La trama de la historia se basa en un joven que vive en San Isidro y que está a punto de viajar a Estados Unidos. Antes de terminar de preparar sus valijas, narra como debió enfrentar el tenso clima familiar que vivió desde que tiene 5 años, cuando Ezequiel, su hermano mayor, se va de casa con 18 años tras una violenta discusión. Sus padres nunca quisieron hablar de ese tema, hasta que se enteran que su hermano tiene Sida. En lo que serán sus últimos meses de vida, mientras su familia niega la enfermedad de Ezequiel y las relaciones se tensan, entre ambos hermanos encarnan una profunda relación, mientras Ezequiel alivia sus frustraciones y depresión por su enfermedad en el cuidado de Sacha, su perro de raza siberiano.
Antonio Santa Ana nació en 1963 en Buenos Aires, donde vive actualmente con sus dos hijos. Trabaja desde hace diez años con el Grupo Editorial Norma en Argentina, donde se ocupa de la edición y circulación de las colecciones infantiles y juveniles. Antes de vincularse a Norma trabajó durante diez años en la organización de la Feria del Libro de Buenos Aires y en la editorial Libros del Quirquincho. Miembro de la comisión directiva de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA) y del comité editorial de la Revista latinoamericana de literatura infantil y juvenil que publica Fundalectura (seccional de IBBY), Santa Ana ha sido jurado de importantes concursos literarios y es parte activa de actividades varias en torno a la literatura.
"Sospecho que uno se hace lector para completar lo inacabado. Para completarse".
Lloré y me encantó. La verdad, la historia es muy realista. Habla de un chico con un hermano mayor que casi nunca vio, que ese hermano a sus 18 años se fue de la casa de sus padres y el hermano menor nunca supo por qué, hasta que después de varios años lo descubre y eso cambia su vida para siempre.
En lo personal me sentí muy identificada con el niño, que sería el menor, está muy bien escrito como se siente y piensa un niño a los 10-11 años. Incluso yo me recordaba a mí misma a esa edad y era igual y pensaba igual que el niño. También me identifique profundamente en tener un hermano mayor y casi nunca verlo en la infancia, por qué tengo un hermano (por parte de padre) que casi nunca lo veía. Y las pocas veces que lo veía sentía una intriga por lo que hacía y que hacía. Era un misterio para mí, me llevaba casi 10 años. Y recuerdo que los pocos temas de conversación eran de pavadas. Incluso para mis 8 años, que tome la comunión, le pedí a mí papá que lo traiga a la fiesta que me habían hecho por qué lo quería ver, tenía 8 años, no recuerdo ni por qué pedí verlo, solo lo quería ver, y abrazarlo. Y cuando lo vi estuve feliz, Por qué lo extrañaba, por qué era mí hermano mayor, por qué estuvo cuando aprendí a hablar y a caminar, por qué jugaba cuando era bebé conmigo en la pileta, y a pesar que nunca tuvimos una relación fuerte de hermanos. Siempre lo quise. Por eso entendí completamente al personaje, y aunque la relación con mí hermano nunca cambio, especialmente ahora que no lo veo hace años,él, al igual que Ezequiel, se fue y se olvidó de su familia y especialmente de sus hermanos. Recuerdo que quise odiarlo profundamente, y aún ahora sigo enojada, pero por otra parte puedo entenderlo, solo que duele. Por qué al fin y al cabo es un hermano, desearía que no lo fuera, por qué así dolería menos.
En fin, el final fue desgarrador, y el problema que sufre Ezequiel fue llevado muy bien durante toda la historia, por qué así lo ve la sociedad, lo cual esta mal, hasta esta mal lo que hacen los padres de Ezequiel. Solo tuve un problema con la repetición del "vos", se repite muchas veces. Y podría haber usado otras palabras para referirse a otra persona. Es una historia que la debería leer todo el mundo, por qué ya sea que tengas hermanos o incluso amigos, te puedes sentir hasta identificado en algún momento. Lo recomiendo mucho.
