La literatura vuelve realidad todo. Y así lo ha demostrado una innumerable cantidad de autores desde hace cientos de años. Aquí no encontrarás elfos, dragones ni niños magos con lentes y varitas, sino que te enfrentarás a encuentros con el Diablo, desapariciones inexplicables, personas duplicadas, saltos en el tiempo, criaturas informes que van a estrujarte el cerebro en tu intento por comprenderlas... ¿Qué es lo fantástico? Aquello inexplicable, la presencia de lo raro, eso que o logramos entender... lo imposible que se hace posible gracias a la literatura.
Born in Toluca, a small city in central Mexico, Chimal saw his first books published before he was twenty. Now he is critically well regarded as one of the most talented and original writers of his country, and has a faithful and growing audience for his work. Some of his books, stories and essays have been translated into a dozen languages. He has been featured in many anthologies both in Mexico and abroad, and is also a very busy and sought-after literature professor and creative writing teacher. He lives in Mexico City with his wife, writer Raquel Castro, and a cat. He has written novels, short stories, children's books, essays, creative writing primers and manuals, and movie scripts. In 2021, he was the first Mexican writer to pen a Batman story for DC Comics international anthology Batman:The World.
Chimal es como esos restaurantes que no fallan. Claro, siempre habrá algún cliente al que no le guste tal o cual plato del menú, pero, incluso, con todas esas reservas, volverá con amigos para repetir la oportunidad. En especial alabo en el antologista la capacidad que tiene de aunar el ojo estético atinado y la voluntad divulgativa.
"La tienda de los sueños" consigue uno de sus objetivos más claros, demostrar que la tradición del fantástico en México es tan constante como de alta calidad. Lo hace además en esta ocasión sin invocar los gigantes del canon, sino reivindicando la firma de autores y autoras cuyo nombre merecen mayor encomio. Por cierto, de los 20 cuentos seleccionados, 10 son de escritoras. No se llame el lector a engaño: su inclusión no se justifica como mera cuota de igualdad; la calidad de sus cuentos habla por sí misma. Tampoco querría perder la ocasión de dar la bienvenida al canon divulgativo de voces que solo la miopía se atrevería a motejar de "jóvenes". Nada más delicioso que poder disfrutar de una antología donde no se confina a autores de este milenio.
Vamos pues ahora a la glosa de los cuentos, para que el lector o lectora sepa a qué atenerse.
- Amado Nervo, "Como en las estampas". Mucho hay en Nervo que sigue siendo modernos. Este cuento, sin embargo, a mis ojos ha envejecido mal. Quizá sea por su trasfondo religioso. [Por el contrario, la recomendación de Chimal de "El donador de almas" (disponible en la red) tiene su interés, si uno es capaz de no atrangantarse con la misoginia propia de principios del XX.]
- Elena Garro, "La culpa es de los tlaxcaltecas". Aunque no es el cuento más fácil de seguir del mundo, su brillantez es inapelable. Si alguna vez alguien se atreve a decirles que no hay escritoras de calidad en el canon del Boom, pueden abofetearles (simbólicamente) con esta obra maestra. En síntesis, es un cuento que penetra entre muchos aspectos en la relación que el pasado prehispánico tiene en la identidad del México moderno. No se lo pierdan.
- Leonora Carrington, "La debutante". Pese al elogio de Cortázar, sigo pensando que Carrington es mejor pintora que escritora. Este cuento me lo viene a recordar. ¿Qué ocurriría si una muchacha le pidiera a su amiga hiena que fuera a una fiesta de gala? Cuento un poco demasiado surrealista para que termine de encantarme.
- Juan José Arreola, "El converso". Otra irónica incursión de Arreola en el territorio de la salvación y la fe. En mi opinión, no es de sus cuentos mejores ni de lejos.
- Guadalupe Dueñas, "Yo vendí mi nombre". Correcto cuento, pero demasiado claramente inspirado en las fantasías decimonónicas de autores que venden alguna propiedad, sea el propio reflejo, la sombra o, como es en este caso, el nombre. Buen cuento, pero que se olvida pronto.
