Este libro recoge el testimonio de diez personas que decidieron apagar internet para no volver a conectarse jamás. Son diez personas de distintas ciudades, con vidas y trabajos muy diversos, que sin embargo tienen dos rasgos en común. El primero es el esfuerzo o la dificultad que les supuso desconectarse definitivamente de internet, puesto que todos ellos crecieron y desarrollaron sus vidas en torno a esta tecnología. El segundo, que su proceso de desconexión no les ha supuesto ningún problema adicional, sino que han podido seguir viviendo con normalidad en sus ciudades y ejerciendo sus trabajos respectivos. En un mundo saturado de información, de conexiones y mensajes, cada vez más personas desean cerrar este grifo siempre abierto y centrarse en lo que sucede a su alrededor. Lejos de huidas bucólicas al campo o de regresos nostálgicos, las experiencias recogidas en estas páginas representan diez casos de éxito de ciudadanos que han optado por olvidarse de internet para recuperar el contacto directo con los demás y con ellos mismos.
Recoge el testimonio de diez personas que decidieron apagar internet para no volver a conectarse nunca, el autor se cuenta entre ellos. Libro que de alguna forma cataliza un creciente sentimiento de hartazgo por lo digital que empieza a experimentar un grupo cada vez más grande de la población urbana.
Estupendo y oportuno ensayo sobre cómo interactuamos con Internet y sus servicios a partir de diversas entrevistas a exconectados, cada cual con sus motivos y necesidades, las cuales, aún pareciéndonos exageradas, tiene gran parte de verdad, obligándonos a cuestionarnos cómo estamos nosotros mismos en relación a ellas.
Lo que más me ha gustado es la construcción de un discurso coherente que opera como contrafuerza al hegemónico, tecnocéntrico y tecnofílico discurso de las bondades y maravillas de Internet, no tanto desde el neoludismo y la tecnofobia, sino más bien desde un ponderado, sensato y humano punto de vista.
Bastante flojo. Sus dos peores problemas del libro son que es repetitivo y que demoniza la tecnología. Los diez casos son muy similares, en esencia. Sugiero que si alguien se interesa por el libro lea los capítulos que le interesen, sin orden. El segundo problema es peor, porque al presentar estas historias como superadoras a la vida cotidiana, no considera la posibilidad de un punto medio, donde se evita la "adicción" a internet pero se puede usar la herramienta. El punto donde me cansé fue cuando, además de considerar peor la adicción a internet que al hachís y cocaína, indica las ventajas de esas adicciones, expresando además que internet en cambio no tenía ninguna cualidad positiva. Ahí empecé a leer por encima, sin que el libro se recuperara.
Se dice que para aprender un idioma completamente, necesites querer a saber qué, exactamente, personas dicen en esta lengua. Por esto, pienso que es muy importante para mi a explorar pensadores, autóctonas al español que escriben sobre temas que me interesan en ingles. La cultura de "sin internet", o reducción del uso del internet, es un de esas temas (hay un nivel de ironía en escribir esta reseña por Goodreads :), por supuesto) que me interesan desde el comienzo de la pandemia en 2020.
Este libro de Enric Puig Punyet (un filosofo catalán) trata de doce historias diferentes sobre personas europeos que han dejado atrás el internet pero todavía viven vidas normales por gran parte en las ciudades (hay solo un capitulo sobre una familia en el campo). Estas personas tienen diversas razones para vivir sin internet, pero la mayoría de las se centran en el aislamiento del mundo real, la adición a la información basura, y la desperdicia del tiempo.
Conocía ya la mayoría de estas criticas del internet (de criticas de la tecnología como Neil Postman, Nicholas Carr, Marshall McLuhan y Jacques Elull). Y con la mayoría, las estoy de acuerdo. Pero este libro fue publicado hasta ocho años. Hoy en día, especialmente después de la pandemia y en mi país (los Estados Unidos) es mucho más difícil a desconectarse. También, he obtenido muchos bienes del internet. He aprendido español por internet, y también forjado muchos amigos por Strava y Goodreads. Pero hay una hora y un lugar para el internet y pienso que da muchos beneficios, para todos a reducir nuestro uso de esta tecnología.
Como voy a cambiar mi vida por este libro: Pensar por qué y para qué necesitaría usar el internet antes de hacerlo.
Colección de experiencias de personas que se han “desconectado” de “Internet”.
En general es un libro algo repetitivo, pesado pero que en ocasiones despierta en el lector la necesidad de reflexionar. Algunas de las personas que aparecen en el libro muestran muy bien el espíritu del libro, otras, en cambio, demonizan “Internet” y convierten las drogas y la suplantación de identidad en opciones más sanas y lícitas en comparación con Internet.
El único capítulo que no me ha gustado nada es el del hombre adicto, su manera de tratar la adicción a distintas sustancias, la comparación con la adicción a la tecnología, la supuesta facilidad de desengancharse... me parece que en vez de buscar la objetividad busco la defensa de su idea a toda costa
Maravilloso. Da buena muestra de los problemas que nos está causando Internet y las Redes Sociales. Debería ser asignatura obligatoria y un trabajo continuo el pelear por no dejarnos absorber por un mundo que no es real, ni aporta demasiados beneficios en mi opinión.
Cualquier libro que nos hace pensar y reflexionar sobre realidades o situaciones que no vislumbramos es merecedor de ser considerado una obra recomendable e interesante. Este sin duda lo es y mucho.
Independientemente de lo más o menos interesante de las anécdotas, el libro está tejido de una manera soberbia, y termina con un mic drop en el que no cabe réplica. Redondo.