Les Grandes Familles, prix Goncourt, est l'un des romans les plus célèbres de la littérature française contemporaine. Salué unanime ment par la critique dès sa parution, traduit dans le monde entier et porté à l'écran avec un très vif succès, ce grand roman de société dans la tradition balzacienne et tolstoïenne offre une fresque impitoyable des milieux politiques et financiers entre les deux guerres mondiales. Nul doute que cette étude de la condition humaine, à travers ceux dont la puissance dirige les destinées collectives, illustre et aide à comprendre l'origine des drames de la société contemporaine.
Maurice Druon was born in Paris. He is the nephew of the writer Joseph Kessel, with whom he wrote the Chant des Partisans, which, with music composed by Anna Marly, was used as an anthem by the French Resistance during the Second World War.
In 1948 he received the Prix Goncourt for his novel Les grandes familles. On December 8, 1966, he was elected to the 30th seat of the Académie française, succeeding Georges Duhamel.
While his scholarly writing earned him a seat at the Académie, he is best known for a series of seven historical novels published in the 1950s under the title Les Rois Maudits (The Accursed Kings).
He was Minister of Cultural Affairs in 1973 and 1974 in Pierre Messmer's cabinet, and a deputy of Paris from 1978 to 1981.
When I was a teenager I knew the name of Maurice Druon very well - I read and adored a series of seven historical novels 'The Accursed Kings' about French kings by him.
Now I decided to try 'Les Grandes Familles' which is the first part of the trilogy 'La Fin des Hommes'. Maurice Druon received the Prix Goncourt for it in 1948. The novel is set in Paris in the 1920s. It follows the several generations of some rich, well-respected and powerful French families. Druon is a great story-teller, his descriptions of the characters are vivid, the plot is interesting and the moral questions he raises definitely give the reader food for thought.
Podría haberlo puntuado algo menos, porque la mayoría de personajes me resultan desagradables, pero lo cierto es que es una gran radiografía de cierta clase social y de la política y cómo se asciende en el escalafón social.
Me habían dicho que era como "La saga de los Forsyte" pero en Francia. Y aunque es cierto que hay algo de ello, podríamos definirlo como: "La saga de los Forsyte" (en cuanto a saga familiar) + "Rojo y negro" + Dickens (por cierta visión del sexo y el lado escabrosos de la sociedad).
En cierta medida ha sido como leer una alegoría sobre la última ejecutiva del PSOE. El libro nos habla de cómo las viejas generaciones se perpetúan en el poder y obstaculizan, y hasta cierto punto torpedean, el recambio por las personas más jóvenes. También nos habla de cómo se tejen las relaciones de poder, y cómo la gente entra en la influencia de los poderosos, ascienden gracias a ellos, y al final terminan por creerse que se lo merecen, que lo consiguieron por sus méritos propios.
Tiene algo de desagradable y cínico, pero no se puede discutir el talento de Maurice Druon para retratar una sociedad y un ambiente político y económico que nos resulta muy cercano y actual.
Uno de esos autores surgidos en la derecha gaullista, es decir, con tendencias conservadoras aunque su visión se aproxima más hacia el centro para obtener una visión más panorámica de la sociedad. Sería equiparable a por ejemplo Mauriac, si bien no es tan religioso y mientras a Mauriac le interesa Dostoyevski, a Druon lo hace Balzac, así escribe esta crónica de un tiempo pasado, específicamente el del París de entreguerras.
Es el primer volumen de una trilogía, he de decir que más o menos me ha gustado, pero no me ha apasionado lo suficiente como para convencerme para ir a por 700 u 800 páginas más de esos dos volúmenes restantes.