- Amparo Dávila, "Moisés y Gaspar". Como todo lo que escribe Dávila, es una delicia. Es un relato que dialoga muy bien con el neofantástico cortazariano: lo increíble se naturaliza. En este caso, es la adopción de dos ¿niños? ¿fantasmas? Confirma una intuición que todos hemos tenido alguna vez: hacerse cargo de un par de fantasmas te puede descarriar la vida.
- Inés Arredondo, "Orfandad". Cuento que navega en los pliegues que van del sueño a la pesadilla y te da de bruces con una imagen tremenda. Demasiado situacional para mi gusto. Poblado de imágenes memorables, pero carente de un desarrollo sugestivo.
- José Emilio Pacheco, "Tenga para que se entretenga". Empecemos diciendo que Pacheco es una institución. No conocía su vertiente fantástica y es sólida, señores. Uno de los mejores cuentos de la colección. ¿Qué ocurre si en la desaparición de un niño hay mayor misterio del que estamos dispuestos a aceptar? La tercera perla del libro en mi opinión.
- Agustín Monsreal, "Tema del rescate". Demasiado vago y simbólico para hacerse memorable. Como en el caso de Arredondo parece más una descripción de una situación que de un cuento con un desarrollo o estructura climática (que son los que me gusta más).
- Guillermo Samperio, "Tiempo libre". Un cuento que no debe faltar en la enseñanza del fantástico en las aulas. Un buen merecido clásico del autor que habla sobre nuestra relaciones con el mundo de las noticias y nuestra capacidad o incapacidad para contaminarnos del mundo que hay afuera.
- Álvaro Uribe, "El evangelio del hermano Pedro". Valga decir que Borges podría haber firmado este cuento. Una brillante sobre las relaciones del tiempo repetido y del tema de la culpa que tanto y tan bien exploró el maestro argentino. Recomendadísimo.
- Verónica Murguía, "El ángel de Nicolás". Un relato muy bien escrito e increíblemente documentado. Lamentablemente como historia en sí no me dice mucho. Un agudo lector puede imaginar qué pasa con solo leer la cita que precede al cuento.
- Norma Lazo, "El que camina al lado". Este cuento me encantó. Será por aquello que disfruto de los relatos que trabajan el tema del doble. Trae el tema del "Doppelganger" ('el que camina al lado') al mundo presente y lo hace con una enorme fuerza aterradora. Mi unico reparo es la inclusión del perro casi como una idea tardía. A Lazo le falta preparar bien el clímax terrorífico, por lo demás es muy buen cuento.
- Cecilia Eudave, "El oculista". ¿Qué ocurriría si uno de sus ojos decidiera tener una vida independiente? Pues Eudave explora esta posibilidad en su cuento. Se agradece el que la autora retome un tema hoy casi olvidado del género, el de las partes del cuerpo con vida propia. Lástima que no desemboque en un clímax gratificante.
- Ignacio Padilla, "De sables y sabios". ¡Qué bien escribe Padilla, señores! Él es uno de esos escritores que podría redactar la lista de la compra y sería una maravilla. Este cuentecito en dos partes y ubicado en un mundo oriental enigmático es una delicia. Con todo, el final podía haber sido más impactante, se viene abajo un poco. Como pista les diré que cuiden de sus mascotas, también tienen alma y si son capaces de afantasmarse.
- Fernando de León, "La noche de los inmortales". No es que sea este cuento un "buen" cuento desde el punto de vista de la esos estándares estilísticos que a veces se invocan. Fernando nos trae un cuento sin embargo, deliciosamente gamberro y divertido. La presencia del humor en esta antología es de lo más saludable. En síntesis, el cuento nos plantea cómo un atraco callejero puede ir de mal en peor cuando uno tiene la mala fortuna de intentar atracar a un inmortal y al propio demonio. Muy divertido y se lee en un santiamén.
- Bernardo Esquinca, "Moscas". Con Esquinca tenemos un autor que promete. Ya vienen siendo varios los cuentos que he leído de este señor y son todos excelentes. Aquí explora como detrás del miedo, algo paranoide hacia las moscas, puede esconderse algo mucho más perturbador. Lovecraft estaría orgulloso de Esquinca. Con este material, se podría hacer un cortometraje que aterrorizara generaciones.
