Madrid, julio de 2014. Pasados los cincuenta, y ya con más pasado que futuro, el subteniente Bevilacqua, veterano investigador de homicidios de la unidad central de la Guardia Civil, recibe una llamada del responsable de operaciones internacionales. Se reclama su presencia inmediata a 6.000 kilómetros de allí, en la base española de Herat, en Afganistán.
Un militar español destinado en la base ha aparecido degollado, y, junto a él, el arma del delito: una hoz plegable de las usadas por los afganos para cortar la amapola de la que se extrae la droga que representa la principal fuente de riqueza del país.
¿Se trata del atentado de un talibán infiltrado? Podría ser, pero también que la muerte tuviera otro origen, porque el ataque no reviste la forma clásica de esa clase de acciones, sino que hace pensar en algún motivo personal.
La misión de Bevilacqua y los suyos no es otra que tratar de desenmascarar a un asesino que forzosamente ha de ser un habitante de ese espacio cerrado. Sus pesquisas, bajo el tórrido y polvoriento verano afgano, les llevarán a conocer a peculiares personajes y a adentrarse en la biografía del muerto, un veterano de misiones bélicas en el exterior que guarda más de un cadáver en el armario, para llegar a un desenlace inesperado y desconcertante.
Es muy difícil que yo sea objetivo con Lorenzo Silva y su serie sobre Bevilacqua, ya que me tiene enganchado desde la primera entrega. Baste decir, como muy bien ya han reseñado otros aquí, que quizás “Donde los escorpiones” sea la mejor hasta la fecha. Lo tiene todo: Una gran localización, un homenaje a los muchos militares caídos en misiones en el extranjero, reflexiones muy bien traídas, y mucha humanidad. Lo de menos es la investigación que llevan a cabo para encontrar al culpable, incluso esa parte puede que sea bastante floja comparada a otras entregas. Lo importante es que, una vez más, he devorado su lectura y disfrutado de cada página. La madurez del autor se deja entrever en cada frase y cada párrafo, una delicatesen de la que aún me quedan dos novelas más por disfrutar. Espero que Lorenzo Silva no jubile a su protagonista todavía, aún le quedan muchas cosas por contar.
“Quiénes somos tú o yo para juzgar lo que son y lo que hacen los que han tenido que vivir y salir adelante ahí, donde los escorpiones, adonde fueron a parar por su torpeza o porque alguien los envió.”
Esta serie nunca defrauda, siempre está ahí, como me gusta leer varios libros a la vez estos me vienen muy bien para desconectar de lecturas más densas, son un soplo de aire fresco. Novelas en las que los personajes van envejeciendo con naturalidad, son como parte de la familia. En esta nueva aventura de Bevilaqcua y Chamorro traspasan nuestras fronteras y acaban en Afganistán, y hasta ahí puedo contar. Una buena historia con unos buenos personajes.
Otra buena historia de Bevilacqua y Chamorro. En esta la investigación se lleva a cabo en un campamente del ejército en Afganistán. Como siempre los personajes no defraudan, la historia es un poco más floja que de costumbre.
Es el octavo libro de la serie de Bevilacqua y Chamorro y el que más me ha gustado de los tres últimos. Aunque lo elegí por pura casualidad (porque era el siguiente de la saga y en verano me gusta leer a Silva) coincidió prácticamente en el tiempo con la reconquista de los talibanes de Afganistán, lo cual me ha hecho vivirlo todo más intensamente. Es el primer caso fuera del territorio español de esta pareja y lo que más me ha gustado de esta novela es la excelente labor de documentación de Silva, que se desplazó a Afganistán para retratar con total realismo cómo era la vida de los soldados españoles allí y sus relaciones con los soldados de otros países. También se dan pinceladas sobre la historia y la cultura local, y sobre lo que los afganos llevan sufrido a lo largo de las décadas. Entretenido.
