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Cosas que brillan cuando están rotas
El 11 de marzo de 2004 Madrid sufrió el peor ataque terrorista de su historia. Entonces yo trabajaba como periodista. Tenía 24 años. Toda la información que aparece en esta novela es real. Y sin embargo se trata de un estricto ejercicio de ficción. Un viaje de la imaginación hacia una realidad movediza y llena de fisuras.
275 pages, Paperback
First published January 20, 2016
7 people are currently reading
307 people want to read
About the author
Nuria Labari
11 books62 followersNuria Labari Gómez (Santander, 1979) es una escritora y periodista española.
Estudió Ciencias Políticas en la Universidad del País Vasco y Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset. Su carrera profesional se desarrolló en elmundo.es y posteriormente en Telecinco, donde fue redactora jefe del portal digital de esta cadena.
Como escritora, es conocida como autora de cuentos. Su libro de relatos Los borrachos de mi vida ganó el VII Premio de Narrativa de Caja de Madrid y se publicó en la editorial Lengua de Trapo (2009). Labari aparece seleccionada en la antología Pequeñas resistencias de Andrés Neuman.
Estudió Ciencias Políticas en la Universidad del País Vasco y Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset. Su carrera profesional se desarrolló en elmundo.es y posteriormente en Telecinco, donde fue redactora jefe del portal digital de esta cadena.
Como escritora, es conocida como autora de cuentos. Su libro de relatos Los borrachos de mi vida ganó el VII Premio de Narrativa de Caja de Madrid y se publicó en la editorial Lengua de Trapo (2009). Labari aparece seleccionada en la antología Pequeñas resistencias de Andrés Neuman.
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Community Reviews
Displaying 1 - 21 of 21 reviews
February 6, 2017
Esperaba más de este libro. La idea es buena pero me ha costado seguir las reflexiones de cada personaje y entender sus preocupaciones.
Pros: conocer más de cerca, de la mano de una periodista que lo vivió en primera persona, como fueron esos momentos, como se manejó la situacion y cómo se transmitió.
Por otro lado "viajamos" a Alemania y conocemos un poco de su historia.
Contras: si el libro pretendía transmitir algún mensaje, no me ha quedado claro. Quizás eso es lo que pretende la autora puesto que nos dice que buscaba personajes que no entendieran nada, perdidos. Y eso es lo que me ha transmitido y la sensación que me ha quedado.
Si te apetece conocer más del 11-M, es interesante y es un libro corto, pero como novela no me ha llegado.
Me quedo con la frase: "Es mentira: la realidad no supera la ficción. Necesitamos la ficción para superar la realidad."
Valoración: 6/10
Pros: conocer más de cerca, de la mano de una periodista que lo vivió en primera persona, como fueron esos momentos, como se manejó la situacion y cómo se transmitió.
Por otro lado "viajamos" a Alemania y conocemos un poco de su historia.
Contras: si el libro pretendía transmitir algún mensaje, no me ha quedado claro. Quizás eso es lo que pretende la autora puesto que nos dice que buscaba personajes que no entendieran nada, perdidos. Y eso es lo que me ha transmitido y la sensación que me ha quedado.
Si te apetece conocer más del 11-M, es interesante y es un libro corto, pero como novela no me ha llegado.
Me quedo con la frase: "Es mentira: la realidad no supera la ficción. Necesitamos la ficción para superar la realidad."
Valoración: 6/10
November 28, 2018
Interesante novela sobre tres personajes que forman una familia rota. Cada uno tiene la personalidad bien definida, pero sin apenas descripciones; cada uno tiene defectos; cada uno carga con frustraciones y cada uno vive soportando el vacío. Nuria Labari hace una disección más que acertada de esta familia en el marco de los ataques terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Se nota que sabe de lo que habla (ella documentó los acontecimientos durante esos días). Escribe bien, con un lenguaje directo y certero, propio de un periodista. Si bien no me ha fascinado, sí admiro cómo logra crear algunas imágenes (los colores, las emociones, las manías de los protagonistas).
La pega: la edición. Esperaba más de Círculo de Tiza, pues 22€ por una edición pequeñita en rústica ya es caro, pero si además hay fallos de puntuación, acentuación o composición recurrentes sin corregir, ya me enfada un poco, la verdad. Y más aún habiendo pasado por cuatro ediciones.
