A fines del Siglo XIX el noruego Edvard Munch pintó el icónico cuadro «El grito». Una de las versiones de esta obra, se vendió en el año 2012 en más de 119 millones de dólares. Son las pinturas del artista las que dan vida al protagonista de la novela. La autora construye a través de las pinceladas de Munch los laberintos de voces y sombras de su juventud hasta hoy desconocidos. Sus trazos nos transportan de manera minuciosa a un viaje que recorre la enfermedad, la muerte, la ira, el miedo, la soledad y el amor.
En «La víspera del grito», Helena Sampedro apuesta a lo profundo. Examina la vida de Edvard Munch, el pintor existencialista autor del cuadro «El grito». Este cuadro es, hoy por hoy, iconografía que habita en la conciencia colectiva del mundo occidental. Aunque nadie sepa quién es Edvard Munch, cómo vivió, los dolores que enfrentó; aunque nadie sepa cómo se titula el cuadro, una simple mirada revela que lo ha visto antes. Que la figura fantasmal que se agarra la cabeza para gritar su espanto es, de alguna manera, un sueño o pesadilla compartida. […]Helena Sampedro nos invita a mirar la figura del artista como la de ese visionario que vence, se atreve a enfrentar la Ley. Apuesta por la sustancia de lo profundo y encuentra allí una verdadera liberación de su subconsciente y el de toda su especie. —MAYRA SANTOS-FEBRES
La historia en si puede ser interesante... pero el estilo de escritura nunca logro que conectara con ningun personaje y por tanto, nunca me llego a importar lo que sucediera y por que.
"La víspera del grito" cuenta una historia fascinante que se siente a menudo muy lejana.
El pintor noruego Edvard Munch es quizá la figura más conocida del Expresionismo en la plástica y su pintura "El grito" una de las obras más emblemáticas. Esta novela utiliza de punto de partida el crecimiento y formación de Ed (llamado así en la narración), para mostrarnos cómo convivió y minó sus traumas en pos del arte. Es sin duda un relato interesante e informativo, que además revela la multitud de corrientes de pensamiento, a veces encontradas, que fluyeron el siglo XIX. El fuerte cristianismo del padre de Ed, contrasta con las ideas de amor libre y recelo hacia el clero de sus amigos, mientras el impresionismo aún no es del todo aceptado en una academia hastiada de la experimentación. Sumado a eso están las escenas en que Ed ve materializarse sus miedos y locuras, y cómo afectaban su arte para bien o para mal.
Sin embargo, para el gusto de este lector, la narración se sentía a menudo muy removida de los personajes. Durante casi todo el recorrido, la voz narrativa calló a los personajes sin apenas dejarles diálogos. La locura de Ed por tanto, se ve desde afuera, pero nunca se siente a flor de piel, y ese fue un problema que tuve hacia el final, no encontraba cómo hacer que los personajes me interesaran. Hubiese querido leer más descripción de los alrededores, del mundo que inspiró al pintor. También hubiese querido que me mostraran más y me contaran menos. Son esos pequeños detalles que hacen que una historia cobre vida.
Aunque lejana en su tratamiento, "La víspera del grito" es de todos modos una novela informativa y entretenida.
"Grité...grité con todas mis fuerzas y, de vuelta, sentí el grito inmenso e infinito de la naturaleza."
Una historia de muchas facetas, un hombre con muchos demonios, un cuadro con muchas inspiraciones. Hacen años no leía un libro en español y esté me saco de ese hechizo seco que llevaba desde mi escuela secundaria. Me encantó como la autora nos mostró una historia distinta y con tantas partes, y capas que a cada capítulo se abría una nueva puerta sobre él y su arte. A través de este libro me vino una nueva comprensión del arte de Edvard Munch y espero algún día poder ver este cuadro y todos los demás en personas.
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This book was part of my monthly adult book club at BookMarkPR. I was so excited to read it but it was not what I expected. I loved the story about Edvard Munch. It motivated me to look more about this famous painter, specially about his paint titled El Grito! (The Scream). One of the scene was well described, it was when Edvard was experiencing a psychotic episode in which he believed the water was poisoned.
The narrative was too constructed. Sentences were too long in which the reader got lost in a wordy world. Why use so many adjectives just to describe a simple action or object. It was not a fluent writing, repetitive. Most of the reader members found the book boring. I think that the reason could be related that this is the author's first novel.