Luna tiene quince años. Vive en una casa de balneario, rodeada de cabañas que se alquilan durante el verano. Actualmente está sola con su hermanastro —al que desearía hacer desaparecer del mapa— haciéndose cargo del alquiler de las cabañas porque su madre y el esposo están de viaje. Los rodean grupos de adolescentes que vacacionan sin adultos y llevan una vida de fiesta, playa y música, mientras que Luna trabaja. En una de las cabañas hay un grupo de chicas acróbatas que preparan un espectáculo de circo; en otra hay un grupo de jóvenes, y entre ellos un rubio que trata de entablar amistad con Luna. Un día una de las chicas acróbatas desaparece. Su hermanastro es llevado a declarar y se tejen muchas historias; el pueblo entero especula. En medio de todo, Luna se siente confundida, descubre el interés que siente por el rubio y por su hermanastro, y se cuestiona; y en esa avalancha emocional, también intenta descubrir la verdad, ayudada por sus amigas.
Voy a ser honesto desde el principio, y decir, que si bien la contratapa no dice ninguna mentira, está muy lejos de encaminar al lector a la clase de lectura a la que se enfrentará.
También tengo que marcar que no formo parte del público que pueda disfrutar más de esta clase de lecturas. Supongo yo que los adolescentes de entre 15 y 17 años se sentirán más identificados con la historia, y no la verán de la misma forma que lo veo yo (una constante avalancha de exageraciones).
El libro se lee bastante rápido, los capítulos son muy cortos (para que se hagan una idea, en las 207 carillas de historia, hay 92 capítulos, lo que da de promedio poco más de 2 carillas por capítulo). Está mayormente relatado desde el punto de vista de Luna (protagonista de la historia), lo que no siempre favorece a la historia, ya que es muy subjetiva en cuanto a todo, y su personalidad tremendista no me cae muy bien.
Los personajes no están profundizados, sólo tienes un par de pinceladas genéricas y poco más. La mayoría de ellos son prescindibles a la historia, y nulo fue mi cariño hacia ellos; salvando el caso de Bolita, Gardel y el gato (todos ellos mascotas).
La historia en general no me convenció. Es un libro donde el final se resuelve de la nada, sin dar una verdadera razón al lector de los eventos o cómo se resuelve el misterio. ¡Aclaro que no deben pensar que este es un libro de misterio! Es una historia de una adolescente con algunos de los problemas de la vida diaria, con un misterio en la lejanía al que no se le presta la atención merecida. La presentación del libro hecha por la autora (Verónica Lecomte) me ayudó mucho a dejar en claro este punto.
Sin embargo no quiero ser injusto con el libro, tiene sus platos fuertes.
Para comenzar, se lee de forma muy fácil, está redactado de forma simple y dinamica (a pesar de los delirios de Luna). Además, sobre el final, hay unos cuantos capítulos que me gustaron mucho, son unas pocas carillas que me ayudaron a tener una perspectiva mucho más positiva sobre la obra. El vuelco que da la historia me atrapó, lo que me dejó queriendo saber cómo continuaba (no era algo que simplemente pudiera dejar para otro momento), aunque tristemente, el final no mantuvo el nivel de estos capítulos a los que hago referencia. Y por último, me parece que este es un libro bien para leer en el verano (por su temática y por el hecho de que está bueno para pasar el rato).
Se me hace difícil poner un puntaje en general. La mayor parte del libro no me gustó mucho, pero reconozco que a otros lectores les podría interesar más. Y es una pena que no tenga siempre el nivel que adquiere sobre los últimos capítulos (descontando el final propiamente dicho).
Este libro no es para mi, pero cuando son lecturas obligatorias, no te queda otra. La historia habla de Luna una adolescente de 15 años que tiene los problemas propios de su edad. Pero también se le agrega un tono de misterio por la desaparición de una muchacha en el balneario en el que ella vive e inculpan al hermanastro de ella. El problema es que no ves nada la parte de misterio, ya que lo único que escuchás son los divagues del personaje principal y sus problemas diarios, la histeria de una adolescente demasiado exagerada. En el único momento que pasa algo son en los capítulos finales y es cómo que lo agregaron a las patadas, aparte de que todo se resuelve demasiado rápido y de forma extraña. No sé, puede que busque leer algo diferente de la autora, pero este libro me resultó algo tedioso.
Supongo que tenía muchas expectativas con la historia porque conozco a la autora de un libro previo muy bueno, pero la verdad el libro no es para mí. No sé si será para chicas más jóvenes o qué. El personaje principal no me enganchó para nada, mucha histeria y pensamientos que no me parecieron buenos (lo peor del mundo es tener celulitis y un grano? SERIOUSLY? Ni siendo adolescente pensé eso). La trama de misterio me atrapó, pero el desenlace fue muy rápido, muy a la ligera. El romance no me convenció para nada. Qué chica de dieciséis años piensa así? Fue demasiado irreal y absurdo en ciertas partes. No me pareció la prosa de Verónica, no tuvo la magia que encontré en su otro libro. La historia se quedó ahí, a la mitad.
