Los muros del colegio son gruesos y consistentes. Prometen preservar la rutina de los días de estudio de todo lo que pueda estar pasando fuera, de todo lo que –de hecho– está efectivamente pasando fuera, en las calles vecinas, en Buenos Aires, en esa Argentina de 1982. ¿Pero qué espacio limitan esos muros, un lugar de adquisición del saber o un recinto sadiano? Porque el colegio extiende su jurisdicción más allá de la enseñanza, imparte a sus alumnos una rigurosidad que no deben descuidar en ninguna circunstancia de sus vidas, una implacable moral que debe constituirse en el inflexible esqueleto de todos sus actos.
María Teresa es preceptora en este colegio, o sea, una inocente –o quizá sólo ignorante– maestra de ceremonias. Tiene veinte años, empezó a trabajar cuando todavía era verano, y el señor Biasutto, el jefe de preceptores, le reveló en su primera entrevista la actitud que convenía adoptar con los alumnos. Porque no era fácil obtener lo que él llamaba «el punto justo» para la mejor vigilancia. Una mirada alerta a la que no se le escapara nada pero que no fuera evidente, para no poner sobre aviso a los estudiantes. Una mirada a la que nada le pasara inadvertido, pero que pudiese pasar inadvertida ella misma. Quizá la mirada del perverso, o del carcelero, o del amo. Y María Teresa, que admira al señor Biasutto, se perfecciona como preceptora, se esmera en la aplicación de las normas y la corrección de las conductas. Pero si todo está prohibido –hasta para ella misma–, todo es transgresión. Y cuando María Teresa, persiguiendo un vago, quizá inexistente olor a tabaco, comienza a esconderse en los lavabos de los chicos para sorprender a los que fuman y llevarlos ante la autoridad, y poco a poco hace de ello un hábito oscuramente excitante, no es de la violación de las reglas sino de su aplicación a ultranza de donde surgirán la torsión y el desvío, de la rigurosa vigilancia de una completa rectitud, de la custodia inflexible de una normalidad total y atroz. Una vigilancia, una custodia que tal vez estén siendo aplicadas más allá del recinto de este pequeño mundo cerrado que nos descubre Martín Kohan. Porque extramuros de ese colegio donde estudian y han estudiado las futuras clases dirigentes, hay otro mundo, hay un país que acaso se le asemeja.
Ciencias morales confirma indiscutiblemente la extraordinaria madurez narrativa de uno de los autores más inteligentes, más estimulantes, de la reciente literatura argentina.
Martín Kohan es un escritor argentino y profesor de Teoría Literaria en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Patagonia.
Sus obras se publican en editoriales como Einaudi (Italia), Serpent’s Tail (Reino Unido), Seuil (Francia) y Suhrkamp (Alemania). Ciencias morales (2007) es su novela más popular y ha sido llevada al cine con el nombre "La mirada invisible", bajo la dirección de Diego Lerman. En la película Kohan interpreta el breve papel de empleado de una tienda de discos. También con Ciencias morales ha ganado el Premio Herralde de Novela 2007.
En 2014 recibió el Premio Konex - Diploma al Mérito como uno de los 5 mejores novelistas del período 2008-2010 de la Argentina.
Una preceptora del Colegio Nacional Buenos Aires -ex Ciencias Morales- entra en un juego de poder con lo que cree, con la sociedad argentina de los '80 (plena guerra de Malvinas) y con el machismo circundante. Todo la sobrepasa salvo el puesto que ocupa en el colegio, donde detenta un cargo superior que le permite ordenar y reprimir a los alumnos como gusta. Lo estricto de su educación religiosa y moral la llevan por el camino del silencio. Al mejor estilo Nicole Kidman en Dogville, debe callar, es el poder, apoderándose de su cuerpo, lo que la presiona y aprisiona. Entiende todo pero prefiere no darlo a entender, silencia las penas que la aquejan y admira a los hombres como figuras de autoridad que toda mujer necesita en su vida. "Ciencias morales" es la novela del silencio. El narrador en tercera persona explicita el silencio, lo hace carne, lo hace acción, pero no el silencio inofensivo sino el brutal. El silencio del querer más y no poder. Como sucede en "Rabia" de Sergio Bizzio, en esta historia María Teresa no debe y calla. Observa, desde las sombras y no dice nada. El no-lugar como figura del presente, el no-lugar del extranjero en tierras que no le pertenecen y donde ella, por sobre todos los demás, se queda callada.
