En una casa cercana a la playa, en la costa gallega, se descubre el cadáver de un joven saxofonista que sufrió una de las torturas más crueles que se recuerdan. Les asignan el caso al inspector Leo Caldas, un hombre solitario y nocturno, de buen paladar para los vinos y mejor oído para el jazz, y a su ayudante Rafael Estévez, un llano aragonés perdido entre gallegos. Este singular tándem deberá investigar las altas esferas y los bajos fondos de Vigo para descubrir que las dobles vidas, como las mejores intrigas, siempre esconden inesperadas dobleces.
Con «Ojos de agua», Domingo Villar ha debutado en el género negro por todo lo alto, y ha montado el escenario idóneo para que Leo Caldas protagonice un exitoso ciclo novelístico cuya segunda entrega aguardamos ya con celo.
Domingo Villar was a Spanish crime writer. He was born and raised in Vigo, Galicia, Spain, and lived in Madrid. He published novels featuring Inspector Leo Caldas, a dyed-in-the-wool Galician detective, and Rafael Estévez, his down to earth assistant from Zaragoza who finds it difficult to cope with the Galician sense of irony. He passed away from complications after a stroke.
Domingo Villar (Vigo, 1971) inauguró con Ojos de agua la exitosa serie protagonizada por el inspector Leo Caldas. El segundo título, La playa de los ahogados, supuso su consagración en el panorama internacional de la novela negra, obteniendo excelentes críticas y ventas. En 2019 se publica El último barco, el esperado regreso del inspector Caldas. La serie ha sido traducida a más de 15 idiomas y ha cosechado un gran número de premios, entre los que caben destacar el Novelpol en dos ocasiones, el Antón Losada Diéguez, el Premio Sintagma, el Premio Brigada 21, el Frei Martín Sarmiento, Libro del Año de la Federación de Libreros de Galicia. También ha sido finalista de los Crime Thriller Awards y Dagger International en el Reino Unido, del premio Le Point du Polar Européen en Francia y del premio Martin Beck de la Academia Sueca de Novela Negra.
Afinar. 1. Perfeccionar, precisar o dar el último punto a algo. 2. Hacer fino o cortés a alguien. 3. Purificar un metal. 4. Poner en tono justo los instrumentos musicales con arreglo a un diapasón o acordarlos bien unos con otros. 5. Apurar o aquilatar hasta el extremo la calidad, condición o precio de algo. 6. Cantar o tocar entonando con perfección los sonidos.
Me ha gustado que cada capítulo comience con las diferentes acepciones de una palabra, que se utilizará poco después.
Me ha gustado viajar a Vigo y conocer a Leo Caldas y Rafael Estévez. Tan diferentes. Tan complementarios. Tan carismáticos.
Me ha gustado que algunas situaciones conecten de refilón con el humor. No suele ser habitual leer este tipo de novelas con la sonrisa puesta y Ojos de agua lo ha conseguido conmigo en varias ocasiones.
Me ha gustado que en la novela haya música. Muere un saxofonista y aunque en la resolución del caso no hay Rock and Roll con grandes giros, ni música clásica con deducciones muy detectivescas, todo suena afinado. Muy afinado. No he encontrado ningún personaje, diálogo o descripción sin afinar.
Me ha gustado leer por primera vez a Domingo Villar. Sempre te lembrarei. Queremoste moito ❤.
Esta fue la primera novela de Domingo Villar en la que dió vida a su personaje Leo Caldas. Un escritor prematuramente fallecido al que le quedaba mucho por ofrecer.
Es una novela de corta duración, como si fuese un primer capítulo de una obra mayor para dar a conocer al inspector Caldas. Un personaje sobrio, sin alardes, sin fobias aparentes, pero con una particularidad un tanto curiosa: participa en un programa de radio dando respuestas a oyentes sobre el mundo policial.
Esto parece superficial, pero en esta historia tendrá su momento estelar, aparte de servir de broma para su compañero de patrulla, un mañico enorme rebotado de su tierra por ser un tanto bruto, que pone las notas de humor, algunas bastante buenas.
Una investigación sobre la muerte de un músico llevada impecablemente por el autor he interpretada por Caldas sin apenas ocultar indicios al lector. Vamos, que aquí no hay sorpresas de cosas ocultas que aparecen al final. El transcurrir de la novela da pie a que el lector se permita aconsejar a Caldas que mire otras posibilidades por si acaso, porque parece que algo se nos escapa.
