Antes de que tuviéramos el placer de publicar en 1992 Los Bajos del Temor (Andanzas 170), Vlady Kociancich ya era una escritora consagrada no sólo en Argentina y España, sino también en Europa y Estados Unidos. Nos sentimos, pues, muy honrados de que, tras aquella primera colaboración con nosotros, haya querido permanecer fiel a nuestro catálogo enriqueciéndolo con El templo de las mujeres , obra en la que las peripecias del relato de aventuras y el suspense de una novela policiaca confluyen en una irónica parábola sobre la felicidad . Mistral , una brillante ilustradora de revistas de moda, desenvuelta y aparentemente muy segura de sí misma y de sus éxitos, se encuentra en un hotel parisiense en el momento en que un incidente inexplicable viene a quebrar su vida despreocupada y feliz. Hasta ese día, Mistral ha viajado de ciudad en ciudad con una sola pasión, el dibujo, y una sola meta: distanciarse de la historia trágica de las mujeres de su familia. Todas han muerto de amor, salvo Dodo , la abuela, que nunca se enamoró y que la crió en la fe del don milagroso de su talento como dibujante, un don que la salvaría siempre de las desdichas de este mundo. Pero irrumpe la fatalidad y, en la precipitación de los acontecimientos que misteriosamente van escapando a su control, Mistral se verá arrastrada a una isla griega de las Cícladas, la antigua Thera , dominada por un templo dedicado a la diosa Afrodita , donde miles de años antes las mujeres tuvieron que elegir entre una inmortalidad sin amor o la muerte con sus hombres. En la perfecta construcción de la trama, en el humor sutil, en las conmovedoras transcripciones del viaje que cambiará irrevocablemente la placentera existencia de Mistral , en la creación de inolvidables personajes como el enigmático griego Kostas , el excéntrico señor Jones o la adivina Harula , vuelven a manifestarse la excelencia de la escritura de Kociancich y el poder de su imaginación.
Vlady Kociancich nació en Buenos Aires, donde reside. Desde su primer volumen de relatos, los viajes como experiencia personal y literaria y el arraigo en Buenos Aires como base de sus ficciones han signado todos sus libros, traducidos a varios idiomas. Publicó las novelas La octava maravilla (1982), Últimos días de William Shakespeare (1984) Abisinia (1985), Los Bajos del Temor (1992), El templo de las mujeres (1996, finalista del Premio Rómulo Gallegos), Amores sicilianos (2005), y los libros de cuentos Coraje (1971), Cuando leas esta carta (1998), La ronda de los jinetes muertos (2007). En 2006 publicó, La raza de los nerviosos, un libro de ensayos sobre la literatura y sus creadores. Actualmente colabora con artículos y reseñas en los diarios La Nación y Clarín, entre otros medios gráficos.
Me confundió demasiado al principio, es de esos libros que tienes que leer con calma para entender e ir juntado pieza por pieza hasta darte cuenta de lo que está pasando, o al menos así fue para mi. Disfruté leerlo a pesar de todo, aunque no conecté tanto con el libro, aún así fue buen idea terminarlo.
La historia me gustó bastante, un poco mundana, con un toque de cosas magicas entre muchas comillas, pq sigue siendo parte de la vida cotidiana, ya que es solo su forma de ver las cosas, pero le da un toque misterioso y mágico, me encantan. Lo único que no me gustó tanto fue su forma de redactar, me costó adaptarme a su estilo, ya que iba volvía, retrocedía, avanzaba, volvía de vuelta, y tiene una forma de redactar peculiar, entre poética y medio enigmática, que una vez me acostumbré me gustó, pero al principio tal vez tenía que releer pq me perdía en esa redacción fluctuosa. Me gustaría volver a leerlo volviendo a prestar más atención a ciertas partes conociendo ahora la historia, y tal vez leer algún otro libro de la autora.
Podría hablarse en esta novela de una fusión de géneros muy heterogénea, donde se entremezcla, con un hermoso lenguaje lírico, el relato intimista, el relato fantástico, el relato de aventuras, el relato policíaco y el de suspense, para hablarnos, con un sutil tono irónico, del hipotético camino hacia la felicidad. Publicada en 1996 por la autora argentina Vlady Kociancich, que había formado parte del grupo más cercano a Borges y cuya escritura entronca, sin ninguna duda, con la literatura fantástica argentina, la novela “El templo de las mujeres” está protagonizada por una mujer, Mistral, una cotizada ilustradora de revistas de moda que viaja continuamente. Pero sus viajes no se limitan a algo físico sino que son en realidad un largo...
¿Se puede leer un libro muy bien escrito pero que te aburra soberanamente la historia? Sí, claro. Fue lo que me sucedió con El templo de las mujeres. La autora escribe magistralmente pero la historia no logró atraparme. La protagonista viaja por el mundo siempre, gracias a su trabajo y su don de dibujar. Me pareció interesante el planteo de cómo ella rompe con la maldición de las mujeres de su familia, que morían de amor. La historia del amante que se suicida y del griego que va y viene, me aburrió un poco porque sentí que no era suficiente para sostener el relato tanto tiempo.
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La protagonista al final de la historia cumple treinta años, después de viajar por diferentes partes del mundo y dibujarlo todo y amar a muchos. Ni la belleza, ni el amor, ni la vida duran eternamente, o como el día de hoy, miércoles de ceniza, polvo eres y en polvo te convertirás.
Me demoré un mes leyendo este libro. ¿Por qué? No logró de ninguna manera conectarme, entretenerme, no sentí vínculo con la narrativa, me aburrió y eso hizo que no tocara el libro en semanas. No pongo en duda que la autora es muy talentosa, de hecho su forma de escribir me gustó, el libro está lleno de imágenes poéticas muy bonitas, oraciones e incluso párrafos que me hicieron sentir melancolía, hay mucha tristeza en las palabras y eso suele gustarme. No he leído reseñas del libro y realmente es el primer libro de ella que leo, quizá este no fue para mí.