Christopher Domínguez Michael escribió sobre Pitol: «El Premio Cervantes 2005 es el resultado de una prolongada maduración, creadora de ese esplendor otoñal que, visible en Tríptico del Carnaval (1999), continúa con otra trilogía compuesta por El arte de la fuga, El viaje (2001), El mago de Viena (2005), acaso aún más asombrosa, la gran autobiografía literaria de nuestras letras». En El arte de la fuga, Pitol propuso una forma novedosa, obedeciendo a uno de los lemas de los alquimistas, astrólogos y profesores de sortilegios: «Todo está en todas las cosas», que en el último libro de la trilogía se radicaliza en «Todo es todo». En El viaje, Pitol narra un regreso a la Unión Soviética. Dos semanas de entradas de su diario de 1986 y otros textos refieren la grandeza y miseria de ese país: encuentros, paseos, discusiones sobre literatura, teatro, pintura, política; sueños delirantes. En El mago de Viena,el autor ha disuelto las fronteras entre los géneros; es una obra sin índices. Los textos consisten en fragmentos oníricos, inverosímiles, reales e irreales, pero la estructura al fin crea una unidad perfecta.
Sergio Pitol Demeneghi was a prominent Mexican writer and diplomat. In 2005 he received the Cervantes Prize, the most prestigious literary award in the Spanish-speaking world.
Pitol studied law and literature and served in the Mexican foreign service at Rome, Belgrade, Warsaw, Paris, Beijing, Moscow, Budapest and Barcelona. He started publishing novels in the late 1960s.
Le he dedicado tres reseñas en el blog porque una no es suficiente.
Yo sólo os digo una cosa: si os gustan los libros que hablan sobre libros, que reflexionan, que comentan y los relacionan con anécdotas, no os podéis perder a Pitol.
Un mes completo con Sergio Pitol y sus tres libros (El arte de la fuga, El viaje, El mago de Viena), de los cuales disfruté más con El viaje, quizá porque de los otros dos también gocé cuando habla el Pitol peregrino. Me gusta cuando visita una ciudad y entra de maneras distintas en contacto con ella, con las personas que allí habitan o que por ahí pasan. El volumen, sin embargo, es irregular en intensidad de pensamiento y emoción.
Libro sobre libros, sobre el proceso de la escritura. Apasionante para quienes adoramos la lectura, comenta y recomienda lecturas mientras repasa su vida. Un libro que transforma nuestra vida lectora.
(El Arte de la Fuga: 5 estrellas) Una bonita, honesta recopilación de artículos de Pitol sobre muchos temas. Pitol, por medio de un lenguaje sencillo y sin pretensiones, primero nos muestra su vida a manera de reportaje, mientras hila alternativamente guías para la lectura de la literatura producida por los hijos bobos de la Guerra Fría: Europa del Este y Latinoamérica. Estas alusiones se repiten a través del texto cada vez con mas intensidad, hasta que en la ultima parte Pitol nos sienta en su regazo y nos explica como abuelo benévolo y sabio por qué los libros vienen acompañados de la sombra de su autor en una simbiosis que un lector juicioso no puede ignorar. Como en una buena fuga, al final vamos llegando cada vez mas estruendosamente a la realidad, en este caso con un potente articulo sobre los levantamientos indígenas de Chiapas de los 90.
Más allá de la forma y las historias, lo que más aprecié del libro fue la honestidad que traslucía en cada frase y en cada artículo. Honestidad que le falta a cierto escritor chileno muy mentado (de cuyo nombre no quiero acordarme). Read from September 19 to October 02, 2011
(El viaje: 4 estrellas) Read from November 07 to 14, 2011
(El mago de Viena: 3 estrellas) Muy heterogéneo en su contenido como para ser disfrutado como un libro completo. Read from December 30, 2011 to January 15, 2012
Qué manera tan magistral de contar historias tenía Sergio Pitol, te hace partícipe de cada una de sus vivencias. Un libro precioso, en el que uno se adentra en los andares de este escritor que conoció una infinidad de países.