La pega: la edición. Esperaba más de Círculo de Tiza, pues 22€ por una edición pequeñita en rústica ya es caro, pero si además hay fallos de puntuación, acentuación o composición recurrentes sin corregir, ya me enfada un poco, la verdad. Y más aún habiendo pasado por cuatro ediciones.
April 1, 2017
Me gustaría destacar lo bien desarrollados que están los sentimientos de los personajes. Personalmente, me he sentido identificado con Clara. Sus reflexiones, su falta de compasión y de dolor, el rechazo a su familia y su "pasotismo" me han ... http://tardedeleer.blogspot.com.es/20...
November 24, 2019
Me lo he devorado, el libro es realmente corto, además de que su narración es llevada a cabo de una forma un tanto poética y eso ciertamente me ha atrapado, debo decir que realmente esperaba más de él, un final más conclusivo y no tan abierto e implícito, además de que ciertamente los personajes me han gustado, pero creo que se podría haber profundizado un poco más en ellos, entiendo la temática que quizo manejar la autora, personajes perdidos, no tan solo debido al atentado que acaba de ocurrir, sino también perdidos en su vida, perdidos ante el futuro que de pronto se muestra borroso y un tanto intimidante, perdidos ante un pasado que parece demasiado lejano, perdidos ante ellos mismos.
Le doy un 3.5 de 5 estrellas, creo que el tema se prestaba para unas cuantas paginas más, para ahondar más profundo en los temas que se exponen, pero sobre todo para dar sentido a algo que parece no tenerlo realmente.
Le doy un 3.5 de 5 estrellas, creo que el tema se prestaba para unas cuantas paginas más, para ahondar más profundo en los temas que se exponen, pero sobre todo para dar sentido a algo que parece no tenerlo realmente.
This entire review has been hidden because of spoilers.
December 24, 2019
Me ha gustado más que su última novela pero no termina de convencerme. Sí es cierto que creo que es un grito que la autora necesitaba soltar acerca de todo lo que vivió en los atentados de Madrid el 11M. Y eso está bien.
January 1, 2020
«Me obligo a
repetirme que nos va bien, que lo hemos hecho bien, que yo estoy bien. Pero ¿nos va realmente bien?,
¿de qué clase de bien estamos hablando?
La verdad es que cada día me resulta más difícil imaginar el futuro. Es como si el horizonte hubiera
bajado el telón para nosotros. Pero tampoco hay marcha atrás.»
Me muevo y me remezco varias veces en la cama una y otra vez, buscando una posición precisa para que los cólicos no sean más profundos de lo que parecen ser ahora mismo. Hace un día estábamos bien aquí. Las situaciones y los contextos pueden transformarse en nuestras propias prerrogativas, fobias infundadas, temores, prisiones mentales, dolores. Me acomodo una vez más entre las sábanas y me leo atenta y en silencio la historia de Eva Mago, de los escenarios reales de un matrimonio (su esposo: Eric Ghisela), y la responsabilidad de ser periodista ética–profesional, madre, esposa, persona cabal, investigadora, surtidora de efectos y emociones. Todo a la vez.
Resulta no ser solo Eva Mago, Eric Ghisela, y Clara, su hija. Es el atentado terrorista del 11 de marzo en Madrid que dejó una cifra de 190 muertos, entre ellos, un bebé à punto de ser alumbrado. También se cuenta acerca del campo de concentración de Schasenhausen, mediante una crónica viva que provoca adentrarse más en la historia de las protagónicas y los protagónicos.
Desde afuera duele leer lecturas que alcancen estas temáticas tan inverosímiles para quiénes la guerra no sea una alternativa. A fin de cuentas, lo que queda siempre y la única habilidad que preciso es la memoria. No olvidar jamás no el encause. Saber qué hay más allá, la vida desterrada, exhalada, despojada simplemente por cualidades que nos hacen distintas y distintos del resto. Los genocidios y las guerras duelen más a supervivientes: zafarse de la muerte deja heridas, en algunas ocasiones, imborrables.