Sí, tengo que confesarlo, es la primera vez que leo algo de Bevilacqua y Chamarro y tengo que decir que mejor manera de empezar, imposible. Lorenzo Silva es increíble como ha sabido manejar toda la trama para mantenerte enganchado y que no sepas hasta las últimas páginas quien es la persona culpable del asesinato acurrido en Afganistán. Además, llama la atención que pese a no leer nada de sus novelas anteriores pues lo primero es que te enteras de muchísimas cosas y te deja el gusanillo para leer mucho más de esta pareja de la Guardia Civil.
Bevilacqua y Chamorro son dos de esos personajes a los que los lectores inevitablemente terminamos cogiendo cariño. Hemos recorrido junto a ellos numerosas aventuras, siempre pegados al suelo de lo que se cuece en la sociedad española y así en las últimas entregas no hemos sido ajenos a la investigación de casos de corrupción política, o a los vaivenes que se acercan por gracia, o desgracia, de la nueva política. Bevilacqua y Chamorro no dejan de ser dos ciudadanos corrientes y molientes, con sus problemas, sus preocupaciones y las vivencias de cualquier hijo de vecino. Lorenzo Silva ha tenido el mérito de conseguir, novela tras novela, ir trazándoles un perfil que hace que hoy sus lectores podamos casi intuir sus pensamientos.
He leído la saga completa y aunque la mía no deja de ser una opinión muy subjetiva creo que Donde los escorpiones es el mejor de todos los libros. Posiblemente he echado de menos un poco más de protagonismo de Chamorro -lo siento pero uno tiene una debilidad especial por ella- aunque Bevilacqua me ha parecido sublime. En una edad en la que ya hay más pasado que futuro, casi de vuelta de todo, pero firme, y siempre dispuesto a cumplir las órdenes de sus superiores, volvemos a encontrarnos frente a un tipo siempre honesto y honrado aunque no deje de tener algún rincón oscuro en su pasado. Los dos protagonistas han llegado ya a una madurez, no sólo física, sino también como personajes de novela realmente envidiable.
La historia que ha parido Lorenzo Silva nos sitúa en la base de Herat, en Afganistán, un lugar donde los escorpiones abundan por doquier. Estoy convencido de que la visita que realizó el escritor a aquellas tierras en 2014 le marcó profundísimamente y además para siempre. Silva no quiere que nos olvidemos de unos héroes anónimos de los que apenas nos acordamos más que cuando, por desgracia, sale alguna mala noticia en el telediario y que a fuerza de la costumbre hemos ido olvidando sin más. Él los pone altavoz y además nos toca la conciencia a los lectores para que no nos olvidemos de ellos y les tengamos presentes. Donde los escorpiones no deja de ser una continuación a Música para feos, una historia probablemente más dura que esta, pero de un calado muy similar.
No queda más que agradecer a un autor que, como siempre, se muestra comprometido con el tiempo en el que vive y que no es ajeno a la realidad, nunca sabremos cuanto hay de Silva en los pensamientos de Vila o de Chamorro, incluso de Arnau o de Pereira, pero seguro que bastante.
Una entrega más de la pareja de detectives de la Guardia Civil Bevilacqua y Chamorro.Esa frase lo dice todo.
Si eres asiduo de esta saga te va a gustar mucho el libro : guardias civiles de grupos de asalto, soldados españoles en la base de Herat (Afganistán), miembros de la Inteligencia española, soldados americanos, contratistas americanos de esos malotes, aliados italianos, personal civil afgano …toda la fauna militar y humana que vive en una misión de la OTAN en Afganistán.
Y allí que se van nuestros detectives a investigar, como no, un asesinato. Lo fuerte del libro, para no variar, los personajes. Los ya conocidos y los nuevos. Con sus miserias y sus grandezas, complejos, reales …vivos para el lector. Lo que menos me ha gustado es la resolución de la trama. No llega al Deus ex machina pero vamos, que no me parece que siga la ortodoxia de pista tras pista llego, como lector, a la solución.
Pero bueno, que lo he disfrutado mucho, tal vez porque el situar la acción en ese entorno me ha chocado agradablemente.
La trama ¿paralela? de la Cañada Real un pastiche que no se a qué viene. Supongo que a Silva le apetece adosarlo a la historia y amén, lo ha hecho. No molesta pero no lo veo sentido.
