En el siglo XXI, las familias han evolucionado hasta el punto de que los hijos se han convertido en el centro de las mismas. Y dispuestos a "darles todo" y a conseguir unos hijos perfectos, orbitan los hiperpadres o "padreshelicóptero ", que ejercen una crianza basada en estar siempre encima de los hijos, anticipándose a sus deseos y resolviéndoles todos sus problemas. Un cóctel con ingredientes como la estimulación precoz, las agendas repletas, la tolerancia cero a la frustración y los enfrentamientos con los maestros que osen cuestionar las maravillas del niño o la niña. Aunque ejercida con la mejor intención, la hiperpaternidad se está llevando por delante aspectos tan vitales en el desarrollo de los hijos como la adquisición de autonomía, la capacidad de esfuerzo y el tiempo para jugar. También provoca familias estresadas y niños tan sobreprotegidos que, irónicamente, tienen más miedos que nunca. Con rigor y un punto de humor, este libro analiza el fenómeno de los hiperpadres y da claves para la práctica del underparenting o la "sana desatención": relajarse, confiar en los hijos y dejarlos más a su aire.
En contraposición a otros modelos educativos que animan a los padres a hacer todo lo posible porque sus hijos sean felices, Eva Millet anima a que la paternidad se realice de una manera relajada, respetando a los niños y su infancia sin liberarles de todos sus derechos (jugar, descansar) pero sin restarle obligaciones (llevar sus propias agendas o colaborar en casa). Es un libro corto y ameno, cargado de ejemplos didácticos y claros, y le pongo cuatro estrellas porque merece la pena leerlo aunque sea para que nos enfrentemos a la incomodidad que genera enfrentarnos a algo con sentido pero que está en contra de nuestras creencias. Es verdad que lo he leído porque va en consonancia con mis ideas por lo que la disonancia cognitiva no ha sido mucha, aunque sí fuerte. Aún me sigue un poco el tic en el ojo cuando recuerdo algunas cosas que sería lógico que mis hijos hicieran pero que a mí me da pánico. En resumen, lo recomiendo para los que: a) creen que pueden criar a los hijos como se criaban antes de los 90, porque reafirmarán sus ideas; b) consideran que el libre albedrío es lo suyo, porque por contraposición es posible que también reafirmen sus ideas.
Eva Millet presenta su ideal sobre una paternidad más relajada y parecida a la que vivió en su infancia en los 70. Si bien es cierto que la presente generación de padres vive a niveles de estrés estratosfericos y a todos nos vendría bien parar un poco, la autora se mete en berenjenales que no le compiten y contradiciendose. Por ejemplo, criticar las pedagogias activas de refilon, sin ton ni són y luego pedir que nos centremos en educar niños desde la inteligencia emocional. La primera parte, de análisis social no está mal, pero para aprender algo aplicable hay que irse a otros libros como el Entrénalo para la vida de Cristina Gutiérrez, o Niños Autónomos, de Óscar Casado y Beatriz Castro, que buscan ayudar a los padres a criar niños emocialmente inteligentes y con capacidad para enfrentarse al mundo.
En xeral estou bastante de acordo co punto de vista da autora. O xeito no que a paternidade mudou nas últimas décadas é digno de múltiples estudos. Tamén me axudou a ver como NON quero educar aos meus fillos. Unha lectura moi recomendable para unha muller embarazada primeriza coma min. Agora ben, teño que dicir que nalgún punto a autora empézase a facer algo repetitiva no seu descurso. Ademais que hai varias incongruencias co que quere dicir. Porén, gustoume bastante e en liñas xerais estou de acordo con ela.
Me llamó la atención a partir de una nota de un blog que hablaba sobre la hiperpaternidad. Esta expresión acuñada a partir de la forma en que muchos padres tratan de compensar el tiempo no compartido con los hijos, la forma de subsanar frustraciones propias y de obtener a través de los hijos las satisfacciones no adquiridas por uno mismo, es algo que quizá inconscientemente hacemos todos en algún momento y quería leer el libro para encontrar focos rojos o amarillos en mi y evitar a toda costa esas actitudes. Funcionó con ese propósito este libro, sin embargo debo decir que todo el tiempo me sentí leyendo una nota de blog serio larga o un artículo de revista de investigación. Esperaba un poco más de consejos de profesionales y no sólo el punto de vista de una buena periodista. Vale la pena para adentrarse en el concepto si nunca lo habías escuchado antes.
Es muy sencillo de leer y hasta didáctico. No debe de creerse que es para profesionales, el nivel usado es acorde a un público en general, evidentemente padres de familia. Me parece correcto para destacar esta epidemia de actitud sobreprotectora, y a la vez inutilizadora, con los hijos sin meterse en laberintos lingüísticos.