Todos estamos rotos, de una u otra forma. La capacidad de emanar la brillantez de esa quebranza rebasa las raíces, supera el vértigo. La capacidad de soportarlo observar las rótulas de ese estrepitazo, de esa caída profunda y extensiva. La capacidad de hacerle frente cuando se es la mujer rota y por qué aún brilla: «Me
explicaste por qué a veces las cosas brillan únicamente cuando están rotas. Por
ejemplo, si estrellas una botella de vidrio contra el suelo y se hace añicos, producirá
infinitas escamas de cristal tan brillantes como los pedazos de una gran esmeralda.»
repetirme que nos va bien, que lo hemos hecho bien, que yo estoy bien. Pero ¿nos va realmente bien?,
¿de qué clase de bien estamos hablando?
La verdad es que cada día me resulta más difícil imaginar el futuro. Es como si el horizonte hubiera
bajado el telón para nosotros. Pero tampoco hay marcha atrás.»
Me muevo y me remezco varias veces en la cama una y otra vez, buscando una posición precisa para que los cólicos no sean más profundos de lo que parecen ser ahora mismo. Hace un día estábamos bien aquí. Las situaciones y los contextos pueden transformarse en nuestras propias prerrogativas, fobias infundadas, temores, prisiones mentales, dolores. Me acomodo una vez más entre las sábanas y me leo atenta y en silencio la historia de Eva Mago, de los escenarios reales de un matrimonio (su esposo: Eric Ghisela), y la responsabilidad de ser periodista ética–profesional, madre, esposa, persona cabal, investigadora, surtidora de efectos y emociones. Todo a la vez.
Resulta no ser solo Eva Mago, Eric Ghisela, y Clara, su hija. Es el atentado terrorista del 11 de marzo en Madrid que dejó una cifra de 190 muertos, entre ellos, un bebé à punto de ser alumbrado. También se cuenta acerca del campo de concentración de Schasenhausen, mediante una crónica viva que provoca adentrarse más en la historia de las protagónicas y los protagónicos.
Desde afuera duele leer lecturas que alcancen estas temáticas tan inverosímiles para quiénes la guerra no sea una alternativa. A fin de cuentas, lo que queda siempre y la única habilidad que preciso es la memoria. No olvidar jamás no el encause. Saber qué hay más allá, la vida desterrada, exhalada, despojada simplemente por cualidades que nos hacen distintas y distintos del resto. Los genocidios y las guerras duelen más a supervivientes: zafarse de la muerte deja heridas, en algunas ocasiones, imborrables.
Todos estamos rotos, de una u otra forma. La capacidad de emanar la brillantez de esa quebranza rebasa las raíces, supera el vértigo. La capacidad de soportarlo observar las rótulas de ese estrepitazo, de esa caída profunda y extensiva. La capacidad de hacerle frente cuando se es la mujer rota y por qué aún brilla: «Me
explicaste por qué a veces las cosas brillan únicamente cuando están rotas. Por
ejemplo, si estrellas una botella de vidrio contra el suelo y se hace añicos, producirá
infinitas escamas de cristal tan brillantes como los pedazos de una gran esmeralda.»
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September 1, 2025
Desde que leí El último hombre blanco, me planteé ir leyendo todo lo que escribiera Labari, y aquí estoy con "Cosas que brillan cuando están rotas".
La novela combina elementos de crónica periodística y ficción literaria para explorar el impacto de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid. La historia está escrita en primera persona desde las perspectivas de Eva y Clara, con contribuciones de Eric a través de correos electrónicos. No hay una separación entre las voces de Eva y de Clara, la voz de Eric se distingue mejor porque es un correo electrónico, pero cuando narra la historia Eva o Clara, no hay una distinción por capítulos ni signos como asteriscos y creo que de alguna forma esto se hace para "confundir" al lector, en el sentido de que estamos ante un atentado y trabajando en él, pero a la vez, me preocupa a dónde voy a llegar, me preocupa mi familia. Todo eso, creo que de esa forma queda integrado, si lo separásemos en capítulos diferentes, no seríamos capaz de ver esa especie de unión entre las perspectivas de madre e hija.
Los eventos del atentado del 11 de marzo fracturaron muchas familias, pero la de Eva, aunque están vivos, tampoco queda intacta. Los e-mails de Eric evidencian que hay problemas, pero a su vez, aunque parezca que intentan tender puentes, no parece que haya una búsqueda de resolución sino más bien enfrentamiento. Le echa cosas en cara a Eva cuando tampoco creo que esté en situación de quejarse tanto. Clara es la víctima que está en medio de esa guerra y que cada vez se hace más pequeña para que el fuego cruzado no la toque. Si avanzamos hasta el capítulo 8, y tras varios intercambios de correos, nos encontramos ante una transformación en Eric. Pasa de la queja, de responsabilizar a otros a hablar sobre su "armadura", una serie de construcciones sociales centradas en el control, éxito material y racionalidad. Esa armadura está vacía, la vulnerabilidad que encuentra en ese vacío es lo que le está dando fuerza y autenticidad.