Me ha encantado el ritmo pausado y envolvente de M. Kohan. Se vuelve a demostrar que para hacer un gran libro, no se tiene porque contar no se que fenómenos o acontecimientos excepcionales. No obstante debajo de una protagonista sencilla y básica (pero muy atractiva literariamente), y tras la apariencia de un tratado de lo que dicta la moralidad más puritana y retrógrada, subyacen importantes tragedias de la historia reciente de Argentina, como el terrorismo de Estado de finales de los 70 o las Malvinas. Eso es curiosamente lo que más me ha gustado y al tiempo lo que menos del libro. Lo que más, ese ritmo tranquilo y ese gustarse del autor (he debutado con este libro, pero sin duda seguiré leyendo a Kohan), sugiriendo casi todo durante toda la narración y dejando al lector que haga su trabajo. Lo que menos me ha gustado, es que después de esto que acabo de contar, tiene dos páginas finales en que rompe un poco esa magia y explica, no entro en detalles. Libro totalmente recomendable para minorías que disfruten de esta lectura sin prisas.
Wow. Que libro desesperante y fascinante a la vez. Todo el mérito en este, sin dudas, es para la pluma de Kohan. Me parece lo mejor que leí suyo hasta el momento.
Δύο μέρες σκέφτομαι τι να γράψω γι αυτό το βιβλίο. Διαβάζοντας την περίληψη είχα ενθουσιαστεί. Ξεκινώντας την ανάγνωσή του γνωρίζεις αμέσως το αυταρχικό κλίμα που υπήρχε στο κολέγιο του Μπουένος Άιρες. Αντιλαμβάνεσαι την αυστηρότητα του καθεστώτος.
Αρκετά αναλυτικές κ γλαφυρές περιγραφές και εικόνες που σε φέρνουν μερικές φορές σε σημείο να νιώθεις άβολα. Υπήρχαν στιγμές που με έπιασε δυσφορία. Όλη αυτή η αναλυτική περιγραφή στις τουαλέτες με ξένισε.
Δεν εστίασε καθόλου στην ψυχοσύνθεση των ηρώων. Ήταν επιφανειακή η προσέγγιση ήθους γεγονός που προσέδωσε στο κείμενο μια προχειρότητα.
Ωστόσο, ο ρεαλισμός του σε πολλά σημεία με συγκλόνισε.
Ένα από τα πιο δυσάρεστα και κλειστοφοβικά βιβλία που έχω διαβάσει, το οποίο, όμως, ταυτόχρονα ασκούσε και μια ιδιαίτερη γοητεία. Αρκετές επαναλήψεις, οι οποίες έκαναν πιο έντονη αυτή τη βαριά ατμόσφαιρα. Το τέλος μου άφησε μια αίσθηση βιασύνης, ασύνδετο με την ατμόσφαιρα του υπόλοιπου βιβλίου.