Dicen que cuando no sientes el tiempo pasar mientras lees un libro, es porque tienes una buena historia entre las manos. Eso me ocurrió con éste. La historia es conmovedora y está contada de una manera en la que sientes que más que un libro, lees las cartas de un amigo que atraviesa por una situación difícil. El relato no es complicado y puede dar un golpe para el crecimiento a cualquiera. Me lo dio a mí que cuando lo leí tenía la misma cantidad de años que le llevaba Ezequiel al protagonista. Si estás agotado de las historias casi musicales de romances y fantasías, éste es para ti. Muy recomendable ✌ “Lo bueno de los abismos es que se pueden hacer puentes para cruzarlos.” Me gusta esa frase.
Historia aceptable, simple en exceso, en partes conmovedora y en otras se queda a mitad de camino: aunque nunca deja de palidecer ante su falta de sustancia. Escritura lacónica, escueta y sin mucho brillo. Entretenido.
Los ojos del perro siberiano constituye una historia profundamente humana que en su reducido número de páginas consigue no sólo conmover a su lector mediante la exploración de un vínculo fraternal sino que le incita también a realizar un trabajo de consciencia acerca de la discriminación que emitimos o permitimos a nivel social como producto de la desinformación, el prejuicio y el miedo.
El novela está narrada en primera persona por un joven, cuyo nombre no llegamos jamás a conocer, y que rememora con especial sensibilidad y desarmante honestidad el suceso que cambió su vida: la enfermedad de su hermano Ezequiel. El autor nos ofrece una perspectiva primero movida por la curiosidad e incertidumbre que posteriormente da paso a la empatía, la comprensión y un afecto fraternal genuino en el marco de una familia desintegrada y una sociedad regida por el estigma hacia el SIDA.
La novela es corta, envolvente, emocionalmente comprometida y en absoluto chantajista. No alza juicios morales pero nos lleva a hacérnoslos y a compartir el dolor de aquellos a quienes les dan la espalda mientras intentamos entender a los que inventan mentiras porque la verdad les avergüenza, a los resignados, a los que luchan, a los que tratan de comprender. Es una hermosa pieza sobre el valor de la vida, la dignidad de los enfermos y el carácter devastador de la muerte.
No lo sabía en esos años y no estoy seguro de estar en lo cierto ahora, pero sospecho que uno se hace lector para completar lo inacabado. Para completarse.
"¿Pero nunca te lo mandaron a leer en la secundaria?" me cuestionaron durante un buen tiempo, y mi respuesta era negativa siempre. No me mandaban a leer estas cosas en mi escuela. Conocí algunas obras que me interesaron durante ese periodo, pero quizá hubiera estado bueno que este título estuviera entre esas obras. Quizá el libro llegó en el momento que tenía que llegar, lo siento de esa forma. Fue una hermosa lectura, con una sencillez en su narrativa y una profundidad terrible en su trama. Es un libro verdaderamente conmovedor.
Me propongo a reseñar libros que leí antes de usar GR con frecuencia. Muy probablemente mi pensamiento ahora sea muy diferente del que tuve cuando los leí, pero procuraré ser lo más fiel posible respecto de lo que sentía en su momento.
Leído en julio de 2011.
Esta fue otra de las lecturas que nuestra profesora de Lengua nos hizo leer en tercer año. En vez de una reseña, voy a contar una historia con respecto a este libro.
La profe nos había advertido que el libro era triste y que trataba sobre el cáncer. Un amigo mío, llamado Lucas, se hizo el canchero y pensó que no lo iba a hacer llorar, que las únicas historias que lo hacían llorar eran de perros. Como me lo compré antes que él, me lo leí primera, y cuando lo terminé, le dije que iba a llorar.
—Nah, yo no lloro—me dijo. —Callate que sos más sensible que yo.
Se hizo el boludo y la cosa pasó sin pena ni gloria.
Un día después de unos meses, llama alguien por teléfono.
—¿Hola?—pregunté. —Bebíad... dadón... —¿Eh? ¿Quién habla? —Lucas... —¿Estás bien? ¿Qué te pasó? —Bebíad... dadón... ed dibo... —No te entiendo. —¡Tenías razón!—Lloraba como una marrana— ¡El libro! ¡Ese libro de mierda...! ¡No sabés cómo estoy llorando! ¡Encima estaba solo en casa! ¡Tuve que abrazar a la perra! ¡Y mi abuela llegó recién y voy y la abrazo y no entendía nada la vieja! ¡Y yo le decía, nah, abrazame! ¡Te odio, Xime!