La mirada de la narración se posa en unas familias acomodadas, en las que hay banqueros, hombres de negocios y algún aspirante a escritor, llamado Simon, que termina incorporándose al gabinete de un ministro de Cultura. Curiosamente, Druon seguiría esos pasos en su propia vida, pues décadas después, creo que en el 73, se unió al ministerio de cultura francés cuando gobernaba Pompidou. Entonces Druon era por cierto bastante más reaccionario y petulante, demostrando esa mentalidad cerrada y retrógrada que con acierto describe en esta novela. También tuvo ciertos problemas familiares, su padre era un artista que sufrió de depresiones y acabó suicidándose antes de reconocerlo. Esos elementos, con otra configuración, también figuran en el libro.
Cómo se comprueba, las conexiones entre su vida y esta obra no son pocas. Por eso, con ese bagaje, mira a las cabareteras y coristas del mundo nocturno como fuente de vicio y perdición, lo cual se ajusta a la cosmovisión burguesa de entonces, y lo hace sin demasiada compasión y encuentro que sin demasiado encanto.
En cambio en temas como ahora las disputas ministeriales, las especulaciones empresariales, los conflictos y los ambientes de las familias acomodadas sí que los aborda con convicción y consistencia. Es en ese marco dónde, a mi entender, se encuentra la mejor sub-trama de este arbolado de historias, que es una venganza familiar, cocinada entorno a herencias, el deber que este legado supone, la vida disoluta de uno de los personajes y el enfrentamiento legal y económico; historia que refleja la crueldad taimada de estos personajes a lo largo de esta secuencia de hechos: no se puede decir que ni uno de ellos se mueva por motivos nobles, en verdad refleja la lucha por la vida como un encontronazo de voluntades donde gana quien mejores cálculos tácticos realiza.
La galería de personajes no la hallé especialmente conmovedora o llamativa, aún y así los encontré verosímiles, lo suficiente como para seguir sus peripecias. En global nos habla de esos tiempos en los que los últimos testigos del XIX iban pereciendo y se abría paso un tiempo más influido por la especulación financiera, con familias menos definidas y que, en general, intentaba salir adelante tras las abominables batallas de la I Guerra mundial. Como decía no ha sido una lectura especialmente deslumbrante y sin embargo hay que reconocer que el premio Goncourt de 1948 se puede leer a día de hoy sin torcer demasiado la ceja, cosa que demuestra que este premio posee consistencia desde hace ya varias décadas.
He disfrutado mucho de esta lectura, de un modo totalmente inesperado. Comencé la travesía sin tener ni idea de en qué época se había escrito y realmente no lo supe hasta que en la firma de la novela, el autor marca el año de su composición. Porque tiene un sabor clásico, pero el enfoque es muy moderno, en cuanto a las costumbres, en cuanto a la disección de los personajes. Me gusta mucho el modo en que nos va llevando de paseo por las vidas de los protagonistas de la novela. El autor ha decidido no marcar a uno como protagonista absoluto y, cuando se encarga de ellos, les presta mucha atención, independientemente del papel que jueguen. Me ha gustado muchísimo. Y me agrada también saber que no se ha acabado y que todavía me quedan otras dos raciones.
'Las grandes familias' de Maurice Druon se centra en dos grandes familias unidas por un matrimonio: una es de origen aristocrático (con diplomáticos, militares, poetas, etc.) y la otra es de origen burgués (que se enriqueció gracias a sus fábricas, su banco y su periódico). Y en medio hay dos personajes de origen humilde que consiguen colarse en estas familias y prácticamente pasar a formar parte de ellas: uno es una sirvienta que consigue hacerse imprescindible porque sabe aparecer en el momento justo (cuando las cosas empiezan a torcerse) y ella puede ser útil e incluso llegar a mandar y tener su momento de gloria; y el otro es un aspirante a literato pusilánime que pronto olvida sus ínfulas literarias y nos damos cuenta de que lo que le interesa en realidad es ganar dinero, poder, influencia y admiración.