Lo que me gustó: la sutileza con la que trata la permanente vigilancia post dictadura y el final. El resto me pareció denso, increíblemente repetitivo y tuve ganas de abandonarlo seis veces
Segunda lectura tan deslumbrada como la primera, aunque con una mordida de escepticismo. Kohan logra que se escuchen todos los instrumentos de la orquesta. Debe ser por la experticia en teoría literaria. Sin embargo, la narración se impone. Quizás, a pesar de tal experticia. No parece ser el caso de poder conseguirse buena literatura a partir de buenas recetas. Entonces, no es la teoría lo que hace buena esta novela sobre algunas de las tantas oscuridades de la última dictadura argentina, el tema obsesivo de Kohan. El emblemático colegio, años emblemáticos, climas emblemáticos. Ese conjunto no tiene nada de particular. Es un lugar común. Entonces, tampoco es eso. Hay un motor dionisíaco en Kohan, quizás anidado en la sexualidad. En ese sentido, se trata de una novela porno. O quizás anida en la intuición benjaminiana del mal. Creo que no del todo. Esto cambiaría por completo la novela. También es una novela que dialoga con gigantes de la literatura argentina y de la historia argentina. Los cruces son como para hacer una tesis doctoral, que ya debe estar hecha. Es otra cosa lo que mueve la narración, quizás la fuerza del lenguaje que se vuelve autónomo hasta implosionar. Contra todo. Casi cada párrafo lleva alguna iluminación. Eso sí hace buena la novela. A la vez, este mérito se opaca con algo que cuesta identificar. No es lo apolíneo de los procedimientos. Crece como intuición en la oscuridad, frase a frase. Si se la cuida, llega a tener palabra. Y es una molestia. No arruina la novela, pero la aproxima a una categorización que incomoda, sólo por el hecho de convocar categorías. Y peor, por ser compatible. Creo que es una novela maniquea. Su eje son los dualismos morales, las polarizaciones irreconciliables del bien y del mal. El dedo malo de Biasutto que corrompe para siempre el himen bueno de María Teresa. Estereotipos artificiales. Bueno bueno, malo malo. Por supuesto que la gran inteligencia de Kohan matiza las categorías, las ensucia un poco con atributos de otras categorías. Pero no alcanza. Opera más como una concesión. Entonces, queda una novela que se lee como las grandes novelas de la literatura universal, pero opacada por una maniobra maniqueísta parcial que le reduce el brillo. En cualquier caso, ocurre en dos tiempos. El segundo, reflexivo, cuenta menos.
Το βιβλίο τιτλοφορείται ηθικές επιστήμες το όνομα δηλαδή του Εθνικού Κολλεγίου του Μπουένος Άιρες. Η ιστορία τοποθετείται χρονικά το 1982 στο Μπουένος Άιρες λίγο πριν το τέλος της στρατιωτικής δικτατορίας. Αυτό και μόνο δίνει πολιτικό χαρακτήρα στο μυθιστόρημα του Kohan. Στο κολλέγιο αυτό έχει προσληφθεί η 20χρονη Μαρία Τερέσα ως επιμελήτρια ενός τμήματος και αρμοδιότητά της είναι να ελέγχει και να περιορίζει την παραβατική συμπεριφορά των νέων. Παρατηρεί και επιτηρεί. Η επιθυμία της να συλλάβει επ' αυτοφώρω του μαθητές που καπνίζουν την οδηγούν στις ανδρικές τουαλέτες όπου και ελέγχει τις κινήσεις των νεαρών. Με το πρόσχημα του καθήκοντος συντηρεί το πάθος του ηδονοβλεψία. Ο φόβος αλλά και το σχήμα της εξουσίας- υποταγής κυριαρχούν από τις πρώτες σελίδες τόσο στις σχέσεις μαθητών και επιμελητών όσο και της Μαρία Τερέσα με τον επικεφαλή επιμελητών Μπιασούττο. Αν προσπαθούσα να ορίσω το συναίσθημα που αισθάνθηκα διαβάζοντας αυτό το βιβλίο θα ήταν δυσφορία που στην συνέχεια κλιμακωτά τράπηκε σε οργή και αγανάκτηση. Οι τελευταίες σελίδες του μυθιστορήματος είναι έντονες καθώς θίγοντα τόσο κοινωνικά θέματα (μισογυνισμός, πατριαρχία) όσο και πολιτικά.
Πολύ ενδιαφέρουσα απεικόνιση των τελευταίων ημερών της αιματηρής στρατιωτικής χούντας στην Αργεντινή μέσα από τη λειτουργία του Εθνικού Κολλεγίου, ενός εκπαιδευτικού ιδρύματος με αυστηρούς και άτεγκτους κανόνες. Παρακολουθούμε τη σύντομη θητεία της Μαρία-Τερέσα, η οποία προσλαμβάνεται ως μια εκ των επιμελητών, με αρμοδιότητα τη παρατήρηση και ρύθμιση της συμπεριφοράς των σπουδαστών. Η προσήλωσή της στα καθήκοντά της αποκτά εμμονική διάσταση, οδηγώντας την σε μια ιδιότυπη παρακολούθηση στις τουαλέτες των αντρών, με την προσμονή να πιάσει επ' αυτοφώρω μαθητές που καπνίζουν. Ωστόσο, η ίδια θα πληρώσει με πολύ αυστηρό τίμημα αυτό τον καταπιεστικό και ιεραρχικό τρόπο λειτουργίας του σχολείου.