Una de las cosas que me sorprende es en el capítulo/día 5, en el que vemos los numerosos nombres de las víctimas y Eva se pregunta ¿y si las familias de estos muertos no pueden/no quieren hablar de sus familiares fallecidos? Eso, y el momento en el que el chico de la cámara digital borra las fotos, me hacen pensar en cómo es el mundo periodístico. La exigencia de ese mundo y si esa urgencia informativa puede hacer que no seamos capaces de ver las cosas más que superficialmente. Al final, para cada fallecido solo vamos a leer un textito, los sacamos a todos en el periódico, pero en ese párrafo no voy a tener bastante para contar quien realmente fue, eso y que es posible que su familia apenas lo conociera, ¿y qué van a decir entonces? Lo increíble de los obituarios es que un tema recurrente es el dinero: préstamos, hipotecas, que si era pobre, que si había dejado a su familia para enviarles dinero desde España, etc.. de alguna manera, el dinero se menciona siempre y eso resulta curioso. Esto es lo que lleva Eric también a darse cuenta de las certezas de su vida y de lo que llama "las verdades negociables", así, afirma que su obituario sería el peor de todos: Convencional y hueco (capítulo 8).
Al final, ya en el capítulo 10, vivimos de algún modo, un pequeño florecimiento de Clara, al mismo tiempo que florecen los geranios y las pequeñas rositas. Eva está perdida, porque realmente, no conoce a su hija. Eric ha conocido un poco más a su hija, pero Eva siente que no sabe quien es, ni si sería capaz de creerse que su hija pudiera poner una bomba, como los hijos de la mujer a la que entrevistó. En este punto, volvemos a la idea de "lo roto", por un lado, los terroristas no sólo serían producto de una familia desestructurada, por ejemplo, sino de un mundo que está "roto", donde los conflictos ya no se centran en un país lejano, sino que están en la misma calle que pisas todos los días.
Siguiendo con la idea de ruptura, vemos cómo de lo roto pueden surgir distintas cosas: por una parte, pueden surgir personas manipulables que acaben cometiendo atrocidades, pero también, puedes encontrar tu vulnerabilidad y de ahí sacar un nuevo valor y brillar (como Eric). Sin embargo, tal como apunta Eva, no es necesario estar roto para brillar, no hay que autodestruirse ni centrarse en una tragedia para encontrar la forma de brillar. Por ejemplo, no es necesario que Clara se machaque con que su interés romántico esté con otra persona, puede encontrar la manera de brillar sin centrarse en esa fractura.
La novela combina elementos de crónica periodística y ficción literaria para explorar el impacto de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid. La historia está escrita en primera persona desde las perspectivas de Eva y Clara, con contribuciones de Eric a través de correos electrónicos. No hay una separación entre las voces de Eva y de Clara, la voz de Eric se distingue mejor porque es un correo electrónico, pero cuando narra la historia Eva o Clara, no hay una distinción por capítulos ni signos como asteriscos y creo que de alguna forma esto se hace para "confundir" al lector, en el sentido de que estamos ante un atentado y trabajando en él, pero a la vez, me preocupa a dónde voy a llegar, me preocupa mi familia. Todo eso, creo que de esa forma queda integrado, si lo separásemos en capítulos diferentes, no seríamos capaz de ver esa especie de unión entre las perspectivas de madre e hija.
Los eventos del atentado del 11 de marzo fracturaron muchas familias, pero la de Eva, aunque están vivos, tampoco queda intacta. Los e-mails de Eric evidencian que hay problemas, pero a su vez, aunque parezca que intentan tender puentes, no parece que haya una búsqueda de resolución sino más bien enfrentamiento. Le echa cosas en cara a Eva cuando tampoco creo que esté en situación de quejarse tanto. Clara es la víctima que está en medio de esa guerra y que cada vez se hace más pequeña para que el fuego cruzado no la toque. Si avanzamos hasta el capítulo 8, y tras varios intercambios de correos, nos encontramos ante una transformación en Eric. Pasa de la queja, de responsabilizar a otros a hablar sobre su "armadura", una serie de construcciones sociales centradas en el control, éxito material y racionalidad. Esa armadura está vacía, la vulnerabilidad que encuentra en ese vacío es lo que le está dando fuerza y autenticidad.
