Desde que lo condenaron a varios años de prisión, el Cobra ha sido un eficaz sicario a las ordenes de La Bola, la mafia que controla la cárcel: nadie atemoriza mejor a los presos ni cobra las deudas de los morosos o los agravios de los rebeldes con mayor ahinco y creatividad. Pero Cobra comete un error grave, y en cuestión de horas el muy temido golpeador cae cuesta abajo hacia un territorio en donde la única certeza es el peligro de muerte. Mientras la mayoría de los reos se prepara a vengar viejos agravios y humillaciones, y los celadores se cruzan de brazos ante el enfrentamiento que viene, el hombre que cobraba las deudas se pone en guardia para la última batalla —aunque nada lo había preparado para la transformación que lo aguarda. Una primera novela negra sobre las cárceles mexicanas que sorprende por su mezcla de cálculo y nitidez.
Es periodista, narrador y profesor universitario. Su libro de cuentos ¿Quién se acuerda del polvo de la casa de Hemingway? ganó el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí 2013. Es co-guionista del documental Retratos de una búsqueda. Fue reportero en el diario Público y editor de la revista Magis, del ITESO, universidad en la que también ha dado cursos de Filosofía, Literatura y Creación Literaria. Actualmente realiza una investigación doctoral sobre booktubers en español.
Tomasena es el autor de una de las mejores novelas policiacas mexicanas que he leído a últimas fechas: La caída del Cobra. En ella se narra, de manera realista, los usos y costumbres de la vida carcelaria en México. Cobra es, como lo dice su apodo, un cobrador de cuentas dentro de la prisión, pero todo lo que sube tiene que bajar. Un buen día, al principio de la novela, el hombre deja de tener los privilegios y se vuelve un apestado. Sin caer en tremendismos, el autor logra un realismo pocas veces visto en novelas “caneras”, historias que son tan poco frecuentadas por la narrativa mexicana actual, más centrada en la autoficción y en los dramas clasemedieros. Tomasena se da el lujo de ir soltando poco a poco su conocimiento sobre los tejes y manejes, las jerarquías y los sitios de castigo dentro de la prisión. La novela pasa por distintos momentos en los que aparece que está a punto de caerse la trama, pero siempre encuentra una forma de levantarla, hasta el inevitable final.
"El problema no es que haya sufrimiento, dijo el Oscuro, sino que no tenga sentido." "Soy tu muerto, pendejo. Me vas a cargar hasta el final"
Me gusto mucho, es de esos libros que piensas que se van a tratar de algo y dan un giro. Me recordó mucho a "El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger. Creo que es un libro muy mexicano, no solo porque está situado en un penal mexicano con personajes mexicanos, sino que creo que refleja un aspecto del mexicano que tenemos muy arraigado en nuestra personalidad nacional al igual que muestra un problema social que a muchos nos gusta ignorar (lo que se vive en los penales), y Entonces, ¿todos merecemos y podemos ser perdonados?
La narrativa es muy ágil y el perfil del Cobra está muy bien delineado. Me gustó que sea una historia que habla desde adentro de la cárcel y muestra panoramas que no se han tratado. Sin embargo en la segunda parte me parece que toma una dirección extraña que aún me tiene confuso. Hay algo en la conversión implícita del personaje que no me convence y me deja con una sensación confusa, más lejana al gusto. Sin embargo es interesante la propuesta de Tomasena.
«¿Cuándo hubiera pensado que esa Cobra furiosa, marcada en su piel para intimidar, terminaría ahogada en el caldo jabonoso de un lavaplatos? ¿Qué significaba un signo tan feroz en el cuerpo de un derrotado? ¿Era una broma, la confirmación de su estupidez, una ironía del tamaño de su crimen?» José Miguel Tomasena
El título del libro no deja mucho a la imaginación. La historia está narrada de una forma muy precisa y amena, se lee rápido. Todo ocurre sin rodeos, ni paja. Básicamente la historia es sobre el descenso del poder y la forma de vida en la cárcel.
Una novela breve pero muy intensa. La neta es de esos libros que hacen lectores. Ojalá no tarde mucho en sacar otra porque si te deja con ganas de más.
Me pasó algo extraño con esta novela: se lee de forma muy ágil, nunca dejan de ocurrir cosas (casi todas ellas, extrañas) y se lee en un suspiro (la leí en una sentada, literalmente); sin embargo, me costó creer los cambios en el protagonista (el corazón de la novela), y en algún punto, todo el asunto religioso (parte de la transformación del personaje) se hace denso por su reiteración. Hay demasiados personajes que hacen relativamente poco o nada en la trama, todos están ahí de forma circunstancial. No es mi tipo de novela, pero la considero muy bien escrita.
*Le pongo dos estrellas porque, según goodreads, significan "it was ok".
Es muy bueno al recopilar un poco de lenguaje real (que yo he escuchado en la calle, o a conocidos, al menos). Tiene una narrativa suficientemente pulida como para transportar fácilmente las escenas a cualquier prisión en sentido figurado. La sencillez de esta hace que la novela se vaya en unas cuantas horas. Me quedaron ganas de leer más sobre el contexto, pero que no se trate en sí sobre la prisión; pues esta novela te dice que solo se puede estar dentro o más adentro.