Πρόκειται για ένα δύσκολο στην ανάγνωση σε πολλά σημεία του βιβλίο, σε σύμπλευση με την ταραχώδη ιστορική περίοδο στην οποία αναφέρεται. Αν και μπορεί να πλατειάζει σε ορισμένες περιγραφές, εν τούτοις κρατάει το ενδιαφέρον και καταφέρνει να μεταδώσει την ατμόσφαιρα του αποστειρωμένου περιβάλλοντος στο οποίο εκπαιδευόταν ένα τμήμα της νεολαίας της χουντικής Αργεντινής.
Nuevamente, es un placer para mí leer a Kohan, un autor que no me defrauda. Ciencias morales transcurre casi por completo en el Colegio Nacional Buenos Aires, a través de su prosa, Kohan nos deja sentir el clima de opresión de la época. Es una novela inquietantemente monológica, me refiero al hecho de que, en la novela, no entra ningún otro discurso que tensione el discurso opresivo de la dictadura militar, lo único que conocemos es ese clima, personajes "cómodos" con ese clima y que lo disfrutan y lo veneran. María Teresa es un personaje muy raro que en muchos momentos nos hace pedirle a gritos que reaccione, pero, a su vez, es un personaje muy cotidiano. Nos recuerda a esas personas que cometen hacen lo que sea refugiados en su "moralidad", a esas personas que parecen estar vendadas frente a su realidad. En fin, disfruté mucho la lectura, sumamente interesante, como todas las novelas de Kohan
Ciencias Morales es el segundo libro que leo de Martín Kohan. Digo "libro" y no "novela", porque empecé tarde con su obra... y mi comienzo fue con "Me Acuerdo" que es más un ejercicio que otra cosa. De todos modos, esa nostalgia volcada llena de detalles y de pequeñeces me dio ganas de seguir leyendo al autor. Y me encontré con esta novela, que me pareció muy buena. La historia atrapa (está ambientada en 1982, durante la Guerra de las Malvinas) desde lo simple hasta lo claustrofóbico. El escenario es simple, pero hace que quieras saber más y más. Martín es muy detallista, pero también es críptico cuando quiere describir sutilezas. Eso me gustó mucho. El decir cosas profundas con pocas palabras, con indirectas. Y además, me pareció un escritor muy elegante a la hora de describir. Déjense sorprender con la literatura :)
Quiero ver la película, pero ya me spoileé que el final es totalmente diferente, y el final de la novela tiene mayor peso significativo (me parece). Pero bueno, las adaptaciones justamente son eso: adaptaciones.
Tenía un montón de libros en lista de espera. Este apareció en venta por internet, usado. Lo compré. Me lo llevé a una cita médica y lo empecé a leer en la espera. Me enganchó pero no lo seguí en casa, sino que lo seguí en otras citas médicas durante un par de semanas. Me gustó mucho cómo está escrito (recuerda a Saer) y me gustó cómo la tensión va en aumento. Pero en un punto, cerca del final, se rompe. El texto abusa de lo que venía construyendo y ya quedan solo dos o tres capítulos. Lo roto no alcanza a restituirse.
¡Qué buena Novela! Me encantó leerla aunque los temas abordados en su trama lejos estén de ser gratificantes o estimulantes en su esencia. Pero, como muchas veces sucede en la vida misma, son temas que podían ocurrir en un determinado contexto social y político como el que se vivía en Argentina en esa época (por los días en los que se sitúa esta historia) y por tal motivo termina siendo sumamente atrapante y placentera su lectura.
la puta que te parió, kohan. sos adictivo y asqueroso como la falopa. en el libro no pasa nada (en términos de "hechos") hasta el final, ni así lo podés largar porque está escrito de una manera que te mantiene en vilo todo el tiempo. el "ya viene, ya va a pasar algo, ahí está, ya llega" constante. kohan con k de kochino.
Hay tanto para decir de Ciencias Morales pero creo que contando que con mi señora le decimos "El libro perverso" se resume mucho mis sentires con esta novela ganadora del premio Herralde. Sin dudas, Martín Kohan logra en Ciencias Morales el más fino arte de la perversión.