Excelente libro. Me encantó, emocionante, reflexivo y conmovedor. De esas lecturas que se disfrutan desde la primera hasta la última página. Súper recomendado!!!
"-¿Sabés? Yo te enseñé a caminar. -Sí, lo sé. -Vaya paradoja, yo te acompaño en tus primeros pasos, y vos me acompañás en los últimos... "
"Tal vez lo bueno de los abismos sea que se pueden hacer puentes para cruzarlos"
"Si la cuerda no fuera delgada, no tendría gracia caminar por ella"
Una lectura que en un abrir y cerrar de ojos concluye, sin antes pasar por tu corazón, la narración no solo te cuenta una historia, te hace parte de ella, sentís como si el protagonista estuviera manteniendo una conversación con vos sobre lo que fue su vida. Y es por esa conexión con el lector que el libro llega tanto, sin dejar de lado la tristeza de la historia en sí, pero que a su vez está llena de mensajes que fomentan el simple hecho de vivir la vida al máximo, como si cada día fuera el último.
"La gente le tiene miedo a lo que no entiende. Si la sociedad margina a los que son diferentes, qué destino puede tener un perro que tiene las orejas un poco más grandes".
"La gente no entiende nunca al que es diferente. En una época los metían en manicomios, en otras en campos de concentración. La gente le tiene miedo a lo que no entiende. Si la sociedad margina a los que son diferentes, qué destino puede tener un perro que tiene las orejas un poco más grandes."
Relectura para Filosofía, dos años de por medio. Volví a llorar.
Ya debería haber aprendido que estos libritos chicos terminan siendo más grandes que muchos otros. Por lo general los empiezo sin muchas expectativas, incluso cuando a este lo he visto nombrar infinidad de veces como un libro triste y sumamente importante, y la verdad es que las historias que voy leyendo de sellos como Gran Angular y ahora Zona Libre son definitivamente sorprendentes y sumamente necesarias. Los ojos del perro siberiano nos lleva con una narración sencilla y cargada de enseñanzas por los recuerdos del protagonista acerca de la relación con su hermano mayor. Nos cuenta que tiene recuerdos difusos y ajenos sobre su hermano ya que este se fue de la casa familiar a los 18 años cuando él tenía solo 5. Pero durante su pre adolescencia vino un día de visita y dejó a sus padres devastados, al no obtener explicaciones de sus padres decide ir a visitar a su hermano para exigirle que le cuente qué está pasando. Así se entera que su hermano está enfermo y poco a poco empiezan a forjar una relación fraternal compartiendo intereses, consejos y enseñanzas. Que esta novela toque una enfermedad tan repudiada desde la perspectiva de un niño que solo quiere disfrutar del tiempo que le queda con su hermano es maravillosa. Ni hablar que esta novela se la hagan leer a muchos chicos en la escuela porque sirve para concientizar sobre el tema y enseñarles a no discriminar a la gente por sus errores o por padecer una enfermedad como esta. De paso nos muestra que las personas son más que su enfermedad o lo que hicieron para contagiarse, que aunque sus vidas tengan los minutos contados siguen luchando, amando la vida y buscan afecto y comprensión como cualquiera. Y por supuesto el mejor mensaje que nos deja esta historia es aquella vinculada al título:
"-Uno de los motivos por los que quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor; en los de otros, intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá, enojo y vergüenza. En los de mamá, miedo y reproche. En tus ojos, curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro."
"Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha."
Siempre es un placer leer este libro. Tiene tan pocas páginas pero habla de una historia tan profunda, con una escritura tan llevadera, que es imposible parar de leer. Llega a lo más profundo💔
Una historia tierna y desgarradora. Está contada de forma tal que sientas el peso de la tristeza del narrador y de su hermano (que es quien la pasa peor). Por algún motivo que todavía no logro identificar, no me gustó tanto como imaginé. Tenía expectativas altas porque se da en las escuelas y suele encantarle a la mayoría de los lectores. Me parece que, más allá de la conmoción que me generaron las situaciones que pasa esta familia, los temas estaban expuestos sin mucha elaboración, me faltó una parte literaria más pesada. Igual lo recomiendo. Si lo veo desde un punto de vista más inocente, el libro es perfecto.
Ame este libro cuando lo lei estando en la secundaria y lo volvi a amar ahora que lo relei. Sin lugar a dudas un libro corto que enseña mucho sobre la vida misma!
