Es evidente que nos hallamos en el siglo de la imagen. En el mundo de los negocios, de las artes y de la cultura, en la vida cotidiana en suma, el cine, la televisión y la fotografía han dejado indeleble huella. Los sistemas audio-visuales están en boga y es preciso que nos adaptemos a ello. Por otra parte, hoy más que nunca el hombre siente la necesidad de expresarse, de exteriorizar sus ideas y sentimientos, de 'comunicarse'. De cuantos medios cuenta para ello -música, pintura, literatura, fotografía- esta última es la más accesible. Incluso como profesión es la que cuenta con mayor número de autodidactas, puesto que no requiere largos ni costosos estudios para ejercerla: capacidad de observación, voluntad y ciertos conocimientos técnicos —sintaxis y ortografía del lenguaje en imágenes— es cuanto se necesita para ser un buen fotógrafo.
Esta obra brinda al aficionado los elementos básicos, la 'gramática', de tan sugestivo lenguaje. También le ofrece multitud de ideas y de prácticos consejos que abrirán para él insospechados horizontes.