No hay otra palabra que no se me venga a la cabeza al pensar en que reseñar de este libro: Perversión. Seguimos el relato de una mujer corrompida, torcida, quebrada en una historia absolutamente enferma. María Teresa no es más que una persona macabra que se va desdibujando, torciéndose como una raya hecha sin regla en una hoja de bloc. Y aún así, Kohan se las ingenia para que logremos empatizar con ella en el final y pensarla, no solo como una victimaria si no como una víctima.
La forma tan sencilla de escribir del autor, logra que esta sea una lectura ligera pero para nada simple. Me costó mucho más de lo que creí terminarla. Me revolvió el estómago, me hizo frotarme la cara, respirar profundo, cerrar el libro. Creo que esa es la mejor parte de Ciencias Morales, la forma en la que nos hace meternos de lleno a la historia y evocar todas, toditas las emociones oscuras que existen como la repulsión en primacía.
Y aunque no quiero tener que marcar la tilde verde de que mi reseña revela detalles importantes sobre la trama, tengo que hablar inevitablemente del abuso sexual. Como lo narra Kohan me hizo sentir un nudo en el estómago hasta sentir que yo misma era la víctima que el narrador omnisciente ve sufrir la –a mi consideración– más fuerte de las heridas.
María Teresa depositó su confianza en un ambiente de violencia en una institución enferma y podrida –porque lo está y lo deducimos en la forma en la que la visualiza el autor– esperando nada más que el cariño inaudito que buscaba para solo encontrarse con la corrupción y el horror de la decepción que se vuelve una sombra negra encima suyo. María Teresa, que ejercía su tarea, sedienta de un poder que carece fue vulnerada y ultrajada a un punto de que desconocemos a quien vemos al final. Es el más fino relato del descenso a la desilusión de lo que más queremos.
Abrupto, doloroso, asqueroso. No tengo más palabras para hablar de Ciencias Morales pero defino que voy a orientarme a leer a Kohan. Es la primera vez que entiendo porque un premio fue otorgado a un libro y esa experiencia resulta más que grata. Espero encontrarme nuevamente con este autor pronto y que me lleve a una espiral tan macabra que presiento, solo Kohan puede llegar a escribir.
"Lo que está buscando es la excepción y no la regla (porque lo que está buscando es ni más ni menos que la transgresión de la regla), y eso requiere de su parte tanto la virtud de la paciencia como la capacidad de no cejar e insistir".
"Ella podrá soltar después, más tarde, a la noche en su casa, a la noche en su cama, o bajo la ducha que querrá darse al llegar, el grito que ahora se le atasca en la garganta, las lágrimas que ahora no pasan de los bordes de los ojos".
La novela se sitúa en el Colegio Nacional de Buenos Aires, uno de los más antiguos y prestigiosos de la Argentina, durante la Guerra de Malvinas (abril-junio de 1982). La protagonista, María Teresa, es una preceptora joven y novata, con un profundo sentido del deber, y con ansias de demostrarle a sus superiores que puede ejercer la vigilancia sobre los alumnos como nadie. Tal es su afán de descubrir a los alumnos haciendo algo ilícito (puntualmente, fumando a escondidas) que empieza a ocultarse en el baño de varones con la esperanza de encontrarlos “in fraganti” rompiendo las reglas. Un juego peligroso, que rápidamente se le irá de las manos...
Kohan retrata un mundo que conoce a la perfección (fue alumno del colegio en esa época, y en 1982 estaba en tercer año, como los alumnos que monitorea María Teresa), pero más allá del realismo con que describe el colegio y sus costumbres, lo que pinta a la perfección es la psiquis perturbada de una mujer criada por instituciones represivas para desempeñar un papel de control, y sobre todo reprimir cualquier impulso que esté por fuera de lo establecido. María Teresa experimenta el deseo, pero no lo comprende, lo rechaza, y por eso termina canalizándolo de la peor manera. La narración oscila entre la perspectiva de María Teresa y el discurso oficial de las autoridades, y uno parece ser continuidad del otro. En una dictadura, parece sugerir Kohan, todo es político. De por sí el sistema educativo, que es parte de la superestructura que debe sostener las relaciones de poder, pero también los pensamientos y hasta la sexualidad están atravesados por la represión.