En definitiva, una muy buena novela policial, ambientada en Vigo, tierra del carallo y los percebes, que de tan poco que dura dan ganas de más.
Uff, como he disfrutado este libro. Me lo he pasado pipa con esta novela policiaca made in spain
No le faltan ingredientes para ser uno de esos libros que me gustan: un asesinato a resolver, una pareja de investigadores un tanto peculiar -pero sin pasarse en estereotipos-, algunas pistas que va dejando por el camino y llegado el momento se retoman para dar algunos giros en la historia.
Lo mejor, ese tandem que forman el inspector Leo Caldas y su ayudante Rafael Estévez. Mira que me he reído con muchas de las escenas, la parquedad, brusquedad y concisión de un maño frente a los rodeos linguistícos de estos gallegos. Un humor español, una frase o una expresión directa, sin filtros, a bocajarro, tal como la solemos "soltar" aquí, que empieza ya en las primeras páginas cuando se descubre el cadáver, continúa con el interrogatorio a la asistenta y sigue apareciendo a lo largo del libro.
Me ha gustado mucho el estilo. En las pocas páginas que tiene esta novela ha sabido perfilar los personajes sin descuidar la ambientación de las escenas, de una forma concisa, sin perderse, centrándote y delimitando para que no pierdas detalle.
Mantiene una estructura de capítulos cortos, que agiliza su lectura. No están numerados. El título de cada capítulo, aunque ya la he visto en algún libro, sigue siendo original: una palabara, seguida de todas sus acepciones, que te prepara para lo que vas a encontrar a continuación. Puede que la palabra aparezca mencionada expresamente en el propio capítulo o no, pero en cualquier caso, ha sido una buena elección. No son palabras raras, la mayoría de sus acepciones son conocidas, aunque algunas me han resultado curiosas.
La investigación policial, no ha estado mal. Con los datos aportados, en algún momento durante su lectura me he planteado "podría ser ..." y acerté, pero sigues leyendo, dejándote llevar por la trama y los giros que introduce Leo Caldas. Cualquiera de las opciones que se van presentando son coherentes con la información que tenemos, pero no siempre surgen gracias a un nuevo hallazgo que cambie el curso de la investigación, sino a un "fogonazo" en la cabeza del inspector Leo Caldas. Es el único pequeño pero que le he encontrado al libro, aunque entiendo que con tan pocas páginas tampoco puedas "entretenerte" demasiado.
Es un libro que tenía entre los pendientes de mi "joyería" desde hace mucho tiempo, a la espera de que se publicase el tercero y así pegarme un atracón, que ha cumplido con creces las altas expectativas que tenía. Por tanto, no puedo más que recomendarlo.
Valoración: 9,5/10 Lectura: Enero 2020
Y ahora, voy a por el siguiente: La playa de los ahogados.
"עיני מים" הוא אחד הספרים הטובים ביותר של הוצאת תשע נשמות אם לא גולת הכותרת של ההוצאה.
הבלש, ליאו קלדס, שמשמש כשוטר בתוכנית רדיו בשעות הפנאי שלו, יוצא לחקור רצח מחריד של סקספוניסט. ליאו קלדס בלש אינטיליגנט, המתבסס גם על האינטואיציה שלו, מנווט את החקירה ביד אמונה בין פיתוליה ונתיביה, כשכל פרק פותח בפירוש מילה שיש לה משמעויות רחבות בהקשר לפרק.
לצידו העוזר שלו אסטבס רפא, שוטר קצר רוח ופתיל שאין לו סבלנות לתחכום ומורכבות ורואה את העולם בשחור ולבן. הדיאלוגים בין ליאו קלדס ורפא אסטבס הם מעשה אומנות משוכלל של הליכה על חבל דק תחתיו רובצת תהום הטימטום והבנאליות. הסופר מצליח שלא ליפול לתהום זו והדיאלוגים מלווים בשנינויות עוקצניות מרעננות.
צמד ההפכים האלה והכתיבה של דומינגו ויאר מייצרים ספר מענג לחושים ולנפש. האווירה מזכירה קצת פילם נואר אבל מעבר לפשע האפל, העלילה אינה קודרת ובתוכה כאמור משובצים פניני ציניות משעשעים באפיזודות מרעננות שקצת מזכירות את דון קישוט וסנשו פנשה.
