Mis mitos son los mitos tipicos del anarquismo fabriquero. Mi padre era un obrero panadero, anarquista, que luego paso al Partido Comunista durante el peronismo, como tantos? Vengo de los mitos culturales de las bibliotecas, de las veladas de estudio despues del trabajo? Me crie en los mitos del arte, la cultura, los viajes, la opera?Y eh ido creciendo con esos mitos: algun dia conocere esto, podre leer esto, podre ver esto, podre escuchar esto. Y de mayor solo he ido comprobando o deshaciendo mis mitos, Practicamente no he agregado ninguno. En este sentido, el primer poema de mi nuevo libro es el poema que lo resume. Es una alegoria de lo que ha muerto. A cierta edad uno empieza a caminar hacia sus mitos, pero en realidad estas volviendo, porque esos mitos ya estan establecidos. A los 60 anos uno no crea un mito, porque eso seria una payasada, sino que vuelve hacia sus mitos. A mi siempre me preocupo tener la mirada de mi edad. Me dan mucho miedo tanto el juvenilismo como la mirada de aquellos que saben todo, que ya lo vieron todo. No, yo no he visto todo, espero no haberlo visto todo, pero lo que quiero mirar, lo quiero mirar con los ojos de mi edad.Juana Bignozzide un reportaje de Martin Prieto, Diario de Poesia N: 46
Lo que me encanta en el tono de estos poemas, es que parece que estás hablando con alguien mientras haces otra cosa, mientras tomas un mate, mientras miras el paisaje de la ciudad, de cualquier ciudad. Es muy hermosa porque no parece vivir las tristezas de la misma manera que otros poemas, no tiene la solemnidad que a veces encuentro en poetas que cuentan lo mismo, pero con más peso. Y no por eso digo que no lo tenga, simplemente es que lo pone en otro lado. Habla sobre la amistad, sobre el exilio, sobre la juventud (y la pérdida de esta) pero hasta cuando se pone triste, es triste bonita. Muy hermoso.
Estos objetos sanos y sólidos tan ajenos a la acción de su dueña han rescatado los valores a través de matanzas odios arribismos y finalmente para siempre soledad
vuelvo rítmicamente a los lugares de donde salieron y compro otros semejantes a ellos que se quiebran se accidentan como si contra mi estólida ceguera señalaran dónde estuvo la vida y la recordaran para mí
❤️🩹
Función social de la poesía
Si toda vida es referencia a nuestra vida espero dejar una palabra que ampare a alguien en estas tardes inhóspitas de recuerdos.
Juana añora la revolución, la busca, la interpela, y más que nada le escribe. Sus poemas llenos de nostalgia, cotidianeidad, esperanza, juventud, son un abrazo al alma y una invitación a vivir una vida en revolución.
Me encontré este libro por casualidad en la biblioteca de mi universidad. Lo abrí y leí "además como he pasado al lado de los ríos más famosos del mundo / y no me suicidé en ninguno / mi falta de amor por la humanidad está suficientemente demostrada". Ahí supe que lo tenía que leer. La poesía de Bignozzi está llena de elementos tan cotidianos, la forma de los poemas recuerda tanto la respiración de un amigo hablando, que nos hace sentir en una comodidad extraña, casi que irreal: quién es ella, que me hable como si yo fuera uno de esos amigos de distancia respetuosa. Luego, esta amiga te habla del amor, de los hombres, y siempre regresa a sus amigos. Una poesía de la amistad es la que genera. Como una casa, nos recibe y nos lee.
Tenía muchas ganas de leer a Bignozzi. Me costó más de lo que pensaba entrar en sus versos. No me ha impresionado y dudo que vuelva a leerla. Tiene, no obstante, algunos versos memorables. Algún poema entero, incluso, como este: dispuesta a creer que me han amado incapaz de saber si he amado -entendámonos, entregada, perdida, sin rescate- aún quisiera comprender el amor de los hombres hombres que vuelven o permanecen o repiten su pasión aún quisiera llegar a saber qué rostro ven en el mío en ese momento de extrañamiento que llaman pasión
Juana Bignozzi nunca fue una poeta de imágenes, de metáforas. En ella encontramos la soledad, el inexorable paso del tiempo, la ironía, el vacío. Encontramos la identidad política, la revolución, a su amigo Juan Gelman. Encontramos un yo que en la individualidad refleja lo colectivo, palabras que nos abrazan y cumplen el deseo de su autora: "Si toda vida es referencia a nuestra vida/ espero dejar una palabra/ que ampare a alguien/ en estas tardes inhóspitas de recuerdos"
"Además como he pasado al lado de los ríos más famosos del mundo y no me suicidé en ninguno mi falta de amor por la humanidad está suficientemente demostrada."
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