Jaén, España. Madrugada del 13 de julio de 2006. Son las 3 de la mañana. Un hombre joven huye a toda prisa de la Plaza de Santa María. Tras sus pasos, el cadáver de un hombre mayor queda tendido frente a la fachada de la Catedral; bocabajo, desnudo y cubierto por excrementos y plumas de paloma....
Algo se oculta bajo la Catedral de Jaén, y solo los componentes de una organización clandestina, así como la máxima autoridad del Vaticano, son conocedores del secreto.
Durante siglos todo ha permanecido inalterable, pero la aparición de un cadáver desnudo frente a la Catedral jiennense (noticia real publicada en 2006), desencadena una sucesión de acontecimientos que desconciertan a las fuerzas de seguridad.
El detective privado Carlos Moeckel tendrá el encargo de averiguar quién se encuentra tras la serie de asesinatos que asolan la ciudad.
De forma paralela a la novela, e insertados en capítulos estratégicos, diversos sucesos acaecidos en los días que transcurrieron durante la crucifixión de Yeshúa el Nazarita, teniendo como partícipe de los mismos a la enigmática figura de José de Arimatea.
“Bajo la Catedral” es un thriller frenético, en el que ficción y realidad atraviesan de forma continua la fina línea que las separa.
Me ha sido imposible acabármelo. Y es que, definitivamente, no puedo con este tipo de prosa en un thriller. Las frases son largas, eternas, llenas de epítetos, y de frases subjuntivas, y de subjuntivas de subjuntivas, que me enredan y dónde la acción se pierde en florituras. Es una pena por la idea que, aunque muy manida en este género, podía haber dado más de sí.
Entretenida historia que forma la segunda novela con el detective Carlos Moeckel como protagonista (tras Expediente Brancati) donde el autor mezcla noticias reales con una ficción centrada en la iglesia y su lucha de poder, en la pelea de distintos grupos en proteger o liberar un secreto que, según el autor, podría derrumbar la iglesia tal y como la conocemos hoy en día. Es muy destacable el conocimiento que el autor tiene sobre la historia (la historia de la iglesia y sus entresijos quiero decir) aunque el vocabulario usado a lo largo de todo el libro resulta un poco tedioso, en ocasiones aburrido, a menudo pierde mas tiempo en los adornos de la historia que en la historia en sí, hay ciertos personajes que podrían haber dado mas juego y hacer la historia bastante más entretenida pero que al final pasan por el libro sin pena ni gloria, como de puntillas.
Te puede gustar si te gustó el Código da Vinci y libros similares.
Una novela más de intrigas, conspiraciones y guerras de poder en el seno de la iglesia católica que giran alrededor de una milenaria reliquia. Entretiene, es rápida de leer y se mantiene el misterio hasta el final, algo inesperado. Comentar que la historia comienza con un suceso que ocurrió realmente en Jaén, el cadáver encontrado desnudo boca abajo cubierto de excrementos de paloma, y que el autor ha aprovechado para incluirlo dentro de la novela y cuya muerte no estuvo exenta de teorías sobre motivos y ritos satánicos.
Novela que en un principio te atrapa y te hace pensar en enredos eclesiásticos y misterio. Casi al final baja el interés y es una pena, pero en general está bien. Un investigador privado recibe el encargo de la hija de un hombre que aparece desnudo y muerto en la catedral de Jaén. A partir de aquí se va desarrollando los acontecimientos. Un enviado de los Legionarios de Cristo en busca de una serie de llaves que tienen diferentes miembros de una organización secreta( uno de ellos el padre de la cliente del investigador). Paralelamente se nos cuenta el origen de ese cofre misterioso que abren las llaves. En época de Jesucristo.
Por si no había suficiente con Dan Brown y su fijación por las tramas de pérfidos asesinos y conspiradores en el seno de la Iglesia Católica, nos encontramos con una réplica temática bastante menos afortunada en cuanto a la intensidad narrativa que presenta así como en los perfiles de los personajes que resultan algo cómicos. Aburrida...
El planteamiento general es bueno y la historia podría dar bastante juego, sin embargo, la novela es previsible. Por otra parte los personajes son muy planos.
Me cuesta entender que se permita editar libros con fallos gramaticales. El tema y la trama son cuestión de gusto, pero el estilo y la corrección son la esencia de un buen escritor.