Sencillamente, genial. Me ha encantado este primer libro de Domingo Villar. Lo tiene todo y algo más para agradar y entretener al lector: una buena historia, personajes como Rafael Estévez y Leo Caldas muy bien perfilados y caracterizados, una interacción entre ellos y sobre todo entre el aragonés Estévez y el resto de los gallegos que choca de frente y que consigue arrancar al lector más de una sonrisa. Sencillamente, genial.
Em Espanha há excelentes escritores de livros policiais, com reconhecimento máximo para Manuel Vázquez Montalbán e Andreu Martín. Um dos últimos escritores em destaque é o galego Domingo Villar (n. 1971), que alcançou grande êxito literário e comercial com o livro “La Playa de los Abogados” (2009). A escrita e a localização da acção dos livros – Galiza - de Domingo Villar já tinham despertado a minha curiosidade e no final de 2012 encomendei “Ojos de Agua” (2006). A editora portuguesa Sextante publicou no inicio de Fevereiro precisamente “A Praia dos Afogados” – infelizmente começou a editar pelo segundo livro de uma série, que tem como principal protagonista o inspector Leo Caldas. Domingo Villar nasceu em Vigo e constrói a sua narrativa nessa lindíssima cidade e nos seus arredores, “delimitados” pelo mar e pelas rias e por magníficas e deslumbrantes paisagens florestais, dominadas pelos pinheiros e eucaliptos. Leo Caldas é um polícia de Vigo, que tem mais fama como interveniente no programa radiofónico “Patrulla en las Ondas” do que como investigador policial, com um carácter introvertido e solitário, desde que acabou uma relação “platónica” com Alba, que não conhecemos, e um verdadeiro melómano – com destaque para o jazz de Billie Holiday, Charlie Parker e Ella Fitzgerald. A acção de “Ojos de Agua” inicia-se com a investigação da morte de Luis Reigosa, um saxofonista que apareceu despido, atado à sua cama, com requintes de malvadez e horror visíveis nos seus aquosos olhos azuis “mortos”, num luxuoso apartamento situado na torre turística de uma ilha em frente (Isla Toralla) a Vigo representa um verdadeiro desafio para o inspector Leo Caldas. A informação forense conclui rapidamente como é que morreu Luis Reigosa. Mas importa determinar quem é queria vingar-se do saxofonista. Estamos perante um crime passional? Sabemos mais tarde que o assassinado é homossexual – o que “obriga” Leo Caldas e o seu companheiro Rafael Estevez a investigar nos ambientes da comunidade “gay” galega. Leo Caldas vai avançando na investigação com muita metodologia e intuição, e tem no seu colega Rafael Estévez - um aragonês recém chegado à Galiza, com um físico de “brutamontes” e um comportamento agressivo e irascível, mas com um sentido de humor muito apropriado e oportuno, que se revela, apesar de alguns percalços, num precioso e “original” auxiliar. Com uma construção muito interessante e original, em que cada capítulo (curto) se inicia com uma palavra – sempre relacionada com a narrativa – e os seus diferentes significados, numa estrutura explicativa como a existente nos dicionários. De leitura rápida e estimulante, com um excelente contraste entre as personagens do inspector Leo Caldas e do seu ajudante Rafael Estévez e com uma descrição gráfica memorável da vivência de uma cidade – Vigo - e de uma área – Galiza – e com referências explícitas à excepcional gastronomia galega. Domingo Villarescreve um primeiro livro – “Ojos de Agua” – de qualidade literária inquestionável – com algumas sequências pouco convincentes – mas que deixa antever, eventualmente, um excelente“A Praia dos Afogados”.
Realmente una joya. Con menos de 200 páginas Domingo Villar ha logrado crear una novela policíaca con trama atrapante, absorbente e incluso divertida. La prosa es cálida, ágil, con excelente estilo de gramática. La trama avanza sin prisa pero sin pausa. Me encantó. Últimamente vengo leyendo autores españoles uno tras otro y realmente uno mejor que otro!! 👏👏👏 ¡Chapeau España🇪🇸!!!
Las descripciones detalladas de Galicia, Vigo, las comidas lugareñas, las costas, y la cultura me han parecido excelentes en su narración y deliciosas en su descripción.