Necesito tiempo en frío para pensar esta reseña de tal forma de no sonar agresiva o peor, de que parezca que estoy atacando a la autora. No, no es eso, pero debo admitir que jamás había leído un libro que no hiciera ni una sola cosa bien.
Leí este libro medio por casualidad. Es decir, conocía a la autora por otro libro suyo para adultos, aunque no lo recordaba, y la volví a conocer (?) en la presentación de Luna en el #Clubdelectura.uy el pasado noviembre. Se sortearon dos ejemplares y esta vez no gané ninguno, pero uno de los ganadores me lo dio para que pudiera leerlo (¡muchas gracias!). Como después de la reunión tuve un cumpleaños y terminó muy tarde, y al rato tenía clase de danza, en vez de dormir y probablemente quedarme dormida y faltar, decidí empezar a leer porque parecía más ligero que lo que estaba leyendo. Creo que lo terminé en tipo tres horas. Es decir, es un libro muy fácil de leer.
Empieza como una típica historia adolescente de verano en un balneario. Acá voy a tener que meter un paréntesis y hablar de la ambientación, porque creo que la palabra «balneario» no se usa de la misma forma en todos los países hispanohablantes. Por balneario me refiero a localidades costeras a las que la gente suele ir de vacaciones en verano, más bien agrestes, aunque hay ciudades balneario. Por ejemplo; Punta del Diablo, Punta Negra, Piriápolis, etc. Punta Brava, el balneario ficticio de la novela, podría ser cualquier balneario de la costa este uruguaya. En ese sentido, está descrito a la perfección y cualquiera, en serio, captaría el ambiente y todo lo que implica. Quizás alguien de afuera precise más caracterización, pero dudo que sea a lo que apunta este libro.
Volviendo entonces a la historia, quedamos en que empieza como una historia de verano, en un balneario, en un ambiente muy reconocible y con personajes que son arquetipos de lo que te encontrás en esas situaciones. Y entonces, gradualmente, empiezan a pasar cosas. Cosas turbias, digamos. Cosas que cualquiera sabe que en un balneario podrían pasar, que son parte de nuestros miedos más comunes a la hora de veranear. Lamentablemente, no es raro que desaparezcan personas, sobre todo chicas jóvenes, en el verano. La chica que desaparece en cuestión es una de las inquilinas de las cabañas que regentan la familia de Luna, es decir, su madre, el esposo de su madre y el coso, el idiota, Federico, el hijo de la pareja de su madre, al que odia y por el que siente un asco tremendo. Y que parece estar involucrado con todo lo que sucede. Además de todo esto, tenemos las historias que se entrecruzan, las de las amigas de Luna, qué sé yo, el crecimiento personal de Luna también.
Luna es nuestra protagonista y narradora. No es, por lo tanto, una narradora confiable y vemos todo bajo su punto de vista, que es terriblemente negativo. Está en esa fase de la adolescencia en la que todo es un desastre y los adultos son un desastre y mi vida es lo peor del mundo, agh, por qué me pasa esto a mí. Por suerte, esto que podría haber resultado tan tedioso está regulado por el sentido del humor que se desprende de su personalidad y de algunas situaciones realmente cómicas. Al final, uno empatiza con Luna y con las cosas que pasan. Eso funciona.
Hay otros personajes, también, que insisto, son vistos bajo la mirada de Luna y ello implica no solo subjetividad sino cambio. Creo que casi todos los secundarios pasan por un proceso de transformación a los ojos de nuestra protagonista. La forma en que ella los ve cambia según se desarrolla la historia, y eso no solo me parece creíble sino maravilloso. Nada es estático, menos la gente, y menos durante un período turbulento como la adolescencia.
Tenemos, por un lado, al coso, al idiota, a Federico, su hermanastro. . También está Fabián, que es otro inquilino que no disimula sus avances respecto a Luna, y que creo que le gana más por cansancio que por otra cosa. Es un personaje complejo y su análisis podría llegar a spoilear, pero creo que puedo decir un par de cosas. No me cerraba. No me gustaban sus actitudes y creo que . Respecto a estos dos susodichos, me interesó mucho ver cómo se iba dando progresivamente el interés de Luna, que tiene un carácter medio de mierda y un poco frío, y qué iba a decidir hacer al final. Dada su edad, lo que terminó pasando al final me pareció súper adecuado y más creíble que cualquier otro desenlace. Digamos que lo celebré.
