Acaba de aparecer editado mi libro El lector literario, en la prestigiosa colección “Espacios para la lectura”, dirigida por Socorro Venegas, de la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica.
En él hablo de muchos de los aspectos que son importantes en la formación del “lector literario”: la competencia lectora, la importancia de las primeras lecturas, de la literatura popular y de las lecturas de LIJ, de los clásicos literarios, del canon escolar de lecturas, de las prácticas escritoras y de los nuevos lectores.
Ser lector no es solo saber leer; las personas nos convertimos en lectores cuando somos capaces de explorar y descifrar un texto escrito asociándolo a las experiencias y vivencias propias. El lector literario es un lector competente que lee habitualmente, que tiene opiniones y gustos propios y que es capaz de discriminar y enjuiciar diferentes tipos de textos.
Llegue a este libro accidentalmente. Creo que lo encontré citado en un artículo, decidí que ocupaba leer el capítulo citado y me lo encontré en ibooks en $75 por lo que compré. Y luego dije, pues ya que lo compre lo leo todo ¿no? Y aquí me tienen. La verdad me gusta mucho por las reflexiones que hace sobre lo que es leer, la literatura, la importancia de la educacion lectoescritora, el canon/los clasicos y claro, la importancia de la LIJ para el desarrollo de nuevos lectores literarios. Admito que en ocasiones me sentí un poco aburrida porque se repetía mucho, pero me alegra que este dirigido a mediadores que reconozcan la importancia de enseñar desde las infancias la lectura y que enlace tambien brevemente lo que ocurre en la actualidad, las tecnologías y el surgimiento de las bookredes. Si les gusta estudiar la literatura es un buen libro, muy sencillo y claro.
Pensar la lectura como un acto aprendido y que se puede ir modificando de acuerdo a cómo vamos construyendo ese hábito es la principal reflexión que deja plasmada el profesor Cerrillo. Desde la nostalgia de la primeras lecturas, pasando por la oralidad y la fantasía de un cuento, hasta descubrir esas historias que nos producirán una sensación de satisfacción que luego intentaremos emular en otras lecturas. El ideal es saber descubrir que nos va produciendo esas ganas de leer, de aprender a descodificar un significado e ilustrar en nuestras mentes, lo que las palabras escritas nos quieren transmitir. Es una lectura algo más especializada, pero que permiten adentrarnos en debatir cómo ir construyendo pensamiento crítico por medio de la lectura (entendiendo que es una actividad que debe ser procesada por el o la lectora).
Leí gran parte de las primeras páginas hace ya un par de años pero como se menciona en las mismas "aún no se había escrito para mi", fue una lectura muy abrumadora para mi yo de 13 años quien solo quería leer algo de ficción, abandone el libro para por fin decidir retomarlo 5 años después. Bueno, habiendo terminado el libro y disfrutando varias de las páginas puedo por fin dar una opinión, y aunque hay cosas que difiero, me parece muy interesante el concepto del título, jamás me había planteado toda la actividad cognitiva que conlleva leer de forma consciente, profundizando en los párrafos de las distintas obras que leemos, a pesar de no ser el tipo de libros que suelo leer me a parecido bastantr interesante, me quedo con la lista de clásicos a leer, ya tengo apuntados varios de los títulos para futuras lecturas, buen libro :)
"Aunque dude o vacile, el lector tendrá en la literatura una gran aliada para pensar por sí mismo" (p.193).
Cerrillo concentra en este libro la mayoría de su trayectoria investigativa en torno a la lectura literaria dentro y fuera de la escuela. Se hace especial énfasis en las capacidades que requiere un lector para considerarse "literario"; se aborda el proceso lector desde las primeras lecturas, la creación de cánones literarios para niños y jóvenes, la importancia de la tradición oral, y los retos de la lectura en un mundo tecnologizado. Está escrito con cariño, como quien habla de algo que aprecia y conoce desde hace tiempo. Una lectura entrañable e informativa por igual.
No tengo nada que decir sobre este libro excepto lo que el mismo autor escribió: "La literatura nos hace ver lo que otro puede haber sentido, pero también sentir aquello que otro nos está enseñando; la literatura puede unir realidad y ficción, pasado y futuro, vida y muerte, silencio y ruido, cielo y tierra, viento y calma, blanco y negro, alegría y tristeza, a fin de cuenta las contradicciones, antítesis y paradojas de la vida misma.... Los libros han ayudado a las personas a captar el significado de las cosas, a compreder el mundo y a dar sentido a la vida."
Ahora leemos todo el tiempo y no lo sabemos. La cuestión es: ¿qué leemos? y ¿cómo leemos?. Hay libros y textos que uno lee simplemente para seguir siendo “responsables”, por trabajo, escuela y también por rutina.