Novela policial con excelente ritmo. Van 5 ⭐️
(El asesino no se adivina hasta último momento. Lo aclaro porque mucha gente opina que no le gusta cuando la trama es previsible. Algo con lo que no estoy de acuerdo: la trama puede ser previsible porque ya te leíste dos millones de policiales, y dos mil series de detectives en Netflix y medio que adivinas cómo va la cosa….., o sencillamente puede ser previsible porque quizás no sea tan fácil escribir una novela negra de 300 páginas y que no se sepa el asesino hasta 5 palabras antes de la palabra FIN, no?) 😆
Corta y entretenida. Te lleva cuatro ratos. Es un policíaco sencillo, con una trama bastante predecible y con muchos tópicos del género, pero que se lee con agrado. Te ríes con algunos detalles , especialmente los relacionados con el clásico compañero de marras del inspector, y con los guiños “a la gallega” que son constantes. He pasado por ella como puente de acceso a la segunda y tercera partes de la trilogía, que me consta que van ganando en calidad y complejidad.
Sin duda, y aunque estamos a principios, puedo decir que va ser uno de mis mejores libros del año. Esperé a que este autor, paisano mío, publicase el tercer libro de la trilogía para empezar con ella, y no me defraudó. Este primer libro del inspector Leo Caldas, es un libro ligero, con un asesinato por investigar. Tiene cierto humor gallego que al ayudante del inspector, Rafael Estévez (aragonés) que no entiende nuestra idiosincrasia, no ababa de gustarle , y hace el libro mucho más entretenido y ameno. Totalmente recomendable.
Libro rapidísimo de leer y muy divertido, con toques irónicos descacharrantes (Ej: los interrogatorios😂). Lo leí casi sin darme cuenta. Finalazo a lo cine negro clásico americano. Escuela (Sagas)
Para empezar decir que no es la primera vez que me “topo” con el inspector Caldas, vi la película “la playa de los ahogados” que corresponde al segundo libro de esta serie así que para mí el inspector Caldas es Carmelo Gómez y Rafa Estévez es Antonio Garrido. Me ha gustado mucho el contraste entre el carácter tranquilo de Caldas y el exaltado de Estévez que no para de meterse en líos. La historia se lee muy rápido, el crimen es interesante y la resolución muy buena, sin duda seguiré a esta pareja.
No soy lector de este género pero la realidad es que he disfrutado mucho esta lectura: sencilla, bien hilvanada en una estructura clásica con toques originales que la hacen divertida. Protagonista y personajes me han parecido muy reales, y la trama es muy ágil y amena. Lo he comenzado por las recomendaciones tan buenas de El último barco, tercer volumen, y seguiré leyendo esta serie de Leo Caldas
Hay novelas policiacas que te atrapan por su ritmo trepidante y otras que lo hacen por su atmósfera, su lenguaje y sus personajes. Ojos de agua, la primera entrega de la serie del inspector Leo Caldas, es de esas historias que te envuelven con su estilo pausado, casi melancólico, y su ambientación inconfundible en la Galicia más misteriosa.
Domingo Villar nos presenta un crimen, sí, pero su novela es mucho más que una simple investigación. Con una prosa elegante y envolvente, nos introduce en un Vigo lluvioso y gris, donde la brisa del mar y la voz de la radio parecen susurrar secretos. Leo Caldas es un inspector atípico: introspectivo, metódico y con un carácter tan tranquilo como el mar en calma, en contraste con su compañero, el aragonés Rafael Estévez, cuya brusquedad choca constantemente con la idiosincrasia gallega.
Uno de los puntos fuertes de la novela es su estilo narrativo. Su lenguaje es preciso y evocador, con frases que quedan grabadas como esta:
"Las ciudades, como las personas, tienen una voz propia, y la de Vigo es la de la radio en la madrugada."
Una historia corta y sencilla pero muy bien contada, personajes bien construidos y respeto por los cánones de la novela negra. Si a eso le uno que está ambientada en la ciudad donde vivo y que reconozco los lugares y actitudes pues nos da un libro muy resultón. Está bastante mejor el segundo libro de la trilogía: La playa de los Ahogados... y tengo pendiente la tercera parte, donde la evolución del personaje del inspector Caldas es mucho más interesante. Para fans de la novela negra.
Domingo Villar, junto a Alexis Ravelo, se convirtieron en importantes nombres dentro de la novela negra patria, género en el que no me muevo mucho por lo trillado que me resultan argumentos y personajes. A excepción de la saga de Charlie Parker, pues todo mejora con elementos sobrenaturales. Ambos cultivaron el mismo género pero disfrutaron poco tiempo de su merecida fama, pues murieron demasiado jóvenes, primero Villar y al año siguiente Ravelo. De qué hubieran sido capaces de seguir vivos nadie lo sabe, pero de seguro nos hubieran seguido sorprendiendo.