Es una novela dura, no recomendable para aquellos que puedan impresionarse fácilmente. La lectura es perturbadora, y no puede ser de otra manera dado el tema que toca. Pero es una experiencia que vale la pena atravesar!
Las novelas de Kohan, como en general las de los escritores que tienen formación en Letras o, particularmente en su caso, en Teoría literaria, se basan en la exhibición del artificio. Aquí tenemos la historia de María Teresa, una joven preceptora del Colegio Nacional de Buenos Aires durante el año 1982, Mundial y Guerra de Malvinas en pleno desarrollo a lo largo de la acción. Como estrategia narrativa, me pareció por un lado adecuada y por el otro cliché. Ya sabemos que describir punto por punto los detalles del cerrojo de la puerta del baño hace que "se sienta más" la desesperación... pero give me a break... Me gustaron más, en este estilo que deriva de Saer podríamos conjeturar, otras novelas de Kohan: Dos Veces Junio / Two Times JuneMuseo de la Revolución u otras de, por ejemplo, su colega de Puán Aníbal Jarkowski: El Trabajo Igual lo banco a Martín.
School on the micro-scale and education on the macro-scale reflect society — its imperfections, projects, customs, or ambitions. Choose whichever term you prefer. It might be a hackneyed and overused statement, but, obviously, there’s some truth to it. Traditional schools mold future generations, shape young people’s minds, and, more often than not, train them rather than educate them. Think: singing the anthem at special assemblies, drilling routines, preceptors (inspectors) checking that the school’s rules and regulations like the prescribed length of boys’ hair or the correct use of uniforms by everyone, the things that can and cannot be done during recess and class time are meticulously observed and sanctioned if not followed. Now, imagine an emblematic school in Buenos Aires during the dictatorship, on the verge of the war in the Malvinas. Imagine a young woman working as a preceptor, trying to be a perfect cog in the wheel, scrutinizing the pupils and going the extra mile. María Teresa or Marita, as she is known at home thinks she has smelled tobacco on one of her students and decides to investigate. She begins staking out the boys’ restroom to catch a suspect in the act. Not much happens. There’s waiting. There’s thinking. There are sensations. Senses on high alert. And there’s the looming figure of her superior, Mr. Biasutti. And then, things get out of hand — both at school and on the national level. A hypnotizing portrayal of a society under siege: permanently surveilled, controlled, told what to do, how to look, what to think. A portrayal of people’s complicity in the system, all in the name of rule and order: to be finally ground down and transformed by that same system.
Hace mucho tiempo no me aburría tanto leyendo un libro. Está bien escrito, pero la historia es lenta y desesperante. No me conecté de ninguna manera con la insulsa vida de la protagonista.
La historia está ambientada en el Colegio Nacional de Buenos Aires (ex Ciencias Morales) en 1982 (momentos finales de la dictadura militar argentina).
La protagonista es la preceptora de la escuela que se obsesiona con llevar al límite el control de la disciplina de sus estudiantes. Y tras ello, entra en un juego de poder que roza lo perverso, lo moralmente esperado de cada rol (el de estudiantes, el de preceptora, el de jefe de preceptores) y la coyuntura política de la argentina de principios de los 80'.
Wer auch den Beipackzettel für ein gefährliches Medikament als Spoiler verdächtigt, sollte jetzt nicht weiterlesen. Alle anderen und die, die Geld und Zeit sparen wollen oder müssen, sollten jetzt aufpassen.
Ist ein gewaltiger Absturz von Kamtschatka (Figueras) zur Sittenlehre (Martin). Beides argentinische Romane über das Buenos Aires der Juntazeit, aber was für ein Unterschied. Während man bei Figueras ständig die Luft anhält, obwohl nichts (Sichtbares) passiert, gähnt man bei Martin ständig, weil nichts passiert. Natürlich kann man dem Faschismus auch mit Satire begegnen, man kann seine willigen Vollstrecker ins Lächerliche ziehen und genüsslich die Mentalität und den geistigen Stillstand der kleinen Räder darstellen. Aber einfach nur eine einfältige und verblendete Frau bloßstellen, wird der Sache sicher nicht gerecht.