Ah, sí, ¿qué pasa si no has leído nada de esta pareja de detectives anteriormente?. Pues que te olvides de este libro, directamente. Empieza por el primero de la saga, El lejano país de los estanques, y tú veras si le coges el gustillo. Yo lo hice y aquí sigo enganchado a esta saga 15 años después de leer el primero.
Como siempre, el caso es lo de menos. Silva aprovecha el cambio de escenario para reflexionar sobre la guerra, la labor de los soldados en el extranjero y las relaciones personales. Siempre me gusta leerle, pero a medida que avanza la serie cada vez me escuece un poco más cuando de repente un personaje te cuela su opinión sobre un tema: toros, uso del móvil en adolescentes... porque suenan un poco a "morcilla" que el autor cuela y no conversación natural. Y mira que sonar natural le sale bien a Silva, pero esto a veces se empieza a notar un poco mucho.
Posiblemente uno de los que mas me ha gustado! Igual algo influenciado por las circustancias ya que tengo un buen amigo que estuvo en herat unos meses, pero me ha parecido muy interesante.
Lorenzo silva en su linea, asesinato a resolver pero en esta caso en un ambiente y contexto totalmente diferente y que te ayuda a comprender y entender mejor la situacion o la vida de las fuerzas armadas españolas en sus destinos internacionales.
Con Bevilacqua y Chamorro me pasa que voy entregada de antemano porque son viejos conocidos y ya son muchas las andanzas que hemos compartido. Con todo y con eso, esta entrega no me ha mantenido tan entusiasmada como otras. Para mi gusto Silva se ha detenido demasiado en la descripción de la vida de los militares en zonas de conflicto y ha dejado el caso en sí y su resolución en un segundo plano, por lo que la trama se desarrolla de manera demasiado perezosa y la lectura se ralentiza más de lo esperado haciendo la lectura lenta y algo densa. Por todo ello le daré tres estrellas, en lugar de las cuatro que suelo darle, y esperaré a la próxima entrega.
Nueva y última entrega de Vila y Chamorro. Probablemente la mejor de la saga, bajo mi humilde opinión. La descripciones de Afganistán, las dificultades de estar perdidos en una base por tan lajanos y peligrosos lugares.
La constatación del sistema de obrar de la Guardia Civil, tan hispano. En fin, creo que todo está muy cincelado, muy trabajado. La novela atrapa y está perfectamente bien hilada.
Muy recomendable a todo fan de policial negro. En especial del policial negro de marca hispana.
It's always good comming back to old friends. I had forgotten how much I like Bevilacqua voice and How much he has changed through his time in the Guardia Civil. It's really interesting thinking back in those first novels when Chamorro is assigned to the team and how their relationship have changed. This book has a change of pace because the team has to travel to Afghanistan to solve the murder inside the Spanish mission. I liked seeing how all those men and women stationed there work in a daily basis despite having mixed feelings about them being there. The mystery is solid and the book really enjoyable, and as always Mr. Silva prose is really good. I'm looking forward to read the next.
Novena entrega ya de mis adorados Vila y Chamorro. Cada vez que me entero de que Lorenzo Silva publica algo de ellos me asombro de lo mucho que los he estado esperando. En esta entrega nuestros picoletos favoritos deben investigar un asesinato (probable asesinato) en la base española de Herat, en Afganistán. Solamente la logística implicada para que un grupo de guardias civiles se vayan para allá ocupa un cuarto de novela, y debo decir que es un cuarto de novela de preparativos que he disfrutado. Las vidas personales de los protagonistas también son tratadas por el autor, aunque no les da demasiado protagonismo. Aquí lo que cuenta es el espíritu de la frontera que se vive en la base, la resignación valiente de la gente que sabe que probablemente no vaya a cambiar a los afganos, que no van a dar a sus mujeres y niños un mundo mejor, pero que deben intentarlo. Los suboficiales españoles que aparecen en la novela me recuerdan tanto, tantísimo a los suboficiales que tuve en la fragata, estoicos, recios, duros, como espartanos en miniatura. Me estaba poniendo bastante nervioso cuando, llegando a cuatro quintos del libro, el mísero taquito de páginas que me quedaba por leer debía contener toda la resolución de la trama. Porque, estimados lectores, cuando llegamos al 80% del libro aún estamos con los interrogatorios preliminares. Al final, varias pruebas en simultáneo parecen desbloquear la investigación y todo rueda hacia el final, pero es (en mi humilde opinión) un poco anticlimático el tener doscientas cincuenta páginas de construcción de misterio que se resuelve con una prueba contundente en cinco páginas. No es Lorenzo Silva amigo de persecuciones a tiros en sus novelas de la Guardia Civil, supongo que por respeto a la realidad diaria del Cuerpo. En cualquier caso, la novela es un novelón. Vila está más filosófico, cosas de la edad, y el autor nos da más y más pistas sobre sus propias lecturas de juventud a través del subteniente Vila, que comenta con unos y otros lecturas literarias varias. La vida de estos Guaridas ya es parte de la mía, y espero con ansia su décima entrega. Hay tantas cosas que necesitamos saber sobre ellos que ya se va haciendo necesaria una nueva entrega.
