Los ejercicios espirituales proponen un proceso dinámico para disponerse, con la gracia de Dios, al encuentro personal con Cristo vivo. El director de ejercicios trata de facilitar con su predicación, consejos y oración ese evento transformador de la vida. El origen del texto determina su naturaleza y su se trata de un subsidio para la oración personal. En este caso, el lector puede encontrarse en una situación análoga a la de quien escucha una predicació con frecuencia, él encontrará más útil e inspirador para su diálogo con Dios una reflexión apenas aludida e iniciada, que un pensamiento completamente desarrollado. La estructura de los ejercicios es claramente ignaciana, con un constante recuerdo de que es Cristo quien sale a buscar a cada hombre y mujer ahí donde él se encuentra. Estos ejercicios, dirigidos en octubre de 2014 para un grupo de seminaristas, han sido adaptados para ayudar a cualquier persona que quiere ponerse a disposición del Señor en la oración.