Rei andes ltda. lanza en Colombia este libro de Manuel Zapata Olivella, Levántate, mulato!, que circula en Francia desde 1988, lanzado por la editorial Payot. Con él, alcanzó el premio literario de los Nuevos Derechos Humanos. Es un gran alegato en favor del mestizaje del continente indoamericano. Toma sus raíces ancestrales y las va haciendo sobresalir con nuevos dones. Estos, vienen de moverse la raza africana en otro medio y de sus enlaces con diversas sangres. Al desembarcar, se halló con distinto ambiente ; con ideas impuestas sobre su propia concepción del universo; con torcedura sobre sus conductas; con crueles y despiadadas maneras de comportarse sus aherrojadores frente a ella.
Zapata Olivella se apoya en varios autores de nuestra área, que son epígonos en el pensamiento y hondón social para mirar la realidad. termina citando a Martí quien nos notifica que "ni el libro europeo, ni el libro yanqui, daban la clave del enigma hispanoamericano".
Esta autobiografía es la radiografía de un vagabundaje que emprende el ekobio Zapata Olivella por los caminos viejos, el sendero de los ancestros.
En ocasiones el relato te provoca una risa escandalosa y capaz de preocupar a quienes están cerca —ese fue mi caso leyéndola en la madrugada—, pero también te hunde en la preocupación y la impotencia cuando el autor revela las múltiples experiencias de racismo que vivió. La curiosidad y la maestría de Manuel te mantiene engañada en la lectura, en la cual converge su espíritu antropológico, médico y folklorista. Pese a la dureza de los hechos que narra nunca deseé abandonarlo, pues me sentí niñas y sentada en las piernas de mi abuelo, atenta a un nuevo cuento.
Una de las partes más enternecedoras es la manera en cómo recuerda a su hermana Delia Zapata Olivella —la gran artista e hija del bajo Sinú— y sin duda las memorias sobre Lansgton Huges o su encuentro con Léopold Sédar Senghor en Sénégal son imprescindibles para quienes amen el Renacimiento de Harlem y La Négritude.