Una crítica feroz, cáustica y despiadada a todo aquello que en los últimos treinta años de este país tenga dudosa moralidad o falsa autenticidad, visto por los ojos de Ramón de España, que provocará tantas sonrisas como atragantamientos.
Ramón de España es un experto en escribir afrentas destinadas a levantar ampollas en una gama de afectados extremadamente amplia. La «idiocracia», según él, abarca los últimos treinta años de errores flagrantes y sería «una degeneración de la democracia en prácticamentetodos los política, moral, ética, cultura, economía, medios de comunicación...», y en este país hay mucho terreno abonado para que se dé tal gobierno.
Con su habitual tono, el autor se mete en la Historia y recorrido de la democracia española como elefante en cacharrería para no dejar títere con cabeza; de Artur Mas al Ejército Islámico, de Mariano Rajoy a Vladamir Putin o de Pablo Alborán a Lady Gaga.
Amb un autor culte com Ramón de España sempre aprens coses. Fins i tot pots arribar a coincidir amb algunes de les seves crítiques, que escampa generosament cap a tots els punts de l'espectre polític (o gairebé: si fos sincer, trauria més punta al cas tòxic de Ciudadanos, però esclar, ell en va ser promotor). El sentit de l'humor que practica podria compensar els aires de superioritat moral, però queda desacreditat pel recurs a insults ('Cocomocho' per l'expresident Carles Puigdemont, i n'hi ha d'altres). L'apèndix de ficció del final no està a l'alçada del text principal.
Una ácida crítica al actual sistema social español al que Ramón de España llama idiocracia juego de palabras con democracia y proveniente de una poco conocida película estadounidense de hace ya unos años que casualmente también vi y ya me provocó desazón en su día. Un lúcido análisis de la realidad social, política y cultural (si es que queda algo de esta última) muy recomendable que el autor finaliza con una graciosa sátira, de ésas a las que yo llamo de "risa culpable".
Sólo por el "bonus track" del último capítulo merece la pena leer la ironía del escritor y echarse una buenas risas a su salud. Cinismo, ironía y dosis de realidad para retratar con certeza la sociedad actual en involución y ridiculez absoluta. Muy bueno.