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Lydia Cacho lleva al lector de la mano por un viaje emocionante en el que encuentra la voz de las víctimas de las mafias tratantes de mujeres en México.
Por la periodista Lydia Cacho, autora del bestseller Los demonios del Edén.
Prólogo de Roberto Saviano.
A partir de casos concretos, así como de historias conmovedoras, Lydia Cacho sigue una línea de investigación para llegar a las mafias de tratantes de mujeres, que la conducen desde México hasta Kirguistán, pasando por Malasia, Japón y Myanmar, entre otras partes del mundo. Lydia Cacho lleva al lector de la mano por un viaje emocionante en el que encuentra la voz de las víctimas y al mismo tiempo expone a los servidores públicos dedicados a proteger a dichas mafias.
Esclavas del poder es un mapa global de la trata de mujeres. Un viaje de ida y vuelta, en el cuál la autora sigue la cadena de lo que los expertos han llamado "la esclavitud del siglo XXI".
Otros autores han opinado:
"Lydia Cacho es un símbolo del periodismo valiente. En este libro Lydia llega más allá de las fronteras de México. Ataviada con disfraces diversos, viaja desde los bajos fondos mexicanos de la Merced hasta los centros nocturnos y los prostíbulos de Japón, pasando por muchos otros nudos de la inmensa telaraña de mafiosos, empresarios, policías, jueces y políticos que manejan el negocio en el mundo. Lydia escucha, para que sean escuchadas, las voces de las víctimas, las vidas rotas, y acusa a quienes ejercen la forma más abyecta del derecho de propiedad, hombres dueños de mujeres, adultos dueños de niños: esos supermachos que humillando a los más débiles manifiestan su despreciable poder." - Eduardo Galeano
"Lydia Cacho se mete en los vericuetos necesarios para mostrar el mapa de la esclavitud contemporánea, las rutas de este comercio criminal y cómo el fenómeno está entramado a través de un putrefacto involucramiento gubernamental, la complacencia y la indiferencia de amplias capas de la sociedad." - Carmen Aristegui
355 pages, Kindle Edition
First published January 1, 2010
¿Cómo sabe un cliente si la mujer está ahí por propia voluntad o es esclava de una red de tratantes que la controlan con deudas impagables, amenazas y aisloamiento?
«No entiendo a que viene tanto escándalo. La gente dice: "Ah, matan a las niñas". Los chinos matan a las niñas porque sólo pueden tener un hijo. Nosotros no las matamos, nosotros les conseguimos trabajo. Oh, y dice: "Ah, las venden, qué malos son los chinos". Pero yo le digo: "Ellas tienen esposos y trabajo, les conseguimos eso en otros países"». Un tratante arrestado en la provincia de Chongquing.
"En todo el mundo el turismo sexual ha generado un gran mercado y una cultura con ciertos valores y cánones, donde las adolescentes, las niñas y los niños son la mercancía que se demanda con mayor frecuencia y que la pobreza ofrece. Se trata de un producto deshumanizado por el sexismo y la cosificación de las mujeres, y mistificado por los grupos ultraconservadores, que aprovechan el pánico moral sobre la trata para volver a expropiar el cuerpo de las mujeres en manos del Estado y de los grupos religiosos. Entre ambos mundos las que más pierden son las mujeres, las niñas y los niños."
"Los grandes empresarios y políticos prohíben el aborto e invierten dinero para legalizar la prostitución, pero en los los guetos, "fuera de la mirada de las mujeres de bien". Las quieren ocultas no porque sean mujeres del mal y "ensucien la ciudad", sino porque la esclavitud precisa de controles de poder.
Mientras eso sucede, la industria del sexo se moderniza, se globaliza e implementa nuevos discursos mercadotécnicos y políticamente correctos. Las mafias siempre intentarán convencernos de que somos libres cuando esclavizamos a otras personas para nuestro consumo, y de que las mujeres son libres porque pueden elegir ser esclavas de sus clientes. Pero no solamente la izquierda y las feministas posmodernas compran este discurso, la derecha que bajo el crucifijo o la sotana goza de la prostitución más refinada también está encantada."