Una de las cosas que me sorprende es en el capítulo/día 5, en el que vemos los numerosos nombres de las víctimas y Eva se pregunta ¿y si las familias de estos muertos no pueden/no quieren hablar de sus familiares fallecidos? Eso, y el momento en el que el chico de la cámara digital borra las fotos, me hacen pensar en cómo es el mundo periodístico. La exigencia de ese mundo y si esa urgencia informativa puede hacer que no seamos capaces de ver las cosas más que superficialmente. Al final, para cada fallecido solo vamos a leer un textito, los sacamos a todos en el periódico, pero en ese párrafo no voy a tener bastante para contar quien realmente fue, eso y que es posible que su familia apenas lo conociera, ¿y qué van a decir entonces? Lo increíble de los obituarios es que un tema recurrente es el dinero: préstamos, hipotecas, que si era pobre, que si había dejado a su familia para enviarles dinero desde España, etc.. de alguna manera, el dinero se menciona siempre y eso resulta curioso. Esto es lo que lleva Eric también a darse cuenta de las certezas de su vida y de lo que llama "las verdades negociables", así, afirma que su obituario sería el peor de todos: Convencional y hueco (capítulo 8).
Al final, ya en el capítulo 10, vivimos de algún modo, un pequeño florecimiento de Clara, al mismo tiempo que florecen los geranios y las pequeñas rositas. Eva está perdida, porque realmente, no conoce a su hija. Eric ha conocido un poco más a su hija, pero Eva siente que no sabe quien es, ni si sería capaz de creerse que su hija pudiera poner una bomba, como los hijos de la mujer a la que entrevistó. En este punto, volvemos a la idea de "lo roto", por un lado, los terroristas no sólo serían producto de una familia desestructurada, por ejemplo, sino de un mundo que está "roto", donde los conflictos ya no se centran en un país lejano, sino que están en la misma calle que pisas todos los días.
Siguiendo con la idea de ruptura, vemos cómo de lo roto pueden surgir distintas cosas: por una parte, pueden surgir personas manipulables que acaben cometiendo atrocidades, pero también, puedes encontrar tu vulnerabilidad y de ahí sacar un nuevo valor y brillar (como Eric). Sin embargo, tal como apunta Eva, no es necesario estar roto para brillar, no hay que autodestruirse ni centrarse en una tragedia para encontrar la forma de brillar. Por ejemplo, no es necesario que Clara se machaque con que su interés romántico esté con otra persona, puede encontrar la manera de brillar sin centrarse en esa fractura.
July 1, 2019
<< los nombres son mágicos. nombramos a nuestros amantes antes de dormir aunque no nos acompañen. las madres acaricia sus panzas mientras susurran a sus pequeños hijos. los muertos también tienen nombres. y eso es algo que nadie puede quitarles. llorar y llamar a los muertos. debemos hacer ambas cosas. susurrar sus nombres como hicieran sus madres, escribirlos sobre la piedra, pegarlos a la tierra, leerlos en voz alta.
vuelvo a leer la lista
Eva Belén Abad Quijada,
Óscar Abril Alegre... >>
.
.
.
de alguna u otra manera estoy segura que todos recordamos que estábamos haciendo o que dejamos de hacer en el momento en que la noticia del atentado de Madrid el 11M taladraba los oídos, el cerebro, el corazón... el mundo.
yo estaba recién levantada, deambulando entre la cocina, el baño, el que voy a ponerme y voy a imprimir más curriculum porque quiero irme a Madrid. nada especial que presagiara lo que ya estaba ocurriendo. tenía 24 años y no sabía de la misa la media. Y, de repente, aquello que en 2001 contaba Matías Prats a la vez que la tele mostraba como un segundo avión se estrellaba con la otra torre gemela, cobraba vida tres años más tarde a menos de 250 km de mi casa. Que-iba-a-pasar-ahora.