- Magali Velasco, "Mientras la Maga duerme". Un homenaje a Rayuela con intención meritoria, pero que para mí no termina de funcionar.
- Iliana Vargas, "Styx y Umene". Buen cuento que hará la delicia de todos aquellos que recuerden detalles de "El silencio de los corderos". Lo mejor es el uso alternado de puntos de vista. Más allá de estos, a mí, personalmente, se me queda un poco cojo, pero es buen cuento, conste.
- Édgar Omar Avilés, "Indocumentado". ¡Guau! No sé cómo lo ha hecho Avilés para hacer el mejor cuento de toda la colección y uno de los más relevantes en esta era de Trump. Valga decir que el autor explora la relación entre la inmigración ilegal, la memoria y la tragedia del cainismo forzado sobre las comunidades marginadas. Sencillamente una joya que merece enseñarse en la universidad, ya.
Por preferencias personales me quedo pues con los cuentos de Avilés, Esquinca, Lazo, Uribe, de León, Padilla, Samperio, Pacheco, Dávila y Garro. Yo empezaría por ellos. Pero todos tienen su encanto. Nuevamente, Chimal nos deleita con una antología de calidad. ¡Disfruten del fantástico mexicano y feliz lectura!
Lo mejor de esta antología, que está llena de cosas buenas, es la cantidad de caminos que abre al lector ya que tras cada relato se sugieren otros relatos y novelas similares, la mayoría de ellos de autores mexicanos. De esta forma no solo he conocido textos buenísimos sino que se me ha ampliado exponencialmente la lista de libros que quiero leer. Como en todas las antologías, algunos relatos son mejores que otros, mis favoritos sin duda alguna han sido los siguientes (según orden de aparición en el libro):
- La debutante, de Leonora Carrington - Moisés y Gaspar, de Amparo Dávila - Orfandad, de Inés Arredondo - Tenga para que se entretenga, de José Emilio Pacheco - El evangelio del hermano Pedro, de Álvaro Uribe - El ángel de Nicolás, de Verónica Murguía. (Este y el anterior de Uribe son, sin duda, mis cuentos favoritos de toda la antología. Bellísimos, quiero leer todo lo que encuentre de ambos autores) - El que camina al lado, de Norma Lazo - La noche de los inmortales, de Fernando de León - Indocumentado, de Édgar Omar Avilés
Es una maravillosa antología de cuentos fantásticos. Va desde autores clásicos, como Amado Nervo, hasta contemporáneos, como Bernardo Esquinca. Inician con una situación cotidiana, como una visita al oculista o una salida al parque y terminan revelando un mundo habitado por seres subterráneos o que desafían las leyes naturales. Disfruté la mayoría de los cuentos, aunque un par no tanto.
Colección de cuentos de autores mexicanos de varias épocas. Algunos me gustaron mucho, otros fueron entretenidos, y un par fueron olvidables.
Los que más me gustaron: - La culpa es de los tlaxcaltecas, de Elena Garro - Moises y Gaspar, de Amparo Dávila - Tenga para que se entretenga, de José Emilio Pacheco - Tema de Rescate, de Agustín Monreal - El que camina al Lado de Norma Lazo - La noche de los inmortales de Fernando León - Moscas de Bernardo Esquinca - Styx y Umeme de Iliana Vargas
Una antología por demás interesante, las anotaciones y comentarios de Chimal son una forma muy amena de acercarnos a autores y un género triste y equivocadamente desprestigiado en nuestro país.
100 años de cuento fantástico en México, 20 autores, un libro que va más allá de las historias de magos y de dragones a los que ya estamos tan habituados y que quizá no nos han permitido acercarnos a otras capas del género de ficción.
Normalmente los libros de cuentos los considero una lectura ligera, pero en este caso, batallé bastante, no sé si es porque la fantasía no es de mis géneros favoritos o porqué, aunque sí hubo varios que me gustaron, el de las moscas me dejó pensando y i kinda agree
La primer mitad se me hizo meh, y no me encantaron los relatos, no son mi tipo de cuento y por lo general esos autores no me gustan. La segunda mitad me gustó mucho más y la terminé más rápido, y varios de esos autores los tengo en mis listas de pendientes. La forma en que esta acomodado es que va de los autores más antiguos a los más modernos, a mí claramente lo contemporáneo me gusta más y disfrute mucho esos últimos relatos. Mi favorito fue "La noche de los inmortales". Está bien como antología para darse una idea de cómo ha sido la literatura fantástica a lo largo de todo un siglo, aunque debo adimitir que esos cuentos con tonos religiosos fueron los más difíciles para mí. Lo mejor fueron los cuentos extraños del final, esas mezclas de fantasía con realidad si son lo mío.
