«¿Dónde está la Europa con la que hemos soñado durante tantos años? ¿Quién se la ha llevado? ¿Los serbios? ¿Los especuladores? ¿Los agricultores franceses? ¿Los pescadores españoles? ¿Los políticos impotentes con sus palabras vacías? ¿Los muertos de Sarajevo? ¿Dónde está? ¿En Bruselas o en Londres? ¿En Atenas o en Kosovo? ¿O quizá, a pesar de todo, en Maastricht?»
Un europeo por excelencia, Cees Nooteboom, holandés de nacimiento, habitante de Berlín, Amsterdam y Baleares, viajero enamorado de España –como atestigua su libro El desvío a Santiago –, trata de responder a esas preguntas en las ocho conferencias que constituyen Cómo ser europeos , recogiendo acontecimientos, reflexiones, historia y recuerdos personales con escepticismo, entusiasmo o ironía... para llegar a dos propuestas que la insoslayable Europa unida sea la suma de las particularidades de los pueblos que la integran, y no su uniformidad; y que la moneda común, la única rigurosamente intercambiable entre todas las naciones, grandes o pequeñas, sea la cultura.
Cees Nooteboom (born Cornelis Johannes Jacobus Maria Nooteboom, 31 July 1933, in the Hague) is a Dutch author. He has won the Prijs der Nederlandse Letteren, the P.C. Hooft Award, the Pegasus Prize, the Ferdinand Bordewijk Prijs for Rituelen, the Austrian State Prize for European Literature and the Constantijn Huygens Prize, and has frequently been mentioned as a candidate for the Nobel Prize in literature.
His works include Rituelen (Rituals, 1980); Een lied van schijn en wezen (A Song of Truth and Semblance, 1981); Berlijnse notities (Berlin Notes, 1990); Het volgende verhaal (The Following Story, 1991); Allerzielen (All Souls' Day, 1998) and Paradijs verloren (Paradise Lost, 2004). (Het volgende verhaal won him the Aristeion Prize in 1993.) In 2005 he published "De slapende goden | Sueños y otras mentiras", with lithographs by Jürgen Partenheimer.
Zbierka prednášok, príhovorov a novinových článkov holandského spisovateľa Ceesa Nootebooma vydaná v 90. rokoch sa venuje témam ako európska integrácia, jednota, migrácia, literatúra v rámci Európy atď. V príspevkoch autor spomína na svoj prvý stret s iným európskym národom - Nemcami, ktorí bombardovali vojenské letisko neďaleko bydliska autora, keď mal iba 6 rokov. Spomína, ako si jeho otec, ktorý neskôr zahynul v dôsledku bombardovania, vyniesol gauč na balkón a pozoroval padajúce bomby. Autor svojimi životnými skúsenosťami a pracovnými zážitkami podčiarkuje svoj názor na témy, ktoré po páde Berlínskeho múru silno rezonovali európskou scénou.
Een verzameling lezingen, toespraken en krantenartikelen van de Nederlandse schrijver Cees Nooteboom, gepubliceerd in de jaren 1990, over onderwerpen als Europese integratie, eenheid, migratie, literatuur binnen Europa, enz. In de artikelen herinnert de auteur zich zijn eerste ontmoeting met een andere Europese natie, de Duitsers, die een militair vliegveld in de buurt van zijn huis bombardeerden toen hij nog maar 6 jaar oud was. Hij herinnert zich hoe zijn vader, die later stierf in het gevolg van het bombardement, zijn fauteuil naar het balkon droeg en keek naar de vallende bommen. De auteur gebruikt zijn levens- en werkervaringen om zijn mening te benadrukken over themas die na de val van de Berlijnse Muur sterk doorklonken in Europa.
