Una muy cuidada edición, propia para que en ella se reuna la poesía, de una de las voces más intuitivas, profundas y sentidas de la actual poesía colombiana.. Aquí lo que habla es el espíritu y se lo dice al corazón.
Este volumen reúne por primera vez toda la poesía de Piedad Bonnett, una obra que comenzó en 1989 con la aparición de De circulo y ceniza y que ha tenido estaciones tan afortunadas como El hilo de los días (1995), Tretas del débil (2004) y Explicaciones no pedidas (2011), el más reciente de sus poemarios y ganador del Premio Casa de América de Poesía Americana 2011.
Poeta, novelista, dramaturga y traductora colombiana nacida en Amalfi, Antioquia, en 1951. Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, donde ocupa la cátedra de Literatura desde 1981. Tiene una maestría en Teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño por la Universidad Nacional de Colombia.
Me ha impresionado mucho la poesía reunida de Piedad Bonnett. Y quisiera exprimir de la palabra "impresionado" todos sus sentidos. Me ha impresionado por lo mucho que me ha conmovido: algunas veces hay una tristeza desgarradora, otras una melancolía envolvente, un misterio que se asoma y desaparece, una belleza repentina casi deslumbradora, una visión agudísima como sólo la puede tener un auténtico poeta. A veces es una impresión como la que podría causar algo escandaloso: la violencia, por ejemplo, o la impiedad, que aún así, con sutileza, encuentran su hogar en el poema. Impresión por la huella que dejan, por cómo a veces un verso o una imagen vuelve a visitarme horas después de haber leído el poema, o por la emoción tan viva que transmiten.
Dejo aquí uno de mis favoritos que por algún motivo casi me lleva a las lágrimas:
VUELTA A LA POESÍA
Otra vez vuelvo a ti. Cansada vengo, definitivamente solitaria. Mi faltriquera llena de penas traigo, desbordada de penas infinitas, de dolor. De los desiertos vengo con los labios ardidos y la mirada ciega de tanto duro viento y ardua arena. Abrasada de sed, vengo a beber de tus profundos manantiales, a rendirme en tus brazos, hondos brazos de madre, y en tu pecho de amante, misterioso, donde late tu corazón como un enigma. Ahora que descansando estoy junto al camino, te veo aparecer en cada cosa: en la humilde carreta en que es más verde el verde de las coles, y en el azul en que la tarde estalla. Humilde vuelvo a ti con el alma desnuda a buscar el reflejo de mi rostro, mi verdadero rostro entre tus aguas.
«Poesía reunida» de Piedad Bonnett es un libro de vida. Cuando pasaba página tras página pude sentir cómo se caía lentamente la puerta de todas aquellas cosas que viví pero mantuve en secreto. Podrán preguntarme la razón de mi apasionamiento por la poesía, y yo podría responderles con mil aforismos y con mil metáforas y aun así no lograría hacerme entender. La poesía se lee, se siente, no se explica. Y con Piedad pude extralimitarme en mis propias sensaciones, lo que me hace agradecer que exista alguien que tenga la poderosa osadía de escribir de esa forma.
El uso de las metáforas me dejó perpleja. No son de aquellas completamente inentendibles, pero tampoco son de las que cualquier podría escribir. Son sus metáforas, únicas, de ella, exactas, justas, preciosas. El coraje para escribir poesía sin pretensiones pude notarlo en esas páginas. Leía a una autora que no buscaba la ascensión como una gran poeta, sino solo expresarse. Y por ello me arriesgo a afirmar que es la gran poeta que es. La consideré mi segunda madre literaria después de Alejandra Pizarnik.
La recopilación de la obra de Piedad Bonnett es un gran acierto. Y sé que no solo yo lo agradezco. Así que a ti que me lees, y si no has leído a la autora y a su poesía, deberías reflexionar un poco sobre el tiempo que estás perdiendo. Ve, busca sus libros, en especial este, y luego me cuentas qué te pareció.
Empecé este libro con el corazón triste y esa poesía me ayudó a sanar. Piedad con su escritura tan elegante y sencilla hace que el sufrimiento tenga sentido, lo observa, lo exprime, lo entiende y lo acepta. Porque está bien estar mal, está bien sentir lo que sea. -- Quedé impresionandísima con el talento de Piedad Bonnett, escoge tan bien las palabras, son tan melódicas en su conjunto. Cuando las leía en voz alta (cosa que sólo he hecho con este poemario) disfrutaba tanto del sonido de las palabras y me llegaban al alma. Los poemas en su mayoría tratan del amor, de la soledad, de la nostalgia y de la vejez. Obviamente encontré poemas que no entendía pero nadaaa porque apenas estoy comenzando con la poesía (se reciben recomendaciones) y también muchas palabras desconocidas, pero me encantó leerlo. Cada poema es como un chocolatico, se disfruta un minuto y deja una amena sensación. -- Con este libro participó en #retoplaneta del mes fe abril que consistía en un libro de poesía. Me siento orgullosa de que Piedad sea colombiana y recomiendo mucho este libro. Con libros así uno disfruta la escritura tanto en su forma como en su contenido. Si tienen el corazoncito roto, está es la opción.