Algunos ya los había leído antes (los de Elena Garro, Leonora Carrington y Amparo Dávila), siendo los clasicazos del fantástico mexicano, pero la mayoría no los conocía (o conocía otros de esos autores), así que eso me gustó. En general creo que es una buena antología, aunque como suele ocurrir en ese tipo de libros, no todos los cuentos me encantaron. Me gusta mucho el fantástico, disfruto mucho de lo perturbadores y confusos que pueden llegar a ser. Algo muy particular del fantástico es justo ese no saber si es real o es delulu y me encanta jaja. Otra cosa que me gustó es cómo recomendaba cuentos o novelas similares al final de cada uno.
Me gustó mucho como primer acercamiento a varios autores de los cuales he escuchado muy buenas críticas, en lo personal, no es mi estilo de libro, pero lo disfruté bastante, lo padre y que se me hizo más ameno es que es una antología de diversos cuentos, entonces pude leerlo con calma y sin presión.
3.5 Muestra de cuentos de autores nacionales de diferentes épocas, donde lo fantástico se involucra con, religión, historia, temáticas médicas y sociales.
A pesar de no ser la más fan de los cuentos, ¡esta antología me ha encantado!
Qué buenas selecciones, y sobre todo disfruté leer tantas autoras.
Mis cuentos favoritos fueron los siguientes (en el orden que aparecen en la antología): *La culpa es de los tlaxcaltecas, de Elena Garro *La debutante, de Leonora Carrington *Moisés y Gaspar, de Amparo Dávila *Orfandad, de Inés Arredondo *Tenga para que se entretenga, de José Emilio Pacheco *Tiempo libre, de Guillermo Samperio *Moscas, de Bernardo Esquinca *Mientras la maga duerme, de Magali Velasco *Indocumentado, de Édgar Omar Avilés
La verdad no tenía muchas expectativas con este libro porque la antología de terror de esta misma colección (El abismo) no me terminó de convencer, sin embargo, no pude equivocarme más con respecto a La tienda de los sueños. Esta antología, como dice el título, reúne cuentos fantásticos de autores mexicanos a lo largo de cien años aproximadamente. Me parece que uno de los puntos más fuertes de este libro es la selección de relatos: hay desde cuentos clásicos de este género (La culpa es de los Tlaxcaltecas de Elena Garro o Tenga para que se entretenga de José Emilio Pacheco) hasta cuentos de los que muy pocos habrán oído hablar (Styx y Umene de Iliana Rivas o La noche de los inmortales de Fernando de León); también contiene historias de autores consagrados (Elena Garro, José Emilio Pacheco, Amparo Dávila) y de autores más bien desconocidos (Agustín Monsreal, Édgar Omar Avilés); y, de las veinte historias que contiene la antología, diez están escritas por hombres y diez por mujeres, así que en ese sentido, está muy bien equilibrado ♥ Ahora bien, el contenido de los relatos es muy variado: hay cuentos ambientados en México, en otros países o, incluso, en otros mundos, pero todos, todos, contienen ese punto de inflexión que transforma lo cotidiano en fantástico, a veces sin que el mismo lector se dé cuenta sino hasta el final, lo cual contribuye a la genialidad de las historias. Sobre la edición sólo he de decir que, pese a su sencillez, es muy bonita: tiene pequeñas ilustraciones que separan las distintas secciones que hay en cada apartado (cuento). Además, el antologador, Alberto Chimal, para cada relato da, primero, una breve reseña biográfica del autor y, al final, un comentario sobre la historia que se presentó, además de recomendar otros cuentos o novelas con temática o estilo similar, por si al lector le interesare seguir leyendo cosas de la misma línea. Así que, en resumen, recomiendo muchísimo esta antología para todo aquel que guste de los cuentos, de la fantasía, de los autores mexicanos o para todo aquel que quiera empezar a sumergirse en el maravilloso terreno de la fantasía cuentística mexicana. Mis historias favoritas fueron Moisés y Gaspar de Amparo Dávila, Tenga para que se entretenga de José Emilio Pacheco ♥, Tiempo libre de Guillermo Samperio, El evangelio del hermano Pedro de Álvaro Uribe ♥, El que camina al lado de Norma Lazo, El oculista de Cecilia Eudave y Moscas de Bernardo Esquinca, aunque, en realidad, todas me gustaron muchísimo.