Las dos grandes familias, a pesar de tener orígenes distintos, comparten un mismo destino: el de una lenta desintegración. La novela no deja de ser otra muestra de la típica obra que retrata la decadencia de los que en antaño lo fueron y pudieron todo. Pero lo retrata muy bien, y de una forma especialmente misántropa y amarga. No hay ningún personaje que merezca la más mínima simpatía y ni siquiera compasión. Son todos seres egoístas y ensimismados en sí mismos. Del primero al último realmente mezquinos. Memorables son las escenas de entierros en que los personajes asisten para dejarse ver pero no sienten ni la más mínima pena por el pobre que le ha tocado estar en el ataúd.
Novela río que retrata la sociedad francesa de entre guerras, 'Las grandes familias' es quizás, más que nada, una novela sobre la ambición (la ambición de los hombres ricos que quieren ser aún más ricos y no quieren verse destronados, pero también la ambición de una actriz de segunda que es capaz de cualquier cosa por tener una vida regalada). Y cómo esta ambición ciega puede provocar tragedias. Pero, bueno, para el causante de la tragedia tampoco hay para tanto, porque la tristeza pronto es devorada por una nueva y aún más insaciable ambición.
Excelente retrato de una cierta sociedad, la burguesia francesa, en un cierto momento historico, el periodo de entreguerras, pero sobre todo retrato de actitudes que son eternas: la ambición desbordada que es identica en la aspirante a actriz dispuesta a todo por triunfar como en el universitario cuya esposa, carrera y vocacion importan menos que nada como en el poderoso industrial menos preocupado por la muerte de su hijo que por el riesgo de su imperio.
En este caso, la historia de esta saga familiar es el inicio de una trilogía, empezado con un retrato frio y descarnado de como vivían, amaban, odiaban y morían la alta burguesía y la nobleza francesa del periodo de entreguerras, desnudada por el autor y mostrando su lado más oscuro.
Escrito con gran presencia del narrador, tiene importancia vital tanto los personajes como todo aquello que los rodea, sean localizaciones, objetos, personas. Como si los capítulos fueran escenas teatrales, todo cuenta sobretodo por aquellos que tienen el poder pero no tienen bastante y necesitan controlar a familiares, amigos y enemigos aunque el precio a pagar tenga que ser alto.
El autor no obvia ningún tema ya sea por dudosa moralidad o sea escabroso. Es el retrato de dos familias emparentadas a través de matrimonios, que son nobles y miembros importantes de la alta burguesía que tratan todo lo que está por debajo de ellos, como utilizable para sus intereses. Y la historia nos reuno todos los personajes posibles, nobles, militares, banqueros, diplomáticos, vividores, rodeados por amantes que solo saben hacer de amantes, arribistas que cambian de camisa cada vez que ven la oportunidad de tocar un poco más de ese poder que les está negado por su condición de nacimiento y todos aquellos personajes que su vida es el servilismo constante a los poderosos.
A diferencia de otras obras de sagas familiares, la historia se centra más en el poder, y en su utilización para llegar a donde sea necesario y como afecta internamente a estas familias y el precio que tienen que pagar sobretodo las mujeres que viven a su sombra, en cambio los momentos históricos tienen mucho menos peso.
Lectura ágil que mantiene en todo momento el interés por la historia y los vaivenes de los personajes.
¡Una prosa y una visión de la sociedad magnífica! Las sombras y sus ambiciones se ven en cada esquina... Y, por enésima vez, gracias a Asteroide por acercarnos (a mí, al menos) a su lectura.
Las familias de La Monniere y Schoudler, símbolos de la aristocracia y la burguesía decadente del París de entreguerras, firman su alianza con el matrimonio de Jacqueline de La Monniere y François Schoudler, con la intención de afianzarse y ampliar sus horizontes. Sin embargo, las ambiciones y las intrigas solo provocarán que su caída y decadencia vayan en aumento, siempre como telón de fondo una Francia decadente.