Nuria Labari se llena de valor y da nombre y corporeidad a lo ocurrido aquel día y todos los que vinieron detrás. miedo, desolación, sangre, ruido y frío. mucho frío. ese tipo de frío que no se va ni después de un baño caliente. ese frío que agrieta para que vuelva a entrar la luz que hace brillar.
Un relato que conjuga lo sucedido en primera persona con la ficción de un matrimonio en crisis y la sensación de que muchas veces sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Un ejercicio de introspección y puede que hasta de expiación por todo aquello que pudimos hacer y no hicimos. .
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vuelvo a leer la lista
Eva Belén Abad Quijada,
Óscar Abril Alegre... >>
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de alguna u otra manera estoy segura que todos recordamos que estábamos haciendo o que dejamos de hacer en el momento en que la noticia del atentado de Madrid el 11M taladraba los oídos, el cerebro, el corazón... el mundo.
yo estaba recién levantada, deambulando entre la cocina, el baño, el que voy a ponerme y voy a imprimir más curriculum porque quiero irme a Madrid. nada especial que presagiara lo que ya estaba ocurriendo. tenía 24 años y no sabía de la misa la media. Y, de repente, aquello que en 2001 contaba Matías Prats a la vez que la tele mostraba como un segundo avión se estrellaba con la otra torre gemela, cobraba vida tres años más tarde a menos de 250 km de mi casa. Que-iba-a-pasar-ahora.
Nuria Labari se llena de valor y da nombre y corporeidad a lo ocurrido aquel día y todos los que vinieron detrás. miedo, desolación, sangre, ruido y frío. mucho frío. ese tipo de frío que no se va ni después de un baño caliente. ese frío que agrieta para que vuelva a entrar la luz que hace brillar.
Un relato que conjuga lo sucedido en primera persona con la ficción de un matrimonio en crisis y la sensación de que muchas veces sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Un ejercicio de introspección y puede que hasta de expiación por todo aquello que pudimos hacer y no hicimos. .
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December 23, 2024
Tres personajes de una misma familia que reflexiona sobre su futuro y su contexto, el de los atentados terroristas del 11M y un viaje a Alemania, donde se intercalan las vivencias de las víctimas del holocausto y del atentado.
No había leído a Labari en novela pero tenía muchas ganas y una de las cosas que me ha hecho darle 4 estrellas ha sido el final.
Si bien al principio parece que los personajes no van a aportar mucho: un señor que no sabe si quiere seguir con su mujer y decide llevarse a su hija adolescente, alumna de un colegio privado, a Alemania para conocerla mejor y decidir si quiere volver con su mujer, periodista obsesionada con el trabajo y que cubre los atentados, poco a poco Labari va construyendo estos personajes que, no sólo llegan al autoconocimiento, sino que llegan a empatizar con el otro y, consecuentemente el lector también.
Por otro lado, una lectora naif avanza por las páginas esperando el momento del reencuentro y la típica y temida vuelta a la normalidad como si nada hubiera pasado, y sin embargo no es así. O al menos no me ha dejado esa sensación.
Brava, Nuria.
No había leído a Labari en novela pero tenía muchas ganas y una de las cosas que me ha hecho darle 4 estrellas ha sido el final.
Si bien al principio parece que los personajes no van a aportar mucho: un señor que no sabe si quiere seguir con su mujer y decide llevarse a su hija adolescente, alumna de un colegio privado, a Alemania para conocerla mejor y decidir si quiere volver con su mujer, periodista obsesionada con el trabajo y que cubre los atentados, poco a poco Labari va construyendo estos personajes que, no sólo llegan al autoconocimiento, sino que llegan a empatizar con el otro y, consecuentemente el lector también.
Por otro lado, una lectora naif avanza por las páginas esperando el momento del reencuentro y la típica y temida vuelta a la normalidad como si nada hubiera pasado, y sin embargo no es así. O al menos no me ha dejado esa sensación.
Brava, Nuria.
March 16, 2020
No estaba preparada para acabar este libro. No he leído más que verdades. Verdades humanas, sentimientos, emociones, lo que sea.
Me ha encantado. Es una reflexión en forma de novela sobre la vida, la muerte, el amor. Cosas complejas y a la vez simples. El horror, el miedo humano, la desgracia.
