de temática espacial. Ameno y entretenido. Muy fácil de leer y muy difícil dejar de leer. Estilo directo pero sin perder calidad literaria. Y, lo mejor de todo: los personajes. Reales, interesantes, de esos que te emocionan y a los que pegarías un puñetazo de vez en cuando.
Es una visión futurista de la autora, con sus ventajas y desventajas, que se centra más en la descripción de los personajes (salvo en el particular Nutty) que en su trabajo como mercenarios; es lógico teniendo en cuenta que "Un encargo fácil" funciona como el primer capítulo o introducción de una historia más compleja.
Me he puesto a leerla hace un rato para despejar y me la he ventilado en un suspiro. No es un cuatro redondo, quizás un tres y medio de largo, pero prefiero tirar por lo alto porque lo cierto es que me lo he pasado muy bien leyendo. A ver si un día saco tiempo y le hago un reseña en condiciones.