"Las grandes familias" es un buen libro. Es un gran libro, de hecho. La disección a la que somete Druon la sociedad francesa de entreguerras es digna de admiración; un trabajo meticuloso, con claroscuros, un documento que desde un punto de vista histórico no tiene nada que envidiarle a un texto divulgativo sobre el mismo. Hay una aristocracia terrateniente vinculada al poder en decadencia, a punto de desaparecer en un mundo dónde las familias de origen burgués se han adueñando de la banca, la prensa y el sector empresarial; hay nuevos ricos a los que no les importa quitar de en medio a quién sea y al precio que sea mientras éste se interponga en sus intereses. Sin embargo, estas clases burguesas también dan visos de empezar a desintegrarse a marchas forzadas ante la imparable fuerza de las clases bajas, que también quieren probar las mieles del poder y el dinero. Hay gente de origen popular, de la calle, que anhela los lujos, el poder, las riquezas y la pompa de esas castas superiores que en otros tiempos habían sido prácticamente inaccesibles. En "Las grandes familias" veremos ambición insaciable, personajes capaces de tener un hijo a cambio de un millón de francos o, en caso de no poder tenerlos, capaces de robarle los niños a otra persona solo para cobrar el dinero. De personajes capaces de perder grandes sumas de dinero con el solo fin de arruinar a otro y destruirlo. No hay nadie que se salve de la quema; todo el mundo se mueve por intereses, por hipocresía y por la ruindad más absoluta.
Sin embargo, no todo es perfecto en "Las grandes familias". Druon no es capaz de medir bien los tiempos y la evolución de los personajes. El lector puede acabar confundido ante la miríada de personajes, sin saber bien en quién focalizarse, puesto que en ningún momento sabemos cuáles son los que llevaran el peso de la historia y cuáles, simplemente, son secundarios. Cuando uno cree que el peso recaerá finalmente en X personaje, Druon lo elimina de golpe o lo deja fuera de escena durante cincuenta páginas sin que sepamos apenas nada de él más que los comentarios indirectos de algún personaje, para volver a él durante unas páginas más y luego volver a desaparecer. Puede, por un momento, situar el POV en un personaje, describirlo hasta la exactitud y luego eliminarlo al cabo de pocas páginas. Este hecho, que podría parecer novedoso y hasta cierto punto sorpresivo y narrativamente rítmico, acaba cansando por el abuso del mismo y provocando que el lector no acabe haciéndose con prácticamente ninguno de los personajes. Quizás los únicos que se salen de la norma, por su mayor presencia y peso en la historia, son Noël Schoudler y Lucien Maublanc, pero son la excepción.
Aun así, uno pasa por alto todos estos fallos casi sin darse cuenta, porque es una novela con unos temas interesantes, unos personajes muy potentes y una recreación histórica encomiable. No importa que los tiempos y la evolución de personajes no estén del todo pulidos, porque la disección concienzuda de una época y una sociedad muy concretas convierten "Las grandes familias" en un must read.
Jóindulattal mondva: Druon résmentesen tagozódik be a patinás francia irodalmi hagyományba. Kevesebb jóindulattal: hihetetlen, hogy fél évszázaddal Zola után valaki még ennyire fantáziátlanul kövesse ezt a hagyományt… A nyitójelenet erős: egy gyermekágynál állunk, ahol új élet születik, de közben ezt az ágyat aggastyánok, a gall „finom famíliák” már-már mumifikálódott képviselői veszik körül. Szimbólum a köbön, ugye. Ezután Druon belecsap a ratatouille-ba, és novellafüzérként egymásba kapcsolódó jelenetekben mutatja be nekünk Párizs felső tízezrének csúf viselt dolgait. Van itt minden: ambiciózus fiók-Rastignac, kitartott színésznő, számos tőzsdei hiéna, egy rakás gyáriparos sakál… A lényeg, hogy kapzsi és ellenszenves mindenki (pár statiszta kivételével), úgyhogy aki szereti, ha van kivel azonosulni egy regényben, az lábon van itt lőve rendesen. Jól megírt, kifejezetten dinamikus regény azért, ha sok meglepetéssel nem is szolgál – remekül alkalmas arra, hogy utána az ember felhorgadó marxizmusában a 100 leggazdagabb magyar c. kiadványt akarja egészségügyi papírként használni.