Una novela con la que he disfrutado muchísimo, tanto de la historia como del buen hacer de un autor que nunca defrauda. Mi reseña completa en http://entremislibrosyo.blogspot.com....
Adiviné el final, justo para darme cuenta de que el final no importaba. Lo esencial era el camino y, como siempre con Villa y Chamorro, el mensaje. Uno más y ya a la espera del próximo.
*3, 5 Desde que descubrí a Lorenzo Silva me he vuelto una lectora asidua de sus libros, especialmente de esta serie. Bevilacqua es un personaje que me tiene fascinada, sus reflexiones, que tengo que reconocer a algunas veces me pierdo jejeje y con su forma de ver la vida, su relación con Chamorro.
Con este libro en concreto me ha gustado la localización, el día a día en una base militar en un territorio hostil. La resolución del asesinato que los había llevado ahí, casi era lo que menos me interesaba.
No esperes un ritmo trepidante, ni una trama sorprendente, ni giros imposibles. Sí una novela cojonudamente bien escrita, muy trabajada, con muchos mensajes y reflexiones.
Es el primero que leo de la serie y no descarto leer el resto en un futuro cercano.
Realmente el nombre del libro no me llevo a la historia contada, sin embargo se aduce al lugar donde se desarrolla la historia y bajo las circunstancias dadas y lo que significa lidiar con gente que esconde un crimen. Los personajes realmente no se construyen en profundidad, dado que la mision es puntual y poco o nada influyen sus maneras de ser o personalidades.
Un libro que lo siento muy cerca, he podido aterrizar muchas vivencias en Afghanistan relatadas a lo largo del libro, y comparto el pensamiento final del autor en cuanto a la belleza de ese pais destinado al parecer a estar en guerra.
Me gustan mucho los libros de esta colección. El escenario, diferente al de los anteriores libros, añade un punto interesante a la historia bien escrita y a la que no le sobra nada (no hay descripciones superfluas que enlentezcan la narración). Me gusta como se va viendo la evolución psicológica de los personajes desde la primera novela hasta esta.
Una buena novela policiaca, la pareja Bevilacqua & Chamorro cada entrega nos dan crecientes motivos de satisfacción. El riesgo de este episodio era no saber mostrar el ambiente en la base de Herat y el autor lo ha salvado airosamente. Por poner un defecto, el análisis de la motivación criminal no esté suficientemente cubierto pero la novela no va de eso, decididamente...
Una novela con la que Lorenzo Silva me vuelve a conquistar. El escenario y la trama de lo más interesantes. Me gusta como escribe Lorenzo Silva, me encanta Vila: su aplomo, su fina ironía, esa templanza...absolutamente recomendble
De todos los libros de Bevilacqua y Chamorro, este es el más aburrido. La historia es terriblemente predecible y la perspicacia de los protagonistas no reluce. Chamorro está delegada a un intento de depresión/aburrimiento que termina dejando al lector igualmente.
Con diferencia, el que menos me ha gustado. Tampoco estaría de más que el autor revise la información científica acumulada sobre el polígrafo, seguro que se arrepentiría de haberlo incluido y valorado con tanta profusión.