Definitivamente tengo que leer de nuevo este libro. Compagina el horror vivido en el 11M y el del holocausto, visto desde el punto de vista de Nuria, de su hija adolescente y de su marido...
Este libro es un mar de reflexiones en medio de la realidad vivida en el 2004 por toda España.
Ha sido una puñalada de realidad y de abstracción muy grande. La autora declaró en el prólogo que "se trata de un estricto ejercicio de ficción", a pesar de ser todo datos reales.
Es un libro sencillo de leer, pero todavía hay tantas cosas que no comprendo... me quedará vida para entenderlas, espero jjj.
Me he quedado perdida después de leer esto, igual de perdida que sus personajes, pero ha sido maravilloso. 5/5
Me ha encantado. Es una reflexión en forma de novela sobre la vida, la muerte, el amor. Cosas complejas y a la vez simples. El horror, el miedo humano, la desgracia.
Definitivamente tengo que leer de nuevo este libro. Compagina el horror vivido en el 11M y el del holocausto, visto desde el punto de vista de Nuria, de su hija adolescente y de su marido...
Este libro es un mar de reflexiones en medio de la realidad vivida en el 2004 por toda España.
Ha sido una puñalada de realidad y de abstracción muy grande. La autora declaró en el prólogo que "se trata de un estricto ejercicio de ficción", a pesar de ser todo datos reales.
Es un libro sencillo de leer, pero todavía hay tantas cosas que no comprendo... me quedará vida para entenderlas, espero jjj.
Me he quedado perdida después de leer esto, igual de perdida que sus personajes, pero ha sido maravilloso. 5/5
March 15, 2025
Hay veces que necesitamos la ficción para superar la realidad. En este ejercicio de catarsis Nuria Labari cuenta la historia de una familia de tres, los padres al borde de un divorcio y la adolescente, una desconocida hasta para ella misma. Esta narración familiar sirve de fondo para contar lo vivido por Nuria Labari, periodista de elmundo.es durante el ataque terrorista del 11 de marzo en Madrid.
También la ficción sirve para acercarse a eventos, que quizá de otra forma sería más complicado. El libro tiene partes muy dolorosas, y aunque es un ejercicio estrictamente de ficción, no pude evitar empatizar con Nuria, con periodistas que tienen que reportar con el nudo en la garganta, y con cientos de personas que se quedaron a media vida.
También la ficción sirve para acercarse a eventos, que quizá de otra forma sería más complicado. El libro tiene partes muy dolorosas, y aunque es un ejercicio estrictamente de ficción, no pude evitar empatizar con Nuria, con periodistas que tienen que reportar con el nudo en la garganta, y con cientos de personas que se quedaron a media vida.
August 6, 2025
Cosas que brillan cuando están rotas me ha parecido un libro muy personal, escrito con una sensibilidad especial. Nuria Labari explora temas como la maternidad, el dolor, la guerra o el miedo desde un enfoque muy humano y poético. Tiene frases preciosas que te hacen parar y subrayar.
Le doy 3,5 estrellas porque, aunque hay fragmentos que me han emocionado mucho, también ha habido partes que se me hicieron algo abstractas o me costaron más de seguir. Es un libro que no es fácil de clasificar, a medio camino entre la narrativa y el ensayo, y eso me gustó, aunque a ratos me desconectó.
En resumen: es una obra íntima, valiente y con momentos brillantes. No me ha conquistado del todo, pero me alegro mucho de haberla leído.
Le doy 3,5 estrellas porque, aunque hay fragmentos que me han emocionado mucho, también ha habido partes que se me hicieron algo abstractas o me costaron más de seguir. Es un libro que no es fácil de clasificar, a medio camino entre la narrativa y el ensayo, y eso me gustó, aunque a ratos me desconectó.
En resumen: es una obra íntima, valiente y con momentos brillantes. No me ha conquistado del todo, pero me alegro mucho de haberla leído.
January 28, 2018
Lo tenía pendiente desde que asistí a una charla donde leyó otra cosa escrita por ella y por fin encontré el momento.
La historia de cómo una vivencia horrible produce un cambio en las personas y en cómo se enfrentan a sus momentos vitales. Todo lo que se rompe. Estilo rápido, visual.
Impresiona leer las listas de fallecidos. Te hace pensar la larga enumeración de frases que describen quienes eran para alguien. Buen trabajo documental. Son cosas sobre las que hay que volver a pensar, recordar, al igual que la visita al museo judío que se hace en paralelo.