En las sucesivas reseñas que estoy publicando sobre libros de Nooteboom no han salido aún dos facetas suyas que abordaré en los próximos artículos; sí que es cierto que están muy unidas entre sí, hablo, como alguno sabrá del “europeísmo” del holandés, este europeísmo ha sido reforzado por su faceta principal, su afición, más allá de lo lúdico, por viajar a innumerables países que, además, le sirven de escenarios para sus novelas, novelas de viajes, poemas, ensayos, etc. Con la reciente lectura de su recopilación de ensayos “Cómo ser europeos” (1993) es la mejor forma de dar contexto a esta faceta de indudable valor. En “El rapto de Europa”, primer ensayo incluido en la selección, parece mentira que nos encontremos 20 años antes del momento actual; en ese corto texto encontramos una serie de ideas que reflejan con mucha claridad su idea de lo que debería ser Europa, a lo que debería llegar. La exposición es simple pero muy potente, podemos ver cómo expone las características que definen a Europa: “Unicidad y pluriformidad, he intentado hallar en mi vida la traducción de estos términos abstractos. Porque, si soy europeo (y espero empezar a lograrlo, a la larga, al cabo de sesenta años de trabajo encarnizado), eso significa sin duda que la pluriformidad europea influye en mi uniformidad holandesa. […] ¿Acaso no es cualquier ciudadano, entre otras muchas cosas, un producto, un punto de convergencia, un receptáculo de su pasado nacional? Está, para expresar la idea de forma más paradójica, encaramado en la cúspide de una pirámide histórica, y debe, al mismo tiempo, mantenerla en equilibrio sobre su cabeza. Es a la vez imposible y obligado. El producto de la historia debe, conscientemente o no, cargar con esta historia. Está escrita en su carácter nacional, en su lengua, en su herencia social cultural, y se trata aquí de una herencia que no se puede rechazar[…]; Dos ideas subyacen en este extracto: la primera de ellas se relaciona con la unicidad de cada país, y la enlaza con el patrimonio histórico ineludible e irrechazable que heredamos todos y cada uno de nosotros; la otra idea tiene que ver con la pluriformidad, la multiplicidad de formas que se dan por tener tantos países distintos que deberían enriquecer el panorama y reforzar era europeización, aunque ya sabemos, hoy, que no es así. El holandés es consciente de los esfuerzos, desde hace tiempo, de realizar esta unificación, pero también es consciente de que esto no se está haciendo correctamente, precisamente por las características de las que hablaba al principio; un ejemplo muy claro que relata es el de la Europa de posguerra y el fracaso que supuso intentar exponer esta unificación desde la violencia: “De la posguerra recuerdo la desnudez y el vacío. Una vez más, alguien había intentado unificar Europa por coacción y, una vez más, la tentativa había resultado un fracaso, porque es imposible gobernar Europa según un esquema hegemónico. La pluriformidad no es digerible por un organismo único, es necesaria una alquimia completamente distinta y extremadamente misteriosa. No habíamos llegado a eso en aquella época y, según mi modesta opinión, seguimos sin alcanzarlo hoy en día[…]”. Al final del texto es capaz de irse a lo micro y exponer, desde su punto de vista, que podemos aceptar o no, lo que él cree que debería ser esta actitud integradora, es sumamente concreto en su exigencia y en sus esperanzas: “[..] me fui a España y, a decir verdad, no me he movido de allí desde entonces, una esquizofrenia europea ya incurable divide mi ser en una parte meridional y una parte nórdica; en invierno, vivo en Amsterdam o en Berlín, en verano, me entrego despiadadamente a España, convirtiéndome así en una de esas criaturas híbridas incomprendidas dondequiera que vayan, que tienen su residencia en tres lugares distintos, o sea en ninguna parte, quizá uno de los primeros europeos verdaderos, valientes cobayas del nuevo continente, que han incorporado en su propia existencia la unicidad y la pluriformidad. Deberían disecarnos, somos de gran interés para la ciencia. […] odiamos la tontería de las grandes naciones que no hablan más idioma que el suyo y que se aseguran que la nación siguiente tampoco lo haga […]; no entendemos que los mismos hombres de izquierdas que lamentan la desaparición de una especie de pájaro de las más insignificantes rían viendo a un hombre, quizá el último, llevar el traje tradicional bávaro; nos sentimos humillados cada vez que un McDonald’s suplanta un plato de pulmón en Suabia, un plato de callos en Florencia, un haggis en Edimburgo, o un plato de bacalao en Navarra […] despreciamos el cáncer de la violencia nacionalista, ya sea llevada a cabo por irlandeses, croatas, vascos o serbios; somos, en una palabra, aquellos a los que nadie escucha.” Podemos aceptar o no estas ideas, pero están cargadas de sentido común, Europa podría ser de otra forma si se intentaran llevar a cabo. Nooteboom, en los ensayos, un gran escritor y humanista. Textos de la traducción del francés de Anne-Hélène Suárez Girard de la obra “Cómo ser europeos” de Cees Nooteboom de Siruela.
Creo que es el tercero o cuarto libro que leo de Nooteboom, el señor no es fácil de leer, hay que cogerle la gracia y a veces uno nunca la pesca! además con este libro me he sentido un poco timado, pues es la recolección de 7 discursos en un determinado tiempo, a finales de las 80, empezar de los 90 y que al día de hoy a mi parecer ya están desfasados.