A Alexis Ravelo lo leí el año pasado, y su novela Un tío con una bolsa en la cabeza se convirtió en una de mis lecturas favoritas de 2023 por su originalidad y al exponer con tanta verosimilitud los mecanismos de la corrupción en ciertas regiones de España -tengo un programa dedicado a eso, así que, ejem, ejem: https://go.ivoox.com/rf/122452942-. Era el momento de hincarle los dientes a Villar y conocer a su detective, el inspector y locutor de radio Leo Caldas, un vigués sereno, flemático, con cierto punto fatalista, y a su ayudante Estévez, maño exiliado en Galicia por sus maneras violentas y poca mecha.
En este primer caso la pareja protagonista tendrá que investigar la escabrosa muerte de un músico de jazz, asesinado en su casa de una manera tan retorcida que deja a John Doe a la altura homicida de un seminarista. La investigación avanza por los derroteros más clásicos de la novela policiaca, que no negra. Quizá los matices que separan la una de la otra solo estén en mi cabeza, pero para que una historia adquiera tinte fuliginoso es necesario que hable más de la sociedad de víctima y victimario y saque a relucir sus aspectos más sórdidos. Aquí no hay crítica social, solo un crimen horrible que desentrañar utilizando los medios más convencionales y pedestres de la disciplina forense. Esta no es una historia que tenga de protagonista a una lumbrera capaz de adivinar la última comida de un cualquiera a partir de la raza de su mascota y el último vuelo transatlántico realizado. Leo Caldas es un profesional agudo y competente, pero un ser humano, a fin de cuentas, y su modus operandi el imaginable: investigar la escena del crimen, preguntar a los forenses, leer informes, interrogar sospechosos; en resumen, tirar de hilos.
La historia avanza con la serenidad esperada tras leer la contraportada. Es una historia sencilla, contada de manera sencilla y ágil, con personajes sencillos y en el escenario más apacible y sereno que pueda uno imaginar. Se lee en un suspiro y divierte, que es lo importante en esta clase de obras. No te va a cambiar la vida ni tampoco lo pretende. Quizá el resto de historias protagonizadas por Leo Caldas sean más ambiciosas que este debut correcto. Lo ignoro, pero lo descubriré. Porque Domingo Villar me ha gustado.
Y encima escribía cuentos. O sea, a mis ojos no hace más que sumar puntos.
7. Novela típica de asesinato, pistas, malo malísimo, giro inesperado y chinpúm. Lo mejor la ambientación en Vigo, los diálogos megaexagerados del policía bruto y el tamaño, sobre 200 páginas que hace que se te pase volando.
Seguiré con la serie aunque aumenta el número de paginas exponecialmente 445 y 748 :-(
Aunque me gustó más la siguiente novela del autor, esta también es un buen thriller, con diálogos concisos y ambientación muy precisa. Me gusta el estilo de este autor. Para leer en una sentada, pues es una novela muy breve.
Me ha gustado mucho este primer libro de mi paisano. Los personajes bien trazados. La pareja Caldas-Estévez es muy buena. Una confrontación de las culturas gallega y aragonesa que resulta muy divertida por ser muy tópica. Capítulos cortos encabezados por la definición de una palabra que nos vamos a encontrar en ese capítulo. Trama bien pensada, escrita y resuelta.
Me ha gustado, más por los protagonistas (el inspector Caldas y su ayudante extremeño) que por el caso de asesinato que nos plantea. Buena descripción de zonas de Vigo, su comida, etc. Me han divertido mucho los diálogos entre los personajes. A por el segundo libro de la trilogía.
Flojo. El argumento es simplista y el tratamiento de los personajes se queda en la superficie. Lo he terminado por la brevedad, pero me he aburrido desde el principio.
Hace tiempo que queria leer a Domingo Villar a quién todos parecen poner por las nubes y como ahora estoy en "modo novela negra on" decidí que ya era hora de comprobarlo, además de que la novela es cortita, 167 páginas.