La historia de cómo una vivencia horrible produce un cambio en las personas y en cómo se enfrentan a sus momentos vitales. Todo lo que se rompe. Estilo rápido, visual.
Impresiona leer las listas de fallecidos. Te hace pensar la larga enumeración de frases que describen quienes eran para alguien. Buen trabajo documental. Son cosas sobre las que hay que volver a pensar, recordar, al igual que la visita al museo judío que se hace en paralelo.
January 4, 2020
El libro es ameno de leer, aunque por momentos se me ha hecho un poco duro. La escritora, que también periodista, nos relata cómo vivió y cubrió ella los atentados del 11M. Al mismo tiempo, conocemos la historia paralela de la protagonista, cómo trata de luchar por salvar o derrumbar su matrimonio, según el momento. Las emociones de una hija que lucha por encontrar su lugar en el mundo y por comprenderse a si misma. Un marido, un padre que trata de conocer a las mujeres de su vida porque a veces compartimos la vida con personas y llegado un momento se revelan como completos desconocidos.
March 3, 2021
Debo empezar porque me fascina el nombre de este libro. Un matrimonio que parece roto, encuentra su brillo después de 20 años, esos detalles que hacen que la otra persona sea tu amiga, tu confidente. Una adolescente que se siente rota por insuficiente, por fea, en fin, por adolescente. Cientos de vidas y familias rotas por culpa de una catástrofe.
La autora se basa en los atentados terroristas de Madrid para escribir un libro lleno de reflecciones sobre la vida, la muerte, la familia, el matrimonio...
Recomendado.
La autora se basa en los atentados terroristas de Madrid para escribir un libro lleno de reflecciones sobre la vida, la muerte, la familia, el matrimonio...
Recomendado.
August 11, 2020
Este libro me pareció un magnífico testimonio sobre los atentados del 11-M en Madrid. La escritora sabe como meterte en la historia, tiene una prosa fantástica. Aún así, no es de los libros que más he disfrutado. No quita para nada que sea una obra fantástica y que te atrapa en el minuto uno.
La recomiendo mucho.
La recomiendo mucho.
March 29, 2020
El libro pensé que iba a estar mejor de lo que realmente está.
Las reflexiones y sobre lo que habla me ha gustado, pero a veces me costaba seguir la línea sin aburrirme.
Las reflexiones y sobre lo que habla me ha gustado, pero a veces me costaba seguir la línea sin aburrirme.
November 10, 2021
Me gusto sobre todo la documentación que hay tras las historias pero noto que le falta algo a los personajes
May 20, 2017
Hay que ser muy valiente para presentar una novela situada en el trasfondo de los atentados de Atocha del 11M. Comienza a pasar ya el tiempo suficiente para que los españoles reflexionen sobre lo acontecido y la ficción puede ser una válvula de escape perfecta para ese proceso.
Narra tres historias diferentes que se irán conociendo en planos entrelazados. El relato se forma con el punto de vista de los tres sobre lo que le está sucediendo a cada uno mientras se desata la masacre. Pero todo está mezclado, existen heridas fundacionales y los conflictos no pueden aislarse, ni las personas, y su manera de romperse y de brillar cuando se rompen lo pone en evidencia.
Este enfoque, además de otorgar una intensidad emocional que abraza a cualquier lector, lo convierte en un libro veraz, necesario por convocar al dolor y al miedo, evitando que lo ocurrido pueda ser parte del olvido.
Narra tres historias diferentes que se irán conociendo en planos entrelazados. El relato se forma con el punto de vista de los tres sobre lo que le está sucediendo a cada uno mientras se desata la masacre. Pero todo está mezclado, existen heridas fundacionales y los conflictos no pueden aislarse, ni las personas, y su manera de romperse y de brillar cuando se rompen lo pone en evidencia.
Este enfoque, además de otorgar una intensidad emocional que abraza a cualquier lector, lo convierte en un libro veraz, necesario por convocar al dolor y al miedo, evitando que lo ocurrido pueda ser parte del olvido.
February 8, 2017
Les recomiendo que antes de leer este libro, lean un poco sobre el atentado del 11M en Madrid porque dá bastantes cosas por sentadas, sin embargo lo poco que cuenta está bueno. La parte ficcional es meh.
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