Was passiert, ist nicht mehr als das: Eine völlig verblödete und dazu noch langweilige Aufseherin in einem Elitegymnasium versucht mit allen Mitteln, ihre (männlichen) Schüler beim Rauchen aufm Klo zu erwischen. Sie versteckt sich in einer Kabine, hört und sieht den Jungs beim Pinkeln zu, spielt ein bisschen an sich rum, und lässt sich am Schluss dabei vom Oberaufseher missbrauchen, der das aber nicht einmal richtig hinkriegt. Daneben wird der Krieg dargestellt anhand eines seltsamen Bruders, der Ansichtskarten ohne Text versendet, und zusätzlich gibt’s noch ein paar Einzelheiten zum Stadtplan von Buenos Aires. Die Sprache ist umständlich, die Sätze kreisen um sich selbst. Ständig werden Dinge wiederholt und mehrfach wiedergekäut, und die Selbstgespräche, die Marita mit sich führt, bestehen aus Versatzstücken ohne jeden Sinn und Inhalt.
Ich habe die letzte Seite mehrmals umgeschlagen, weil ich einfach nicht glauben konnte, dass das alles war. Aber das war alles.
Oscurísimo y bastante crudo, el propio Colegio Nacional y la represión son tan protagonistas de la novela como María Teresa y el señor Biasutto. El colegio, con su larga historia y las figuras de Belgrano y Mitre como mitos fundacionales, actúa como una representación de la Argentina de inicios de 1982. El contexto es vital pese a que no se profundice en los detalles históricos, como la marcha del 30 de marzo o la Guerra de Malvinas. Al poder represivo ejercido sobre la juventud, controlada para evitar que la tiente la “subversión”, tampoco pueden escapar, no verdaderamente, quiénes apoyaban la dictadura y la persecución política, encarnados en María Teresa. Ella se excede en sus funciones de vigilancia colaboracionista, da más de lo que se le pide, y lo único que obtiene es igual o peor escarmiento. El final anticlimático me pareció adecuado, la mayor parte de la obra es así, no pasa nada. Es más aterrador lo que no se dice, lo que se insinúa (la confección de listas del señor Biasutto, los pensamientos y deseos no explicitados de María Teresa sobre los alumnos) que la narración de los hábitos de la preceptora en los baños, asquerosos y más inquietantes a medida que crece su obsesión con espiar a los estudiantes varones.
me lo estoy devorando... el capítulo del primer reconocimiento de María Teresa del baño masculino es descomunal
Listo, lo terminé. Sin haber asistido al "Colegio" si me tocó pasar el período 1974/1985 en un colegio de Belgrano donde se respiraba mucho el clima que tan bien describe Kohan: asfixia y parálisis. Sólo en los últimos dos años coincidieron mi rebeldía y la primavera alfonsinista para hacer más llevadero el asunto. Leyendo Ciencias Morales recuperé esa sensación de control supremo que bajaba desde la Dirección y que excedía los muros de la institución y afectaba x supuesto al propio cuerpo (corte de pelo 2 cm x encima del cuello de la camisa, levantar la botamanga para exhibir la media reglamentaria, un cachetazo si fuera necesario...). Y María Teresa como símbolo de una época en la que como nunca antes la hipótesis de Godelier fue una realidad (violencia/consentimiento).
No se como funcionará para un lector extranjero que hasta la última página del texto no tiene fechas ni referencias del contexto histórico.
Una novela ambientada en el Colegio Nacional Buenos Aires de 1982, el final de la época más tenebrosa de la historia argentina. Una guerra siempre presente aunque casi ni se nombra y entra en la novela sin pedir permiso. Van a encontrar muchas reseñas sobre este excelente libro. Sumo un aporte. En el colegio "que resume a la nación argentina" hay una alegoría. La de la clase media que aceptó sumisamente ser dominada por un terror innombrable. Ese terror la usó para controlar la enfermedad que azotaba el cuerpo de la patria. Luego, ese terror la violentó sin que sea capaz de reaccionar. Una y otra vez, sin defenderse. Sólo una fuerza externa pondrá fin a esa violencia. Pero además, esa violencia revela la impotencia del terror. Nunca, incluye placer. Es una violencia enferma. Parece, sólo el cumplimiento de un deber con el que no se disfruta. Apenas, es el mandato de someter al más débil que se acata por obligación.