Piedad Bonnett tiene una carga emocional impresionante. Una pulsación frenética y caliente, como el bombeo de la sangre en una herida abierta... Así son los poemas de ella para mí, una herida siempre expuesta.
Chuta, qué belleza. Casi me quedé sin post-it de tantos poemas que destaqué. Mientras leía a Piedad Bonnett, me gustó que enseguida la visualicé escribiendo, quizá mirando fijamente lo que tenía alrededor, esforzándose en traducir lo diferente que se siente una tarde de las otras tardes y así, hilando con ojo sensible la densidad de algunos días que nos deja perplejos. Y todo lo que intenta construir en su poesía me lo hizo sentir como quizá lo sintió ella en el momento exacto que se puso a escribir. Tremenda mujer y poeta. Dejo uno de sus tantos poemas que me cautivaron:
“La luz, enceguecida, se abandona sobre el solar humilde que recortan las tapias imprecisas, y un cielo limpio y sin arrugas se extiende como un mantel recién almidonado. La herrumbe cumple su morosa faena sobre el peltre del balde con la misma paciencia con que el agua borra todo esplendor de la madera y hace crecer la hierba entre las patas de la mesa coja. Todo posee aquí esa serenidad de lo olvidado, esa apenas nostalgia que da el olor del humo, esa nostalgia a ráfagas que da saber que el cielo extiende su milagro más allá de las tapias”.
Mientras escribo este verso millones y millones de seres respiran todavía en mi viejo planeta. Prueba aquel una manzana y descubre un gusano entre su pulpa. Una mujer escribe una carta y solloza. Abre la tierra este otro con sus manos, y transpira y no piensa. Y en una esquina una muchacha espera a un hombre que no llega. Miles de hombres y mujeres abren sus ojos y recuerdan su cuerpo y sus tareas. Cientos de esófagos, de glándulas, de hígados, hacen su inocente trabajo y el amor resucita caricias a un millón por segundo y alguien se juzga feliz y un hombre compra una cuerda y la cuelga del árbol que en su patio florece. Tosen, cantan, defecan, multiplican, parten su pan, aceitan su paciencia, bufan, escupen, besan, timan a su vecino, mienten, mienten y ríen, mienten sinceramente y apuñalan o leen un poema...
Después de todo lo que dice este libro de poesía no hay nada que agregar. Pasa por todos los estadios y todos los describe tan bien que no quedan palabras: la vida, la muerte, el amor, el desamor la violencia, la soledad, el mundo, el país, colombia, Bogotá, los escritores, los hijos, los padres, los amigos, la poesía, en fin no quedó nada por decir. Es absolutamente imposible de describir un libro que ya lo dijo todo.
Me lo prestaron de sorpresa, no conocía de poesía, ni de Piedad Bonnett... y lo disfruté mucho!! Guardé fotos en mi celular para releer o subir a redes sociales :)
La poesía permite conocer de qué está hecho el autor, conocer sus sufrimientos y sus alegrías, sus amores y desamores. Pasando página tras página va uno identificándose muchas veces con sus escritos.
Una poeta formidable, observadora, depurada y que conoce las posibilidades del lenguaje y con ellas construye poemas en los que la voz narrativa revela el dolor de la existencia, pero también su belleza, en los que se homenajea a diversas tradiciones, pero, siempre en función de la expresión poética. Para ello las voces poéticas se sirven tanto de la vida cotidiana como de los momentos en los que ella se ve interrumpida, y en los que la ironía no está excluida y sirve para dar contraste a las diversas situaciones que convoca en su poesía.
"Por la calle empedrada la procesión avanza detrás del ataúd. Es blanco. Es un niño ha muerto, dicen en la mesa. En la cocina se cuenta que murió de culebrilla. ¿No era la muerte solo de los viejos? Mientras me da el jarabe Anita dice: Ahora es un ángel Siento que es más amarga la medicina pero la trago sin cerrar los ojos." se encuentr
Cumplí el reto de leer poseía, un mundo tan complejo y hondo, sin ahogarme y más bien flotando fácilmente gracias al talento y la sensibilidad de esta autora que cada vez admiro e instaló más en mis entrañas literarias. ✨
Explicaciones no pedidas de considerarse poeta, escritora y mujer. Leerla cronológicamente ha sido un viaje por su vida a través de su obra. Como el buen vino.