La literatura fantástica es, como el propio antolgador (Alberto Chimal, él mismo un destacado exponente del género) nos lo recuerda en la introducción, es mucho más que una serie de relatos escapistas de temática seudo-medieval o de magos adolescentes, y los cuentos incluidos en esta "tienda" son una muestra notable de la variedad y profundidad del género, así como de la paulatina aceptación de la literatura fantástica como un género válido dentro la literatura mexicana (que, por tantos años, parecía atada/condenada al realismo post-revolucionario). Desde clásicos que se atrevieron a romper el molde realista en, al menos, parte de su obra (como Amado Nervo y Elena Garro), pasando por el trío "brujeril" del siglo XX (Ámparo Dávila, Guadalupe Dueñas e Inés Arrendondo), hasta llegar a las nuevas promesas del siglo XXI (Verónica Murguía, Bernardo Esquina y otros), este libro nos lleva por caminos de sueños y pesadillas, recordándonos que lo fantástico es mucho más que una distracción de la realidad, sino un espejo que revela sus aspectos ocultos y sus ilimitadas posibilidades. Cada cuento va acompañado por una breve introducción a la obra y vida de cada autor, así como una recomendación de cuentos y novelas similares que hacen de esta antología un puente hacia otros mundos literarios.
El género de la literatura fantástica en México sigue siendo un tanto despreciado por ciertos lectores, crítica e incluso algunos autores, sin embargo, es paradójicamente, uno de los mejores ejemplos de lo vivas que están las letras en el país, y, en casos como el de ésta antología, de todo el arraigo que ha tenido históricamente.
La selección presentada es muy buena, me pareció muy bien delimitada, dejando fuera a algunos autores, pero como es aclarado en la misma introducción del libro, siempre es casi imposible reunir a todos los que se quisiera. Como sea, de los que están presentes nadie sale sobrando. Y mención aparte tienen los comentarios incluidos para cada autor o relato, que sirven para ampliar aún más el panorama con las sugerencias en ellos contenidas.
Creo que es una muy buena obra para adentrarse en los terrenos de la literatura fantástica del país, tanto a modo de referencia y como para darle al lector nuevas pistas que seguir si se quiere ahondar en sus dominios.
Love, Death & Robots, esa serie original de Netflix que, al menos para quien ya la haya visto, nos ha dejado un montón de historias con narrativas bastante interesantes, si transformaramos ese tipo de historias a nuestro barrio mexicano tendríamos como resultado: La tienda de los sueños, un título tal vez menos atractivo pero igual de interesante. Alberto Chimal reune 19 cuentos mexicanos fantásticos del último siglo, historias que van desde un evangelista y su aventura por la antigua constantinopla hasta un excentrico millonario que tiene una batalla con seres que considera que vienen desde el mismo infierno, las moscas. Hoy, este humilde lector conoció autores mexicanos que tienen una mente que va más allá de lo increíble y ahora estoy muy emocionado por leer más historias de estos magníficos escritores.
Me gustaron la mayoría de los cuentos que se recopilaron en este libro y me encanta ver como la fantasía es representada de esta manera por los autores mexicanos.