Ojos de Agua es la primera incursión en la serie del inspector de policia Leo Caldas, creado por Villar en 2006. Es una novela corta y concisa que empieza con el asesinato de un saxofonista; la brutalidad del asesinato cuyo cadáver aparece atado a la cama de su lujoso piso de Vigo, es un comienzo interesante sobre todo tratándose de una novela negra al uso. El caso le es asignado a Leo Caldas, inspector de policía, conocido en la ciudad por sus apariciones semanales en un programa de radio contestando y asesorando sobre algunas dudas de los radioyentes.
La novela es corta y disfrutable en el sentido de aquí Domingo Villar no construye la típica novela policiaca repleta de giros, con un ritmo endiablado y tramposilla, sino que su ritmo es pausado, convirtiendo la normalidad del día a día en una virtud. Es cierto que el autor sigue las reglas "tópicas" de "no contar demasiado al lector", pero tampoco es que abuse de la fórmula; Leo Caldas y su ayudante Estévez, se mueven por la ciudad de Vigo investigando el caso entre tabernas, clubs de jazz y calles mojadas, interrogando a éste y aquella, con lo cual se va montando una atmósfera envolvente que sitúa al lector perfectamente en el entorno gallego.
Aunque Domingo Villar en esta primera novela de la serie, no abusa demasiado de la "tristeza" del personaje de Caldas (un tópico taaan típico en este tipo de novelas) sí que deja entrever una cierta melancolía de su personaje, contrapuesta al burdo sentido del humor de su ayudante, Estévez, que por cierto es algo que me ha rechinado en esta novela. Qué manía con el contrapunto cómico, con un personaje continuamente haciendo chistes supuestamente graciosos (que a mí no me lo han parecido) y realmente me ha resultado un personaje bastante gratuito, el ayudante, que en mi opinión no aporta nada a la historia (puede que en la segunda novela de la serie esto cambie). Pero a lo que me refería antes, de vez en cuando hay pequeños atisbos de cómo es realmente Leo Caldas, aunque se echan en falta más:
"Pero Caldas buscó instintivamente el paquete de tabaco que guardaba en el bolsillo. Alba solía reprocharle su costumbre de encender un cigarrillo al entablar una conversación, que se protegiese de su timidez tras un escudo de humo".
La novela me ha gustado, tiene un buen ritmo, calmado y envolvente, pero quizás en esta primera novela de la serie todavía había detalles que pulir: un final algo apresurado (con esas explicaciones finales interminables explicando esto y aquello, que odiooo siempre), una cierta falta de profundidad en el mismo personaje de Leo Caldas, intuímos algo, pero nos quedamos todavía ignorantes sobre quién es realmente, y el personaje de Estevéz, que como ya dije antes, me chirría... Pero en definitiva es una buena novela. Habrá que comprobar con el segundo de la serie, si estas pequeñas debilidades se subsanan.
Cuando se llega a cierta edad pasan cosas como esta. Me puse a leer este primer libro del inspector Leo Caldas para poder leer el 3° que ha sacado "El último barco" del cual me han hablado bien.Según iba leyendo cada vez me sonaba más el argumento y a mitad del libro me di cuenta que ya lo había leído hace varios años al igual que el 2° de la serie según he podido comprobar. Ya puesto y al no ser muy largo,lo he terminado. Correcto sin más, para pasar el rato. El saber el final no ayuda nada. Imagino que el 3° estará mejor,han pasado más de 10 años desde que escribió el primero de la serie.
En Ojos de agua nos encontramos con Leo Caldas y su ayudante Rafael Estévez, una peculiar pareja que no se parece en casi nada. Caldas, gallego, con la típica retranca, introvertido, de esos que no se sabe muy bien si sube o baja, de esos que responden preguntando y, por lo que parece, con algún que otro problema sentimental. Estévez, maño, brutote y dando la sensación de no tener demasiadas luces, que se molesta cuando las respuestas no son claras y contundentes, destinado en Vigo porque algo grave le sucedió en su tierra.
Una novela ágil, de lectura fácil y amena, entretenida. A su favor además la brevedad, esos guiños musicales, principalmente al jazz, y luego, por encima de todo, la ambientación con personajes que parecen veraces, los escenarios enclavados en las Rias Bajas, la gastronomía de la tierra. Una novela negra muy autóctona, muy gallega y muy bien conseguida.
Tampoco le falta el humor y consigue arrancar sonrisas con esas conversaciones tan gallegas. Es además de esos libros que cuando los terminas tienes muy claro que van a tener continuación y Caldas y Estévez nos van a acompañar en siguientes aventuras. Una muy recomendable lectura de verano para aquellos que disfrutan con la novela negra.