Hace algunos años aprendí uno de sus poemas, ahora no será solo uno. ¿Qué hacer cuando un poema te hace parar de leer, cerrar el libro, sonreir y esperar que pasen unos minutos para poder continuar?
Siempre he oído eso de que uno no escoge los libros, sino que son ellos los que lo escogen a uno, sin embargo, mi forma un poco psicorrígida de planear mis lecturas ha hecho que difícilmente un libro me escoja, pero me gusta pensar que este es uno de esos pocos casos. El día que compré este libro no tenía ni idea que existía, por supuesto había escuchado hablar sobre Piedad Bonnett y había leído "Lo que no tiene nombre"; su obra más afamada, pero no sabía que también era poeta y mucho menos que tenía una recopilación tan extensa como esta, era una tarde de noviembre y estaba triste así que fui a una librería a buscar consuelo y entre cientos de libros lo encontré y aunque iba a buscando algo de Camus o Cortázar a penas lo ojeé supe que era el indicado para alivianarme tanta tristeza y lo compré . Toda esta introducción para hablarles de esta recopilación muy bien lograda, donde se denota el estilo y la evolución de la obra poética de Piedad Bonnet, todos sus poemas están escritos de una forma tan distinguida y sencilla a la vez, que es imposible no conectar con ellos y dejarse conmover con tanta belleza. Lo que más me gustó además de la fuerza que tiene Piedad en su pluma, es la multiplicidad de los temas que maneja; todos tan distintos entre sí, pero siempre cercanos al lector. Este libro es un buen referente para aquellos que piensan que la poesía solo habla de amor o desamor, Piedad escribe sobre la violencia, el miedo, la cotidianidad, los lugares que soñamos antes de conocer, el insomnio, los libros, los amigos y el dolor; todos con el mismo sentimiento y la misma naturalidad. Al final nunca sabré si este libro me escogió o no, lo cierto es se sintió como una caricia tibiecita en medio de la tormenta.
Llevaba todo el año añorando leer esta antología y me arrepiento de no haberlo hecho antes. La amplia producción poética de Piedad Bonnett asombra de lo bien lograda que es y de la variedad de temas que trata. Genera todo tipo de sentimientos, hace juegos preciosos con el lenguaje, y nombró lugares y emociones que fueron míos sin saber que ahi estaban. Me dejó muchos poemas como favoritos y muchas ganas de leer más de la autora. Recomendadísimo.
El primer poemario de la reconocida autora colombiana Piedad Bonnett apareció publicado en 1989 y el último en el 2011. Se dice que es la suya una poesía de la resistencia muy vinculada a su experiencia vital y a su visión como mujer, que aborda el tema del amor, la cotidianeidad, la incertidumbre, la pérdida, el dolor. Denuncia también la deshumanización del mundo, la violencia… Es la suya una poesía contenida, sobria, sencilla, que desconfía de los efectos pirotécnicos y de las palabras, a las que cataloga de torpes mercenarias. Y al mismo tiempo es una poesía luminosa, positiva, que busca la médula de la emoción.
La edición de Poesía Reunida de Piedad Bonnett se presenta como un verdadero libro de vida, una compilación que recorre las diversas etapas de su obra literaria. A través de cada poema, Bonnett construye una estética cargada de experiencias personales y universales, ofreciendo al lector una exploración profunda de temas recurrentes como el cuerpo y la memoria.
Cada página permite adentrarse en las múltiples capas de su sensibilidad y su aguda mirada hacia lo cotidiano, lo íntimo y lo trascendental. Esta obra es un imprescindible para quienes buscan una poesía que no solo conmueva, sino que también invite a reflexionar y a redescubrir la belleza en lo vulnerable y lo efímero.
Piedad Bonnett, poeta colombiana, construye una poesía intensa donde la imagen y la oscuridad conviven para explorar la fragilidad humana. Sus versos, llenos de imágenes cotidianas y sombrías, revelan el dolor, el miedo y la memoria, pero también una profunda búsqueda de sentido y esperanza. En su obra, la oscuridad no es solo ausencia de luz, sino el espacio donde nace la verdad poética y la transformación interior.
¡Qué deleite! ¡Qué maravilla la poesía! Mercurio fue uno de mis poemas favoritos, pero cómo fue de difícil escoger entre un montón de letras llenas de nostalgia, amor, pasión, desdén, y emociones con o sin sentido. Este es un libro que merece ser regalado, y releído.
«Todo el vino del mundo está en tu boca, todo el pecado y la inocencia toda. Boca que calla y cuando dice, oculta. Capaz de toda la verdad es tu boca, de toda la verdad y la mentira. Ríe tu boca y se despierta el día»
Ojalá pudiera ponerle 10 estrellas sinceramente Es que estoy ahora mismo ojeando Wikipedia para comprobar si sigue viva Piedad Bonnett y confiar en que va a publicar más poesía