2,5 estrellas Me aburrió soberanamente (y eso que tenía todo para engancharme por la época en la que está ambientada). El hecho de que la leyera después de haber leído la fantástica saga de "Los reyes malditos" (fantástica menos el último), tampoco jugó a su favor, y puede que esté siendo injusta... pero es que el Maurice Druon de "Los reyes malditos" y el Maurice Druon de la trilogía de "El final de los hombres" no parecen el mismo escritor. Me atrevería a decir que ni tan siquiera parecen la misma persona. A lo mejor si mi primera aproximación a este escritor hubiera sido con esta trilogía, me hubiera gustado más, porque habría evitado las comparaciones... pero algo me dice que, si esto hubiera sido lo primero que hubiera leído de Druon, no me habría acercado a la saga de "Los reyes malditos" ni con un palo. ¡Y lo que me habría perdido!
Me gustó, no al nivel de Los reyes malditos, pero me agradó. Es un libro más o menos fácil de leer, a excepción de la cantidad de personajes (porque son bastantes). Pero eso si, es un libro que va de menos a más. El principio es algo lento pero de la mitad para adelante, es muy bueno y muy entretenido. Espero que la siguiente parte esté mejor :D
La pluma de Maurice Druon pasó a la posteridad por ostentar los 6 libros de Los Reyes Malditos. Sin embargo, su trilogía que inicia con este texto de Las Grandes Familias deja ver lo profundo de su prosa y la complejidad en la que se mueve una de las figuras intelectuales más importantes de la segunda mitad del siglo XX en Francia. El retrato que dibuja sobre la sociedad francesa en los años 20 de la centuria pasada toma como punto de partida las transiciones que en lo familiar acontecen a propósito de la concreción de fortunas amasadas por los burgueses y su necesidad de conexión con los aristócratas.
Imposible simplificar una historia donde está desplegada la condición humana con prolija sofisticación. La agónica desaparición del apellido La Monnerie, por un lado y por otro el imperio de periódico, banca y azucarera que sostienen los Schoulder y también quienes pretenden colgarse de sus fortunas para entablar exequias y reconocimientos. Los juicios que los personajes hacen de sí mismos, de otros y de la realidad son retratos prístinos de cambios en la mentalidad, el paso de rituales y tradiciones añejos a otros imperiosos y novedosos. Es también el testamento de condiciones de vida que del nacimiento a la vejez transmutan si uno las compara con las del siglo XIX y que no harían sino ir trastocándose cuando la segunda guerra mundial se instale.
Aunque con un marcado tenor de crítica a aquello que se pretende innovador pero emite decadencia, el autor no puede desmarcarse de su aura política. El testimonio que Druon logra con Las Grandes Familias es el de un médico que en la cima de la adulación intelectual es también un vil plasta, de un poeta que hereda a un alumno la posibilidad de ser funcionario público y posteriormente consejero de grandes fortunas, de una actriz que logra engatusar a un despilfarrador con un embarazo falso, de ese mismo despifarrador guiado a la demencia. Y sobre todo, de varias generaciones de ir amoldando el mundo a modo, con un suicidio en medio y una filantropía hipócrita. Las descripciones minuciosas, el esmero en caracterizar los personajes, todo eso dan una radiografía ampulosa de la cual uno adquiere desprevenido sobresaltos de espíritu.