La RAE define lo fantástico como aquello quimérico, carente de realidad objetiva y fruto exclusivo de la imaginación. Aunque lo asociamos con lo fabuloso, lo fantástico se distingue por su falta de fundamento empírico. Esta antología de cuentos mexicanos nos sumerge en un amplio espectro de lo que podemos concebir como fantástico, especialmente en relación con la imaginería propia de la cultura hispanoamericana. En esta recopilación, la fantasía no se limita a las representaciones icónicas de hadas, brujos, gnomos y dragones. Al contrario, se manifiesta a través de individuos y sucesos que se vinculan más con el realismo mágico y lo onírico, quizás como reflejo del mundo paralelo en el que vivimos, de nuestros miedos más profundos, de nuestra concepción de la muerte o, simplemente, de nuestra percepción de la locura. Esta obra resulta altamente recomendable para aquellos lectores interesados en explorar las profundidades de la imaginación y en descubrir las particularidades del cuento fantástico mexicano de los últimos cien años. Me gustaron mucho los cuentos "El Oculista" de Cecilia Eudave, y el de Inés Arredondo titulado "Orfandad".
El título y los nombres de los escritores llaman mucho la atención pero a la hora de leer la antología no es para tanto, la mitad de los cuentos ya los había leído y no son de mis favoritos, no son tan maravillosos ni sorprendentes como dice la cuarta de forros. Esperaba que la mayoría de cuentos fueran extraños, con referencias oníricas o construcción abismada y no. Está bien para pasar el rato y entretenerte en una sala de espera o durante un viaje.
Los únicos 5 cuentos que me gustaron mucho y recomiendo que lean son: Yo vendí mi nombre de Guadalupe Dueñas, Tiempo libre de Guillermo Samperio, El que camina al lado de Norma Lazo, El oculista de Cecilia Eudave, Moscas de Bernardo Esquinca.
Una excelente colección de cuentos, algunos ya los había leído, pero los de actores más contemporáneos no los conocía y son toda una revelación, sin duda buscaré leer más de Norma Lazo, de Edgar Omar Avilés y de Bernardo Escuinca por ejemplo. La introducción de Alberto Chimal me encantó, excelente descripción del género fantástico. Soy Mexicana y el lograe leer más de autores de mi país me emociona mucho.
La culpa es de los tlaxcaltecas Moisés y Gaspar Tenga para que se entretenga El evangelio del hermano Pedro Indocumentado
Aunque realmente casi todos son excelentes.
Un buen vistazo a un siglo de cuentistas mexicanos; muchos de ellos que desconocía. Esto no es solo una compilación, sino un punto de partida a todo un universo literario.
Una obra de relatos muy entretenida, me gustaron algunos y otros no los entendí o no llamaron mi atención lo suficiente pero sobretodo te acerca a conocer a autores mexicanos y sus obras. La de la hiena, el ladrón y el indocumentado fueron los que más me gustaron, es de lectura rápida y fácil, se puede leer en una sentada. Recomendado.
Una guía para conocer la literatura fantástica mexicana. No sé si es la mejor selección, si son los mejores representantes de este género, pero la mayoría de los relatos no me engancharon. Me gustó que se da una breve biografía de los autores y que al final de cada relato se dan recomendaciones de cuentos o novelas parecidas. Es una gran guía, solo no me gustó la selección de cuentos.
Como lo indica el autor toda antología se queda corta, sin embargo hay antologías que aportan mucho, como está. El pequeño brief sobre cada autor y lecturas asociadas es un plus bastante bueno.
Hay cuentos para todos los gustos. Tiempo libre, Tengan para que aprendan, El que camina al lado, Las moscas.
Excelente opción para empezar a leer y conocer cuentos y literatura fantástica nacional (México). Al final de cada cuento te recomienda un par de cuentos y una novela parecidas al cuento que acabas de leer, sin lugar a dudas, excelente tip para continuar con lecturas similares.
Algunas joyas como los cuentos de Elena Garro y José Emilio Pacheco, varios nombres conocidos y un par nuevos. Los mexicanos tenemos una tradición de fantasía mucho más extensa de lo que mucha gente cree, pero siempre funciona mejor cuando las voces son auténticas.
Es raro que lea cuentos porque nunca conecto con ellos. A excepción de unos cuantos (que valen 4567 estrellas), como La debutante, no conecté con esta compilación de cuentos, aunque son un buen esfuerzo de recopilar y dar a conocer la variedad de la literatura mexicana.
Los mejores cuentos " moscas" de Bernardo Esquinca y "El oculista" de Cecilia Eudave. Me ha gustado de la antología que recoge tanto a escritoras como a escritores en proporción similar.