Título: Donde los escorpiones. Autor: Lorenzo Silva.
Donde los escorpiones de Lorenzo Silva es un nuevo libro protagonizado por Bevilacqua y Chamorro.
En esta ocasión, Vila y Chamorro son reclamados para investigar la muerte de un militar español en la base de Herat en Afganistán. El asesinato se ha cometido con una hoz plegable que usan los afganos para cortar la amapola por lo que puede ser un atentado talibán. Pero también puede ser que la muerte se deba a otras razones ya que la víctima tenía muchas sombras en su biografía…
En esta ocasión Vila y Chamorro se enfrentan a una investigación especialmente difícil porque los sospechosos son americanos, afganos, del CNI y también militares españoles. Y además de las arduas tareas de investigación se enfrentan a una burocracia descomunal ya que hay que contar con permisos especiales del ISAF o el CNI para simplemente interrogar sobre las coartadas de los posibles sospechosos
Me encanta esta saga y este libro me ha gustado especialmente por estar ambientado en Herat. El autor estuvo allí y da descripciones reales de las condiciones en la que residía la tropa española. Cuenta lo que no salía en las noticias: la soledad, el peligro que corrían cada vez que salían de la base, los atentados que sufrían dentro del perímetro de seguridad que no llegaban a más por la mala calidad del armamento talibán… Aunque estaban en misión de paz, el peligro estaba a la vuelta de cada esquina.
También habla del gran servicio que el hospital daba a la población. Una población que tras decenas de años de guerra se muere de hambre y para los que una simple botella de agua es un tesoro inconmensurable.
Un homenaje a los guardias civiles y militares que dieron su vida en una guerra que no era nuestra. Y a la que fueron enviados con unos medios cuanto menos discutibles. Pero que pese a todo, salvaron vidas y ayudaron a un pueblo que siempre vivirá en guerra.
Y cómo no, una gran novela de Lorenzo Silva. Una trama enrevesada, una buena labor de investigación por parte de Vila y su equipo y además otra trama que abre y cierra el libro ambientada en una zona de Madrid temida y en la que se muestra el peor lado de la sociedad.
Esta crítica puede contener "SPOILERS" de este libro y/u otras novelas de la saga
Para mí, que soy un fiel lector de esta saga, este libro ha sido una decepción. Ya estoy acostumbrado a que Lorenzo Silva use las reflexiones del subteniente Bevilacqua para "hacer apología" de su propia ideología y, sinceramente, hasta ahora no me parecía mal. Quizá el autor había permitido que esa ideología personal influyera en la historia que cuentan sus novelas, permitiéndonos disfrutar de tramas poco corrientes en la novela policíaca contemporánea, pero no por ello restándole un ápice ni de credibilidad ni de ese realismo implacable que caracteriza a la narrativa de esta saga..
Lamentablemente, no puede decirse lo mismo de esta última novela.
Hay un pasaje al final de "Los cuerpos extraños",de esta misma saga, en qué el subteniente Bevilacqua tilda a "El Gengis", del escritor italiano Alberto Bevilacqua, de "panfleto anti-Berlusconi apenas encubierto". Comprenderéis que me haga gracia ahora, tras haber leído lo que sin ningún tipo de duda es un panfleto antiamericanista apenas encubierto. El autor arremete contra militares, contratistas y jueces americanos sin ningún miramiento, llegando al punto de caricaturizar a algunos (imposible olvidar el contratista informático que vestía de Buffalo Bill). Al final ¡oh sorpresa! descubren que la asesina es americana (sin ningún tipo de trabajo policial previo, a no ser que cuente como trabajo policial que les dejen probar el armamento militar español a fin de que puedan describirlo y alabarlo para nuestro regocijo) Finalmente, para rematar el absurdo, la asesina nunca paga por su crimen porque el sistema judicial americano la protege y evita que sea deportada. Le doy tres estrellas porque pinta un dibujo más o menos realista (ni los americanos son tan malos ni los europeos tan buenos) de lo que supone la misión militar española en Afganistán, tanto a nivel profesional como a nivel personal
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