Maurice Druon me fait de l’œil depuis longtemps. J’ai la saga « Les rois maudits » dans ma PAL et « les mémoires de Zeus » dans ma PAL. Quand j’ai vu ce titre apparaître sur Netgalley dans les services presses audio, je me suis dit : pourquoi pas ? Ce sera l’occasion de découvrir son univers. Je ne puis dire avoir adoré cette fresque familiale, car seul un personnage a su réellement me toucher. Le seul à être épargné par les vicissitudes de la vie ! Isabelle est tendre, douce et perdue dans un monde de requins. Maurice Druon nous dépeint une classe sociale riche, autocentrée et très égoïste. Leurs problèmes sont dignes des cours d’école. Entre rivalité et bataille de patrimoine, il est difficile de se trouver des points communs avec ces différents personnages. Si parfois, cela peut paraître grotesque et arracher un sourire, d’autrefois, ils sont simplement navrants. Maurice Druon nous interroge également sur la qualité humaine de ses personnages. Sont-ils capables de tout sacrifier pour le pouvoir et la fortune ? N’ont-ils point de remords ? La suite de ma chronique : https://lesparaversdemillina.com/les-...
Ругон-Маккары в исполнении Мориса Дрюона. Перед читателем влиятельная семья благородного происхождения, должная мириться с отпрыском уважаемой дамы от второго брака — мезальянса. И читателю с первых страниц следует понять, насколько рационален подход к созиданию бытия в человеческом обществе. Имея ряд исключений, в основной своей части получается так, что будучи простого происхождения, получив с рождения хорошие перспективы, в редкий момент сможешь ими воспользоваться в должной мере, скорее оставшись без всего. Читатель может возразить, сказав, насколько люди благородного происхождения в той же мере не умеют управиться с им доставшимся положением. Однако, раз Морис Дрюон поставил для внимания проблему под определённым углом восприятия, придётся трактовать её таким образом. Во всяком прочем случае — разговор должен быть отдельным. Пока же читателю нужно проследить историю падения человека, не сумевшего справиться с доставшимся по праву рождения.
De Maurice Druon , j’ai lu la série magistrale Les rois maudits , j’ai littéralement sauté sur l’occasion d’écouter sur Audiolib Les grandes familles . Il y a un petit moment d’adaptation à l’écoute car c’est un roman tout de même difficile d’accès , qui a vieilli et puis la magie s’opère , la voix du lecteur Christophe Brault est comment dire en accord parfait avec ce texte aux accents balzacien , de grande épopée moderne . J’ai vraiment adoré l’écoute de ce livre que je n’aurai sans doute pas lu . Mais l’écouter c’est autre chose , la voix , les intonations, les nuances apportées m’ont ravi . Le roman se passe entre les deux guerres , il offre un portrait sans concessions de ces grandes familles bourgeoises qui dominent l’industrie, la finance , les banques . Dans ce premier tome , le destin tragique de François Schoudler marque le début de l’inexorable ruine qui attend ses familles aisées . Merci à #netgalley et aux éditions Audiolib .
The whole story is about several generations. People, that can easily sacrifice others, even their very close ones, family members for the sake of their ambitions. And this is the essence of a human nature. There are no positive characters in this trilogy, may be only Jacqueline. Although Simon Lachaume, one of the main characters causes antipathy, the end of the book with him and his decision was ideal. Different rather than this conclusion could be disappointed. This book was for such a long time with me, that upon finishing it I had a feeling of abandonment.
Quelle merveilleuse façon de raconter la fin d’une caste d’héritiers et de mondains. La langue de Druon met toute l’absurdité, le mépris, l’ambition et l’envie de ces grands hommes en scène pour un dernier tour de piste à l’image de la dissolution du monde des 2 guerres mondiales. Peut être arrivons nous à pareille période de notre société de consommation ?
Periodo de entreguerras. Francia. Dos grandes familias unidas por un matrimonio. Novela que refleja las pugnas por el poder, la especulación, las envidias, los entresijos y convencionalismos sociales de la alta burguesía.
Chronique très cinématographique de grandes familles du Paris de l’entre deux guerres, vestige d’une noblesse qui ne veut pas mourir et d’un capitalisme pas encore totalement débridé.
Es un buen libro, pero a veces es entretenido y otras se hace un poco pesado. Ricos haciendo tonterías, en plan Succession, pero en Francia en periodo entreguerras.