Vaya...no sé por donde empezar, bueno haré el intento. Disfrute lo corto de este libro, varias frases fueron como un deleite a mi mente y mi corazón. El nombre no tenía mucho sentido hasta que llegué a esa escena que me hizo reflexionar, no del mundo, sino de las personas que lo habitan. En cuanto a lo negatico, la historia carece de un poco más de narrativa que me transmitieran mejor los sentimientos, pero, sí lo disfruté y lo recomiendo. Es una lectura rápida y con varias lecciones para la vida. Creo que esto son los libros que deberían hacernos leer en los colegios, para alguien que no ha leído nunca, es ligero y la perspectiva de narrarlo si logra sumergirte a la vida del protagonista. Espero este mes sean bueno en lecturas.
Esta es uno de esos libros que se leen rápido y es entretenido. Me gustó.
Toca un tema fuerte y delicado, me parece bien cómo lo manejaron, aunque, me habría gustado que nos explicaran cómo cierto personaje terminó en tales circunstancias.
Vaya... Es un libro súper pequeño pero con una historia tan grande! 💔 Definitivamente es un libro que vale muchísimo la pena.
Si no estoy mal este me lo mandaron en el colegio, recuerdo haberle tenido cariño y ahora que lo leo de nuevo me vuelvo a maravillar con la historia que escribió este autor, ah, que buen librito. -releyendo-
Seguramente muchos de ustedes ya habrán oído sobre este libro pues es una lectura casi que obligatoria en los colegios. Curiosamente a mí nunca me lo mandaron a leer en la escuela, llegué a él por medio de mi mejor amiga, quien a diferencia de mí no le gusta leer, de forma que para ella era un tedio total así que me ofrecí a leerlo por ella ya que era muy cortito.
Siempre recuerdo ese día con una gran sonrisa pues descubrí una perla literaria, una historia que pese a ser muy corta trasmite tanto que es imposible olvidarla.
«Los ojos del Perro Siberiano» empieza siendo narrado por un joven –del que nunca conocemos su nombre– que está a punto de viajar a Estados Unidos y antes de subir al avión comienza a recordar su niñez, especialmente a su hermano mayor.
Desde los cinco años nuestro protagonista se enfrentó a una situación tensa en su hogar, convivió con el duro silencio de su familia respecto a su hermano mayor Ezequiel. A medida que fue creciendo las dudas y preguntas comenzaron a hacer mella: ¿Dónde está Ezequiel? ¿Por qué se fue de casa y no va a visitar? ¿Por qué papá y mamá se ponen tan furiosos con sólo mencionar su nombre? ¿Por qué no puedo visitarlo? Y lo que es peor, ¿por qué nadie parece preocuparse por él?
Todas estas dudas lo asaltan día tras día así que comienza a investigar, a hacer preguntas discretas hasta que finalmente da con su hermano mayor. Una vez seguro de su dirección decide escapar de casa para visitarlo. A partir de ese momento todas las preguntas comienzan a tener sus propias respuestas y se resume en una simple frase: Ezequiel tiene Sida.
¿Acaso es este el libro más leído de Argentina? Una historia entre San Isidro y Palermo, una familia, dos hermanos, un perro siberiano y el SIDA. Reseña en mi tiktok: https://www.tiktok.com/@maximilianopi...
Este libro me lo hicieron leer en la secundaria cuando tenía 14 años, no sé si lo habré leído o sólo repase algunas cosas para el examen :/ Si se me vienen algunas escenas a la memoria pero no tanto como para saber de qué trataba. Capaz lo vuelva a leer para saber si me gusta o no aunque no es una de mis prioridades por el momento...
Una historia corta pero con un mensaje muy profundo. Toca un tema bastante tabú en muchas sociedades, o por lo menos en la mía y forma parte de nuestra realidad. No importa el cómo, ni el dónde, no por eso debemos etiquetar y hasta perder antes de tiempo a un ser querido. En este caso un niño de 10 años fue más maduro y coherente que sus propios padres y no se resignó a perder a su hermano antes de que dejara este plano y disfrutó y aprendió de él lo más que pudo. Es bueno leer sobre estos temas y aunque den temor y uno no quiera que esas cosas pasaran pues están ahí y hay que afrontarlas y más aún ayudar y apoyar a quien lo padece.