Leí «El arte de la fuga» y «El viaje» en la pandemia; recién hace algunas semanas comencé con «El mago de Viena». A lo largo de los tres libros Pitol nos relata sus viajes y sus lecturas, sus experiencias en distintos países y sus reflexiones a propósito de distintas obras. Sus literaturas predilectas son las de Europa Central, Rusia, e Inglaterra, sin desconocer las letras latinoamericanas y tampoco dejar de leer algo de literatura asiática. Sus viajes, asismismo, fueron principalmente por Europa, aunque también escribe sobre sus incursiones en latitudes distantes de la Unión Soviética como Georgia en «El viaje» y Turkmenistán en «El mago de Viena». Así, nos encontramos a Pitol leyendo y viajando por distintos escenarios: en Chiapas durante el zapatismo; en Georgia dando conferencias; recorriendo galerías y sinagogas en Praga; en un barco detenido en aguas internacionales; viendo intermitentemente a Vila-Matas en Turkmenistán; encontrándose con el premio Nobel Gao Xingjan en Beijing y en París; con el poeta y novelista Darío Jaramillo Agudelo en Bogotá, Xalapa, o Madrid; con Tabucchi en Florencia, y en Roma con María Zambrano; coincidiendo con José Carlos Becerra en la casa de Vicente Rojo en Coyoacán, etc., etc., etc. Pitol también se detiene en las obras que le han sido más significativas: Hašek, Galdós, Biély, Meyerhold, Gógol, Chéjov, Borges. Pero lo que más rescato de esta trilogía es, en «El mago de Viena», la sucesión de reflexiones sobre cuatro novelistas ingleses modernos: Henry James, Joseph Conrad, Flann O' Brien y Evelyn Waugh. Así como los ensayos sobre Tsvietáieva en «El viaje», llamados "Retrato de familia" y que son más bien de tema biográfico, mientras que con los ingleses une la crónica biográfica con la reflexión literaria. Tal vez como son los que más recientemente leí, son los que me han dejado una impresión más viva, pero bueno. Me gustó cómo describe que las innovaciones de Henry James en la novela pasaron desapercibidas en un primer momento porque no eran innovaciones en plan avant-garde de insurrección y pirotecnia, sino más bien innovaciones sutiles, sigilosas pero dejando una impronta decisiva. Sobre Conrad me gustó cómo delinea el tránsito casi natural entre sus novelas y sus viajes marítimos. Conrad, secreto polaco, viajero y novelista relativamente tardío, debió de ser una figura muy cara a Pitol, también viajero que no comenzó a escribir en serio hasta la mediana edad. En fin sobre los últimos: Flann O' Brien y Evelyn Waugh, el primero es un cómico experimental, en una tesitura más destemplada y breve que Joyce pero que, no obstante, nunca obtuvo el reconocimiento que tuvieron él y Beckett, aunque suena mucho más interesante que éste último. La forma en que habla de «At-Swim-Two-Birds» y sobre todo de «The Third Policeman» realmente nos da muy claramente los tonos y líneas de escritor aun poco leído en español. Por último, Evelyn Waugh, otro novelista cómico, que se convirtió en un muy circunspecto y conservador católico apenas terminada la chistosa primera parte de su obra, sobre la cual me llamó la atención «Black Mischief» más que otra. Entre alcoholismo, catolicismo y pseudónimos, Pitol nos va internando muy bien en el microcosmos de estos novelistas ingleses. Dije que a Pitol le interesaba Conrad porque fue como él, un escritor tardío, sobre esta incursión por la escritura, aplazada y a veces intermitente, a veces obsesiva, también nos habla: sus primeros cuentos de «Tiempo cercado»; los quince años que se tardó escribiendo «Juegos florales», entre prolongadas pausas y arduos avances; sobre la concepción de «El desfile del amor» y el Tríptico de Carnaval; la anécdota de cómo se le ocurrió "Victorio Ferri cuenta un cuento"; cómo se le facilitaban más los cuentos que las novelas; que una vez entre Cuba y Venezuela escribió muchos poemas dadaístas, o tal vez sólo uno muy largo, versos de los que se avergüenza con furia años después, y que me hubiera gustado mucho leer. En fin, excepcionales memorias de una vida dedicada al viaje y la literatura.
Comencé este libro sin saber nada de Pitol, nada de su vida y mucho menos de su obra. Termino este libro no sólo conociendo, de su propia mano, el proceso bajo el que escribió sus primeros cuentos hasta sus últimas novelas, sino también sabiendo las peripecias de su vida, sus interminables juergas, su temprano snobismo y su profesionalización en la literatura; su profundo amor por la literatura rusa, española, hispanoamericana, oriental y europea. Termino este libro aprendiendo de creación literaria, llevándome varias recomendaciones literarias que en mi vida habrían llegado de no ser por algún amante de la lectura como lo fue Pitol, y con un renovado amor por aventurarme a leer cosas que a lo mejor nunca me hubiese animado.
Trilogía de la memoria está compuestra de tres libros: El arte de la fuga, El viaje y el Mago de Viena. Estos tres libros, ahora unidos en uno solo, son textos híbridos donde el autor cuenta su pasión por la lectura, sus vivencias y sus viajes por diferentes países.
En El arte de la fuga (1996) esa combinación de diario junto con el relato nos muestran a un Pitol en su juventud tratando de sobrevivir en España, nos cuenta sus primeros pasos en la literatura, su trabajo como editor y traductor, y culminan con los sucesos de la guerrilla zapatista comandada por el subcomandante Marcos.
El viaje (2001) es un recuento de su peripecia por los países que componían el bloque soviético años antes de su caída. Pitol relata su experiencia con escritores, el ambiente que se respiraba durante todo ese proceso de disolución del bloque soviético. Este relato está intercalado por una lectura personal de una de las poetas más importantes de Rusia: Marina Tsvietáieva. Así, mientras viaja, va dejando impresiones de su lectura, nos cuenta su vida, sus sufrimientos y padecimientos bajo el régimen Stalinista. Estampas que revelan lo peor de un sistema que dejó en ruinas a muchas naciones y se cobró millones de victimas.
Por último, El mago de Viena (2005), el último libro de esta trilogía, es un híbrido entre los comentarios o reseñas de libros y episodios personales del autor. Se podría decir que el Mago de Viena es un híbrido, una combinación de los libros que le precedieron. Si se catalogara como una novela, el personaje sería el mismo Pitol sin ser Pitol.
Al reunirlos en un solo tomo, esta trilogía da cuenta del quehacer del mismo Pitol, se trataría, no de una biografía personal, sino de una biografía literaria. Más que contar lo que él vivió, Pitol se interesa por dejarnos saber sobre sus lecturas y su proceso creativo.
Este libro es fundamental para aquellos que quieran internarse en el mundo de la creación literaria, en quien se quiera convertir en narrador, pues él da claves de cómo fue su proceso creativo, y cómo es el proceso creativo en general. Entre la ficción y lo personal, el estilo de Pitol es fresco y anecdótico, pero no por eso deja de ser crítico y profundo. Nos da la visión de su mundo a través de los libros y de las lecturas que ha hecho, y su relación personal con la literatura.
Trilogía de la memoria es una construcción literaria de uno de los mejores escritores en lengua española, que ha influenciado a cientos de escritores, y es parte fundamental de la narrativa contemporánea lationamericana