“El lector literario” de Pedro C. Cerrillo es un libro de ensayos sobre la lectura y el enigma sobre las habilidades lectoras, en 10 capítulos nos habla de: Las primeras lecturas, La competencia literaria, ¿Leer a los clásicos?, El sistema educativo, Los nuevos lectores y concluye con “El placer de leer”.
Cerrillo parte desde la infancia, asegura que desde que somos muy pequeños nuestros padres, nanas, tíos o alguien nos cuentan historias, por ejemplo nos relatan cuentos para poder dormir y se va formando todo un ritual de lectura oral popular que desde mucho antes de aprender a leer ya somos parte de un mundo imaginario: el de descubrir historias. Aquí la clave: existe un impulso interno por conocer nuevas y novedosas historias. Claro, uno desde pequeño ya es curioso, de ese sentimiento de saber más, mucho más.
Cuando ya sabemos leer y somos muy jóvenes, en la escuela nos hablan de los libros clásicos, ¿qué es eso?, ¿cómo se lee un clásico?. Y Cerrillo lo deja muy claro: “para leer a los clásicos se requiere cierta madurez de pensamiento y capacidad para el análisis, lo que a cierta edad aún no se tiene”.
Uno de los objetivos básicos de la lectura literaria debe ser el placer de leer. Se lee un libro por qué se quiere leer ese libro, no por obligación y es justo así como se va cultivando el placer de la lectura.
La lectura placentera es un descubrimiento personal, existe cierto encuentro en la vida con ese libro que te deja un placer mental y es justo ahí cuando inicias una experiencia de lectura literaria real.
¿Qué sentido tiene leer un libro cuando no se lee por placer?.
Me encantó. Interesante las posturas que toma sobre la importancia de formar lectores literarios a partir del gusto natural por la lectura, fuera de utilizar los primeros acercamientos a ella como "formadores" o "moralistas".
“¿Qué es un lector? Y, más específicamente, ¿qué es y cómo se forma un lector literario?” Son las preguntas que Pedro Cerrillo intenta responder y explicar por medio de este libro de tipo ensayístico.
Es un libro interesante, bastante enfocado a las etapas de desarrollo en niños y jóvenes, la etapa estudiantil, el papel de la lectura en los programas educativos (al menos los de España), que son a los que hace referencia el autor, no muy lejos de los modelos que se aplican aquí en México. Sin romanticismos, ni exageraciones, creo que Cerrillo está bien ubicado en la situación actual del hábito lector en la juventud moderna. Es un estudioso del tema y se nota, casi no omite ningún tema de los que influyen actualmente en los lectores; desde la educación, los hábitos familiares a los medios de comunicación masiva, incluido el Internet. Explica a su modo la diferencia entre canon y clásicos, y hace recomendaciones a tomar en cuenta acerca de si debemos o no acercar a los más jóvenes a los clásicos y cómo debería hacerse. El papel de las rondas infantiles y las canciones de cuna (cada vez más abandonadas) en la formación de los futuros hábitos lectores. La literatura Infantil y Juvenil como forma de comercio y algunas críticas a su calidad literaria, entre muchas otras cosas.
Por aquí dejo algunos fragmentos:
“Ésa es la esencia del lector literario, de ese lector que da título a este libro. Un lector competente que, cuando elige un libro, no se deja llevar por la publicidad o la información no contrastada; un lector que –antes de su elección- se interesa por el autor y el título, que mira la cubierta y lee el texto de la contracubierta, que busca el tema de que trata, que hojea el índice, incluso lee la primera página, porque es consciente de que un buen inicio puede “enganchar” a su lectura a los buenos lectores (en la historia de la literatura hay maestros de los inicios, como Cervantes, Pérez Galdós, García Márquez o Vargas Llosa); un lector que lee habitualmente, que tiene sus propios gustos y opiniones.” Pág. 11.
“Si estamos convencidos del papel de la literatura en el desarrollo completo de las capacidades de la persona, admitiremos que los textos literarios son hoy más necesarios que nunca, aunque sólo sea para contrarrestar los efectos inmediatos que tienen los modernos medios de comunicación que, por su naturaleza transmisiva unidireccional, facilitan la ausencia de opinión propia de la persona y una cierta pasividad en el proceso de recepción de los mensajes.” Pág. 24.
“En todas estas primeras lecturas, sean de un tipo o lo sean de otro, todas las personas, también por tanto los chicos, dice Turin (2014, 213): “Podrán descubrir a su antojo algo de sí mismos y de los demás (…) No obstante, para que los niños se adueñen de esas historias, para que exista magia entre el libro y el joven lector, es necesario además que los libros hagan las veces de puente entre estos últimos y mediador (…) la persona mayor disponible física y psíquicamente para leer junto al niño.” Pág. 60.