No importa la generación a la que pertenezcan, la historia familiar que carguen ni el estrato social del que provengan. Los personajes de Alberto Fuguet siempre están un poco extraviados. Buscan cómo eludir la tormenta que desde lejos se abalanza sobre ellos. Caminan por las vías marginales de su propia vida en busca del anonimato que dan las sombras. Extraviados. Atrapados. Entre vivir en un país sin futuro y marcharse a otro y ser extraños para siempre. Entre la aspereza de la vida adulta y las inconsistencias de una juventud anacrónica. Entre la triste compañía de quienes no los conocen y el miedo a la soledad. El desarraigo los hace libres, pero también los condena a sentirse siempre ajenos. Cada decisión les hará conocer su suerte, su áspero destino. Narrados duro, realista, melancólico, certero que sabe que sus personajes han sido o serán derrotados por la vida y sus azares, sus injusticias, y un poco también por ellos mismos, Fuguet –con una prosa cuya velocidad nos abisma hacia lo más profundo y crispado de la ficción– demuestra en estos cuentos por qué es, desde hace dos décadas, un narrador explosivo, punzante y audaz, que sabe renovarse y renovar su escritura.
Son cuentos sobre chilenos entre 20 y 30 años con historias trágicas y o tristes...dejá vú de Fuguet.... uno pensaría que el autor es suficientemente talentoso para escribir sobre otro tipo de temas también..
Los cuentos, como las novelas de Fuguet, suelen recordar la nostalgia, pero la triste, del humano. Tipo incómodo, más teñido del pop en sus trabajos cortos, pero igual increíble. “La verdad o las consecuencias“, “Dos horas“ y “Cincuenta minutos“ son joyas. Y no hay que dejar por fuera “Nosotros“, que podría ser tremenda novela.
3 días y 261 páginas después. El segundo libro que leo del autor, pero el primero de cuentos.
Nuevamente sucede que esperaba mucho de un libro, y me terminé decepcionado. Totalmente culpa mía. Esta compilación arbitraria, trae un poco de todo. Roadtrips, familia, sudamérica, Estados Unidos.
Mi cuento favorito fue: Perdido (de apenas unas páginas pero con un impacto tremendo) y casi para cerrar 50 minutos (una joyita psiquiátrica), otro que me gustó fue La verdad o las consecuencias. Fuera de estos la verdad es que los otros son bastante olvidables o están demasiado acotados. No digo que sean malos, es que no hice clic.
Debido a los altibajos emocionales de los mismos cuentos es complicado llevar un ritmo, cosa que totalmente no me facilita la lectura.
me intriga como la intensión desde el lugar donde recurrentemente se cuenta la historias. No es son las historias de gente de abajo que vive en un contexto posgolpe de estado en chile, es desde sujetxs que se encuentran en un lugar conflictivo, en un contexto familiar acomodado/propinochetista. No lo hace para ser condencendiente, ni apoyar con eufemismos al regimen dictatorial, sino que siento que para mostrar los conflictos, la contradicciones, la ideología de quien vive en una situación familiar así.
mucho cine, mucho uso de recursos narrativos del cine.
Entre el gusto y el disgusto aún con fuguet . Es el tercer libro que leo de él y aun no me termina de convencer. Le daré una oportunidad más con otro de sus títulos.
Es lo primero que leo de Fuguet. Me atrapó el primer relato "La verdad o las consecuencias", pero luego me fue difícil mantener el enganche. Con "IMBD (algunas películas de la vida de Beltrán Soler)" sentí algo nuevo, me gustó la originalidad de asociar las historias de las películas a las del personaje. "Pelando a Rocío" me encantó culposamente su desfachatez, en mi mente hasta lo leí con acento chileno, y me hizo reír. El último relato "el far west" también me gustó por su honestidad y por estar escrito a modo de entrevista.
Una voz honesta, emotiva, "como si su voz guardara todo lo que ha vivido", que nos habla de manera muy sencilla sobre la soledad, el auto exilio, los viajes de búsqueda y la necesidad última de querer ser encontrado.
Es la primera vez que leo sus cuentos y esta selección tiene algunos muy buenos y otros no tanto. El tema del hombre (y muy pocas veces, la mujer) que escapa se repite y se repite una y otra vez. También es constante la idea de que el dinero no quita la depresión, ja ja ja