Esta obra quiere ser una contribución de la BAC a la difusión de la doctrina de Santa Catalina de Siena. La primera parte de la misma, El Diálogo, es según establece el P. Salvador en el cuidado análisis introductorio, una recopilación de diversos escritos de la santa Doctora, con abundantes alusiones autobiográficas, lo que resuelve numerosos problemas de crítica interna, hasta el momento imposibles de resolver. La segunda parte lleva por título Oraciones y Solilo-quios, porque el contexto de estas piezas espirituales cumple en su mayoría las condiciones para que puedan ser así denominadas. Tres introducciones enriquecen la presentación. La primera está dedicada al estudio de la formación espiritual y literaria de Catalina; la segunda se refiere a la problemática que plantea "El Diálogo"; la tercera corresponde a las "Oraciones y Soliloquios". Concluye el volumen con dos índices de gran interés y el de materias y el literario.
Saint Catherine of Siena, T.O.S.D. was a tertiary of the Dominican Order, and a Scholastic philosopher and theologian. She also worked to bring the papacy of Gregory XI back to Rome from its displacement in France, and to establish peace among the Italian city-states. Since 18 June 1866 she is one of the two patron saints of Italy, together with St. Francis of Assisi. On 3 October 1970 she was proclaimed a Doctor of the Church by Pope Paul VI, and on 1 October 1999 Pope John Paul II named her as a one of the six patron saints of Europe, together with Benedict of Nursia, Saints Cyril and Methodius, Bridget of Sweden and Edith Stein.
Siempre impresionan las experiencias espirituales de los santos. Aquí es Dios quien habla a Santa Catalina, muchas veces respondiendo largamente sus preguntas. Aunque en muchos casos el énfasis está puesto en un modo de vida propio de la vida religiosa consagrada, siempre se puede sacar provecho de esas verdades trasladándolas a la propia condición y vocación, además de que también se habla del camino de santidad de aquellos que no están en ninguna orden (aparece explícitamente así en el caso de la obediencia, abriendo paso a una respuesta a Dios por parte de los laicos, que quizá luego quedo un tanto relegada).