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412 pages, Hardcover
First published March 15, 1973
“Todo está por inventarse y yo no lo veré por desgracia pero mientras pueda inventaré por mi cuenta (…) todo será alguna vez como vos, pensó Marcos llamándola, todo estará más desnudo y será más hermoso, vamos a liquidar tantos sobretodos mugrientos y tantos calzoncillos sucios que algo tendrá que salir de todo eso, polaquita. Pero habría que amar hasta el vértigo esa imagen deseada, a pesar de la realpolitik o las otras armas necesarias y no siempre limpias o hermosas a pesar de las peores opciones inevitables…”El libro de Manuel, el que aparece en la novela, es un cuaderno en el que un grupo de expatriados autodenominados La Joda, ingenuos revolucionarios e inexpertos activistas, van pegando una serie de recortes de prensa sobre torturas, desapariciones y otros desmanes sociales y políticos a ambos lados del Atlántico y que tienen como destinatario el recién nacido Manuel. Uno de esos manotazos hacia el futuro que vete tú a saber si…
“La historia es una increíble cantidad de manotazos por todos lados algunos agarran la manija y otros se quedan con los dedos en el aire pero cuando sumas el todo por ahí te da la revolución francesa o el Moncada.”Cortázar aúna aquí como en ninguna otra de sus novelas su afán de cambio en la literatura y en la sociedad, su ambicionada liberación de tanto camino trillado, su búsqueda de nuevos órdenes. Las microagitaciones a las que se dedican los miembros del grupo –proferir gritos en un cine, comer de pie en un restaurante distinguido, cambiar los cigarrillos nuevos por usados en los paquetes de los puntos de venta, algo que recuerda mucho al malentendido que provocó Marrast en torno a un cuadro en 62/Modelo para armar– se asemejan a esos juegos verbales, a todos esos elementos experimentales a los que tan acostumbrados nos tiene el autor, que buscan descolocar al lector, atacar los códigos, “liquidar tantos sobretodos mugrientos y tantos calzoncillos sucios”.
“Nada, realmente nada, pero sucede que nada más nada no da nada sino que a veces da un poquito de algo.”Literariamente, hasta el propio Cortázar acabó descontento con la novela, lo que él mismo justificó por las prisas por publicar un artefacto tan claramente político, por la urgencia de llamar la atención de la situación política latinoamericana de aquel momento. No seré yo el que le quite la razón al mismísimo autor, pero, qué quiere que le diga, Don Julio, a mí me ganó hace mucho concon esos juegos literarios tan suyos que van “abriendo zaguanes en la sombra”, con su sensibilidad, con sus búsquedas estéticas, con sus entrañables personajes que se debaten entre la angustia y la locura lúdica, entre lo real y lo simbólico, entre la literatura y la vida, de tal manera que le disfruto incluso a pesar de usted mismo.