Y otra cosa que celebré es que las amigas de Luna no fueran de relleno ni para dar información, sino que el vínculo con ellas fuera importante y sus vidas, sus historias y peripecias, fueran relevantes. Conocerlas, entenderlas, que estuvieran ahí... No siempre lo vemos en la literatura juvenil. Lo agradezco y quiero enfatizar lo importante que me parece. Los demás personajes, con su mayor o menor importancia, tampoco parecen estar hechos de cartón, sino que a través de unas pocas pinceladas llegan a tener presencia y ser fácilmente distinguibles. En general, para un libro corto, tiene un casting interesante, variopinto y bien logrado. No es menor, ¿no?
Cuando digo que se lee muy fácil, quiero decir que se lee rapidísimo, que es un no parar. Tiene capítulos muy cortos, bastante concisos, y el vocabulario es apenas más elevado que el de una chica de quince años, con sus más y menos porque tampoco es pobre. En un momento, cuando la cosa se puso tensa y yo tenía que aprontarme para salir, le metí para poder terminarlo porque necesitaba saber qué estaba pasando. Es decir, también logra enganchar y crear suspenso. Quizás debería agregar, aunque no sea algo bueno, que no me convenció la forma de hablar de los personajes en ciertas ocasiones. Quizás tenga que ver que la autora sea de la generación de mis padres, pero siento que los personajes jóvenes hablan como ellos, como gente de otra generación. Con el mismo vocabulario, quiero decir. Y si fuera una historia atemporal, que bien podría serlo salvo porque hay celulares, aunque se mencionen poco, esto no me chocaría. Pero siendo actual, no sé, me chirrió.
Así que, en definitiva, es un libro corto, ágil y con personajes muy humanos, muy cercanos, en un entorno que se hace familiar a ciertos lectores —los lectores objetivo, ni más ni menos— y lleno de suspenso. Ideal para el verano, ideal para las vacaciones y para leer una tardecita de sol o esa lluvia que impide ir a la playa. No sé, vean.
La historia nos la cuenta Luna, como si escribiera en un diario o nos estuviera hablando a nosotros lo que lo hace más cercano, los capítulos son super cortos y logran hacerte avanzar muy rápido aparte de que la narración es muy ágil y Luna se expresa como una adolescente típica, sin muchas vueltas, lo que dice lo dice sin pensar por más que lo piense antes de decirlo xD.
Los personajes son pocos pero dan su buena cuota a todo lo que se arma alrededor de nuestra protagonista, su madre que se va de luna de miel con su nuevo marido ni siquiera la llama para saber como va todo, solo el padre de su hermanastro la llama lo que da la sensación de tener un mala concepto de la madre por más que ella tenga ciertos "problemas". Pero bueno, no todo es lo que parece y me gustó saber que todo tiene una explicación. Nos encontramos con el padre ausente aunque no tan ausente. Las chicas acróbatas que la verdad que si bien son de interés en la trama pues ellas ni fu ni fa, también el chico que alquila una de las cabañas no es lo que parece y eso me gustó. En definitiva nos encontramos con varias vueltas así que el "no todo es lo que parece" le viene muy bien a toda esta historia.
Pero lo cierto es que la trama principal de descubrir el tema de las desapariciones queda a mi parecer en un segundo plano y lo que más llena la historia es Luna, si bien es nuestro personaje principal y que da nombre al libro, pues ella es quien resalta en todo lo que pasa y eso hace que el desenlace ocurra rápido y muy "sencillo" de resolver. No digo que esté mal ya que ella es el foco central y la que me resultó más entretenida ya que me recordaba mucho a mi yo del pasado, osea, a mi cuando tenia su edad pero hubiera quedado en mi parecer un poco mejor si el misterio se resolviera de otra manera, no tan abrupta.
La autora logró en mi parecer una historia para un publico muy pero muy juvenil que se identificará con la forma de ser de Luna con el añadido de una trama de misterio.
No se que opinar sobre este libro la verdad, y más con ese final repentino que hubo y no entendí nada. Se viene reseña para el blog de seguro, pero ahora necesito dormir para aclarar las ideas. No se si recomiendo el libro, no sé.
Me encantó. Es perfecto para chicos de entre 13 a 15 años. Tal vez el punto débil sea la resolución del misterio pero creo que lo del misterio es una excusa para contar los pequeños dramas cotidianos adolescentes, que en esa edad se vuelven un mundo y que a la distancia los vemos con una sonrisa... Verónica me atrapó completamente con sus libros para adultos, y aún espero que saque más para ese público, pero Luna no está nada mal. Al contrario, lo recomiendo mucho.
No me gustó nada este libro, fue aburrido, pesado, y por poco no lo termino. La trama no fue nada entretenida y me arrepiento de comprarlo. Además que el final es una reverenda mierda perdón jaja